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ArribaAbajoII. Tres cartas familiares de Fr. Juan de Zumárraga, primer Obispo y Arzobispo de México, y contestación a otra que le dirige Fr. Marcos de Niza

M. Jimenez de la Espada


El eminente historiógrafo D. Joaquín García Icazbalceta, con el Estudio biográfico y bibliográfico, que dió á luz no hace mucho, acerca del primer prelado mexicano176, ha engrandecido su figura de suerte, que cualesquiera datos, apuntes ó papeles que á él puedan referirse ó se refieran, adquieren por este mero hecho, por menudos é insignificantes que sean, verdadera importancia.

Júzguese, pues, de la grata sorpresa que me produciría el hallazgo de las cuatro cartas anunciadas aquí y que, lejos de ser insignificantes, encierran (particularmente la segunda), curiosísimas noticias del año en que nació Fr. Juan, de su descendencia, amistades y relaciones de familia (especies tan apetecidas de los biógrafos cuando se trata de personajes nacidos en la oscuridad y muertos con clarísima fama); otras que esclarecen puntos expuestos con incertidumbre ó demasiada sobriedad por los que han escrito más ó menos de la vida del eximio prelado; alguna que es prueba de la amistad que le unía, á pesar de sus contrarias ideas, con aquél á quien dirigió sus últimas letras, al entrar en la agonía con la muerte177, Fr. Bartolomé, de las Casas; y por fin, abundantes pasajes donde se muestran sin rebozo el genio y abierta de par en par la conciencia del buen franciscano durangués.

El libro del Sr. Icazbalceta, por las condiciones de su edición,   —240→   se halla al alcance de muy pocos, y conviene, para apreciar más fácilmente el valor de los documentos que siguen, poner a su cabeza todo lo que en aquel tiene mas conexión con ellos.

«Nada se sabe de la vida del Sr. Zumárraga antes de su profesión en la orden franciscana, y es extraño, porque los cronistas monásticos suelen referir hasta con proligidad, toda la historia de los varones ilustres de sus respectivas órdenes. Fué natural de la villa de Durango, en Vizcaya, no lejos de Bilbao; dícelo así él mismo178, y con semejante testimonio no queda lugar á la duda en que pudieran ponernos los cronistas, por afirmar alguno de ellos que la patria de nuestro obispo fué Zumárraga, población de Guipúzcoa179; opinión que podia alegar á su favor la circunstancia de que los franciscanos solían cambiar su apellido propio por el nombre del lugar de su origen. No sabemos á punto fijo el año de su nacimiento, y únicamente por la edad que dicen tenía cuando falleció, se saca que había nacido antes de 1468180.

Hay indicios bastantes para creer que pertenecía á una familia de condición humilde181


(ICAZBALCETA, ob. cit., § III, páginas 4 y 5.)                


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Hé aquí las cartas:

