Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
 

11

JOSEFINA LUDMER, El género gauchesco. Un tratado sobre la patria, Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 1988, p. 175.

 

12

«Acto de ostentación y prepotencia, pues el caballo siempre se ata al palenque que está a la entrada de la pulpería y nunca se lleva hasta la ramada, que sirve de refugios a los parroquianos» (cfr. JOHN F. GARGANIGO - WALTER RELA, Antología de la literatura gauchesca y criollista, Montevideo, Delta Editorial, 1967, p. 110).

 

13

La voz «cuñado» «puede ser empleada en sentidos opuestos, de afecto o injuria, dependiendo solamente de las circunstancias» (cfr. J. F. GARGANIGO - W. RELA, op. cit., p. 111).

 

14

«Es fácil -siempre lo ha sido a lo largo de la historia- utilizar el método del chivo expiatorio. Los otros, los extranjeros, los inmigrantes, los ajenos, son los culpables. Un mentido nacionalismo esgrime este argumento, para justificar la traslación de responsabilidades». (JOSÉ ISAACSON, Encuentro político con José Hernández, Buenos Aires, Marymar, 1986, p. 40).

 

15

Cfr. J. F. GARGANIGO - W. RELA, op. cit. , p. 129.

 

16

Ib., p. 130.

 

17

TITO SAUBIDET, en su Vocabulario y refranero criollo, Buenos Aires, Editorial Guillermo Kraft, 1952, reproduce una letra de gato compuesta por Abdón González, parecida a la que encontramos aquí, con alguna variante.

 

18

«Dobbiamo ricordare a tale proposito che Hernández, nella seconda parte del poema, ha la necessità di fare del gaucho un depositario di valori socialmente costruttivi, per recuperarlo alla "civiltà" [...]. L'autore, com'è noto, concepiva il proprio poema come uno strumento di lotta socio-politica e quando scrisse La Vuelta, non più perseguitato dagli avversari del partito unitario, si trovava fra coloro che gestivano il potere» ( ELIDE PITTARELLO, Il Principe e il Gaucho: la parola de «La vida es sueño» nel «Martín Fierro», in «Studi di letteratura ispano-americana», 15-16, 1983, pp. 151-152 (nota 14). Sobre la coincidencia ideal entre José Hernández y Martín Fierro (¡el senador Martín Fierro!) y su lógico distanciamiento, cfr. el penetrante y, para mí, imprescindible libro de José Isaacson (passim) (cfr. nota 14).

 

19

Los gauchos daban ese nombre a los pusilánimes, para mofarse (cfr. J. F. GARGANIGO - W. RELA, op. cit., p. 237).

 

20

Posiblemente derivado de tripas (forma plebeya por «vientre»), con todas sus connotaciones metafóricas.