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Gonzalo Rojas

Apunte biobibliográfico de Gonzalo Rojas

Por Berta López Morales

Gonzalo Rojas nace el 20 de diciembre de 1917, en el puerto de Lebu (VIII Región, Chile). Estudia en el Internado de Concepción y, posteriormente, en la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile, carrera que abandona en su tercer año para ingresar al Instituto Pedagógico de la misma universidad. Durante el transcurso de sus estudios trabaja como inspector en el Instituto Barros Arana, alfabetizador de los mineros en Atacama, es jefe de redacción de la revista Antártica en Santiago y, nuevamente, profesor en Valparaíso. Entre los años 1938-1941 participa, más bien como disidente, en el grupo surrealista Mandrágora fundado por Braulio Arenas, Teófilo Cid y Enrique Gómez Correa. Siete años más tarde aparece La miseria del hombre (1948), su primer libro de poemas, provocando reacciones encontradas entre los críticos oficiales que no fueron compartidas por Gabriela Mistral: su libro [...] me ha removido y, a cada paso admirado y, a trechos, me deja algo parecido al deslumbramiento de lo muy original, de lo realmente inédito.

En 1952, habiendo obtenido el grado de Licenciado en Filología Clásica, gana -por concurso-, las cátedras de Literatura Chilena y Teoría Literaria en el Departamento de Español de la Universidad de Concepción donde permanece hasta 1970, fecha en que es nombrado por el Presidente de la República, Salvador Allende, Consejero Cultural en China. En su permanencia en la universidad organiza y dirige importantes actividades culturales como las Escuelas Internacionales de Verano en cuyo marco se realizaron el Primer Encuentro Nacional de Escritores (1958) y el Primer Encuentro de Escritores Americanos (1960). Para Carlos Fuentes y José Donoso estas reuniones, habrían sido el comienzo del boom latinoamericano, pues abrieron un espacio de reflexión -como el propio poeta lo propusiera-, en torno a las imágenes de América Latina y del hombre actual. Esta intensa actividad académica no le impide el ejercicio poético, en busca de la palabra diamantina que habitará en Contra la muerte (1964), libro celebrado unánimemente por la crítica.

El golpe militar chileno (septiembre, 1973) lo sorprende en La Habana, donde se desempeña como Encargado de Negocios; no sólo la historia de su país tiene un giro violento también, su vida. El poeta es ahora un exiliado, un «indocumentado» a quien no sólo se le ha arrebatado su rango de diplomático sino también se le ha expulsado de todas las universidades chilenas por significar un peligro para el orden y la seguridad nacional. La Universidad de Rostck -Alemania Oriental- lo acoge como profesor, pero sin dictar clases, situación que lo perturba e incomoda. Entonces parte a Venezuela (1975), ha sido contratado por la Universidad Simón Bolívar, allí llega con Hilda, su segunda mujer, y el hijo de ambos, Gonzalo.

Portada de «El alumbrado»Su tercer libro de poemas Oscuro (1977) se publica en Caracas, a partir de este momento su poesía escrita sin prisas, desde lo profundo comienza a leerse en todo el continente y es aplaudida sin reservas por la crítica internacional. Recibe invitaciones para leer su creación poética, dictar conferencias y cursos en universidades norteamericanas y europeas; es objeto de homenajes y sus libros comienzan a publicarse en México, Madrid y New York. Las ediciones se suceden unas a otras: Transtierro (versión antológica: 1979), Antología breve (1980), 50 poemas (1980), El alumbrado y otros poemas (1987), Antología personal (1988), Schizotext and Other Poems (1988), Materia de Testamento (1988), figura como uno de los libros más vendidos en Madrid ese año, éste como otros del autor se construye desde una escritura cuya metáfora es el tapiz, poemas antiguos y nuevos convergen con la misma frescura en tres vertientes: la numinosa, la erótica y la repentina. Desocupado lector (1990), Antología de aire (1991), Las hermosas. Poesías de Amor (1991), Zumbido (edición para bibliófilos: 1991), La miseria del hombre (edición crítica: 1995).

Gonzalo Rojas y su esposa, Hilda May, con la reina en la recepción del Premio Reina Sofía de Poesía IberoamericanaGonzalo Rojas regresa a Chile en 1979, haciendo uso de la beca Guggenheim, sabe que las puertas de las universidades permanecerán cerradas, pero aún así elige Chillán, 400 kilómetros al sur de la capital, como lugar de residencia permanente; desde allí se desplazará a universidades de Alemania, Estados Unidos, México y España. El 5 de junio de 1992 recibe el Primer Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana y el 13 de noviembre del mismo año, el máximo galardón que otorga Chile a sus escritores, el Premio Nacional de Literatura; el reconocimiento internacional no cesa para este poeta circular, sediento de absoluto y de pasión erótica, a los premios anteriores se sumarán el Octavio Paz de México y el José Hernández de Argentina.

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