Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.

  —249→  

ArribaAbajoCuadernos IV. Abril, 1888


ArribaAbajoAdquisiciones de la Academia durante el segundo semestre del año 1887


Regalos de impresos


De señores académicos de número

Ilmo. Sr. D. Vicente de la Fuente. Discurso leído en la apertura de la Academia teórico-práctica de la Facultad de Jurisprudencia en la Universidad Central, por el Dr. D. Vicente de la Fuente, catedrático numerario de la misma, el día 6 de Noviembre de 1887. Madrid: Imprenta de A. Pérez Dubrull, 1887. En 8.º mayor.

Excmo. Sr. D. José Gómez de Arteche y Moro. Guerra de la Independencia. Historia militar de España de 1808 á 1814, por Don José Gómez de Arteche y Moro. Tomo VI. Madrid: Imprenta y litografía del Depósito de la Guerra, 1886. En 8.º

Excmo. Sr. D. Francisco Coello. Nueva Geografía universal, la tierra y los hombres, por Elíseo Reclus. Traducción española bajo la dirección del Excmo. Sr. D. Francisco Coello. Tomo I. Cuadernos 15-24. Madrid: «El Progreso Editorial», 1887. En 4.º

Excmo. Sr. D. Antonio María Fabié. Los bronces de Lascuta, Bonanza y Aljustrel, que publica Manuel Rodríguez Berlanga. Estudio   —250→   crítico, por D. Antonio María Fabié, de la Real Academia de la Historia. Madrid: Establecimiento tipográfico de El Correo, á cargo de F. Fernández, 1887. En 8.º

Excmo. Sr. D. Víctor Balaguer. Obras de Víctor Balaguer, individuo de número de las Academias Española y de la Historia. Historia de Cataluña. Tomo XI de esta obra y XIX de la Colección. Madrid: Imprenta y fundición de M. Tello, 1887. En 8.º

Ilmo. Sr. D. Cesáreo Fernández Duro. Crónica de España. Fragmentos de la Universal, escrita por D. Gonzalo de Finojosa, obispo de Burgos, que tradujo del latín al francés Juan Golaín, fraile Carmelita, y torna al castellano con notas Cesáreo Fernández Duro, de la Real Academia de la Historia, 1887. Manuscrito en folio.




De correspondientes nacionales

Sr. D. Roque Chabas. El Archivo. Revista de ciencias históricas. Director, Dr. D. Roque Chabas, presbítero. Tomo II. Cuadernos 1-4. Julio-Diciembre, 1887. Denia: Imprenta de Pedro Botella.

Ilmo. Sr. D. José Moreno Guijarro de Uzábal. Historia de Nuestra Señora de la Portería de Ávila, por el Ilmo. Sr. Comendador Guijarro de Uzábal. Ávila: Tipografía de Magdaleno y Sarachaga, 1887. En 12.º

Sr. D. Salvador Sanpere y Miquel. Revista de Ciencias históricas. Año 1887. Tomo V, números 1-4. Barcelona: Tipografía «La Academia». En 8.º mayor.

Sr. D. Mariano Pardo de Figueroa. Piratería callejera, por el doctor Thebussen, cartero honorario. Segunda edición corregida y aumentada. Cádiz: Filomeno Fernández de Arjona. Año de MDCCCLXXXVII. En 12.º

Señor y Don, por el Dr. Thebussen, cartero honorario. Madrid: Sucesores de Rivadeneyra, MDCCCLXXXVIII. En 8.º

Sr. D. José María Pellicer y Pagés. Estudios históricos-arqueológicos sobre Iluro, antigua ciudad de la España Tarraconense, Región Layetana, por D. José María Pellicer y Pagés. Fascículo IV, Mataró: Establecimiento tipográfico de Feliciano Horta. En 4.º

  —251→  

Sr. D. Policarpo Mingote y Tarazona. Geografía de España y sus Colonias; por D. Policarpo Mingote y Tarazona. León, 1887: Establecimiento tipográfico de los Herederos de Miñón.

Sr. D. Francisco Guillén Robles. El Monasterio de la Santa Espina, su erección, privilegios y vicisitudes, por F. Guillén Robles. Madrid: Tipografía de los Huérfanos, 1887. En 8.º mayor.

Sr. D. Manuel Villar y Macías. Historia de Salamanca. Tomos I-III. Salamanca: Imprenta de Francisco Núñez Izquierdo, 1887. En 4.º

Excmo. Sr. D. Manuel Pérez de Guzmán. Poesías espirituales de la venerable doña Luisa de Carvajal y Mendoza. Muestras de su ingenio y de su espíritu. Sevilla: Imprenta y librería de A. Izquierdo y Sor, 1885. En 12.º

La desordenada codicia de los bienes ajenos, por el Dr. D. Carlos García. Sevilla: Imprenta de E. Rasco, 1886. En 12.º

Panegírico por la poesía. Segunda edición. Dada á luz por el Excelentísimo Sr. D. Manuel Pérez de Guzmán. Sevilla: Imprenta de E. Rasco, 1886. En 12.º

Panegírico al chocolate, por el capitán Castro de Torres. Segunda edición, publicada por el Excmo. Sr. D. Manuel Pérez de Guzmán, Marqués de Jerez de los Caballeros. Sevilla: En la oficina de E. Rasco, 1887. En 8.º mayor.

Excmo Sr. D. Juan Pérez de Guzmán, Duque de T'Serclaes. Noticias relativas á la Historia de Sevilla, que no constan en sus anales, recogidas en diversos impresos y manuscritos, por D. Justino Matute y Gaviria, Año de 1828. Sevilla: Imprenta de E. Rasco, 1880. En 8.º

Panegírico á D. Francisco de Añasco, por D. Juan Ignacio de las Muñecas Marmontaño, precedido de un prólogo y noticias bibliográficas por el Excmo. Sr. D. Enrique de Leguina. Segunda edición. Sevilla: Imprenta de E. Rasco, 1886. En 8.º mayor.

Adiciones y correcciones á los hijos de Sevilla, ilustres en santidad, letras, armas, artes y dignidad de D. Fermín Arana de Varflora, por D. Justino Matute y Gaviria. Las da á luz por primera vez escritas, el Excmo. Sr. D. Juan Pérez de Guzmán y Bozas, Duque de T'Serclaes. Año 1886. Sevilla: Oficina tipográfica de E. Rasco. En 8.º mayor.

Relación de la cacería dada en el Bosque de Doña Ana á Felipe IV   —252→   por D. Manuel Alonso Pérez de Guzmán el Bueno, VIII Duque de Medina Sidonia. Sevilla: En la oficina de Enrique Rasco. Año de MDCCCLXXXVII. En 8.º mayor.

Excmo. Sr. D. José María López. Una fotografía del Convento de religiosas carmelitas de Écija.

Sr. D. Luís Jiménez de la Llave. Calco de una inscripción romana inédita, hallada recientemente en Córdoba.

