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ArribaAbajo VI. Inscripción romana de Cofiño, en Asturias

Aureliano Fernández-Guerra


Una interesante y nueva lápida sepulcral viene á enriquecer ahora la epigrafía de la Cantabria. Se halló por Noviembre de 1876, en la feligresía de San Miguel de Cofiño, á la falda del puerto de Sueve, concejo de Parres, al NO. de Covadonga, al NE. de Infiesto, al SO. de Rivadesella, y al SE. de Colunga.

La piedra tiene 42 cm. de alto por 33 de ancho.

Cofiño era el confín de los Cántabros Saelenos y Orgnomescos. La nueva inscripción avalora y completa las varias que publiqué é ilustré en mi Cantabria el año de 1878. Y por favor de uno de mis mejores amigos, del Sr. Dr. D. Fermín Canella y Secades, nuestro Correspondiente en Oviedo, logro un buen calco del epígrafe y poderle descifrar satisfactoriamente. Dice así:

imagen

p. C. 265 á 266

Monumentum p(ositum) diis omnibus manibus. Scopcia62 Ónnaca Ummaiae Caelionigae, ex gente Penioru(m), anno(rum) XV.

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Pater filiae q(arissimae) possuit,

D(omin)o n(str)o Pos(tumo) IIII et Vict(orino) co(n)s(ulibus).

«Monumento erigido á todos los dioses Manes. Scopcia Ónnaca á Ummaia Caelióniga, de la gente de los Penios (ó quizá mejor Peniores), que murió de 15 años.

El padre dedicó esta memoria á su queridísima hija, en el año que fueron cónsules nuestro señor Póstumo la cuarta vez, y Victorino», 265 á 266 de la era cristiana.



Según se ve despierta viva curiosidad esta lápida, así por los nombres indígenas de varón y hembra, que se oyen ahora la primera vez; cuanto por la voz Ummaia, equivalente á la dicción vascongada Umea ó Umia, que significa «niño, niña»; como por la gente de los Penios ó Peniores, hasta hoy no conocida; y por la fecha del monumento, en el consulado IV de Póstumo con Victorino. Póstumo usurpó contra Galieno tiránicamente el imperio en las Galias, Britania y las Españas, desde 258 á 267, en que fué asesinado.

Leer, descifrar y entender esta piedra es difícil, sin maduro estudio y atención, á causa de no estar divididos por puntos los dos nombres del padre y los dos de la hija. Mi sabio y excelente amigo y compañero el Sr. D. Eduardo Saavedra, á quien comuniqué solo el calco, después de haberle yo estudiado y transcrito, hizo de él transcripción idéntica á la mía; pero me aventajó en dar con la lectura é interpretación verdadera. Yo dividí mal los nombres propios; y el Sr. Saavedra muy bien, reparando que el de Ummaia no era otro que el vocablo vascongado Umía, niña. Entonces como ahora, se apellidarían algunas personas, Mancebo, Mozo, Niño.

El nombre del padre Scopcia Ónnaca es de los muchos indígenas de varón terminados en a, como Arausa, en la tésera de Astorga abierta el alío 27 de la era cristiana63, y Sunna ó Sunua en piedras de Extremadura64.

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El sobrenombre de la muchacha, Caelióniga, hace consonancia con Caelénico de quien hay memoria en una piedra de Galicia65.

Padre é hija correspondían á la gente de los Penios ó Peniores, la cual por aventura pudo tener su solar donde el actual Piñeros, como á unas 4 leguas al NE. de Cofiño, en el camino de Llanes á Rivadesella.

Me inclino á creer de origen céltico esta división en gentes, ya por ciertas frases de Plinio66, ya por el sitio donde han parecido lápidas con expresión de ex gente ó de gentilitas: en Cantabria, Asturias, Vettonia y Lusitania; documentos que aparecen fechados en los años 27 y 152 de nuestra era vulgar, los más antiguos; y en 477 el más moderno, si he acertado á leer la última y casi perdida línea en el epitafio de Bovecio Bodecives hallado en Santo Tomás de Collía.

Aquí se emplean á un tiempo la e y las ii con idéntico valor de e; pero la piedra de Cofiño trae siempre, en vez de e, las dos ii. Merece atención la sigla Q, de gran tamaño, para expresar qarissima: ejemplo único de que yo tenga noticia en nuestra epigrafía española.

Finalmente, pudiéramos considerar inédita la inscripción de Cofiño, aun cuando el erudito y benemérito escritor Sr. D. Ciriaco Miguel Vigil, en su Asturias monumental, epigráfica y diplomática67, reprodujo de la piedra cuanto, á duras penas y sin hallar sentido á más de dos palabras, logró rastrear á presencia de calco muy oscuro que le fué remitido. Sin embargo, nos suministra respecto del hallazgo los datos más puntuales y oportunos.

Madrid 30 de Junio de 1883.

AURELIANO FERNÁNDEZ-GUERRA.



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