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En la sesión del 9 de Marzo último se leyó por el Secretario de esta Academia una comunicación de los albaceas testamentarios del difunto general Excmo. Sr. Marqués de San Román, acompañando copia legalmente autorizada de la notabilísima cláusula que se halla en la memoria adicional al testamento otorgado por dicho Señor primer Marqués de San Román, fallecido en Madrid el día 14 de Diciembre de 1887; cláusula en la cual instituye por heredera de su biblioteca y colección de autógrafos á esta Real Academia.
Dice así:
Hasta aquí la copia de la cláusula. La testamentaria, en el oficio con que la transcribe á la Real Academia de la Historia, agrega las siguientes noticias acerca de tan precioso é importante legado:
El referido oficio dirigido al actual Presidente (así dice) de la Real Academia de la Historia, lleva la fecha de 3 de Marzo de 1888, y va suscrita por los Sres. D. Francisco Silvela, D. Alfredo Weil y D. Manuel F. Ibarra.
Terminada la lectura de la notable cláusula testamentaría, el Excmo. Sr. Director de la Academia, D. Antonio Cánovas del Castillo, tomó la palabra, é interpretando dignamente los sentimientos de la Corporación, con elocuentes y sentidas frases hizo resaltar las grandes ventajas que para los estudios históricos habrá de producir el importante donativo ya por lo que en sí vale, ya por el gran ejemplo, desgraciadamente raro en España, que ofrece, de patriotismo por amor á la ciencia. Y como la Academia, deseará hacer pública demostración de su profundo agradecimiento, no solo propuso, y así se acordó, consignar este rasgo de ilustrado desprendimiento en el Boletín de la Academia, sino además que en la primera sesión solemne que para conmemorar su fundación se celebrase, se dedicara especial parte de ella á honrar la memoria de tan insigne bienhechor.
La Academia, aceptando en todas sus partes los términos del legado, acordó también que la biblioteca del difunto general se colocase reunida con su misma artística estantería, en uno ó más salones del edificio que posee la Academia, escribiéndose encima de la puerta de entrada Biblioteca y manuscritos legados por el Excmo. Señor Teniente general Marqués de San Román en su testamento á esta Real Academia de la Historia, en el año de 1887, y que en el interior, y en preferente lugar, se colocase su retrato, que ya está pintando con tal propósito uno de nuestros principales artistas.
Conocida es, aunque no tanto como debiera, la historia militar, política y literaria del Excmo. Sr. D. Eduardo Fernández de San Román, Marqués de este apellido: sus hechos de armas y sus —279→ servicios como militar presentes se hallan en la memoria, así de los que sirvieron á sus órdenes como de sus compañeros; y su amor á las ciencias, principalmente las que se relacionan con el arte de la guerra y las históricas, fué durante su vida tan notorio, que su estudio era citado como uno de los lugares donde se daba más digno culto á las letras en esta corte, concurriendo á él asiduamente muchas de nuestras primeras notabilidades literarias.
El testamento del ilustre finado ha sido el digno complemento de tan interesante vida; pues no solo ha hecho el legado de su biblioteca á la Academia de la Historia, sino que ha querido patrocinar, aun después de muerto, con una modestia y generosidad digna de su espíritu superior, la publicación de obras importantes. Con tal objeto ha dejado la suma de 25.000 pesetas para la impresión de la obra magistral del capitán general Marqués de la Mina, sobre las guerras de Cerdeña, Sicilia y Lombardía, en la primera mitad del siglo pasado, inédita, á pesar de su extraordinario mérito y del informe dado por esta Academia en Diciembre de 1882, que vió la luz pública en su Boletín. Ahora, merced á tan generoso donativo y á la colaboración de D. Antonio Cánovas del Castillo, encargado al efecto por el ilustre testador, conocerá el mundo un libro sin el cual no habría que esperar historia de sucesos tan transcendentales que mereciese entera fe, ni noticia exacta del eximio general, político profundo y concienzudo escritor, que tanto influyó en ellos con sus talentos y su espada.