Sres. D. Modesto Navarro y D. Pedro Alcántara Berenguer. Notas de historia militar, arregladas al Programa formado y aprobado por la Dirección de Instrucción militar para la enseñanza de dicha asignatura en la Academia general, por M. Navarro y P. A. Berenguer. Tomos I-II. Toledo: Imprenta y Librería de Fando y Hermano, 1886. En 8.º

Sr. D. Juan Ortega Rubio. Investigaciones acerca de la Historia de Valladolid, por D. Juan Ortega Rubio. Valladolid: Imprenta y librería nacional y extranjera de H. Rodríguez, 1887. En 8.º

Historia de Valladolid, por Juan Antolínez de Burgos, publicada, corregida, anotada y adicionada con una advertencia, por D. Juan Ortega y Rubio. Valladolid: Imprenta y librería nacional y extranjera de los hijos de Rodríguez, 1887. En 8.º

Noticia de casos particulares ocurridos en la ciudad de Valladolid, año 1808 y siguientes. Obra publicada, corregida y adicionada con un prólogo por D. Juan Ortega y Rubio. Valladolid: Imprenta nacional y extranjera de los hijos de Rodríguez, 1887. En 8.º

Sr. D. José Arántegui y Sanz. Apuntes históricos sobre la artillería española en los siglos XIV y XV, por el comandante de ejército capitán de artillería D. José Arántegui y Sanz. Primera edición. Madrid: Establecimiento tipográfico de Fortanet, 1887. En 8.º mayor.

Sres. D. Carlos Roma du Bocage y D. Nicolás de Goyri. Estudios de Historia patria. Origem do Condado de Portugal. Memoria apresentada a Academia Real das Sciencias de Lisboa por Carlos Roma du Bocage e Don Nicolas de Goyri. Lisboa: Typographia da Academia Real das Sciencias, 1887. En folio.

Sr. D. José Benavides Checa. Album illustratum autographorum, facsimilia compleotens summi Pontificis Pii IX ordini que hierarchico   —253→   omnium Emm. ac Rever. Patrum Oecumenici Concilii I. Vaticani, die signata. Cum appendicibus officiorum ipsimet Concilio spectantium et eorundem Patrum juxta Nationes Status Ritus ac Titula Tabularum. Mediolani, MDCCCLXX. En folio.

Antikaria. Roma, 1887. Tipografia della Pace di Filippo Cuggiani. En 8.º mayor.




De correspondientes extranjeros

Sr. Gaudencio Claretta. Notizie aneddotiche sul matrimonio della Regina di Spagna Luisa Maria Gabriella di Savoia e sulla Principessa Orsini. En 8.º mayor.

Extratto dal Giornale Ligustico. Fasc. VII, VIII, anno 1887.

Sr. Réveillé de Beauregard.-Promenade dans la Vallée de Roquefavour par Réveillé de Beauregard, Aix. Imprimerie J. Nicot, 1887. En 8.º mayor.

Sr. Emilio Taillebois. Quelques mots sur le nom de Néhe que porte la fontaine chaude de Dax, par M. Emile Taillebois. Dax: Imprimerie typographique, J. Justère, 1887. En 8.º mayor.

Sr. D. Evaristo Fombona. Memoria en prosa acerca de la influencia del descubrimiento del nuevo continente en la prosperidad ó decadencia de la nación española. En 8.º

Sr. Ambrosio Tardieu. Alger tel qu'il est (1887) par Ambroise Tardieu. Le Puy: Typographie de Marchesson Fils, 1887. En folio.

Sr. D. Miguel Luís Amunátegui. Acentuaciones viciosas. Memoria presentada á la Universidad de Chile por Miguel Amunátegui. Santiago de Chile: Imprenta Nacional, 1887. En 4.º

Sr. E. Teza. Il sacco di Roma. Versi spagnuoli pubblicati da E. Teza. Roma: Forzani e C. tip. del Senato, 1887. En 8.º

Sr. Dr. E. T. Hamy. Notice sur une Mappe monde portugaise anonyme de 1502 recémment découverte à Londres par le Dr. E. T. Hamy. Angers. Imp. Burdin et Cie, 1887. En 8.º mayor.

Note sur la Mappemonde de Diego Ribero (1529), conservée au Musée de la Propagande de Rome par le Dr. E.-T.-Hamy. Angers: Imp. Burdin et Cie, 1887. En 8.º mayor.

Sr. Dr. David Kaufmann. Études d'archéologie juive et chrétienne par   —254→   le Dr. David Kaufmann. Première série. Versailles: Imprimerie Cerf et Fils, 1887. En 8.º mayor.

Sr. D. Rodolfo Beer. La fotografía de una hoja de un palimpsesto que se halla en un códice de la Biblioteca de la catedral de León, y contiene el más antiguo ejemplar que hasta hoy se conoce de la Lex romana Wisigothorum, conocida vulgarmente con el nombre de Breviario ele Aniano.

Un artículo acerca de dicho monumento, publicado por el mismo Sr. Beer en La Estafeta de León.

Un número del Carbayón, diario asturiano, con un artículo del Sr. Canella sobre lo mismo.

Sr. Gabriel Marcel. Factum du procès entre Jean de Biencourt, seigneur de Poutrincourt et les Pères Biard et Massé Jésuites, publié avec une introduction par Gabriel Marcel. Achevé d'imprimer le 20 avril 1887 par G. Jacob, imprimeur à Orléans pour Maisonneuve et C h. Leclerc libraires éditeurs à Paris. En 8.º mayor.

Sr. Dr. Daniel G. Brinton. The Library of Aboriginal American Literature edited and published by Daniel G. Brinton. Catálogo. En 8.º

Brinton: Library of Aboriginal American Literature. Number VII. Ancient Nahuatl Poetry containing the nahualt texte of XXVII ancient mexican poems, with a translation, introduction, notes and vocabulary. By Daniel G. Brinton. Philadelphia: D. G. Brinton, 1887. En 8.º mayor.

A Review of the Data for the Study of the prehistoric chronology of America. Address by Daniel G. Brinton. Printed at the Salem Press, 1887. En 8.º

Were the Toltecs an Historic Nationality? By Daniel G. Brinton. Read before the American Philosophical Society. Sept., 2, 1887. Press of Maccalla and Company, 1887. En 8.º mayor.

Sr. D. Carlos E. Putnam. Una fotografía de varios ídolos de oro, descubiertos en el año 1886, á orillas de la laguna de Puatativa en una desierta llanura á varias leguas de Bogotá y habitada en tiempos antiguos por el pueblo muisco.



  —255→  
Del Gobierno de la Nación

Ministerio de Fomento.

Presupuesto del Ministerio de Fomento para el año económico de 1887-88. Madrid: Establecimiento tipográfico «Sucesores de Rivadeneyra», 1887. En folio.

