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«Dos deudos suyos pasaron á México, el uno calcetero, que le puso tienda, y otro bordador, que le ayudó para que se ocupase en su oficio.» (González Dávila, tom. I, p. 23.) Daza dice que fué «hijo de padres nobles, como lo son todos los de aquella tierra, á los cuales es tan propia la nobleza como á la nieve la blancura.» (N. del Sr. Icazbalceta.)

 

182

que lo, en el ms. que me sirve de original.

 

183

(por mas asta la prenda) en el ms.

 

184

el tuyo, en el ms.

 

185

é sin remos, en el ms. -Las interpretaciones que preceden, alguna quizás demasiado atrevida, están hechas más que á medias con mi amigo D. Manuel de Goicoechea.

 

186

de Elguibar ó Elgoibar (V. la carta siguiente).

 

187

Del valle, D. Hernando Cortés.

 

188

«...hasta que vino otro padre llamado fray Juan de Zumárraga, que fue primer obispo de México, el cual puso luego mucho cuidado y diligencia en adornar su iglesia catedral, en lo cual gastó cuatro años toda la renta del obispado. Entonces no había proveidas dignidades en la iglesia, sino todo se gastaba en ornamentos y edificios de la iglesia, por lo cual está [1541] tan ricamente ataviada como una de las buenas yglesias de España.» (Historia de los indios de la Nueva España, por Fr. Toribio de Paredes (Motolinia), cap. III, páginas 24-25 del tomo I de la «Colección de documentos para la historia de México», del Sr. Icazbalecta).

 

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El extremo meridional de la península de California. -Por lo demás, inútil es añadir que el Obispo se refiere en este pasaje al famoso descubrimiento de las Siete Ciudades, del cual dio fray Marcos tan fantásticas relaciones como de la conquista del Perú y Quito, comprometiendo bastante su reputación de veraz misionero en concepto de algunos de los antiguos cronistas y modernos historiadores de América. Pero lo que parecen invenciones de una imaginación demasiado socorrida, serían acaso efecto de candidez y credulidad excesivas. De otro modo no se comprende que el virey Mendoza, en cuyo tiempo hizo sus dos entradas á Cíbola y Quivira, le llevase consigo por consejero y guía en la jornada de Xalisco y Nuchtitlan (P. Tello, Historia de la Nueva Galicia, tomo II, de la «Colección de documentos para la Historia de México», por el Sr. Icazbalceta, p. 249); ni tampoco que Zumárraga le tratase con la cariñosa deferencia, con el vivo y espontáneo afecto que patentiza su contestación á la última de estas cuatro cartas.

 

190

Fray Bartolomé de las Casas.