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111

Cf. la entrevista realizada por F. Maraña, «J. L. Visión y Apocalipsis», en Kantil, 9, mayo (1978), s. p. (N. del A.)

 

112

También convendrá recordar los distintos trabajos de Larrea sobre poesía recopilados en el vol. Torres de Dios: Poetas, presentación de José-Miguel Ullán, Madrid, Editora Nacional, 1982. (N. del A.)

 

113

Cf. Los surrealistas españoles, cit., p. 308. (N. del A.)

 

114

Véase F. Aramburu, «J. L.: un mesías emplumado y su versión celeste», en Kantil, núm. cit., s. p. (N. del A.)

 

115

Cf. Los poetas surrealistas españoles, Barcelona, Tusquets, 1971, p. 53. Allí mismo escribe Bodini: «Lo que más sorprende en las visiones o equivalencias de atmósferas que Larrea pesca del propio fondo es la extraordinaria aptitud de las cosas para realizar actos o probar sentimientos que estamos muy lejos de prever, pero que la fuerza de persuasión del poeta nos hace aceptar del modo más llano [...] Los predicados son acciones o relaciones entre las cosas: la tupidísima red que forman entre ellas hace que el universo de Larrea, unitario y sensible, se corresponda de una parte a otra, a punto siempre de registrar hasta las más insospechadas lontananzas, el más pequeño acontecimiento o la más pequeña coincidencia que se verifique en cualquier lugar. Un gesto pone en movimiento una multitud infinita de compensaciones, de equilibrios, de acuerdo con leyes desconocidas para nosotros, pero que adivinamos provistas de íntima necesidad». Para Bodini, por otra parte, Larrea es poeta netamente surrealista. Nosotros hemos preferido, en virtud de importantes indicios ya señalados y en razón de que, sea como fuere, la primera fase de la poesía larreana es creacionista y en modo alguno surrealista, adoptar una postura mucho más objetiva por menos generalizadora, además de atenta a las opiniones del propio poeta. (N. del A.)

 

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Los españoles de ogaño, colección de tipos de costumbres dibujados a pluma por los señores..., Madrid, Librería de Victoriano Suárez, 1872, 2 vols., 8.º, 395 y 391 pp., respectivamente. (N. del A.)

 

117

Los españoles pintados por sí mismos, Madrid, Boix, 1843-1844, 2 vols., 4.º, 4 h., 446; 1 h. = 2 h., 505 pp., 1 h. grabs. y 100 láminas. La reproducción de Gaspar Roig, Madrid, 1851, 4.º, 382 pp., 1 h., 100 grabs., se publicó a cuatro pesetas. Luego el editor encuadernó ejemplares junto con las Escenas Matritenses de Mesonero Romanos. (N. del A.)

 

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Prólogo, tomo I, p. VI. (N. del A.)

 

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Damos a continuación el índice de colaboradores por orden alfabético: Alcalde Valladares, Antonio; Barrera, Pedro M.ª; Bedmar, Enrique G.; Bustillo, Eduardo; Campo Arana; Corrales y Sánchez, Enrique; Cortázar, E. de; Cortina, Francisco de la; Coupigny, Juan de; Esteban Collantes, Saturnino; Fernández Ruano, Manuel; Ferrán, Augusto; Flores, Eugenio Antonio; Frígola, Carlos; Frontaura, Carlos; Fuente Andrés, José de la; Garay de Sartí, José; Gil, Constantino; Jaques, Federico de; Luceño y Becerra, Álvaro; Luceño y Becerra, Tomás; Lustonó, Eduardo de; Matoses, Manuel; Mondéjar y Mendoza, Ángel; Monreal, Julio; Moreno Godino, F.; Moreno López, Carlos; Ortí, Vicente; Palacio, Eduardo de; Palacios, Benjamín M.ª; Pérez Echavarría, Francisco; Pérez Galdós, Benito; Pina Domínguez, M.; Príncipe, Enrique; Prugent, Enrique; Puig Pérez, José; Ramos Carrión, M.; Ruigómez e Ibarbia, Andrés; Sánchez Pérez, A.; Sanmartín y Aguirre, José F.; Santa Ana, Luis de; Santisteban y Mary, Rafael; Sepúlveda, Ricardo; Soriano de Castro, José; Uján; Valcárcel, Manuel; Zamora y Caballero; Rudheriq Al-Magheritit, S. C. A. y S. B. según los catálogos consultados corresponden a Eduardo de Mariategui, Salvador Constanzo y Salvador Bonavia, respectivamente. (N. del A.)

 

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Recordemos los primeros ejemplos importantes que iniciaron la idea de coleccionar artículos de «tipos» con exclusividad: Heads of the People y Les Français peints par eux-mêmes. En ambas colecciones las ilustraciones constituyen parte importante del texto. En The People los grabados, en madera, representan el busto o cabeza del tipo, corriendo a cargo del artista Kenny Meadows. Además de este grabado cada artículo lleva tres viñetas alusivas. En Les Français las ilustraciones corren por cuenta de los más ilustres artistas franceses del momento, como Gavarni, Daumier, Grandville, Johannot, Meissonier..., entre otros. Como en la obra inglesa cada artículo va precedido de un grabado a toda página y un número de viñetas que oscilan entre dos y diez.

Las colecciones españolas también aparecen ilustradas, destacando sin duda la primera edición de Los españoles pintados por sí mismos, donde colaboran los artistas más prestigiosos de la época. La segunda edición presenta unas ilustraciones de menor calidad artística. Las colecciones derivadas de Los españoles ofrecen, con la excepción de Los españoles de ogaño, ilustraciones de mayor o menor calidad. En este sentido debemos hacer mención de la indudable calidad de las ilustraciones que acompañan a los artículos de Las mujeres españolas, portuguesas y americanas, ilustraciones que van cromolitografiadas en cartulina, en impresión independiente del libro, montadas fuera de texto sobre otra cartulina de color especial, en la que van enmarcadas en filete de oro y con rótulo al pie, también dorado. (N. del A.)