Presupuesto de 1885-86. Balance general de créditos y gastos y monografías consideradas bajo su parte económica de todas las obras y servicios durante el expresado ejercicio en los ramos de Instrucción pública, Agricultura, Industria y Comercio y Obras públicas. Madrid: Tipografía de L. Peant é hijos, 1887. En folio.

Dirección general de Instrucción pública. Bibliotheca Arabico-Hispana. Tomus V. Complementum libri Assilah (Dictionarium biographicum) ab Aben Al-Abbar scriptum; partem, quae superest, ad fidem Codicis Escurialensis arabice nunc primum edidit, indicibus additis, Franciscus Codera et Zaidin. Volumen I. Matriti: Apud Iosephum de Rojas MDCCCLXXXVII. En 8.º mayor.

Historia de la ciudad de Carmona desde los tiempos más remotos hasta el reinado de Carlos I, por D. Manuel Fernández y López. Sevilla: Imprenta y litografía de Gironés y Orduña, 1886. En 8.º mayor.

Asturias monumental, epigráfica y diplomática; datos para la historia de la provincia, por D. Ciriaco Miguel Vigil. Texto. Láminas. Oviedo: Imprenta del Hospicio provincial, á cargo de Facundo Valdés, 1887. Dos tomos. En folio.

Historia de las traslaciones milagrosas de la Santa Casa de Loreto, compuesta por el Rdo. P. Fr. Lorenzo de Mollina. Madrid: Imprenta de J. López Camacho. En 8.º

Noticias y documentos para la Historia de Baeza, por D. Fernando de Cozar Martínez. Jaen: Establecimiento tipográfico de los Sres. Rubio, 1884. En folio.

M. Villar y Macías, Historia de Salamanca. Tomos I-III. Salamanca: Imprenta de Francisco Núñez Izquierdo, 1887. En 8.º mayor.

Estudios históricos-arqueológicos sobre Iluro, antigua ciudad de la España Tarraconense, Región Layetana, por D. José María Pellicer   —256→   y Pagés. Fascículo I-III. Mataró: Establecimiento tipográfico de Feliciano Horta, MDCCCLXXXVII. En 4.º

Memoria sobre los usos y costumbres de los indígenas indios en las Islas Filipinas, mandadas redactar por el jefe intérprete de aquellos, Ismael Alzate.

Dirección general de Agricultura, Industria y Comercio. Estadística de la producción de los montes públicos en los años de 1875-1880, presentada al Excmo. Sr. Ministro de Fomento por la Dirección general de Agricultura, Industria y Comercio. Madrid: Manuel Minuesa de los Ríos, impresor, 1887. En folio.

Dirección general de Obras públicas. Memoria sobre el estado de las carreteras en el año 1885, presentada al Excmo. Sr. Ministro de Fomento por el Excmo. Sr. D. José Gallego Díaz, Director general de Obras públicas. Madrid: Tipo-litografía de L. Peant é hijos, 1887. En folio.

Memorias sobre las obras públicas desde 1.º de Enero á 31 de Diciembre de 1884. Comprende la parte primera: asuntos generales, personal y varios asuntos; y la parte segunda: puertos, faros, boyas, valizas, ríos, canales y aprovechamientos de aguas, presentada al Excmo. Sr. Ministro de Fomento por el Director general de Obras públicas. Madrid: Tipo-litografía de L. Peant é hijos, 1887. En folio.

Dirección general de Aduanas. Estadística general del comercio de cabotaje entre los puertos de la Península é Islas Baleares en 1886, formada por la Dirección general de Aduanas. Madrid: Establecimiento tipográfico de Lucas Polo, 1887. En folio.

Junta de Aranceles y de Valoraciones. Suplemento á las Memorias comerciales redactadas por los Cónsules de España en el extranjero y publicadas por la Junta de Aranceles y de valoraciones, números 109-119. 7 de Julio-7 de Diciembre de 1887. Año V. Madrid, 1887: Imprenta del «Boletín de obras públicas. En 4.º




De Gobiernos extranjeros

Ministerio de la Guerra de los Estados-Unidos de América. The War of the Rebellion. A compilation of the Official Records of the   —257→   Union and confederate armies. Prepared under the direction of the Secretary of War, Lieut. Col. Robert N. Scott, Third U. S. Artillery, Published pursuant to act of Congress approved June 16, 1880. Serie I. Volume XVIII. Washington: Government Printing office, 1887. En 8.º mayor.

Sr. Cónsul general de la República de Chile. Guerra del Pacífico. Recopilación completa de todos los documentos oficiales, correspondencias y demás publicaciones referentes á la guerra que ha dado á luz la prensa de Chile, Perú y Bolivia, conteniendo documentos inéditos de importancia. Por Pascual Ahumada Moreno. Tomos I-III. Valparaíso: Imprenta del Progreso, 1885. Nemesio Marambio; Imprenta y litografía Americana de Federico T. Lathrop, 1886-1887. En folio.

Oficina de Estadística de Buenos-Aires. Municipalidad de la Capital. Boletín mensual de Estadística municipal. Publicación iniciada bajo la administración del Sr. Intendente D. Torcuato de Alvear, dirigida por Florentino M. García. Año I. Abril-Setiembre, 1887. Buenos-Aires: Imprenta Europea. Moreno Esquina de Defensa, 1887. En 8.º mayor.




De Academias y Corporaciones nacionales

Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Boletín de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Año VII, 1887. Mayo-Setiembre. Madrid: Imprenta y fundición de M. Tello. En 8.º mayor.

Real Academia de Ciencias exactas, físicas y naturales. Revista de los progresos de las ciencias exactas, físicas y naturales. Tomo XXII, número 4.º Madrid: Imprenta de la viuda é hijos de D. E. Aguado, 1887. En 8.º

Memorias de la Real Academia de ciencias exactas, físicas y naturales de Madrid. Tomo XIII. Parte primera. Madrid: Imprenta de la viuda é hijos de D. Eusebio Aguado, 1887. En 8.º mayor.

Real Academia de Ciencias morales y políticas. El crédito agrícola. Discursos leídos ante la Real Academia de Ciencias morales y políticas en la recepción pública del Excmo. Sr. D. Eugenio Montero   —258→   Ríos, el domingo 26 de Junio de 1887. Madrid: Tipografía de Manuel G. Hernández, 1887. En 8.º mayor.

Real Academia de Medicina. Discursos leídos en la Real Academia de Medicina para la recepción pública del académico electo D. Angel Fernández Caro el día 13 de Noviembre de 1887. Madrid: Imprenta de Celestino de Apaolaza, 1887. En 4.º

Discursos leídos en la Real Academia de Medicina para la recepción pública del académico electo D. Santiago de la Villa y Martín, el día 18 de Diciembre de 1887. Madrid, 1887: Establecimiento tipográfico de Manuel Minuesa. En 4.º

Real Academia de Buenas Letras de Barcelona. Memorias de la Real Academia de Buenas Letras de Barcelona. Tomo IV. Barcelona: Imprenta de Jaime Jepús, 1887. En 8.º mayor.