«Muy amado sobrino: Nuestro Señor sea siempre con vos. La carta que me escrebistes de la Veracruz recebí y no hay qué responder á ella mas de á lo que escrebistes de los bocacíes con el testo del Evangelio que dice: lo que es de César dalo á César, y lo que es de Dios daldo á Dios; pienso que vos me entendereis sin que más me declare. Por la haca que llevasles á la Veracruz que allí se morió, me hizo pagar el herrero Bartolomé Gonzalez, testamentario de Pedro Vazquez, que Dios haya, nueve castellanos de minas, porque aquí dijo que vos gelo182 distes matado y maltratado teniéndolo en San Juan de Ulúa y llevando y volviendo á los navíos por mar hasta la partida183. Hasta que sepamos de la buena llegada y que, como deseamos, esteis184 con descanso en vuestra casa casado, estaremos185 no sin cuidado ni sin congoja; plega á Nuestro Señor que os haya sucedido y subceda como yo deseo. Esperando estoy letra vuestra de Sevilla con gran deseo; y de Durango me habeis de escribir de todas las cosas muy largo, y de Francisco y Perico. Joanica está buena con una hija muy bonica acá en la casa frontera, y todos estamos buenos de salud y bien avenidos. Las obras de casa trae el buen señor Hernando186, y ha hecho cinco celdas en la cera de Rodrigo Gomez, y la vuestra cámara en que él mora, está la mejor de casa como el la tiene adrezada; la capilla está la cosa mas de ver que hay en esta tierra, con el corredor y oratorio en forma. La torre tiene cuatro suelos, y quiere echarle otro, aunque está mas alto (asi) que ninguna de la ciudad y no hay rincon que [por en ] toda ella que no la (asi) sojuzgue y todas las comarcas de Mexico que se veen de ella. La carcel lago [la hago] acabar para hospital de los enfermos de bubas, que en ningun cabo ni en el hospital del Marques187   —242→   los reciben, antes les toman juramento si las han tenido, y se perjuran muchos, y á voz de toda la ciudad y especialmente del señor visorey; y es la cosa en que mas se servirá Dios y mejor memoria de toda la ciudad; y bien es que quede algo del primer obispo de Mexico, que de los ornamentos que vos hicistes poco caso se hace, aunque no costaron poco ni poco trabajo188; y de los doscientos y cincuenta pesos que os quedó á deber la Iglesia, ni solo un marabidí se ha podido recaudar, poniendo objeciones que vos fuistes aprovechado en mas de tanto, é sin en algo sois cargo, ó yo, de los ornamentos que llevastes ó de otra cosa, mas quiero descargar acá [en] esta vida, que en la otra no habrá lugar.

Yo ternia gran descanso en mi vida y fin en saber que te has casado y muy obediente á vuestra señora doña Catalina Ruiz, y siempre tengo de ser en vos ó vos en mí; así lo habeis de hacer y reveros y tomar por principal el servicio y descanso de su merced, y como yo esto sepa, os terné doblada voluntad y amor que acá; y aunque vos tengais lo que habeis menester, en algunas cosas, dándome Dios vida, os podré hacer placer, é yo os ruego é amonesto cuanto puedo y basto, que no os descuideis en esto, y creedme y no dudeis que os irá bien de ello si guardares mi intencion, y de lo contrario os podreis arrepentir.

La tierra está como la dejastes, en paz. Fray Marcos [de Niza] ha descubierto otra muy mayor y cuatrocientas leguas allende de donde está Nuño de Guzmán, cerca de la isla donde estuvo el Marques189, y mucha gente está movida para ir. El Marques   —243→   pretende que le pertenecía la conquista, y el visoroy lo toma para el Emperador y quiere enviar frailes delante sin armas y que.la conquista sea cristiana y apostólica y no carnicería. La gente es mas política así en edificios de muchos sobrados de madera, y en el vestir de sus personas, y no tienen ídolos sinó al Sol y á la Luna que adoran, ni tienen mas que una mujer, y muerta, no se casan con otras. Hay perdices y vacas que dice que vió este padre, y tuvo relación de camellos y dromedarios y de otras mayores ciudades que esta de México. Y porque voy á cabildo, no me puedo alargar, y por Juan de Berroegui, llevador de esta, me estuve; pero no partido el arriero, y si él se parte antes que vuelva de cabildo, tampoco puedo escrebir á la señora, y en los otros navíos que están en el puerto escribiré á su merced. Nuestro Señor os tenga siempre de su mano. De Mexico á 23 de Agosto de 1539. -Vuestro orador continuo -Fr. Juan, Obispo de Mexico.


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Amado sobrino: Nuestro Señor sea con vos. Al presente no podré escribiros tan largo como se ofrece materia, porque el mensajero se parte hoy para la Veracruz y aun tengo que escribir otras; y con el señor obispo de Chiapa190 que tengo aquí en casa con sus191 clérigos y gente enfermos, tengo menos espacio, y cuando le tenga, ya tendré cuidado de os escribir.

