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391

JRJ, Eternidades, ob. cit.; p. 106.

 

392

JRJ, Piedra y cielo (ed. M. E. Rincón). Madrid, Taurus, 1981; p. 92.

 

393

JRJ, Estética y ética estética, ob. cit.; p. 365.

 

394

Miguel de Unamuno, ¡Adentro! Tres ensayos (1900). Obras Completas (ed. M. García Blanco). Madrid, Escelicer, 1966; t. I., p. 948.

 

395

Miguel de Unamuno, ¡Adentro!, ob. cit.; p. 948.

 

396

JRJ, Eternidades, ob. cit.; p. 100.

 

397

JRJ, Estética y ética estética, ob. cit.; p. 342. También en Alerta y en un texto hasta hace poco inédito, Juan Ramón escribe: «El poeta es fatalmente sucesivo; y su papel, vigilar su creación emotiva súbita» (JRJ, Alerta, ed. F. J. Blanco, Salamanca, Universidad de Salamanca, 1983; p. 155.

 

398

Cito por el estudio preliminar de Manuel García Blanco a Miguel de Unamuno, Obras Completas. Madrid, Afrodisio Aguado, 1958; t. XIII, p. 129. La carta vio la luz en la revista La Torre, 1 (1953); p. 171.

 

399

Aun sin detenerme quiero señalar la filiación romántica de esta concepción estética. Así Bécquer escribe en las Cartas literarias a una mujer (I): «La poesía es en el hombre una cualidad puramente del espíritu: reside en el alma, vive con la vida incorpórea de la idea y para revelarla necesita darle una forma». Cito por Gustavo A. Bécquer, Rimas (ed. J. C. Torre). Madrid, Castalia, Bécquer 1976; p. 229.

 

400

JRJ, Piedra y cielo, ob. cit.; p. 94.