Academia Gaditana de Ciencias y Artes. Certamen científico-artístico-literario en 1887. Programa. Revista médica. En folio.

Academia provincial de Bellas Artes de la Purísima Concepción de Valladolid. Junta pública celebrada el día 9 de Octubre de 1887.

Memoria de sus trabajos por el académico Secretario general, doctor D. Francisco López Gómez.

Distribución de premios ordinarios y extraordinarios.

Discurso leído por el Sr. D. Gervasio Fournier González, académico de número. Valladolid: Imprenta, librería nacional y extranjera de los Hijos de Rodríguez, 1887. En 4.º

Asociación catalanista de excursiones científicas. Memorias de la Associació catalanista d'excursións cientificas ilustradas ab grabats y acompanyadas d'indices analitichs. Volum. III, 1879. Barcelona: Tipografía de Jaume Jepús, 1887. En 8.º

L'Excursionista. Bolletí mensual de la Associació Catalanista d'excursions cientificas. Any X, Barcelona 31 de Maig, 30 de Juny de 1887; números 103-104, 31 de Agosto, 3 de Octubre; números 106-108 (falta el número 105, correspondiente á Julio). Imprenta de la Renaixensa. En 8.º

Asociación de excursiones catalana. Butlletí mensual de la Associació d'excursions catalana. Any X, núm. 103. Abril, Maig, Juny, Juliol, Agost y Setembre de 1887. Barcelona: Imprenta dels successors de N. Ramírez y C.ª En 8.º

Asociación de arquitectos de Cataluña. Monasterio de San Benito de   —259→   Bages. Memoria descriptiva, por D. Jaime Gustá Bondía, leída en la excursión hecha al monasterio por la Asociación en 17 de Octubre de 1886. Barcelona: Tipografía de Fidel Giró, 1887. En 8.º

Asociación literaria de Gerona. Certamen de 1887. Año décimosexto de su instalación. Programa. Gerona: Imp. y Lib. P. Torres. En 8.º

Asociación para la enseñanza de la mujer. Plan de estudios para el curso de 1887 á 1888. Madrid, 1887: Imprenta y estereotipia de El Liberal. En 8.º

Ateneo científico y literario de Madrid. Discurso leído por el Excelentísimo Sr. D. Gaspar Núñez de Arce el día 3 de Diciembre de 1887 en el Ateneo científico y literario de Madrid, con motivo de la apertura de sus cátedras. Madrid: Est. tip. Sucesores de Rivadeneyra, 1887. En 8.º mayor.

Ayuntamiento de Utrera. Descripción de Utrera, fundación y adorno de sus templos, y hazañas gloriosas de sus hijos. Su autor, Don Juan del Río Sotomayor y Gutiérrez. Sevilla: en la oficina de El Orden, 1887. En 8.º

Biblioteca Nacional. Biblioteca del Bascófilo. Ensayo de un catálogo general sistemático y crítico de las obras referentes á las provincias de Vizcaya, Guipúzcoa, Alava y Navarra, por D. Angel Allende Salazar. Obra premiada por la Biblioteca Nacional en el concurso público de 1887. Madrid: Imprenta y fundición de Manuel Tello, 1887. En 4.º

Colegio de Agustinos de Valladolid. La ciudad de Dios. Revista Agustiniana dedicada al Santo obispo de Hipona. 2.ª época. Año VII. Volumen XIV, números I-XI. 5 de Julio. 5 de Diciembre de 1887. Valladolid: Imprenta y librería de Luís N. de Gaviria, 1887. En 8.º

Comisión del mapa geológico de España. Boletín de la Comisión del mapa geológico de España. Tomo XII, cuaderno 2.º Madrid: Imprenta y fundición de Manuel Tello, 1885. En 4.º

Diputación provincial de Guipúzcoa. Índice de los documentos y papeles del Archivo general de la M. N. y M L. provincia de Guipúzcoa, existente en la iglesia parroquial de Santa María de la M. N. L. y V. villa de Tolosa. San Sebastián: Imprenta de la Provincia, 1887. En folio.

  —260→  

Dirección general de Ingenieros del ejército. Memorial de Ingenieros del ejército. Año XIII. Tercera época. Tomo IV. Números XIII, XVII, XXIV. 1.º de Julio, 15 de Diciembre de 1887. (Falta el número XIX, correspondiente al 30 de Setiembre.) Madrid: Imprenta del Memorial de Ingenieros, 1887. En 8.º mayor.

Dirección de Hidrografía. Revista general de Marina. Tomo XXI, cuadernos 1.º-6.º, Julio-Diciembre 1887. Madrid: Est. tip. de Fortanet. En 8.º

Revista general de Marina. Segunda serie. Años 1882-1887. Índice general que comprende los tomos XI al XX. Madrid: Imprenta de Fortanet. En 8.º

Escuela central de Artes y Oficios. Memoria leída por el director de la Escuela central de Artes y Oficios, D. Serafín Martínez del Rincón y Zirés en la solemne inauguración del curso de 1887 á 1888. Madrid: Imprenta y fundición de Manuel Tello, 1887. En 4.º

Institución libre de Enseñanza. Boletín de la Institución libre de Enseñanza. Año XI. Madrid, 15 de Junio-30 de Noviembre de 1887, números 248-259. (Falta el núm. 258, correspondiente al 15 de Noviembre. Madrid: Imprenta de Fortanet.) En 8.º mayor.

Instituto provincial de Cádiz. Memoria del Instituto provincial de Cádiz, perteneciente al año académico de 1885 á 1886, escrita en cumplimiento de las disposiciones vigentes por D. Angel Díaz Romerosa, catedrático y secretario del mismo. Cádiz: Imprenta de la Revista Médica, de D. Federico Foly, 1887. En 8.º

Real Sociedad Económica Filipina de Amigos del País. Resumen de las tareas de la Real Sociedad Económica filipina de Amigos del País durante el período de 1881 á 1885, por el socio secretario D. Arturo de Malibrán y Martinón. Manila: Establecimiento tipo-litográfico de M. Pérez, Hijo, 1886. En 8.º

Sociedad Geográfica de Madrid. Boletin de la Sociedad Geográfica de Madrid. Tomo XXII, números 3.º-6.º Marzo-Junio 1887. Tomo XXIII, números 1.º y 2.º Julio y Agosto 1887. Madrid: Imprenta de Fortanet, 1887. En 8.º mayor.

Índice de los 20 primeros tomos del Boletin de la Sociedad Geográfica de Madrid, que comprenden el segundo semestre de 1876, los años 1877 á 1885, ambos inclusive, y el primer semestre de 1886. Madrid: Imprenta de Fortanet, 1887. En 8.º mayor.