Lo primero que en esta os digo y ruego es que concedais y otorgueis á vuestra señora doña Catalina Ruiz, señora de Moncharas, la condicion que os pido tan justa y tan honesta y tan   —244→   razonable, porque no perezca la memoria de los de Arrazola, pues sabeis que fueron tan honrados y estimados y mas hacendados y prósperos, en especial Juan Martinez de Arrazola y sus hijos, tan amigos de nuestros padres, que aun teniendo vos hijos que Dios os da y dará, es muy justo que quede su memoria en esa casa, que vos habeis habido por fallecimiento de Juan de Arrazola, hijo de la señora de Muncharaz (así), que por esa causa y condicion, porque no pereciese la memoria, se la dejo el bachiller de Arrazola, su tio; y pues vuestra mujer es hija de Iñigo de Arrazola y de la señora de Muncharas, no es razon ni pareciera bien á Dios y al mundo que pereciese su memoria, ni á vos os seria bien contado y á mi me pesaría mucho de ello, y todos los parientes, así de Arrazola como de la casa de Muncharaz y la señora sobre todos, recibirá gran agravio y parecería no tener el amor y respeto que la mujer debe á su marido, si su merced no procurase ó hiciese todo lo á ella posible porque no pereciese la memoria de su marido; y yo quisiera que vuestra hija primera antes se llamara de Arrazola, pues teneis esa casa tan honrada que era suya y de su genealosia (asi) ó generacion, ó memoria nombrada; y en verdad os digo, que no menos me pesaria que pereciese la memoria de Arrazola que la de Zumárraga; porque mi padre, Juan Lopez de Zumárraga y Juan Martinez de Arrazola fueron como dos hermanos, y sus hijos y yo y mis hermanos y hermana, vuestra madre, como hermanos nos quisimos siempre; y siendo, como digo, vuestra mujer de Iñigo deArrazola hija, señor de Muncharaz, no seria buen caso que por vuestra causa pereciese su nombre, antes es razon que vos lo deis y tomeis, pues vuestra mujer y vos sois una cosa y una misma carne y persona; y yo así os lo ruego y requiero, y mando que no hagais otra cosa, porque de lo contrario me dariades mucho enojo y muy mayor que podeis pensar192.

