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Dagoll Dagom

Presentación de la compañía Dagoll Dagom

«Dagoll Dagom, una apuesta por la calidad» por Juan A. Ríos Carratalá

Foto de la Compañía Dagoll Dagom.Dagoll Dagom es sinónimo de calidad y profesionalidad. En el marco de la España de los años setenta, fueron bastantes las compañías que propugnaron una alternativa al teatro más o menos identificado con la dictadura franquista ya agonizante. Era una labor urgente y necesaria que a menudo dejó en un segundo plano los aspectos relacionados con el rigor en el trabajo sobre el escenario. Pasadas aquellas circunstancias, la mayoría de esos grupos quedaron en el olvido o se disolvieron para buscar nuevos cauces más profesionales. Hubo excepciones, pocas, y entre ellas se sitúa Dagoll Dagom, una compañía catalana que desde sus inicios se planteó la necesidad de compaginar el sentido crítico con el rigor profesional para buscar la calidad en sus propuestas teatrales. Al margen de los recursos más fáciles y usuales, sus componentes se acercaron a un teatro con un gran interés poético, presentado con exquisitez plástica y aderezado con un componente musical que, desde su variedad, pronto se convertiría en elemento singularizador de este grupo.

No eran tiempos fáciles para la propuesta de Dagoll Dagom, pero la confianza de quienes se sentían seguros de sus posibilidades pronto convenció a unos espectadores que les hemos seguido fielmente desde finales de los setenta. Y con asombro, porque frente a lo previsible de otras compañías pronto acomodadas en una línea de trabajo tras su primer éxito, Dagoll Dagom se ha planteado sus espectáculos no sólo con exigencia profesional, sino también con la voluntad de innovar, de sorprender y hasta de demostrar que era posible hacer en este país lo que para muchos era un sueño o cosas del extranjero.

Foto de la Compañía Dagoll Dagom.No debe extrañarnos, por lo tanto, que su trayectoria haya discurrido por caminos a priori un tanto distantes. Desde la poesía imaginativa y fresca de Antaviana hasta la sátira divertida y contemporánea de Glups!!, desde un clásico texto de Àngel Guimerà, Mar i cel, revitalizado gracias a una impresionante puesta en escena hasta una opereta como El Mikado, verdadera joya en la que Dagoll Dagom mostró una brillantez nada usual en nuestros escenarios. Una trayectoria que recala en lo cercano y entrañable como en la Nit de Sant Joan y se adentra en el mundo de los piratas, tan cercanos también aunque por otras vías. Un teatro que nos muestra un presente concreto y polémico como en Cacao o nos invita a la ensoñación de un lejano Japón. En definitiva, un conjunto de propuestas que huye del encasillamiento, sorprende y convence porque siempre hay un denominador común: calidad.

Foto del espectáculo «glups!!».Dagoll Dagom es una suma de esfuerzos en la que muchos actores y cantantes han contribuido desde un relativo anonimato. Bajo la dirección de Joan Lluís Bozzo y con la presencia constante de Anna Rosa Cisquella y Miquel Periel, una larga lista de colaboradores ha propiciado que esta compañía haya sido también una plataforma que nos ha permitido disfrutar de los textos de destacados autores (Pere Calders, Manuel Vázquez Montalbán, Ángel Guimerá...), descubrir las insospechadas excelencias de otros que nos eran casi desconocidos (W. S. Gilbert o Gérard Lauzier), valorar adecuadamente las posibilidades de lo musical en el teatro gracias a excelentes voces y las partituras de Jaume Sisa, Joan Vives, A. Sullivan o Santiago Auserón... Y no nos olvidemos de los aspectos técnicos de unas escenografías casi siempre espectaculares y complejas que tanto han contribuido a fascinar a los espectadores.

Foto de la Compañía Dagoll Dagom.Fascinar en el mejor sentido de la palabra, alejado de cualquier relación con el engaño o el fraude. Dagoll Dagom ha creado siempre pensando en los espectadores, aunque sin supeditarse a los gustos mayoritarios. Ha apostado por caminos poco transitados en el reciente teatro español, sobre todo cuando aparecieron sus primeros espectáculos musicales. Era preciso, por lo tanto, convencer y al mismo tiempo fascinar a unos espectadores que, a menudo, hemos salido del teatro con la sensación de haber visto algo diferente, capaz de trasladarnos a ese mundo de ficción donde tantas cosas son posibles. No es una tarea fácil cuando se cuenta con una gran competencia en medios como el cinematográfico o se crea en el ámbito de un teatro siempre precario, aunque sea el catalán. Lo han conseguido y en la actualidad estamos ante un grupo veterano y consolidado, pero dispuesto a seguir por nuevos caminos donde el riesgo y el éxito a menudo se solapan. Es fácil asumir el riesgo cuando se cuenta con un monólogo interpretado por un actor con un fondo oscuro y sin escenografía. Resulta algo más complejo, incluso de otra dimensión, cuando se mueven decenas de actores y técnicos a la búsqueda del respaldo dado por los espectadores. En este segundo caso es preciso conocer muy bien los resortes de lo teatral y utilizarlos con el rigor y la profesionalidad de la que siempre han hecho gala quienes han pasado por las filas de Dagoll Dagom.

Por estas y otras muchas más razones, la Biblioteca Miguel de Cervantes ha considerado interesante incluir a la compañía Dagoll Dagom en sus páginas virtuales contando con la colaboración de sus responsables. Creemos necesario propiciar el conocimiento de un grupo que tanto nos ha aportado y contribuir así a divulgar una obra capaz de fascinar y divertir sin renunciar a nada. Sus textos, canciones, imágenes, datos... nos ayudarán a recordar o descubrir una de las trayectorias más brillantes de nuestra reciente historia teatral. Nosotros tampoco renunciamos a nada, y esperamos que este trabajo facilite la tarea de quienes desde la crítica o la investigación académica tienen la responsabilidad de escribir esa misma historia.

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