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291

El ejemplar que leyó Miró es Pepita Jiménez, Madrid, Librería de Fernando Fe, 1890, 12.ª edición. También en su primera hoja, y escrito con la misma letra arrebatada que hay al pie del retrato, escribió el joven aprendiz de novelista debajo de su firma: «Libro adquirido de cuarta, quinta o centésima mano, ¡no sé!». (N. del A.)

 

292

El drama fundamental de Ignacio consiste en atisbar una vida más plena propiciada por el amor y el goce de los sentidos, y no poder acceder a ella. Es también una vida desperdiciada en la que todo se malogra, como se expresa en esta cita que da cuenta de sentimientos experimentados una tarde de mayo: «¡Qué ansias deliciosas siente el presbítero! Ansias que luego se deshacen dolorosamente en su misma concepción, sin haber tenido vida en la Vida» (ed. cit. en n.º 18, pág. 256). (N. del A.)

 

293

Transcribo el texto de «Historia que no se cuenta» en el Apéndice de mi ed. de Novelas cortas, cit. (N. del A.)

 

294

De Jorge Guillén es uno de los mejores ensayos sobre el arte de Miró y excelentes son las páginas que le dedicaron Pedro Salinas y Dámaso Alonso; vide también el art. de Francisco Jovier Díez de Revenga, «Gabriel Miró y los poetas del 27», en el Homenaje a Gabriel Miró, cit., págs. 243-263. De esencial importancia en este aspecto son los artículos que los escritores de la generación vanguardista publicaron en las páginas literarias de Heraldo de Madrid de 18 y 25 de enero de 1927, elogiando el arte de Miró y protestando por la desacertada crítica de Ortega a El obispo leproso. (N. del A.)

 

295

Vide las iluminadoras consideraciones de Edmund L. King en su «Introducción biográfica» a Sigüenza y el Mirador Azul, cit.; esp. pág. 77. (N. del A.)

 

296

Los Contemporáneos, 30 de agosto de 1912. La cita procede de Así hablaba Zaratustra: «¿Por qué hay tanta renuncia, tanta abdicación en vuestros corazones?, ¿tan poco destino en vuestra mirada?»; la pregunta está hecha a la exacta medida de Ignacio, puede definir perfectamente al personaje. Sobre esta frase de Nietzsche vide F. Márquez Villanueva, «Sobre fuentes y estructura de Las cerezas del cementerio, pág. 377. (N. del A.)

 

297

En la biblioteca particular de Miró se encuentra el ejemplar: Mauricio Maeterlinck, El tesoro de los humildes, traducción de Eusebio Heras, Valencia, F. Sempere y C. ª, Editores, (s.a.); no contiene anotaciones ni señales. (N. del A.)

 

298

Figures of Capable Imagination, New York, Seabury, 1976, p. 9. (N. del A.)

 

299

Rubén Darío, Azul. Prosas profanas, edición, estudio y notas de Andrew P. Debicki y Michael J. Doudoroff, Madrid, Ediciones Alhambra, 1985, p. 25. (N. del A.)

 

300

Tzvetan Todorov, «Une complication du texte: les Illuminations», Les genres du discours, París, Seuil, 1978, p. 206. (N. del A.)