Lo segundo que aquí digo es, que en el gasto de las bodas y en   —245→   la compra de las casas y hacienda que comprasteis á vuestra señora, os habeis habido muy cortamente y no como hijo obediente, y sola la casa principal sin la obra y huerta vale mil ducados, y teneis conciencia y á lo menos debeis y sois obligado á dar á la señora otros quinientos ducados, y solo el asiento y plaza del mercado no fue comprado y vale mas de mil, y no debeis de hacer otra cosa ni cumple que hagais menos para vuestra conciencia; y lo que yo envié en el arquilla para suplir las grandes necesidades de la señora vuestra suegra, lo envié y fuera razon, pues lo hobistes, que se descontara, y en esto contra mi voluntad é intencion fuístes, como en lo de las bodas; donde tanta honra recebistes y servicio no habia razon para pedir cuenta de las doscientas mil [maravedis?] á quien mas que eso debeis y conocerla como que Dios os ha hecho. Al cabo yo suelo pensar que habeis de decir que en camisa tomasteis á vuestra mujer, y sabeis vos muy bien mi intencion y que lo mas que yo os di fué para la dotar como á huerfana hija de quien es; porque de otra manera no consintiera la conciencia daros tan largo de lo de la iglesia, de que se me ha de tomar estrecha cuenta á la hora de la muerte y el dia del juicio universal, como vos lo vereis, que estareis presente; y yo os ruego que tengais respeto á todo y reconozcais el estado en que estais y lo cotejeis con el que solíades tener y andar á sombra de tejados, y lo que teníades cuando venistes para México; y mirad y no echeis en olvido lo que San Gregorio dice: quoe193non est dignus dandis qui non agit grates (así) vel gratias de acceptis. Quiere decir en romance: que el que no es agradecido de los beneficios recebidos, no es merecedor de los porvenir; y dice el refran: quien todo lo quiere todo lo pierde; y así conozco vuestra condicion, que todo lo quereis para vos; y si yo quisiera así para mí, no llevárades la bolsa que llevastes, y cuando yo os remití los mil ducados, que os los di á la partida, nunca tuve otro respeto salvo de dotar con ellos á vuestra mujer, doncella noble huerfana, que era mas lícito á mi y de mejor y mas sana conciencia, que dallo á sobrino que no es pobre sino rico, y á los parientes ricos no deben dar   —246→   los obispos. Y es verdad que vos trabajastes bien en los ornamentos de esta iglesia, y aunque no pagado como vos queríades, razonablemente aprovechado; y en cosa de Iglesia, mas seguro, es dejar que llevar demasiado; y en lo demas yo tuve respecto á lo que digo, y aunque sois mi sobrino, tengo leido y entendido no siendo pobre no os pudiera yo dar lo que os dí, si no fuera por causa de casamiento con doncella noble huerfana, y así lo, debeis de tener entendido y no pensar que podíades ser mi heredero, pues la iglesia y hospital y pobres y doncellas huerfanas lo son de derecho divino y humano; y os ruego, hermano, que estas cosas que os digo las tomeis como debeis, como cristiano y como mundano, porque yo os lo hablo como vuestro tio y como, padre que desea vuestra salvacion más que veros muy rico; porque los ricos, con dificultad, seguir el Evangelio de Cristo, entran en el Paraíso; y vos debeis desear y tener mas atencion á vuestra salvacion que á tantas posesiones de casas, heredades y montes que me dices que habeis comprado, que en esa tierra traen poco provecho; y mas y mayor provecho hobiérades en enviar aquí docientas ballestas y algunos arcabuces y hierro y herraje y hazadones y hachas y cerraduras y clavazon grande de puertas que ahí se hacen, que estando con vuestra mujer á vuestro contento en tal casa como teneis, de que yo me huelgo harto, hubiérades mas provecho, mayormente teniendo en Sevilla á vuestro, hermano Urtuño, que es hombre llano y de verdad.

El me ha enviado la relacion de las cuentas que pasaron entre vos y él en Sevilla, y yo tambien se la envío la que acá pasó entre mí y vos en presencia de Urtuño de Ibarra como él da testimonio de todo lo que pasó, que no es conforme á las cuentas vuestras con Urtuño ni al descargo que le distes; y no sé porqué quiere decir que yo os deba tantos dineros y que si os envio menos de cuatro mil pesos habeis de venir acá; bien podeis venir y no los hallar en mí sino deudas, y si volviéredes con la vida, que yo dudaría, sin esos millares habiades de volver á vuestra casa; y yo no quiero que valga cuenta errada; y cuando al tiempo de nuestra partida lo averiguamos todo, yo no quedé á deberos lo que decís ni memoria de los cien pesos que decís Juan Rebollo os tomó, y antes yo pague á la iglesia todo lo que el tomó, del   —247→   depósito y á deberos á vos; y del herraje y lanzas yo nunca tuve que ver, que todo estuvo en poder y cuenta de vos y de Hernando de Elgueibar, que Dios haya, y él llevó parte dello al Perú donde falleció y perdió la vida con lo que llevaba y á mi me dejó hartas deudas á cuestas; mas de cuatrocientos pesos he pagado por él hasta ora por mercadurias que llevó y dos negros aserradores que le dí, y dejóme los solares que vos le vendistes; por todo ello harta lástima me queda, porque la codicia le cegó y le privó de la vida y á su muger de tan buen marido, y Francisco, mi sobrino, que habia de ser remediado por él, queda con doblados trabajos. Y el conocimiento que me envió Urtuño de Mendaño de la clavazon, acá tenemos por averiguado que tambien entró en la cuenta; y todo me ha dado alguna pena y yo no os la queria dar, pues vos estais con harto descanso y contentamiento que á mi y á toda esta ciudad al presente falta, porque todos estamos de guerra y en alardes y apercibimientos contra los indios de Xalisco, donde se han ayuntado y hecho fuertes mas de cincuenta mil, segun Cristobal de Oñate y Miguel de Ibarra, capitanes, me escriben y Juan de Arranda194, que fué de aquí de casa con las provisiones de la capitanía y hierro para hacer los esclavos195; y habiendo allá trescientos de á caballo, han muerto los indios cuarenta españoles, y no osando acometer á los indios, envian á pedir socorro á mas andar, y acá no nos faltan temores, y el visorey hace alarde de este domingo y manda apercibir á los españoles y naturales, y ha publicado que quiere ir en persona á dalles un buen castigo; y á un fraile de San Francisco que les fué á predicar, le martirizaron y hicieron pedazos196. Harto quisiera yo tener en casa cincuenta ballestas y una docena de arcabuces; un caballo poderoso   —248→   tengo comprado y mandado á los clérigos que los tengan; y en esto estamos agora.

