31
Sin embargo, López-Morillas ha visto en León «el prototipo del joven krausista» (El krausismo español, p. 56).
32
En su reseña de La familia de León Roch, op. cit., p. 217.
33
Ibid., pp. 217-18.
34
Ibid., p. 222.
35
Op. cit., p. 510. Para Cacho Viu, en cambio, Galdós «no acertó [...] en la pintura» del krausista (ibid.).
36
Cacho Viu, op. cit., pp. 310-311.
37
Todas nuestras citas de La familia de León Roch proceden de la tercera edición, Madrid, 1881.
38
Comp. Manuel Peña, a quien le aburría y ponía enfermo el estudio de la filosofía (El amigo Manso, 2ª edición, Madrid, 1885, p. 50; se citará en adelante por esta edición). León, además, evoca la imagen del ideal ético a que se aspiraba en la ILE. Se atacaba, nos dice Luzuriaga, «con el mayor rigor la mentira, la hipocresía, la delación. El ideal formal [...] era el auto dominio, el self-control de la educación inglesa, teniéndose como objetivo final la formación del caballero, del gentleman, acomodado a las condiciones españolas de la época. Se trataba ante todo de formar personas cabales, viriles, sufridas, veraces, limpias de cuerpo y de alma» (op. cit., pp. 168-69).
39
Alusión a la «famosa hipótesis» (I, 106) darwinista.
40
Roch hablaba en público «atrozmente mal» (I, 139), mientras Manso sale del paso decorosamente, y Manuel se lleva la palma.