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Sevilla, 1839.

 

52

La cuenta de sus años no la llevó nunca bien la insigne Tula. Ya dejamos copiada en nota a la Autobiografía su partida de bautismo.

 

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Las palabras subrayadas son de la carta de don Ignacio a la Avellaneda, fecha 15 de julio de 1839, cuyo borrador se conserva.

 

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Contestando a ese párrafo decía don Ignacio en la postdata de su carta, fecha 3 de agosto de 1839:

«Se me olvidaba decir a usted que no he aplicado su sentencia al libro de memorias, porque se me hace duro y no podré resolverme a ello; pero si usted insiste se lo entregaré, que es el modo de que quede completamente satisfecha.» Por fortuna, no fue aplicada tan cruel sentencia al libro de memorias o cuadernillo, que es la autobiografía que precede a esta colección de cartas, ni su autora volvió a insistir en la petición.

 

55

La afirmación es inexacta, puesto que de ella se deduce que don Ignacio contaba más edad que la poetisa; cuando precisamente era todo lo contrario.

 

56

Una de las señoritas Noriega, ya citada en la autobiografía.

 

57

Don Pedro Gómez Bravo, ya citado en nota a la autobiografía.

 

58

Para fijar la fecha de esta carta, que corresponde al 10 de agosto de 1839 (según se expresa en nota del prólogo de la primera edición), se ha tenido a la vista el borrador de la contestación dada por don Ignacio. Lo que se ha suprimido de la carta se indica por puntos suspensivos.

 

59

Año 1839. En ésta, como en todas las demás cartas de esa época que no expresan el lugar, deberá entenderse que fueron escritas en Sevilla.

 

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Alude la escritora a lo que don Ignacio le decía en postdata de su carta del día anterior: «He detenido la remisión de ésta hasta ahora, que son las nueve y media de la mañana, dudando qué conducto elegiría como más seguro de que llegase a manos de usted, pues temía que esta falta provocase a usted a mandar la criada por saber si me había marchado (a Almonte); mas, ya que se me hace tarde, he preferido, quizás imprudentemente, el correo, donde yo mismo voy a echarla.»