  —261→  

Sociedad española de Geografía comercial. Revista de Geografía comercial, órgano de la Sociedad española de Geografía comercial (antes de Africanistas y Colonistas), números 38-47, 31 de Mayo-19 de Octubre de 1887. Madrid: Establecimiento tipográfico de El Progreso Editorial.

Sociedad española de Salvamento de náufragos. Boletín. 1.º Junio-1.º Noviembre 1887. Año 3.º, números XXVIII-XXXII. (Falta el número XXXI, correspondiente á Octubre.) Imprenta y estereotipia de El Liberal. En folio.

Universidad Central. Memoria estadística del curso de 1885 á 1886 y Anuario de 1886-87, que se publica con arreglo á la instrucción 47 de las aprobadas por la Real orden de 15 de Agosto de 1887. Madrid: Tipografía de Gregorio Estrada, 1887. En 4.º

Discurso leído en la Universidad Central en la solemne inauguración del curso académico de 1887 á 1888 por el doctor D. José R. Carracido, catedrático de la Facultad de Farmacia. Madrid: Tipografía de Gregorio Estrada, 1887. En 4.º

Universidad literaria de Granada. Discurso pronunciado en la Universidad literaria de Granada en la solemne apertura del curso de 1886 á 1887 por el doctor D. Antonio González Garbín, catedrático de Literatura clásica, griega y latina. Granada: Imprenta de Indalecio Ventura Sabatel, 1886. En 4.º

Del progreso en cirugía, discurso leído en la solemne inauguración del año académico de 1887 á 1888 en la Universidad literaria de Granada por D. José Godoy y Rico, catedrático por oposición de la Facultad de Medicina. Granada: Imprenta de Indalecio Ventura Sabatel, 1887. En 4.º

Universidad literaria de Oviedo. Discurso leído en la solemne apertura del curso académico de 1887 á 1888 por el doctor D. José M. Rogelio Jove y Bravo, catedrático numerario de Derecho político y administrativo. Oviedo: Imp. de Vicente Brid, 1887. En 4.º

Universidad literaria de Salamanca. Memoria sobre el estado de la instrucción en esta Universidad y establecimientos de enseñanza de su distrito, correspondiente al curso académico de 1885 á 1886. Anuario para el de 1886 á 1887. Variedades. Salamanca: Imprenta de Jacinto Hidalgo, 1886. En 4.º

Discurso leído en la Universidad de Salamanca en la solemne apertura   —262→   del curso académico de 1887 á 1888, por el Dr. D. Juan Pablo Pérez de Lara, catedrático numerario de la Facultad de Derecho. Salamanca: Imprenta de Francisco Núñez Izquierdo, 1887. En 4.º

Universidad literaria de Sevilla. Discurso inaugural, leído en la solemne apertura de la Universidad literaria de Sevilla el dia 1.º de Octubre de 1887, por el Dr. D. Prudencio Mudarra y Párraga, Marqués de Campo Ameno, catedrático por oposición de literatura general y literatura española. Sevilla: Imprenta y litografía de José María Ariza, 1887. En 4.º

Universidad literaria de Valladolid. Discurso inaugural, leído en la Universidad literaria de Valladolid, por el Dr. en ciencias físico-químicas D. Santiago Bonilla Mirat, catedrático por oposición de Química general, en la solemne apertura del curso de 1887 á 1888. Valladolid: Imprenta, heliografía, taller de fotograbado y librería de Luís N. de Gaviria, 1887. En 4.º

Universidad de Zaragoza. Discurso leído en el solemne acto de apertura del curso académico de 1887 á 1888, en la Universidad de Zaragoza, por el Dr. D. Bruno Solano y Torres, catedrático y decano de la facultad de Ciencias. Zaragoza: Imprenta de C. Ariño, 1887. En 4.º




De Academias y Corporaciones extranjeras

Real Academia de Ciencias de Baviera. Litzungsberichte der philosophisch philologischen und historischen Classe der K. b. Akademie der Wissenschaften zu München. 1885. Heft IV, 1886, Heft I. München: Akademische Buchdruckerei von F. Straub., 1886. En 8.º mayor.

Inhaltsverzeichniss der Sitzungsberichte der philosophisch philologischen und historischen Classe der K. b. Akademie der Wissenschaften. Jahrgang, 1871 á 1885. München: Akademische Buchdruckerei von F. Straub., 1886. En 8.º mayor.

Abhandlungen der historischen Classe der Koniglich Bayerischen Akademie der Wissenschaften. Band XVII. Abtheilung 3. München: 1886. Akademische Buchdruckerei von F. Straub. En 4.º

  —263→  

Zum Begriff und Wesen der romischen Provinz. Festrede zur Vorleier des Allerhöchsten Geburts-Namensfestes Seiner Majestat des Konigs Ludwig II gehalten in der öffentlichen Sitzung der K. Akademie der Wissenschaften zu Müncheman 25 Juli 1885, von Alois von Brinz. München, 1885. Akademische Buchdruckerei von F. Straub. En 4.º

Academia Real de Ciencias, Letras y Bellas Artes de Bélgica. Table chronologique de chartes et diplômes imprimés concernant l'Histoire de la Belgique par Alphonse Wauters. Tome septième. Première partie. Bruxelles, F. Hayez, 1885. En folio.

Mémoires de l'Académie Royale des Sciences, des lettres et des beaux-arts de Belgique. Tome XLVI. Bruxelles: F. Hayez, 1886. En 4.º

Mémoires couronnés et Mémoires des savants étrangers publiées par l'Académie Royale des Sciences, des lettres et des beaux-arts de Belgique. Tomes XLVII, XLVIII. Bruxelles: F. Hayez, 1886. En 4.º

Mémoires couronnés et autres Mémoires publiées par l'Académie Royale des Sciences, des lettres et des beaux-arts de Belgique. Collection in 8.º Tomes XXXVII, XXXVIII, XXXIX. Bruxelles: F. Hayez, 1886. En 8.º

Bulletins de l'Académie Royale des Sciences, des lettres et des beaux-arts de Belgique. 3ème serie. Tomes IX, X, XI, XII. Bruxelles: F. Hayez, 1885, 1886. En 4.º

Annuaire de l'Académie Royale des Sciences, des lettres et des beaux-arts de Belgique, 1886 et 1887. Bruxelles: chez F. Hayez. MDCCCLXXXVI, MDCCCLXXXVII. En 12.º

Académie Royale des Sciences, des lettres et des beaux-arts de Belgique. Notices biographiques et bibliographiques concernant les membres, les correspondants et les associés, 1886. Bruxelles: F. Hayez, 1887. En 12.º

Catalogue des livres de la Bibliothèque de l'Académie Royale des Sciences, des lettres et beaux-arts de Belgique. Première, seconde partie. Bruxelles: F. Hayez, 1881, 1883, 1887. Tres tomos en 8.º

