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El Ilustrísimo señor don Juan Nepomuceno Cascallana y Ordóñez, natural de Sevilla, era amigo de la familia del señor Cepeda desde que ocupó el Rectorado de la Universidad de Osuna. Fue luego Obispo de Astorga y de Málaga, donde murió el año 1868.

 

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El 12 de septiembre de ese año fue admitido en la Audiencia al ejercicio de la Abogacía. Era Bachiller en Leyes desde el 30 de noviembre de 1836.

 

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Como tal Consejero y por delegación del Jefe Político de la provincia, llevó a cabo en 1846 la limitación de término entre Lebrija y las Cabezas de San Juan, que se disputaban el sitio llamado El Prado.

 

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Por Real orden de 2 de julio de 1844 se concedió a los individuos de esa Compañía el uso de una cinta morada y blanca, y el colocar su bandera de los mismos colores en la capilla real de San Fernando.

 

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Su permanencia en Grignon como alumno de la célebre Escuela Regional de Agricultura, regentada entonces por Mr. Beauváis, hombre de gran reputación científica, fue en extremo fecunda para nuestra Dirección General de Agricultura, donde eran recibidos con aprecio los datos que remitía sobre la industria de la seda, el cultivo del cáñamo y el mejoramiento de semillas. Véase en la siguiente carta una muestra de nuestro aserto:

«Madrid, 12 septiembre de 1849.- Sr. D. Ignacio Cepeda.- Mi querido amigo y compañero: usted se queja de mi silencio sin acordarse de que nuestra correspondencia tiene un carácter oficial por mi parte, y que yo, que experimento tan singular placer con sus comunicaciones y que procuro utilizarlas en cuanto puedo en beneficio público, tengo, sin embargo, que esperar para escribirle las órdenes de mi Jefe.- Este Ministerio ha recibido con satisfacción las observaciones hechas por usted en sus muy apreciables de 29 de abril, 4 de mayo, 13 de junio y 15 de julio últimos, y encontrando que todas ellas son hijas del más sano juicio y que algunas encierran el más positivo interés, espera que no escaseará usted tan apreciables comunicaciones.- En vista de lo manifestado por usted, se ha determinado suplicarle que adquiera para esta Dirección General de Agricultura los Anales, de Roville, y el Calendario, de Dombasle, y tomando lo publicado se sirva suscribirla también al Journal d'Agriculture practique.- Me ha encargado asimismo felicite a usted por la exactitud de sus miras respecto a lo que expresa sobre pesos y medidas, debiendo decirle, que como habrá tenido ocasión de ver después, por una ley hecha en la última legislatura, se ha adoptado por completo el sistema métrico francés en España.- En cuanto a la industria de la seda, sobre la cual da usted también interesantes noticias, debo manifestarle igualmente, que Mr. Beauváis ha sido inducido a error por un periódico. Los ensayos de gusanos de seda Mas no han sido completamente satisfactorios ni en Murcia, ni en Torrente del Cinca, ni en Valladolid los hechos por el señor Reinoso, según se enterará usted por las adjuntas copias, números 1, 2 y 3 de las comunicaciones relativas a este asunto. En Castellón es donde se han obtenido más felices. De todo instruirá a usted asimismo la copia n.º 7. En lo que si se ha logrado un éxito más comprobado y seguro es con la semilla Ray-Ko, como verá usted por las copias, que igualmente acompaño con los números 4, 5, 6 y 8. Si usted desea adquirir para el año próximo semilla de esta clase, se le remitirá, indicando la persona a quien se ha de entregar en Madrid.- Con esta ocasión se servirá usted ofrecer las relaciones y aprecio de la Dirección General de Agricultura al señor Beauváis, a quien el Gobierno de S. M. vería con gusto en España, y sería de desear que usted averigüe reservadamente y diga qué clase de estímulo podría ser conducente para ello; debiendo indicar a usted que el Gobierno medita si le convendría requerir públicamente el concurso de empresarios y profesores nacionales y extranjeros para que funden establecimientos para la enseñanza práctica de la Agricultura, a los cuales se propone dar una subvención por cada alumno, cediendo además en su beneficio el producto del trabajo de éstos. Acaso seria éste un medio tan bueno como seguro para el señor Beauváis de volver a la patria de su señora madre. También el Ministro de Comercio tendría una satisfacción en que usted y el señor Beauváis concurriesen a las juntas generales en 1.º de octubre próximo.- Habiendo empezado a cultivarse con gran éxito en Marsella el cáñamo centenario traído de China, prestaría usted un servicio al país recogiendo y enviando semilla e instrucciones para su cultivo.- Remito a usted en pliego separado un ejemplar del Manual de Agricultura, de don Alejandro Oliván, obra premiada por el Gobierno en concurso general y designada para texto en las escuelas públicas del reino, con el objeto de que se sirva comparar sus doctrinas con las que oiga exponer en los establecimientos Agrícolas que visita.- Finalmente, agradecería a usted que tuviese la bondad de remitir otro ejemplar del Reglamento de los Haras, pues no se ha recibido el que envió. También desearía que mandase otro del de Grand-Jouan, por haberse extraviado el que usted remitió anteriormente.- Se han mandado adquirir aquí por la librería de Jayme Bon, las obras del Conde de Montendre y Mr. Gayot, y se utilizarán oportunamente las noticias que usted se sirva darnos de la feria de Chartres.- Sin más por hoy, deseando a usted toda salud, se repite suyo afectísimo amigo y compañero, q. b. s. m., Fermín de la Puente y Apecechea