En lo de esa hospedería ya tengo escrito cómo me falta posibilidad para poder sustentar197, porque los diezmos han venido á valer menos de la mitad ni hallamos quien los quiera arrendar y los cogemos en fidelidad; y con mil pesos de renta y cuatrocientos que lleva de salario el provisor, y habiendo de sustentar los enfermos de este hospital, que es lo que mas descanso da á mi ánima, porque vienen de Zacatula y de Colima, y de Mechuacan y de Guatimala á se curar aquí, y maravillosamente sanan, y mas de doscientos que han venido medio podridos y hediondos, son vueltos por sus pies adonde quieren; y S. M. teniendo informacion de la buena obra de este hospital, me ha hecho una gran merced, que despues de mis dias quede el pueblo de Ocuituco al hospital, de que estoy tan contento como de cosa pudiera estar; y por acabar estas cuatro casas fronteras que le tengo donadas al hospital, me he puesto en gran necesidad, y como la costa no es menor que la renta, no me faltan fatigas, y con estas alteraciones de la tierra todos estamos con temores y descontentos y socorriendo unos á otros; y vos pensareis que lo digo por estorbaros la venida y no lo digo sino porque sepais la verdad de lo que pasa, y sino me creyéredes, con decirlo cumplo.

Vos me escribis que tengo sesenta y cinco años, y ya veis que, es tiempo de aparejarse hombre para bien morir y tomarme la cuenta en tiempo que podré satisfacer y hacer enmienda ó penitencia en esta vida, donde ella vale, y no aguardar á hacerla en la otra, donde no aprovechará; y para tan poca vida como me resta ya, tarde es para me recoger, y en Ocuituco hago un oratorio para acabar allí mis dias; y vos, aunque seais mas mozo, tambien habeis   —249→   de morir como yo, y ya sabeis cuantas veces habeis estado al cabo en esta casa y que no lo habeis de llevar con vos lo que teneis y tuviéredes, sino las buenas obras con las malas os han de acompañar y nunca os desamparar para siempre, y acordaos de la gloria198 y pena que ha de durar, y que la avaricia es uno de los pecados mortales que mata el alma, y que los ricos son obligados á partir con los pobres y no á atesorar; y si os quedó á deber esta iglesia alguna cosa, mejor es dejárselo para la conciencia, ni ella tiene posibilidad, y para la mitad de dignidades y canónigos apenas hay en los diezmos, y así se reparten por los pueblos, porque en lo que tienen en las prebendas faltas, no hay para se mantener; y asosegad vuestro espíritu y mirad que dice el refran que la codicia rompo el saco; y as! murió Juan de Mendiola y Hernando de Algueibar (así), por no se contentar con su oficio y por querer enriquecer, y vos con vuestro oficio os podeis mantener y poco caudal de las cosas que ahí199 en la tierra se hacen y en esa villa podeis honestamente ganar y ser aprovechado, sin poner en riesgo á vuestra persona, teniendo el acierto y honra y contentamiento de muger y casas tales, mejores que tuvieron nuestros antepasados, y todo esto es razon de considerar y mirar no superficialmente sino profundamente, y dar gracias á Dios y hacer limosnas de lo que Dios os ha dado.