Académie Royale de Belgique. Compte-rendu des séances de la Commision Royale d'Histoire, ou Recueil de ses Bulletins, 4e série, tome XII (4e, 5e, 6e et 7e bulletin); tome XIII, (1er, 2e, 3e, 4e bulletin); tome XIV, (1 bulletin), Bruxelles: F. Hayez, 1885, 1886, 1887. En 8.º

  —264→  

Collection de chroniques belges inédites. Siete volúmenes en 4.º

Mémoire du Légat Unufrius sur les affaires de Liége (1468), publiée par M. Stanislas Bormans. Bruxelles: F. Hayez, 1885. En 8.º

Biographie nationale publiée par l'Académie Royale des Sciences, des lettres et des beaux-arts de Belgique. Tome VIII (3er fascicule); tome IX (1er et 2e fascicule). Bruxelles: Bruylant-Christophe et Cie, 1885, 1885-1886, 1886-1887. En 8.º

Real Academia Irlandesa. Proceedings of the Royal Irish Academy Science. Serie II, vol. IV. January, July, 2884, números 1, 2; January, July 1885, números 3, 4; July, 1886, núm. 5; Polite literature and antiquities, serie II, vol. IV; January, 1885, 1886, números 6, 7. Dublin: Printed by Ponsonby & Weldrick. En 8.º mayor.

The Transactions of the Royal Irish Academy. Volume XXVIII, Science XV-XXV (April 1884, November 1886). Volume XXVII, Polite literature and antiquities, VI-VIII, (December 1885, November 1886). Dublin: 1884, 1885, 1886. Printed by Ponsonby & Weldrick. En folio.

Royal Irish Academy «Cunningham memoirs.» July 1886, nº II. The Lumbar Curve in man and the apes, with an account of the topographical anatomy of the Chimpanzee, Orang-Utan, and Gibbon by D. J. Cunningham. December, 1886, n. III. New Researches on Sunheat, terrestrial radiation, etc. by Rev. Samuel Haughton. Dublin: 1886. Printed by Ponsonby and Weldrick. En folio.

Todd lecture series Vol II, Part I, Irish Lexicography. An Introductory Lecture. By Robert Atkeinson. Dublin: 1886. Printed by Ponsonby & Weldrick. En 8.º mayor.

Real Academia de los Linces. Atti della Reale Accademia dei Lincei. Anno CCLXXXIV. 1887. Serie quarta. Rendiconti pubblicati per cura dei Segretari. Volume III. Fascicoli 10.º 13.º (1.º semestre). Fascicolo 1.º, 2.º, 3.º, 4.º, 5.º (2.º semestre). Roma: Tipografia della Reale Accademia dei Lincei, Proprietà del Cav. V. Salirucci. 1887. En folio.

Atti della R. Accademia dei Lincei. Anno CCCLXXXIII, 1885-86. Serie quarta. Classe di scienze morali, storiche e filologiche. Volume II. Parte 2.ª Notizie degli Scavi. Gennaio. Decembre. Indice   —265→   topografico per l'anno 1886. Roma: Tipografia della R. Accademia dei Lincei, 1886. En folio.

Academia Real de Ciencias de Lisboa. Historia dos estabelecimentos scientificos, litterarios e artisticos de Portugal, nos successivos reinados da monarchia por Jose Silvestre Ribeiro. Tomo XV. Lisboa: Typographia da Academia Real das Sciencias, 1887. En 8.º mayor.

Real Academia de Ciencias, Letras y Artes de Luca. Atti della Reale Accademia Lucchese di scienze, lettere ed arti. Tomo XXIV. Luca: Della tipografia Giusti, MDCCCLXXXVI. En 8.º mayor.

Real Academia de Ciencias de Prusia. Sitzungsberichte der Königlich Preussischen Akademie der Wissenschaften zu Berlin XL-LII, 22 October. 17 December 1885. I-LIII 7 Januar. 16 December 1886. I-XVIII, 6 Januar. 31 Marz 1887. Berlin 1885, 1886, 1887. Verlag der Königlichen: Akademie der Wissenschaften. En 8.º mayor.

Sitzungsberichte der Königlich Preussischen Academie der Wissenschaften zu Berlin Jahrgang, 1886. Erster halbband Januar bis Mai. Berlin, 1886: Verlag der Königlichen Akademie der Wissenschaften. En 8.º mayor.

Philosophische und historische Abhandlungen der Königlischen Akademie der Wissenschaften zu Berlin. Ausdem Jahre, 1885. Berlin: Verlag der Königlichen Academie der Wissenschaften, 1886. En 4.º

Paphlagonische Felsengräber. Ein Beitrag zur kunstgeschichte Kleinasiens. Von Gustav Hirschfeld, Professor in Königsberg. En 4.º

Politische correspondez Friedrichs des Grossen, XIV, Band. Berlin: Verlag von Alexander Duncker, 1886. En 8.º mayor.

Academia imperial de Ciencias de San Petersburgo. Mémoires de l'Académie Impériale des Sciences de St. Pétersbourg. VIIe série. Tome XXXII, n. 14-18 et dernier. Tome XXXIII, n. 1-8 et dernier. Tome XXXIV, n. 1-13 et dernier. Tome XXXV, n. 1. St. Pétersbourg, 1885, 1886, 1877: Imprimerie de l'Académie Impériale des Sciences de St. Pétersbourg. Tome XXX, n. 24. Tome XXXI, n. 1-3. St. Pétersbourg, Septembre 1885. Décembre 1886: Imprimerie de l'Academie Impériale des Sciences. En folio.

Real Academia de Bellas Letras, Historia y Antigüedades de Stokolmo. Kongl. Witterhets Historie och Antiquitets Akademiens   —266→   Manadsblad (Cuaderno 15). Med 29 figurer, 1886. Stockholm: Paº Akademiens Forlag, 1886-1887. En 8.º mayor.

Real Academia de Ciencias de Turín. Memorie della Reale Accademia delle Scienze di Torino. Serie seconda. Tomo XXXVII. Torino: Stamperia Reale: MDCCCLXXXVI. En folio.

Atti della R. Accademia delle Scienze di Torino pubblicati dagli Accademici Segretari delle due classi. Vol. XX, Disp. 7.ª 8.ª (Maggio, Giugno, 1885). Vol. XXI. Disp. 3.ª 4.ª (Febbraio, Marzo, 1886). Vol. XXII, Disp. 12.ª e 13.ª, 14.ª, 15.ª, 1886-87. Torino. En 8.º

Bollettino dell' Osservatorio della Regia Università di Torino. Anno XIX (1884). Anno XXI (1886). Torino: Stamperia Reale. Paravia. En 4.º apaisado.

L' Ottica di Claudio Tolomeo da Eugenio ammiraglio di Sicilia Scritore del secolo XII, ridotta in latino sovra la traduzione araba di un testo greco imperfetto, ora per la prima volta conforme a un codice della Biblioteca Ambrosiana per deliberazione della R. Accademia delle Scienze di Torino, pubblicata da Gilberto Govi, socio della stessa Accademia. Torino: Stamperia Reale della ditta G. B. Paravia ec 1885. En 8.º mayor.