Pero no es solo este el rasgo de protección que la literatura patria ha merecido al general San Román; pues, entre otros diversos que su testamento descubre, se halla el de un cuantioso donativo á un ilustrado oficial de nuestro ejército falto de medios para dar á la prensa brillante producción histórica sobre alguno de los más célebres capitanes españoles del siglo XVI.
Para todos, menos para sí, se ha mostrado el general espléndido, dejando sin imprimir el segundo tomo de la historia militar que con el título de Guerra civil de 1833 á 1840 en Aragón y Valencia comenzó á publicar en 1884, y no legando nada para que se conozca por entero una obra que tanto contribuiría á su —280→ gloria de soldado y de escritor castizo y elegante. De esperar es que no quede en olvido trabajo tan importante, que probará una vez más la ilustración de su autor unida á un rasgo tan delicado de modestia, propio del hombre sabio. La patria de Ercilla, de Garcilaso de la Vega y de mil otros héroes que, como Jaime el Conquistador y Alfonso el Sabio, supieron enlazar con los laureles de la victoria el esplendor de las letras y la nobleza del estilo, unirá de hoy más á su imperecedero recuerdo el del varón ilustre á quien dedica la Academia este homenaje público de sentido reconocimiento.
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D. José Pella y Forgas, correspondiente de la Academia en Barcelona, ha publicado en esta ciudad el tomo VII de su Historia del Ampurdán, que llega hasta el fin del reinado de D. Juan II de Aragón y ha sido enviado por el autor en donativo para nuestra Biblioteca, como lo han sido, tan pronto como salieron á luz, los volúmenes precedentes.
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Se ha recibido el fascículo V de los Estudios histórico-arqueológicos sobre Iluro, antigua ciudad de la España Tarraconense, región Layetana, precedido de un plano topográfico de Mataró en 1888. Discurre (páginas 321-400) desde el fin de la época romana hasta principios del siglo XII, no sin reproducir la interesante escritura de San Olaguer, arzobispo de Tarragona, fechada en 21 de Octubre de 1128, que hizo pública nuestro Boletín291 con el objeto de esclarecer la geografía y la historia de la propiedad agrícola, fundamento de la riqueza industrial y marítima de aquella región deliciosa. Incluye muchos datos de recóndita erudición sobre el priorato benedictino de San Pedro de Clará, cerca de Órrius, distante una legua de Mataró, que sin razón se ha supuesto haber pertenecido á la Orden de los Templarios. Tres láminas del fascículo representan los detalles más salientes de la —281→ iglesia de Clará, hoy convertida en establo. La iglesia existía en 1098, según se infiere de un apunte que el Sr. Pellicer ha tomado del Speculum Curiae ecclesiasticae, y de la inscripción que ha descubierto, grabada con caracteres arcáicos en piedra cuadrangular, donde suena el nombre del arquitecto Bayón, desconocido hasta el presente en los fastos de las Bellas Artes de Cataluña:
† BAIO QVI ISTO DO |
Si esta lápida se exhibiese en facsímile, ó fotograbado, prestaría no corto servicio á la Historia.
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El literato italiano Signor Gaudencio Claretta ha publicado un cuadernito de pocas páginas titulado Notizzie aneddotiche sul matrimonio de la regina di Spagna Luisa Maria Gabriella di Savoia é sulla principessa Orsini. El académico de número D. Vicente Barrantes hizo sobre este trabajo las observaciones siguientes:
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Ha regalado á nuestra Biblioteca M. Ulysse Robert, correspondiente extranjero en Saint-Mandé (Seine), tres preciosas obras de que es autor.
1. Catalogue des manuscrits, relatifs à la Franche-Comté, qui sont conservés dans les bibliothèques publiques de Paris. Paris, 1878.
2. Inventaire sommaire des manuscrits des bibliothèques de France dont les catalogues n'ont pas été imprimés. Tres fascículos. Paris, 1879-1882.
3. Recueil des lois, décrets, ordonnances, arrêtés, circulaires, etc., concernant les bibliothèques publiques, communales, universitaires, scolaires et populaires. Publié sous les auspices du Ministre de l'Instruction publique. Paris, 1883.
