Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.

60

El Atlante fue publicación periódica tinerfeña que alcanzó los 453 números entre 1837 y 1839. Allí publicó J. P. Sansón 38 poemas, casi todos los que luego formarían su publicación Ensayos literarios. La Aurora se publicó entre 1847 y 1848. (N. del A.)



 

61

Casi todos lo autores están involucrados en la política del momento o en la administración en sus distintos niveles; o son profesionales cualificados; o directores o promotores de publicaciones periódicas, que son también culturales. El hecho, por otra parte, no es novedoso respecto al resto de España. (N. del A.)



 

62

D. Pérez Minik, Antología de la poesía canaria, I, Santa Cruz de Tenerife, Goya, 1952. (N. del A.)



 

63

Op. cit., p. 63. (N. del A.)



 

64

Especialmente representativos al respecto son las revistas y periódicos siguientes: Revista Europea, El Bazar, La Familia, El Madrid Literario, La Tertulia, El Eco, El Siglo Futuro, La Iberia y El Globo. (N. del A.)



 

65

Recordemos que, además de la famosa colección de Los Españoles pintados por sí mismos (1843-1844), durante el siglo XIX y primeros años del XX se publicaron las siguientes colecciones: Los Valencianos pintados por sí mismos (1859), Las Españolas pintadas por los españoles (1871-1872), Los Españoles de ogaño (1872), Las Mujeres Españolas, Portuguesas y Americanas (1872, 1873 y 1876), Madrid por dentro y por fuera (1873), Los Hombres Españoles, Americanos y Lusitanos pintados por sí mismos (s. a. [1882]), Las Mujeres Españolas, Americanas y Lusitanas pintadas por sí mismas (s. a. [1882], El Álbum de Galicia (1897) y la homónima en su título a la aparecida en 1843, Los Españoles pintados por sí mismos (1915). (N. del A.)



 

66

Recordemos, entre otros, los volúmenes de P. A. de Alarcón -Cosas que fueron (1871)-, J. M. de Pereda -Escenas montañesas (1864), Tipos y paisajes (1871), Tipos trashumantes (1877), Esbozos y rasguños (1881)-, A. Palacio Valdés -Aguas fuertes (1884)-, A. M. Segovia -Melonar de Madrid (1876)-, C. Frontaura -Cosas de Madrid (1868), Las tiendas (1876), Tipos madrileños (1888)-, J. Cortada -Artículos escogidos (1870)-, E. de Lustonó -La cómico-manía (1868), La capa del estudiante (1880)-, E. Sepúlveda -La vida en Madrid (1866), Madrid viejo (1888), Madrid 1891-1892 (1892), Madrid de los recuerdos (1897)-, R. Robert -Los cachivaches de antaño (1869), Los tiempos de Maricastaña (1870)-, J. Castro y Serrano -Cuadros contemporáneos (1871)-, E. Blasco -Malas costumbres (1880)-, J. Monreal -Cuadros viejos (1878)-, E. A. Flores -Recuerdos de mi pueblo (1872)-, M. Ossorio y Bernard -La República de las letras (1877). (N. del A.)



 

67

A. Ferrer del Río, Galería de la Literatura Española, Madrid, Establecimiento Tipográfico de D. Francisco de Paula Mellado, 1846. En esta abra se observa una ausencia total del análisis de las peculiaridades propias del costumbrismo, de su definición como género. Por el contrario se presta atención a la intencionalidad que guía los artículos de Larra y Mesonero Romanos. No olvidemos que Ferrer del Río fue amigo y contertulio de ambos escritores y en su Galería ofrece interesantes datos y anécdotas personales. La labor periodística de ambos recibe los elogios de Ferrer del Río, aunque censure el carácter de Larra, calificado por el crítico como escritor de índole viciosa, excesivamente orgulloso y libertino. (N. del A.)



 

68

A. Gil de Zárate, Manual de Literatura, Madrid, Imprenta de los Sres. Andrés y Díaz, 1848. Antonio Gil de Zárate, compañero de Mesonero en la redacción de periódicos como Semanario Pintoresco Español, Revista de Madrid y El Laberinto y colaborador en la primera colección de artículos de costumbres española, Los Españoles pintados por sí mismos (1843), no alude al artículo de costumbres como género literario en su Manual. Sólo aparecen pálidas referencias al costumbrismo en el momento de analizar ciertas composiciones históricas. Así, tras un detenido análisis de las distintas manifestaciones y actitudes del historiador y su obra, señala que «en algunos escritores, cansados de disertaciones políticas y filosóficas, se ha verificado una especie de reacción, pretendiendo que la historia se debe reducir a la mera narración de los hechos, presentándolos con el colorido propio de la época que se describe, y haciendo mover a los personajes de modo que aparezca bien claro su carácter y su verdadera fisonomía. El objeto de este sistema es dar a la historia todo interés de la novela reduciéndola a un cuadro dramático en el que todo presente movimiento y vida», ibíd., p. 187. Asimismo en el capítulo titulado Composiciones didácticas aparece una nueva ligera referencia al artículo satírico y al de crítica literaria. (N. del A.)



 

69

F. Blanco García, La Literatura Española en el siglo XIX, Madrid, Saenz de Jubera Hermanos, editores, 1891, pp. 332-350. En su manual, Francisco Blanco y García se preocupa más de las fuentes literarias del costumbrismo que de la definición del mismo. A diferencia de las obras anteriormente reseñadas en ésta, su autor ahonda en el análisis de las obras de los maestros del género y sus principales continuadores. (N. del A.)