Academia Imperial de Ciencias de Viena. Sitzungsberichte der Philosophisch-historischen classe der Kaiserlichen Akademie der Wissenschaften. CVII Band. I, II Heft. CVIII Band. I, II, III Heft. CIX Band. I, II Heft. ex Band. I, II Heft. CXI Band. I, II Heft. Wien, 1884, 1885, 1886: Druck von Adolf Holzhausen. En 8.º

Register zu den Banden 101 bis, 110 der Sitzungsberichte der philosophisch historischen classe der Kaiserlichen Akademie der Wissenschaften, XI. Wien, 1886: Druck von Adolf Holzhausen. En 8.º mayor.

Denkschriften der Kaiserlichen Akademie der Wisenschaften. Philosophisch historische classe XXX Band. Wien, 1885: Druck von Adolf Holzhausen. En folio.

Archiv für österreichische Geschichte, Herausgegeben von der zu Pflege vaterländischer Geschichte aufgestellten Commission der Kaiserlichen Akademie der Wissenschaften. LXVI, LXVII Band, Erste Zweite Hälfte. LXVIII Band, Erste Hälfte. Wien, 1885, 1886: Druck von Adolf Holzhausen. En 8.º mayor.

  —267→  

Fontes rerum austriacarum, österreichische Geschichts-Quellen. Herausgegeben von der Historischen Commission der Kaiserlichen Akademie der Wissenschaften in Wien. Zweite Abtheilung. Diplomataria et acta. XLIV Band. Wien, 1885: Druck ven Adolf Holzhausen. En 8.º mayor.

Biblioteca Nacional Central de Florencia. Bollettino delle pubblicazioni italiane ricevute per diritto di stampa, 1887. Números 36, 41, 44, 47; 30 Junio, 15 Setiembre, 31 Octubre, 15 Diciembre. Firenze: Coitipi dei Successori Le Monnier, 1887. En 8.º mayor.

Indici e cataloghi IV. I Codici Palatini della R. Biblioteca Nazionale Centrale di Firenze. Vol. I Fasc. 6. En 8.º mayor.

Instituto Canadiense. Proceedings of the Canadian Institute, Toronto. Third series. Vol. IV, 1885-86. Fasciculus n. 1. October, 1887. Toronto Printed: The Copp dask Company, 1887. En 8.º mayor.

Instituto Smithsoniano. Annual Report of the Regents of the Smithsonian Institution showing the operacions, expenditures and condition of the Institution to July, 1885. Part I. Washington printing office, 1886. En 8.º mayor.

Smithsonian Miscellaneous Collections. Vol. XXVIII, XIX, XXX. Philadelphia: Collins, Printed. Washington: Stereotyped and Printed By Judo & Detweiler, 1887. En 8.º mayor.

Fourth annual Report of the Bureau of Ethnology to the Secretary of the Smithsonian Institution, 1882-83. By J. W. Powell, Director. Washington: Government printing office, 1886. En folio.

Oficina de educacion de Washington. Circulars of information of the Bureau of education n. 1, 2, 1887. Washington: Government printing office, 1887. En 8.º mayor.

Regia Diputación véneta sobre los estudios de la Historia patria. Archivo véneto. Nuova serie. Anno XVII. Tomo XXXIII. Parte II. Tomo XXXIV. Parte I. Venezia: Stabilimento tip. Fratelli Visentini, 1887. En 8.º mayor.

Sociedad de Anticuarios del Oest. Bulletins de la Société des Antiquaires de l'Ouest. Premier, 1, Deuxième, Troisième trimestre de 1887. Poitiers: Imp. Gen. de l'Ouest (Blais, Roy et Cie.) En 8.º mayor.

Sociedad de Geografía de Francia. Compte-rendu des séances de la Commission centrale, paraissant deux fois par moi. Séances du   —268→   17 juin et 4 novembre 1887, n. 12, 13. Bourloton: Imprimeries réunies. En 8.º mayor.

Bulletin de la Société de Géographie rédigé avec le concours de la section de publication par les Secrétaires de la Commission centrale. Septième série, tome VIII; 1er, 2e, 3er trimestre, 1887. Bourloton: Imprimeries réunies. En 8.º mayor.

Real Sociedad Histórica. England and Napoleon in 1803. Being the Despatches of lord Witworth and others now first printed from the originals in the record office, edited for the Royal Historical Society by Oscar Browning. Lond: Printed by Spottiswoode and Co., 1887. En 8.º

Sociedad Histórica de Pensilvania. Pensylvania Magazine of History and Biography. N. 1, 3 y 4 of Vol. X, April, October, 1886; Jannuary, 1887. Philadelphia: Printed by J. B. Lippincott Company, 1886, 1887. En 8.º

Sociedad numismática y Anticuaria de Filadelfia. Report of the proceedings of the numismatic and antiquarian Society of Philadelphia of the year 1886. Philadelphia: Printed by Meca-lla & Stavely, 1887. En 4.º

Sociedad Histórica de Utrech. Werken witgegeven door het Historisch Genootschap, gevestigd te Utrecht. Nieuwe serie, n. 40, 41, 42. Utrecht: Kemink. & Zoon, 1885. En 8.º mayor.

Bydragen en Mededeeling van het Historisch Genootchap, gevestigd te Utrecht, IX Deel. Utrecht: Kemink & Zoon, 1886. En 8.º mayor.

Universidad Johns Hopkins. Johns Hopkins University studies in historical and political science. Fifth series VII, VIII, IX, X, July-October, 1887: John Murphy and Co., Printers, Baltimore. En 8.º mayor.

Johns Hopkins University Circulars published with the approbation of the Board of Trustees. Vol. VI, n. 58. Baltimore, July, 1887. John Murphy & Co. Printers, Baltimore. En folio.




De literatos nacionales

Sr. Dr. A. Vila Nadal. Prácticas de Historia natural, por el Dr. A. Vila Nadal. Santiago: Imprenta de Eusebio Alonso, 1887. En 12.º

  —269→  

Sr. D. Juan J. Cortina y de la Vega. Autenticidad del Epistolario de Fernán Gómez de Cibdadreal. Conferencia explicada en el Ateneo Hispalense por Juan J. Cortina y de la Vega. Jerez: Imprenta del «Guadaleten», á cargo de D. Tomás Bueno, 1882. En 8.º

Sr. D. Emilio Bonelli. El Sahara. Descripción geográfica, comercial y agrícola desde cabo Bojador á cabo Blanco, viajes al interior, habitantes del desierto y consideraciones generales, por D. Emilio Bonelli. Madrid: Tipo-litografía de L. Peant é hijos, 1887. En 8.º

Sr. D. Manuel Fernández Martín. Signos del tiempo. Congreso literario-artístico-internacional de 1887. Madrid: Imprenta de los hijos de J. A. García, 1887: En 8.º mayor.

