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ArribaAbajoII. Monedas ibéricas272

En mis Estudios sobre tan importante ramo de nuestra Arqueología no me ciño á llamar la atención de nuestra Real Academia hacia las variedades inéditas de cuños ibéricos que me sea posible descubrir; entiendo además, que ejemplares que se han dado á conocer incompletos ó dudosos, merecen estamparse de nuevo al encontrarlos en buen estado de conservación. Cúmplenos evitar, que copiándose unos á otros los autores, se perpetúen las equivocaciones, ó las dudas, con menoscabo de una serie numismática que tan merecidamente priva en la atención de la sabia Europa. La utilidad de mi plan de trabajo la patentiza la publicación de la moneda siguiente:

57. Anv. Cabeza varonil imberbe y con toga, mirando hacia derecha.   —347→  
Rev. Jinete lanza en ristre corriendo hacia la izquierda sobre una línea; encima de esta imagen
Diám. 27 milím.
D. JOSÉ SADERRA, Olot.

En pleito ha estado durante mucho tiempo la acertada lectura del epígrafe que campea en la rarísima moneda que acabo de describir. He aquí las piezas del litigio:

Saulcy copió el letrero imagen dando como dudosa la última de las letras. Heiss adelantó un paso más, y estudiando como Saulcy el ejemplar llamado único del Monetario de Francia, vió en él las letras imagen, atribuyendo la moneda á Esera localidad incierta en la orilla del río de dicho nombre, en la provincia de Huesca (Esera, pág. 173). Delgado se limita á copiar la leyenda publicada por el autor francés; é interpretándola Hasso-Kn, hace constar que «no había visto esta pieza en ningún gabinete español y que era única en su noticia, habiendo solamente podido formar juicio acerca de ella, teniendo á la vista el excelente dibujo de las planchas de Heiss. (Delgado, t. III, pág. 251). Al ocuparse Zobel de este asunto, (Estud. histórico, t. II, pág. 56), rectifica á Heiss volviendo á la lectura de Saulcy razonando de esta suerte: «Esta leyenda se halla en un ejemplar único del Monetario Nacional de Francia; en el cual, á pesar del más minucioso reconocimiento, solo he podido leer las letras que estampo en el cuadro, faltando probablemente al final uno ó dos signos que se han borrado, véase nuestra lám. 4, 6. La lectura imagen me parece errónea. Yo leo imagen..., hosthg... ú ohsthg..., y creo que esta moneda debió acuñarse en la provincia de Castellón, hacia Sepelaci ó Sebelaci, mansión de la vía que corresponde próximamente á Burriana y cita el Itinerario de Antonino, 400.»

Esto no obstante, nuestro estimado amigo y discretísimo compañero el Sr. Zobel, al continuar en su obra los cuadros regionales de monedas ibéricas, vuelve sobre sus pasos aceptando en definitiva la transcripción de Heiss. (Ibid. 254, núm. 318, y corrección de erratas 305-54.) Este cambio de dictamen fué debido á la inspección de otro ejemplar numismático, que se encuentra en   —348→   la colección Arbex en Lérida. Fijandose en él escribe el Sr. Zobelz «parece la leyenda ser tal como la vió Heiss, y la hemos reprducido en este cuadro.»

De lo dicho resulta que en opinión del último y concienzudo autor que ha publicado un estudio general de las monedas ibéricas, la tan controvertida leyenda consta de los siguientes caracteres imagen. ¿Puede darse como definitiva esta lectura? Zobel no lo pretende y obra én ello con mucho aviso.

Conozco los dos ejemplares referidos; y tanto el parisiense como el que pertenece al Sr. Arbex son tan menguados en la conservación de los letreros, que está justificada sobradamente la zozobra y perplejidad de los intérpretes. Con más suerte que los que me precedieron, he tenido en mi poder la pieza que reproduzco con el núm. 57, que es copia tan fiel como esmerada de la rarísima moneda que existe en la escogida colección ibérica de mi buen amigo D. José Saderra, hacendado de la villa de Olot, en la provincia de Gerona.

La leyenda es, sin duda ninguna, imagen. Después de la última letra se presenta rozado el cospel eu el ejemplar Saderra; mas creo completo el letrero, á pesar de este accidente, toda vez que le da remate el sufijo imagen tan característico en epígrafes monetales de la España Cisibérica.

No veo medio por ahora de atribuir con algún fundamento esta moneda á una localidad ó gente determinada. Comprendo que Zobel la relacionara con las acuñaciones de imagen colocando cercanos ambos centros de emisión en el mapa de las especies ibéricas con que ilustra su libro, pues tienen sus ejemplares alguna semejanza de estilo, particularmente en los anversos despojados de símbolos. Pero sin embargo, el sufijo imagen con que termina la leyenda que acabo de fijar y el sitio del hallazgo de la moneda, no ayudan ciertamente á demostrar que esta pieza pueda tenerse como oriunda de Sebelaci ó Sepelaci como por vía de ensayo se ha propuesto. Apuntaré además, pero solo como dato provisional, que el ejemplar borroso propio del Sr. Arbex, fué hallado en las cercanías de Lérida. Me inclino pues á pensar que la leyenda imagen se refiere á gentes que, en sitio lejano al litoral, habitaron cerca del Pirineo una de las comarcas con que   —349→   contaba la vasta extensión de la Ilergecia. El eminente arqueólogo Sr. Fita sospecha fuese Esterri de Cardós, partido judicial de Sort, apoyándose en un documento del año 1145273, donde este pueblo, ó lugar, sale nombrado Esturi.