Paréceme que debeis en Bergara mandar hacer cuchillos sin punta que no sean grandes sino de jeme ó de palmo, y cajas de escribanías que se hacen buenas allí, y tijeras largas, así de escribanías de asiento como de cortar lienzo y de barberos, y haber piezas de lienzos delgados, y mejor serian hechas camisas para estos caciques, que hay en Guipuzcoa y en Durango; de los azadones que ahí se hacen para cavar los manzanales, porque á los indios se les hacen pesados los que se hacen acá y vienen de Castilla, y hachas; y podeis me enviar hasta doscientas ballestas, que acá se venden á cinco y á seis pesos agora, y aunque valga menos despues, siempre habreis algun provecho; y algunos arcabuces podreis tambien enviar; el hierro vale ahora bien y el   —250→   herraje no se puede perder; y una docena ó dos de sierras francesas; la clavazon grande de las puertas de la calle con sus aldabas vale mucho acá.

Los cambalaches que hicistes en Sevilla sobre los cien castellanos de minas que yo dí á Fr. Juan de Paredes y el indio y india, ya sabeis cuyos eran y á quien pertenecían y que no me habia de placer de perderlo todo. E si vos no os entremetiéredes en la que no os pertenecia, yo buscara mi remedio como lo cobrar; y así, cuando escribí á Sevilla, me respondieron que vos los habiades cobrado, diciendo que todo era vuestro; y en las orejas de los discretos no suenan estas cosas tan bien como vos pensais, y no se escusa de recibir pena y que el alma no gana nada, y yo no querria daros pena ni recibirla, y yo os ruego que mireis en todas estas cosas y paseis bien con Urtuño de Avendaño sin sospechas y zozobras, y proveyendole vos desde allá para Sevilla y él encaminando para acá mientras viviéremos, como solia el Br. [Bachiller] hacer, sereis mas aprovechado que pensais ser en esas casas y haciendas que habeis comprado. Y Dios os haga bienaventurado y á vuestra noble muger me encomendad muy mucho y siempre le encargo que imite á su madre y sea muy buena cristiana y devota y siempre haga bien á las beatas pobres, que siempre han dado buen ejemplo y buena cuenta, y quedo rogando á Dios por vuestra ánima y salvacion, que os, tenga siempre de su mano con vuestra bendita compañera y os guarde como yo deseo. En México á 18 de Agosto de 1541. -Desea vuestra, salvacion y os ama- Fr. Juan de Zumárraga vuestro tio, Obispo de Mexico.

Sobrino Sancho García, mirad en estas cosas que os escribo y no las tengais en poco, pensando que son en vuestro disfavor ó contra vos, que si me creeis, son en vuestra honra y provecho, y haciendo lo contrario no acertareis; y mirad y conoced la honra que teneis y mi padre que era rico entonces unico hijo de Lope de Zumárraga mi abuelo, tomó con menos hacienda que vos y viuda á mi señora madre, por proceder de la casa de Muncharas, y vos doncella y de tal gesto é hija y de tal señora de Muncharas no lo tengais en poco, y mirad lo que érades y lo que sois y las casas y asiento que teneis, el mejor de Durango; sed manso y humilde   —251→   de corazon, acatad, reverenciad y obedeced y servir á tan noble y bendita señora y si no, no terneis en mi parte y así lo torno á firmar de mi nombre- Fr. Juan Obispo de Mexico.


