Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
 

31

Y otras, como Carolina de Lichtfield (1796), «excelente escuela de moral»; Memoria de Blanca Capello (1803), «sana moral y doctrina juiciosa»; González Palencia, op. cit., pp. 289 y 296.

 

32

Watt, The Rise of the Novel, Berkeley, University, 1957; M. Menéndez Pelayo, op. cit., I, p. 318, ya aludió a este carácter del género epistolar, al referirse a los orígenes de la novela.

 

33

H. Fielding, The History of the Adventures of Joseph Andrews and of his Friend Mr. Abraham Adams. Writen in Imitation of the Manner of Cervantes, Author of Don Quixote, London, 1742. Las citas, de la ed. de J. L. López Muñoz, Madrid, Alfaguara, 1978, pp. 3 y 4. Recuérdense las palabras del Pinciano sobre la posibilidad de que lo cómico y lo trágico, unidos, produzcan «criaturas bellas».

 

34

La siguiente anécdota demuestra el éxito y la necesidad de novelas: «En 1806, La Minerva publicaba una adaptación de Jeannot et Colin, de Voltaire, sin nombre de autor, por supuesto, bajo el título de Rafael y Carlitos. Pues bien, una frase del original, que en español, dadas las circunstancias, no hubiera tenido apenas sentido: «Faites des romans, c’est une excellente ressource à Paris», se ha convertido en: «Métete a traductor, que es oficio socorrido», Montesinos, op. cit., p. 34. No hay que recordar las quejas de Moratín ante los traductores incultos, ni hacer notar el enorme éxito que constituía escribir o traducir novelas. Sobre esta traducción, J. Sarrailh, «Notes sur une traduction espagnole de Jeannot et Colin, de Voltaire, trouvée dans la revue de Madrid La Minerva du 26 mars 1806», Revue de littérature comparée, 1922, II, pp. 611-612.

 

35

La Filósofa por amor o Cartas de dos amantes apasionados y virtuosos, Salamanca, 1799. «La que se dexa seducir por la lectura de un romance amoroso, lo hubiera sido por una declaración tierna de su amante. La disposición natural lo hace todo, y el arte en nada contribuye», pp. 9-10. Sobre este autor, Ferreras, op. cit., pp. 215-16.

 

36

Para este autor, Ferreras, op. cit., pp. 216-19. Para Martínez Colomer, las pp. 143-44 y 209-13.

 

37

Valladares, op. cit., p. 11. Vid. Gabriella del Monaco, Introduzione alla Bibliografia Critica di A. Valladares de Sotomayor, Napoli, Ecumenica Editrice, 1979.

 

38

Joan Lynne Pataky Kosove, The «Comedia lacrimosa» and Spanish romantic drama, London, Tamesis, 1978; J. Arce, La poesía del siglo ilustrado, Madrid, Alhambra, 1981; G. Carnero, op. cit., donde trata la dualidad razón-emoción, la comedia sentimental y la «sensibilidad» en relación a la narrativa.

 

39

Watt, op. cit., pp. 29-32. Según Aristóteles, op. cit., cap. 9, pp. 158 y 159, los nombres o eran genéricos o de personajes históricos conocidos.

 

40

Por ej., Locke, aunque ya antes, Descartes. Por otra parte, será la primera vez que los autores no se inspiren en mitos y leyendas antiguas, buscando la modernidad.