161
Ibídem.
162
Ibídem. 115.
Emma Susana Speratti-Piñero en su excelente trabajo «Cómo nació y creció El ruedo ibérico» [De Sonata de otoño al esperpento (Aspectos del arte de Valle-Inclán), Londres, 1968, 243-327] recuerda otras palabras de Valle que confirman lo que hemos citado. En una entrevista de 1926 dice de El ruedo ibérico: «[...] No es a modo de episodios, como los de Galdós o como los de Baroja. Es una novela única y grande, al estilo de La guerra y la paz, en la que doy una visión de la sensibilidad española desde la caída de Isabel II. No es la novela de un individuo, es la novela de una colectividad, de un pueblo» (248).
163
Iris M. Zavala, «Historia y literatura en El ruedo ibérico», en Clara Lida e Iris M. Zavala, eds., La Revolución de 1868 historia, pensamiento, literatura (Nueva York, 1970), 425-449.
164
Sebastián de la Nuez y José Schraibman, Cartas del archivo de Galdós (Madrid, 1967), 23-34.
165
Madrid, ob. cit., 200-201.
166
Manuel Bermejo, ob. cit., 178.
Entre otros, Yndurain [«Valle y Galdós», ob. cit., p. 174, nota 2] da gran importancia a los motivos personales de la animosidad de Valle, y los atribuye al rechazo de la obra para El Español. Se refiere además a las dos lecturas del drama, junto con la intervención del vicepresidente del Ateneo, y añade que esos breves datos se deben a José María de Cossío, testigo presencial del acto.
Hay una descripción detallada de las lecturas de El embrujado en el comentario de Diego San José, «Valle-Inclán», texto recogido ahora por José Esteban en su libro Valle visto por... (Madrid, 1973), 256-258.
Otro comentario del escándalo motivado por el mismo asunto puede leerse en Victoriano García Martí, El Ateneo de Madrid (1835-1935), Madrid, 1948, 270-271. Debo la copia del texto a la bondad de mi amigo Fernando López Sawa, así como las copias de los comentarios tomados de El Imparcial. A él mis más expresivas gracias.
167
Fernández Almagro, ob. cit., 147-148.
168
Citado por Ramón Gómez de la Serna, Don Ramón María del Valle-Inclán (Buenos Aires, 1944), 113.
169
Emma Susana Speratti-Piñero, «Los últimos artículos de Valle-Inclán», ob. cit., 331-338.
Quisiera agregar aquí en esta misma nota que a Valle se deben unas tempranas y conmovedoras palabras escritas en 1892 sobre la solitaria muerte de Paúl y Angulo desterrado en París. Véase Fichter, ob. cit., 108-109.
170
C. R. C. [Cipriano Rivas Cherif] «Máscaras de don Ramón», La pluma (núm. 32, enero de 1923), 94.