Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
Indice


 

231

Carlos González Peña, La fuga de la quimera (Mexico: Ediciones México Moderno, 1919), p. 84. Subsequent citations are from this edition and will be noted in the text.

 

232

For example, Bringas' health disintegrates at the end of the novel, «la de Bringas» complains of having sold herself to the politician (p. 223), and the latter cites «cierta fogosa disertación de Thiers» (p. 164).

 

233

P. 221. Very early in the novel another character had commented, «Bonita sí es, pero lo cursi nadie se lo quita a la pobre» (p. 13).

 

234

Stanley Finkenthal, El teatro de Galdós, Madrid, Editorial Fundamentos, 1980, 229 páginas.

 

235

Para citar sólo a unos cuantos: Gonzalo Sobejano, «Razón y suceso de la dramática galdosiana», Anales galdosianos, V (1970), 39-53; Joaquín Casalduero y otros, Estudios escénicos, 18 (1974), número dedicado íntegramente al teatro de Galdós; Manuel Alvar, «Novela y teatro en Galdós», Prohemio, 1, 2 (1970), 157-202; Soledad Ortega, Cartas a Galdós (Madrid: Revista de Occidente, 1964), que aparece en la bibliografía de Finkenthal, pero que no se ha aprovechado como se debe, y lo mismo pasa con el venerable libro de Berkowitz Pérez Galdós, Spanish Liberal Crusader (Madison, 1948); y artículos de Lily Litvak, Josette Blanquat, Georges Lenormand...

 

236

Olmet y García Carraffa, Galdós (Madrid, 1912), p. 193.

 

237

Se puede consultar mi artículo «Ibsen y Galdós», Letras de Deusto, 4, núm. 8 (1974), 207-224.

 

238

Finkenthal ha examinado los manuscritos de algunas obras de Galdós y ha encontrado algunas diferencias. Tiene razón al exigir una edición crítica del teatro galdosiano (p. 108). De su análisis saca como conclusión que Galdós corregía cuando escribía, y de aquí deduce que así se ha iluminado «el proceso creativo de Galdós» (Ibid.). Es una reclamación excesiva: ningún proceso creador se limita a ser un mero intercambio de palabras. Comparar con los manuscritos de Ibsen.

 

239

La bibliografía es fiel reflejo del texto: 1) faltan autores importantes; 2) sobran muchos absolutamente irrelevantes; 3) no existe un criterio de organización bibliográfica. En conjunto es muy pobre y no hay disculpa: en el número citado de Estudios escénicos se incluye una bibliografía (elaborada por Luciano García Lorenzo) que debiera haber sido utilizada.

 

240

Nuestro teatro, Alberto Ghiraldo, ed. (Madrid: Renacimiento, 1923). Finkenthal se queja de la mala organización editorial del libro (p. 23, nota 8): debería saber que en 1973 W. H. Shoemaker, en Las cartas desconocidas de Galdós en «La Prensa», de Buenos Aires (Madrid: Ediciones de Cultura Hispánica), aporta nuevos datos y corrige a Ghiraldo.

Indice