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51

Poética, ob. cit. p. 47.

 

52

A. Lista, «De la elocución poética. Artículo III» y «Del lenguaje poético. Artículo 11», en Ensayos..., ed. cit., pp. 25 y 19, respectivamente.

 

53

R. de Campoamor, «Prólogo», en Nubes y Flores. Versos de Don Fernando Martínez Pedrosa. Madrid, Est. Tip. de M. Minuesa, 1873, pp. XVI-XVII.

 

54

Poética. Polémicas literarias, Valencia, Pascual Aguilar, 1890, pp. 127-128 y 129. Dado que, como ya hemos indicado, el texto del Prólogo de 1879 figura íntegro en las dos ediciones de la Poética, las citas sucesivas harán referencia a la edición definitiva de 1890.

 

55

Campoamor no fue el único en señalar esta falta en la poesía de la escuela poética sevillana. En 1868, Luis Vidart, acusaba en la poesía de dicha escuela el mismo defecto: «Dice el Sr. Fernández-Espino (prólogo a las Poesías de la Sra. Díaz Lamarque) y sostiene con gran copia de argumentos, que es injusta la calificación de palabrera que algunos dan a la escuela sevillana; y no seremos nosotros los que neguemos en absoluto la verdad de sus conclusiones; pero ¿podrá negamos el docto prologuista que entre las poesías de los antiguos y modernos poetas sevillanos, se encuentran algunas en que los pensamientos poéticos andan tan escasos, como abundantes las palabras sonoras y los versos altisonantes? [...] El predominio que ejerce la forma en la escuela sevillana es origen de que sus poetas hayan olvidado muchas veces que la primera condición de una poesía lírica es que sea una; o lo que es lo mismo, que dentro de la variedad de la forma encierre un solo pensamiento total que ligue y comprenda todos los pensamientos accidentales, todas las partes que componen la composición poética. Es fácil señalar muchas composiciones de los vates sevillanos, en las cuales se pueden pasar por alto varios trozos, sin que se note esta falta, ni se destruya el enlace de los pensamientos que la forman. ¿Y por qué sucede esto? Porque tales composiciones en vez de una poesía, son una colección de reflexiones poéticas acerca de tal o cual asunto. Dejándose llevar de la variedad de la forma, se ha olvidado de que sobre ella debe estar siempre la unidad de la esencia.» (Luis Vidart, «La Escuela poética de Sevilla. Sevilla, Mayo de l868", en Revista de España, IV, núm. 15, pp. 347 y 357-358).

 

56

Poética, ed. cit., p. 134.

 

57

Ibid., p. 124.

 

58

Ibid., p. 129.

 

59

Poética, ed. cit., pp. y 83, respectivamente.

 

60

A. Lista, «La resurrección de un hombre, poema de D. M. Tenorio», en Artículos críticos y literarios de D. Albero Lista, ed. cit., p. 287.