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141

106-14. trastulo: del ital. trastullo, juguete, pasatiempo; comp. Pellicer, IV, 67; Giannini lo traduce en su versión ital. con sollazzo. (N. del E.)

 

142

106-26. El texto: su. (N. del E.)

 

143

108-20. El texto: maldicionee. (N. del E.)

 

144

108-23. endechaderas: Cov. registra solamente endecheras en la voz endecha; en el Dicc. de Aut. se hallan ambas voces con ejemplos; cons. Clem.: IV, 130; el lector se acordará del entierro (en Lazarillo de Tor., III), en el que iba la mujer del difunto «y con ella otras muchas mujeres», sirviendo de plañideras. (N. del E.)

 

145

109-8. cosas tocantes a la bucolica: bucólica o bocólica, con el sentido de comida, de bucca, boca; se halla en la Dorotea, de Lope de Vega, acto IV:


   No quiero más ventura
que tener la bucólica segura.



En Estebanillo González, cap. IX: «me mandó que tuviese cuidado de visitar todos los oficios tocantes a la bocólica»; en Luis Vélez: El Diablo Cojuelo, tranco VII: «Esta tropa inumerable... es de oficiales de boca... que toca a la bucólica». (N. del E.)

 

146

110-25. por felicissimo aguero: lo mismo en el capítulo IV, pág. 75-31; vid. Clem.: IV, 76, y más extensamente VI, 164 y ss., acerca de los agüeros. (N. del E.)

 

147

112-12. El texto: fortalezara. (N. del E.)

 

148

113-6. todas eran de oro, sirgo y perlas contestas y texidas: es alusión a la Égloga tercera (vs. 53 y ss.) de Garcilaso; los Dicc. de la Acad. no registran contexto-a como adjetivo, pero se encuentra como tal en el de Salvá. (N. del E.)

 

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113-27. debe de andar mi honra a coche acá, cinchado: se conocen tres interjecciones o gritos, que, me parece, no deben considerarse idénticos: (1) coche acá o coche allá; (2) coche acá, cinchado; (3) harre acá, cinchado. Con el primero se llama al cerdo, y varios escritores aluden a este grito con frecuencia; lo explica bien Horozco en su Cancionero, pág. 244: Sobre los Coches:


   Ya las mugeres han dado
en querer andar en coches...
Hasta la del escudero
quiere ya doquier que va
que la lleve su cochero;
no hace más el porquero:
coche acá, coche acullá.
   Si para hazer huir
al puerco dizimos coche,
no sé do pudo venir,
aviendo en él ellas de ir,
usar aquese reproche, etcét.



El segundo, coche acá, cinchado, se halla en el Dicc. Acad., voz coche, pero no registra el cinchado ni es aplicable a lo dicho por Sancho la definición dada allí: «Empeñarse trabajosamente en hacer cumplir bien a quienes rehuyen hacerlo», explicación que parece algo forzada. Ahora bien, Cej.: Dicc. define, cinchado con «puerco listado en lomo y vientre», con lo cual sigue a D. Juan Calderón (Cervantes vindicado, etcét., página 138), quien, mofándose de la ignorancia de Clemencin, añade: «es cosa sabida que estos animalitos (los de la gran lista blanca) siguen muy mal en su camino la línea recta, cuando van de mala gana». Pero no se entiende por qué, en un ganado de cerdos, el puerco listado sea precisamente el único inclinado a seguir muy mal la línea recta, para que tenga que gritarle el porquerizo «coche acá, cinchado». En Correas, pág. 531, se halla: «andar a coche acá, cinchado, lo que andar a arre acá, cinchado, cuando uno no puede bien atraer a otros a hacer lo que deben, etcét.» «A harre acá, cinchado» fue registrado por Pedro Espinosa en una lista de frases condenadas (edic. Rodr. Marín, pág. 195). Cardaillac (trad. del Quijote, II, tomo I, 95), habiendo mal entendido la explicación de Calderón, comprendió con «listado el lomo y vientre» «bardé de toile», y, metiéndose a porquerizo, añade: «Ce caparaçon de toile et de bois, dont nous avons vu jadis des pores recouverts... a pour effet... surtout de gêner leurs mouvements indociles». Me parece menos complicada la explicación de estos gritos: si está claro que el coche acá es grito del porquerizo para llamar o ahuyentar al cerdo, no lo está tanto el cinchado, voz que, según la frase «arre acá, cinchado» parece antes aplicarse a la bestia jumento, o lo que sea, cinchado, al que grita el porquerizo mientras conduce a su ganado. Y Sancho, que en su vida habría visto un puerco bardé de toile et de bois, querría decir sencillamente que andaba su honra maltratada, enlodada, «aquí y allí, barriendo las calles». (N. del E.)

 

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114-18. una maliciosa sátira contra las damas cortesanas: ¿será alusión a una «Sátira contra las damas de Sevilla» de Vicente Espinel? La publicaron E. Mele y A. Bonilla en Rev. de Arch. Bibl. y Mus., 1904, X, págs. 410 y ss. (N. del E.)