58. Anv. Cabeza varonil imberbe mirando hacia la derecha, detrás imagen
Rev. Jinme lanza en ristre corriendo hacia la derecha sobre una línea; encima de ella imagen
Diám. 20 milím.
D. RAFAEL CERVERA, Madrid.

La cabeza imberbe y la fabrica relativamente bella de esta moneda, que es muy rara, me imponen su publicación, puesto que dichos caracteres son un elemento cronológico estimable para el estudio del abundante numerario emitido á nombre de los Thithios, cuyos ases bárbaros se encuentran profusamente en las provincias de Guadalajara, Zaragoza y Soria.

59. Anv. Cabeza varonil imberbe entre tres delfines.
Rev. Jinete corriendo lanza en ristre sobre una línea; debajo de esta imagen
Diám. 21 milím.
D. GREGORIO RAIS, Zaragoza.

60. Anv. Cabeza de Palas mirando hacia la derecha; delante parte superior é indescifrable de una leyenda que quedó fuera del cospel.
Rev. Toro en el aire y con el brazuelo doblado mirando hacia la derecha; encima imagen; debajo y sobre una línea... imagen
Diám. 22 milím.
COL. del autor.

  —350→  

No habían sido grabadas estas dos preciosas monedas. La última de ellas, debe ser única; al menos no he visto otra en mis detenidas investigaciones en gran número de monetarios españoles y extranjeros. La adquirí en Figueras en 1881, pocos días después de haber sido comprada de primera mano en San Martín de Ampurias, ó sea en el islote de Palxopolis, hoy unido á la costa, que formó antiguamente el abrigo septentrional del puerto de la asolada Emporion. Cité el hallazgo de la moneda en mi artículo El Tesoro de Sagaró (Revista de Ciencias Histórica, t. III; pág. 142) y la dí á conocer por impronta al Sr. Zobel, que continuó tan interesante variedad en sus cuadros con el núm. 48, leyendo en el anverso imagen...?

Es indudable que el cuño que imprimió esta pieza contenía una leyenda en el anverso, mas en puridad no es posible averiguar lo que esta decía. Habiendo quedado fuera del cospel por haberse corrido el cuño, en vano examino el ejemplar para descubrir los dos signos que la engañosa impronta dió á conocer á Zobel. Pero si deficiente es el anverso de esta moneda por la indicada causa, en cambio se presenta con un reverso tan completo, que no deja duda acerca de que el epígrafe superior sea tal como lo dejo copiado, viniendo de esta suerte á enmendar, ó aclarar cuando menos, el mal conservado as de Índica, que se guarda en el gabinete de medallas de Paris y cuya leyenda transcribí imagen (Delgado, Empurias 119) completándola con una imagen inicial, según aparece en bronces saguntinos. (Ibid, pág. 217. -Zobel, tomo II, pág. 218.)

61. Anv. Cabeza diademada de Aretusa entre tres delfines.
Rev. Pegaso con el Cabiro, debajo media luna, un punto y imagen
Peso, 4,50 grams.
COL. del autor.

62. Anv. Cabeza diademada de Aretusa á la derecha; delante dos delfines.
Rev. Pegaso con el Cabiro; debajo imagen
Peso, 4,70 gr.
COL. del autor.

  —351→  

63. Anv. Cabeza diademada de Aretusa á la derecha.
Rev. Pegaso con el Cabiro á la derecha; debajo imagen
Peso, 4,68 gr.
D. GREGORIO RAIS, Zaragoza.

64. Anv. Cabeza diademada de Aretusa entre tres delfines.
Rev. Pegaso con el Cabiro debajo imagen
Peso, 4,60 gr.
D. RAFAEL CERVERA, Madrid.

65. Anv. Cabeza diademada de Aretusa á la derecha entre tres delfines.
Rev. Pegaso con el Cabiro á la derecha; debajo creciente y la leyenda que manifiesta el grabado.
Peso, 4,74 gr.
RAIS, Zaragoza.

66. Anv. Cabeza diademada de Aretusa entre tres delfines.
Rev. Pegaso con el Cabiro; debajo leyenda indescifrable conforme está grabada; todo dentro doble gráfila.
Peso, 4,76 gr.
RAIS, Zaragoza.