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Con fecha del 1.º de Marzo último ha comunicado D. Antonio Ruíz, vecino de Castellón de la Plana, á la Academia, interesantes noticias acerca del miliario romano, registrado por Hübner292 —284→ bajo el número 4.949, y descubierto y descrito por D. Agustín de Sales en egregia Monografía293.
La columna está sin pedestal y tirada ó inclinada sobre el ángulo del Sur, de la cerca de la ermita de San Vicente, que dista de la entrada de la villa de Borriol próximamente un kilómetro. Como está lindando con la carretera de Zaragoza, ha sido derribada alguna vez por los carros, y es probable su destrucción.
La piedra es rodeno rojo, y mide sobre un metro de alto por 40 centímetros de diámetro.
Su forma es cilíndrica, pero no perfecta, y con desconchados en la inscripción.
En la misma cerca de la ermita y lado izquierdo de la puerta de entrada hay otra piedra miliaria con parte de pedestal, cuya forma cilíndrica en su parte superior está cortada por dos de sus caras, en donde hay vestigios de letras. Al extremo del muro de la cerca parece haber otra, por ser de la misma arenisca (rodeno) é igual forma. A distancia de unos 4 metros hay el paso de un antiguo camino que sigue á Castellón por detrás del santuario.
En el primer renglón, la primera letra de MESIO conserva el último trazo perpendicular.
La copia que ha transmitido el Sr. Ruíz, omite el número de las millas (CXIX según el Sr. Sales). Al Sr. Ruíz y á su digno —285→ cooperador D. Manuel Miquel é Irízar, capitán del cuerpo de Ingenieros, ha significado la Academia con expresiones de gratitud el deseo de que lleven á cabo tan noble empresa, salvando del exterminio el sobredicho miliario, fechado en el año 250, y perfeccionando su estudio acerca de los otros dos, que convendría sacar á luz y asegurar habilitándolos para el progreso científico.
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Ha ofrecido á la Academia su Correspondiente en Viena de Austria, D. Rodolfo Beer, un mapamundi iluminado y sacado por el distinguido individuo del Cuerpo facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Anticuarios, D. Marcelino Gutiérrez del Castro, del códice apocalíptico de San Beato de Liébana, que se conserva actualmente en la biblioteca provincial de Valladolid y fué trazado en el año 970. Los códices de la obra de San Beato esparcidos en diferentes bibliotecas de Europa, encierran este mapamundi, que representa la suma de los conocimientos geográficos, universales, poseidos en el Norte de España, hace once siglos, cuando vivía San Beato, y la literatura cristiana del Occidente, comenzaba á reponerse de los quebrantos que le infirió la barbarie mahometana.
El estudio de estos manuscritos, que en sus variados dibujos y profusión de láminas polícromas atestiguan el culto rendido al Arte por los diferentes Estados cristianos de nuestra Península durante la Edad de hierro, ha dado lugar á diferentes monografías parciales, que es de esperar abrirán camino á una general, que las condense, rectifique y perfeccione.
Sobre la que publicó M. D'Avezac294 ha pasado al Sr. Fita295 D. Manuel Rico y Sinobas una observación digna de aprecio.
Hasta aquí el Sr. Rico y Sinobas.
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El día 14 de Octubre falleció en Berlín el joven doctor Pablo Ewald, correspondiente de la Academia, de cuyas obras históricas no una sola vez se ha hecho eco nuestro Boletín296. Su muerte, que lamenta toda la sabia Europa, ha dejado un gran vacío difícil de llenar en la república de las letras, y particularmente en los altos estudios sobre la historia universal de la Iglesia.
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Ha publicado el Dr. Loewenfeld el último fascículo de la segunda edición de Jaffé, Regesta Romanorum Pontificum, que llega hasta el año 1198, último del pontificado de Celestino III, y menciona varias bulas que, por medio de nuestro Boletín, han logrado salir á luz. También acaba de publicarse la excelente Memoria titulada, «Noticias bibliográficas y catálogo de los códices de la Santa Iglesia Catedral de León, por Rodolfo Beer, correspondiente de la Real Academia de la Historia, y J. Eloy Díaz Jiménez, Director del Instituto de León.»