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1

Cf. Adolfo Sotelo Vázquez (1994, págs. 19-35). Estudio allí el destacado papel que Perojo cumplió en la divulgación en España de las ideas que nutren la estética realista y la escuela naturalista, atendiendo a la recepción de su obra Ensayos sobre el movimiento intelectual en Alemania. Puede leerse como pórtico del presente artículo.

 

2

El libro de Ribot es el primer asedio a Schopenhauer desde la órbita del pensamiento francés. Tanto Émile Bréhier como Frederick Copleston lo consideran la primera referencia bibliográfica sobre la filosofía de Schopenhauer, a la par que la primera antología francesa del filósofo alemán. Su función divulgadora del ideario de Schopenhauer entre los escritores naturalistas fue continuada por el libro de Elme-Mario Caro, Le Pessimisme au XIXe siècle (Paris. 1878) -más famoso entre los literatos debido al polémico compte rendu de Ferdinand Brunetière en la Revue des Deux Mondes (15-I-1879)- y por artículos como el de Charles Richet, -«La douleur», publicado en la prestigiosa Revue Philosophique (1877). Para mayor información el lector puede consultar dos libros beneméritos: A. Baillot (1927), y René Pierre Colin (1979). Debo recordar que la segunda edición del libro de Ribot apareció editada por Alcan en 1888. Cf. Didier Raymond (1979).

 

3

Cito el texto por José del Perojo (1875, pág. 408.)

 

4

Desde luego no emplearía estos calificativos si atendiese a las valoraciones que de Schopenhauer hizo años después González Serrano. No obstante, en la última que de su pluma conozco, el boceto filosófico que publicó en la Revista Contemporánea el 15 de mayo de 1902, aunque se refiere a su «hondo humorismo» y a su «genio paradójico» con renovado entusiasmo, sigue sin convencerle el divorcio entre las ideas y la vida del filósofo, convencido el pensador krausopositivista de la superioridad de los buenos sobre los sabios, condición que, a su juicio, no cumplía el maestro del pesimismo.

 

5

Cf. Leopoldo Alas (1878, pág. 489).

 

6

Yvan Lissorgues (1989, págs. 236-237). Del libro de mi admirado amigo tomo algunas precisiones cronológicas.

 

7

Decía con cierta exageración Nietzsche en su panfleto Nietzsche contra Wagner (1888, pero publicado en 1900) que la obra maestra de Schopenhauer se había traducido al francés dos veces -la traducción de Cantacuzàne (1886) y la de Burdeau (1888)- y la segunda vez de un modo excelente, hasta el punto de señalar que leía a Schopenhauer en francés. Cf. Martín Gregor-Dellin (1983).

 

8

Quiero recordar aquí el excelente apéndice que bajo el marbete «El pesimismo sistemático» publicó Antonio Zozaya en su traducción de Arturo Schopenhauer, Parerga y Paralipomena. Aforismos sobre la sabiduría en la vida, Madrid, Biblioteca Económica Filosófica, 1889, t. II, pp. 179-204. Es ésta buena ocasión para deshacer un entuerto acerca de la relación de Schopenhauer y España de notable gravedad. La traductora al español del excelente libro de Bryan Magee, The Philosophy of Schopenhauer (Madrid, Cátedra, 1991) afirma -página 7- que Parerga und Paralipomena carece de traducción española. Como se ve en la presente nota, Antonio Zozaya tradujo esta obra hace más de un siglo.

 

9

El interesado lector puede leer noticias complementarias (como la recepción de Solos) en mi conferencia «Urbano González Serrano y el Naturalismo», que está a punto de aparecer en las Actas del Coloquio Internacional celebrado en Lyon (IX, 1996) sobre Zola y España, que publica la Universitat de Barcelona (1997, en prensa).

 

10

Lo recogí en mi tesis doctoral Investigaciones sobre el regeneracionismo liberal en las letras españolas (1860-1905), Barcelona, Universitat de Barcelona, 1987, t. II.