Desde que impugné en el Memorial Numismático Español la especie vertida por Heiss de que las dracmas ibero-emporitanas expresaban leyendas sin sentido, he perseverado en la publicación de cuantas monedas de esta clase fuera descubriendo, tanto más apreciables en mi concepto, cuanto extremadas son las dificultades que se oponen á su lectura y atribuciones. No vacilo en calificar de bárbaros alguno de sus ejemplares y tanto es así, que tan solo como ilustración de los artículos de Empurias y Rhode di á la estampa varias imitaciones galas de las dracmas de aquellas dos poblaciones: las cuales piezas con sus tipos y caracteres literarios desfigurados por completo, están diciendo á veces que son copias desmedradísimas del numerario ibero-focense. Mas de aquí   —352→   no se infiere que todas las dracmas con tipos helénicos y leyenda ibérica puedan medirse por igual rasero. Solución facilísima es dar por bárbaro y despreciable un epígrafe que no se sepa interpretar de un modo satisfactorio; y en este caso, debieran proscribirse del estudio la gran mayoría de las leyendas omonóicas que no dan á conocer los ases de Índica, corno por ejemplo la que acabo de publicar núm. 60.

Pero no es este el método científico; y así, prefiriendo no esquivar la cuestión, he sostenido y sostendré con fundamento que estas monedas reflejan la luz de un horizonte inexplorado á la numismática patria, y continuaré buscando afanoso los ejemplares inéditos para darlos al público, á fin de avanzar y llegar hasta donde me sea posible, en el conocimiento de tan rica serie. Buen acopio de estas raras monedas pude llevar á las láminas de la obra Delgado; otras posteriormente conocidas exhibí en la Revista de Ciencias Históricas (tomo I, pág. 545), y seis piezas más añado hoy á la colección, entre las cuales asoma alguna de leyenda privilegiada como lo son las tres primeras. A buen seguro que no pueda llamarse bárbara la moneda núm. 63, cuyo carácter helénico parece innegable, según se advierte de su sola traducción imagen-KRAIEN ó KRAION.

67. Anv. Cabeza varonil, imberbe, mirando hacia la derecha.
Rev. Jinete lanza en ristre corriendo en el aire hacia la derecha; encima media luna; debajo y sobre línea imagen
Diám. 14 mils. Peso, 2 gr. (gastada.)
VIDAL RAMON, Barcelona, y Col. del autor.

Zobel publicó el quinario de Sesars (tomo I, lám. 4-9), tomándolo de la colección Domingo Bazán, cuyo ejemplar conocí por impronta en la que estaba restaurada al lápiz en el anverso, la letra imagen. No dudo de esta variedad que no se ha visto aun en los denarios, pero afirmo que en los dos otros quinarios que conozco, el del Sr. Vidal y el mío, el campo del anverso está despejado de símbolos y letras, conforme en un todo al grabado núm. 67.

  —353→  

68. Anv. Cabeza varonil, imberbe, con torques en el cuello y mirando hacia la derecha; detrás imagen, delante imagen
Rev. Caballo suelto corriendo á la derecha sobre una línea; encima media luna con astro; debajo y sobre línea imagen
Diám. 13 milím.
Peso, 2,40 gr.
D. PABLO GIL, Zaragoza.

Centro importantísimo de acuñaciones ibéricas fué Turiaso; y ciertamente no resulta así de las obras Heiss y Delgado, por la escasez de variedades de monedas que conocen de dicha antiquísima población. A remediar las omisiones acudió Zobel en la lámina VI de su tomo II mostrando por vez primera el quinario ibérico turiasonense. Por mi parte puedo contribuir al mismo fin, añadiendo otra variedad de quinario al conocido, pues si el de Zobel fué divisor del denario -Delgado 4-; este nuevo lo es de otra pieza de plata que no ha parecido aún. El denario de las dos letras que grabó Zobel (tomo I, lám. 4-25) imagen, procede de una emisión distinta de la de que es originaria la pequeña pieza que dejo grabada, y en la que las partículas son imagen

No está solo el catedrático cesaraugustano Sr. Gil en la posesión de esta moneda: otro ejemplar he visto en la colección de Don Ignacio Albericio, en Tarazona y un tercero acabo de adquirir con peso 3,30 gr.

Pero la serie de monedas inéditas de Turiaso no termina aquí. Grabada estaba la lámina que acompaña estos apuntes cuando regresé de una excursión arqueológica á la Celtiberia; y de consiguiente, no me fué posible incluir en aquella un preciosísimo, cuanto inopinado Turiaso, también quinario, con dos caballos en el reverso, que además de dos denarios inéditos, examiné durante mi viaje. Doy cuenta á la Academia del hallazgo de estas tres monedas, esperando que logren salir á luz en mi próxima reseña numismática.

Y doy término á la presente, publicando para mayor ilustración el siguiente denario que considero digno de la estampa por la disposición y trazado de los caracteres del rótulo.

  —354→  

69. Anv. Cabeza varonil barbuda mirando hacia la derecha; delante delfin; detras arado.
Rev. Jinete con dardo en la mano corriendo en el aire hacia la derecha; debajo imagen
MUSEO ARQUEOLÓGICO, Madrid.

CELESTINO PUJOL Y CAMPS.

Madrid 20 de Setiembre de 1884.