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Amado hermano: recibí vuestra letra y cama aquí en Ixtapalucan200, y esta noche le eché menos que las otras, que no hubo hierba sino solo el petate, ni tenia mas del manto y el frio me despertaba. Bien es hacer penitencia, porque no quede toda para la otra vida, que esta no podrá durar mucho.

A Martin de Zabala, si está ahí, decid que no venga acá, que no hay necesidad y es razon que salga á recibir á su suegro y allá terná en que entender. Dos clérigos y un fraile andan conmigo y el martes ó el miercoles pienso ser allá, porque así me lo manda el señor visorrey y dejaré la ida á la cantera antes.

Su señoría me escribe que el obispo de Badajoz es presidente en el Consejo real, y no el de Guadiz. Hoy vuelvo á Talmanalco á tasar las de la beata, y por Guatepec por las tablas, y por Tescuco seré allá presto; y no nos envieis ya mas. Huelgo que venga Pedro de Agurto ó los demas, y si viniere Mendiola, holgaria mas en vuestra ausencia. A Martin de Zabala, porque decís que es ido á su suegro, no le escribo, aunque le dije que le escribiría; decidle ó escrivirle que no venga. Mucho fruto se vee por acá, y si el señor visorrey no me estrechara que fuese lo mas breve que pudiese, primero fuera á la cantera: despues iremos el mayordomo [y] yo. Vistas las cartas, á todos memorias en todas. Hoy sábado -Fr. Juan Obispo de México.

Ayer os envié la silla y almohada por ser la petaca tan grande. La casulla blanca les dí á los indios de Galvatengo201por la piedra. Dicen que si les enviais una barra de hierro, sacaran y llevaran mucha.


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Reverendísimo señor y padre nuestro=Por la presente con toda reverencia y devocion B. P. y M. de VS. y con toda estancia   —252→   [instancia] y devocion pido su paternal bendicion. Sabra VS. que por dejar la tierra caliente me ha ido muy mal; por esto nuestro P. provincial me manda volver á ella en Xuchimilco, y como yo, huérfano, no tengo padre ni madre, amigo ni abrigo sino á vuestra señoría, el cual he hallado mas que padre en todas mis necesidades, y esto, sin yo merecerlo, por la sobrada y demasiada caridad de vuestra señoría; por la cual suplico á vuestra señoría, que si por algunos meses me pudiere hacer limosna de un poco de vino de lo que tengo tanta necesidad, por ser mi enfermedad falta de sangre y de calor natural, recibiré muy grandísima limosna; y si esto pudiere, escríbame por cuántos meses y cuánto cada mes querrá dar vuestra señoría, porque envie un indio á lo buscar á su tiempo. Y con esto, suplicando al Señor que guarde y salve la reverenda persona de vuestra señoría. De esta su casa hoy viernes=Menor capellan y subdito de vuestra señoría.=Fr. Marcos De Niça.

A esto digo, padre mio, siervo de Dios, que por los meses y años que yo viviere, mientras durare vuestra enfermedad y necesidad, cada mes una arroba de vino se os dará, y desde agora os lo envio y pongo en Martin de Aranguren que os lo dé á mi cuenta de lo mejor que hobiere, y el enfermero Lucas ó su compañero lo hará dar al indio que verná por ello si no estuviere yo en la ciudad.

Sabado de la Septuagésima de 1546202.=Fr. Juan Obispo de México.=Y si mas fuere menester se dará de buena gana.»


(Copias sacadas de los originales en tiempo del Sr. Arzobispo de México D. Francisco Antonio Lorenzana y Butrón. Hállanse entre sus papeles en la biblioteca provincial de Toledo, legajo rotulado «Negocios eclesiásticos de Indias; Sala reservada. Estante 11, cajón 5.»=El copista, persona indocta, las tituló de este modo: «Copia de las cartas escriptas de el Sr. D. Fry. Juan de Sumarraga, primer obispo de Mexico, á su sobrino.»)

M. JIMENEZ DE LA ESPADA.