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Antonio DE TRUEBA Y LA QUINTANA, El libro de los cantares, Madrid, Imprenta de D. José María Mares, Prólogo, p. V.

 

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Véase, por ejemplo, mi artículo «Galdós y el 'bello monstruo' Rodríguez Cao», en ABC, sábado, 17 de mayo de 1986, p. 22, donde he documentado y estudiado el modelo real para el personaje de Valentín en Torquemada en la hoguera, así como la adaptación de los elementos que el gran novelista canario tomó de la realidad madrileña de sus tiempos.

 

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Traduzco y adapto dos cartas escritas en inglés a R. P. S., el 6 y el 15 de julio de 1986. Para facilitar la lectura, pongo algunas referencias bibliográficas, originalmente citadas en el texto, en notas a pie de página. S. G. A.

 

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Véase la exhaustiva edición en Ramón Menéndez Pidal et al., Romancero tradicional de las lenguas hispánicas, 12 tomos, Madrid, Gredos, 1957-1985, IV, V y VII, así como el crucial estudio de R. M. P., Diego CATALÁN y Álvaro GALMÉS, Cómo vive un romance: Dos ensayos sobre tradicionalidad, Madrid, CSIC, 1954.

 

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De las Escenas andaluzas, manejo la edición de Madrid, A. Pérez Dubrull, 1883; figura el romance en las páginas 250-252. El texto del «Solitario» fue recogido de la tradición oral; luego lo incluye, modificado, en sus Escenas, en el capítulo «Un baile en Triana»; lo reimprime Durán, también muy retocado, como el núm. 327 de su colección. Para todo esto, véase Romancero tradicional, t. IV, p. 218 (núm. V.245), y t. V, pp. 217-221 (núms. VIII.A y VIII.5).

 

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Sobre el romance, de vasta difusión pan-hispánica, véase mi Romancero judeo-español en el Archivo Menéndez Pidal: Catálogo-índice de romances y canciones, 3 tomos, Madrid, C.S.M.P., 1978, núm. 12; y para la variante en la que el marido se marcha a la guerra (en vez de volver), R. MENÉNDEZ PIDAL, Romancero hispánico, 2 tomos, Madrid, Espasa-Calpe, 1953, t. I, pp. 318-319, t. II, p. 353; también S. G. ARWSTEAD y Joseph H. SILVERMAN, «A New Sephardic Romancero...», Romance Philology, t. XVI (1962-1963), pp. 59-82, especialmente 69-70.

 

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Para «El conde Antores», véase Romancero tradicional, t. III, pp. 147-180; también ARMISTEAD y SILVERMAN, Romances judeo-españoles de Tánger, Madrid, C.S.M.P., 1977, núm. 22; ARMISTEAD, «Una encuesta romancística: Trásos-Montes, julio, 1980», Quaderni Portoghesi, 11-12 (1982), pp. 67-95, especialmente 78.

 

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Véanse, por ejemplo, los textos del «Conde Sol»: Romancero tradicional, t. IV, pp. 16, 17, 54, 183, etc., así como el estudio del motivo y sus variantes en el romance: Cómo vive un romance, pp. 62-64, 230-233. Nótese que el anillo no se encuentra en la versión «Solitario»-Durán.

 

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Sobre el romance y su extensión geográfica, véase mi Catálogo-índice, núm. K12; para una abundante bibliografía hispanoamericana, Gisela BEUTLER, Estudios sobre el romancero español en Colombia, Bogotá, Caro y Cuervo, 197 7, pp. 492-493 (núm. 26); también Michéle S. DE CRUZ-SÁENZ, Romancero tradicional de Costa Rica, Newark, Delaware, Juan de la Cuesta, 1986, pp. 32-38, núms. 12a-t. Una versión peninsular (santanderina) trae una lectura grotesca («dejen mi cabeza fuera, / con el pelo bien peinado» [!]), que deriva sin duda del motivo de la mano que no se entierra (José María de Cossío y Tomás Maza Solano, Romancero popular de la Montaña, 2 tomos, Santander, Sociedad Menéndez Pelayo, 1933-1934, t. II, núm. 321).

 

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Arcadio DE LARREA PALACÍN, Romances de Tetuán, 2 tomos, Madrid, CSIC, 1952, t. II, núm. 256 (vv. 21-24).

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