 

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He aquí las contestaciones a dos de aquellas cartas:

«Sr. D. Ignacio de Cepeda.- Milán.- Madrid, 12 de diciembre de 1850.- Muy señor mío y de mi aprecio: contestando a la de usted de 11 del actual, tengo el gusto de decirle que he recibido sus anteriores y el trabajo de que me habla, referente a las observaciones que ha hecho en su viaje por Prusia.- Por falta de tiempo no entro en pormenores; pero felicito a usted muy sinceramente por dicho escrito, que he leído con mucho gusto y que me ha parecido utilísimo.- Deseo a usted toda felicidad durante su permanencia en ese país, y me repito suyo afectísimo seguro servidor y amigo, q. b. s. m., El Conde de San Luis

«Sr. D. Ignacio de Cepeda.- Constantinopla.- Madrid, 7 de octubre de 1851.- Muy señor mío y de todo mi aprecio: he leído con mucho gusto las noticias y observaciones que contiene su carta de 26 de agosto último, escrita desde Jerusalén, y le doy gracias por el celo que manifiesta por su Patria. Se tomará en consideración el contenido de su carta en ocasión oportuna, y entretanto no puedo menos de invitarle a que se tome la molestia de comunicar cuanto estime útil y conveniente a los intereses de España.- Queda de usted su más atento seguro servidor, q. s. m. b., J. Bravo Murillo

 

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He aquí el nombramiento:

«S. M. la Reina (q. D. g.) se ha dignado expedir con fecha de ayer el Real decreto siguiente: = «Atendiendo a los méritos que ha contraído en el ramo de la cría caballar el brigadier de caballería D. Manuel de Arizcun, subdirector de remontas, y a los servicios que ha prestado y continúa desempeñando en el Extranjero D. Ignacio de Cepeda, propietario, Consejero provincial que ha sido de Sevilla, viajando a sus expensas hace más de cuatro años para el mejor cumplimiento de una Comisión que He tenido a bien confiarle en favor de los ramos de Administración pública cometidos al Ministerio de Fomento; queriendo utilizar en él los conocimientos de ambos funcionarios y darles al propio tiempo una muestra de mi real agrado, Vengo en nombrarles individuos de mi Real Consejo de Agricultura, Industria y Comercio en reemplazo de D. Antonio Moreno y D. Juan Manuel Calderón.».- Lo que de Real orden traslado a V. S. para su conocimiento y satisfacción en la parte que le es respectiva. Dios guarde a V. S. muchos años. Madrid, 13 de junio de 1852.- Reinoso.- Sr. D. Ignacio de Cepeda.»

Véase como el periódico de Madrid titulado El Orden, comunicaba a sus lectores la noticia en su número correspondiente al 19 de junio:

«HONOR AL MÉRITO. = El Sr. D. Ignacio de Cepeda y Alcalde, acaba de ser nombrado por S. M. Consejero Real de Agricultura. Este distinguido sujeto, que lleva cinco años de estar viajando por todas las naciones de Europa y por el Oriente, haciendo los más serios y concienzudos estudios sobre la agricultura y administración de los diferentes países que ha recorrido, era muy acreedor a que el Gobierno de Su Majestad le diese una muestra de lo gratos y aceptos que han sido sus trabajos. Cuando en estos tiempos se ve un joven tan aplicado, que, abandonando las comodidades de su casa, se entrega a no perdonar sacrificio en su salud ni en sus intereses con el solo objeto de ver las mejoras que puede importar en su Patria, bien merece no sólo el aprecio de sus conciudadanos, sino también las más señaladas muestras de la real munificencia. El Sr. Cepeda, no tan sólo ha viajado estos cinco años a su costa, haciendo grandes sacrificios, sino que ni tan siquiera ha recibido del Estado el sueldo que le correspondía como Consejero, que era de la provincia de Sevilla. Sabemos que en el Ministerio de Fomento existen lucidísimas Memorias y curiosos trabajos que ha remitido desde el Extranjero este apreciable sujeto, y que le hacen acreedor a la honrosa gracia que le ha dispensado el Gobierno de S. M., por cuyo acto de justicia y de noble estímulo le felicitamos cordialmente.»

 

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El Reglamento, dividido en cinco secciones, constaba de 37 capítulos y 206 artículos.

El Banco empezaba sus operaciones en 1.º de octubre y las cerraba en 30 de septiembre de cada año.

 

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En este punto era más beneficioso que la Caja de Ahorros de Sevilla, como se ve fácilmente por el cotejo de los artículos siguientes:

«El abono del 4,4 y medio y 5 por 100 anual se hará por meses, y su acumulación por semestres vencidos.» (Artículo 176 del «Reglamento del Banco Agrícola de Almonte. 1855».)

«Las sumas impuestas en la Caja de Ahorros ganarán el interés del 4 por 100 anual... Los intereses se aumentarán al capital en fin de cada año.» (Artículo 5.º de la Caja de Ahorros en el «Reglamento del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Sevilla».- Sevilla.- Imprenta del Diario de Comercio, calle de la Muela, núm. 23.- 1843).

 

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Carta de 16 de julio de 1902, ya citada en nota del Prólogo de esta obra.