Sr. D. Gaspar Gordillo Lozano. Reformas de la enseñanza de la Medicina. Colección de artículos publicados en «El Dictamen» por el doctor Gaspar Gordillo Lozano. Madrid: Imprenta popular, á cargo de Tomás Rey, 1887. En 8.º menor.

Sr. D. Manuel Lorenzo D'Ayot. Whora Dallskings. Poema en prosa, original de Manuel Lozano D'Ayot. Madrid: Imprenta de Manuel G. Hernández, 1887. En 8.º mayor.

Magnolia. Poema en prosa, original de Manuel Lorenzo D'Ayot. Madrid: Imprenta de Gabriel Pedraza, 1887. En 12.º

Rdo. P. Ricardo Cappa, de la Compañía de Jesús. Estudios críticos acerca de la dominación española en América. I. Colón y los españoles. 2.ª edición. Madrid: Imprenta de Angel B. Velasco, 1887. En 8.º

Sr. D. Ramón Auñón y Villalón. El Centenario de D. Álvaro de Bazán, primer marqués de Santa Cruz. Madrid: Imprenta de Fortanet, 1887. En 8.º mayor.

Sr. D. José Salamero. La Controversia. Revista religiosa, científica y política. Volumen I. Madrid. 9 de Junio, 19 de Diciembre de 1887, números 16-35. Madrid: Establecimiento tipográfico de Antonio Pérez Dubrull, 1887. En 4.º

Sr. D. Alfredo Serrano y Durán. Cuadro de poética con la estructura y naturaleza de las combinaciones métricas. Litografía de Evaristo Sánchez, Plaza de San Martín, 2, Madrid. Una hoja. En folio.



  —270→  
De literatos extranjeros

Sr. L. Darget. Des cubes solides, de leurs arêtes et de leurs racines numérales. Extraction de leurs arêtes et de leurs racines par unités cubiques ces dernières de trois en trois chiffres. En outre. Procédés pour la destruction du phylloxera. Enfin, Soins hygiéniques á donner au besoin à sa santé par L. Darget. Auch: Imprimerie et lithographie G. Foix, 1887. En folio.

Sr. Basil L. Gildersleeve. The American Journal of Philology edited by Basil L. Gildersleeve. Vol. VIII, 2, whole n. 30-31, July, October, 1887. Baltimore: Press of Isaac Friedenwald. En 8.º mayor.

Sr. D. José María Samper. Derecho político interno de Colombia. Historia crítica del Derecho constitucional colombiano desde 1810 hasta 1886, por D. José María Samper. Tomos I-II. Bogotá, 1886: Imprenta de «La Luz ». En 8.º

Sr. Dr. Emilio E. Coni. Progrès de l'Hygiène dans la République Argentine, par le Docteur Emile R. Coni. Buenos Ayres: Imprimerie de Paul Emile Coni et fils, 1887. En folio.

Sr. D. J. A de Lavalle. Juan de la Torre (uno de los trece de la isla del Gallo), por J. A. de Lavalle. Segunda edición, precedida de un juicio crítico, por D. Cesáreo Fernández Duro, individuo de número de la Real Academia de la Historia. Lima: Imprenta de Torres-Aguirre, 1886. En 8.º mayor.

Leonardo Villar. Lexicología Keshua Uirakocha. Lima: Imprenta del «Comercio», 1887. En 4.º

Sr. Dr. John Francis Churchill. First Report of Dr. John Francis Churchill's free Stoechiological Dispensary, for consumption, an diseases of the Lungs, Windpipe, Nose and Throat, with an appendix on Croup, Diphteria, and Hay-Fever. London. En 8.º

Sr. Mandell Creighton. The English Historical Review edited by the Rev. Mandell Creigthon. July-October, 1887: Spottiswoode and Co., Printers. London. En 8.º mayor.

Sr. Luís Vagner. Empoisonnement par l'emploi des tuyaux de plomb pour la conduite des eaux potables et des boissons alimentaires, par   —271→   Louis Wagner. Nápoles: Stab. tipografico de Dom. de Pascale, 1887. En 8.º mayor.

Sr. Pedro Amédée Pichot. Revue Britannique, Revue internationale sous la direction de M. Pierre Amédée Pichot. 63e année, n. 6, 11, Juin, Novembre, 1887. Paris: Typographie A. Hennuyer. En 8.º mayor.

Juan León Mera. Carta al Sr. D. Manuel Cañete, de la Real Academia Española, sobre D. Joaquín Olmedo. Quito: Imprenta de Elena Paredes, 1887. En 8.º

Sr. D. Pedro Pablo Figueroa. Tradicciones y leyendas, por Pedro P. Figueroa. Santiago: Imprenta de la «Librería americana», 1885. En 8.º

Galería de escritores chilenos, por Pedro P. Figueroa. Santiago: Imprenta y litografía, 1885. En 8.º

Pedro P. Figueroa. Periodistas nacionales. Rasgos biográficos de algunos escritores contemporáneos. Santiago: Imprenta «Victoria» de H. Izquierdo y C.ª, 1886. En 8.º

Apuntes históricos sobre la vida y las obras de D. Benjamín Vicuña Mackenna, por Pedro Pablo Figueroa. Santiago: Imprenta «Victoria», 1886. En 8.º

Sr. D. J. T. Medina. Historia del Tribunal del Santo oficio de la Inquisición de Lima (1569-1820). Santiago: Imprenta Guttenberg, 1887. En 8.º mayor.




Recibidos de las redacciones y por el correo

Anuario bibliográfico de la República Argentina. Año VIII, 1886. Buenos Aires: Imp. de M. Biedma, 1887. En 8.º

Archivo Hispalense. Revista histórica, literaria y artística. Tomo III, números 26-35; 30 de Junio, 15 de Noviembre de 1887. Sevilla: En la oficina de «El Orden.» En 8.º mayor.

Ateneo. Casino Obrero de Valencia. Certamen científico, literario y artístico que ha de celebrar esta Sociedad el 18 de Diciembre de 1887. Imprenta de Manuel Alufre. Una hoja en folio.

Boletín de la Biblioteca-Museo-Balaguer. Números 33, 38; 26 de   —272→   Junio, 26 de Noviembre de 1887. Año IV. Villanueva y Geltrú: Imprenta de José A. Milá, 1887. En 4.º

Boletín del Centro Artístico de Granada. Publicación quincenal de Bellas Artes. Año II, números 19-28. Granada: Imprenta de «La Lealtad», 1887. En 8.º mayor.

Boletín internacional de Bibliografía. Año II, números 21, 23, 24 y 25. Establecimiento tipográfico, Sucesores de Rivadeneira. En 4.º

Bulletí del Centre Catalá de Tarrasa. Any II, números 22, 23 y 24. Estampa de Estrada, Miquel y Compañía. Tarrasa. En 8.º

Catálogo del Centro Numismático Matritense de Valentin Gil. Madrid: Preciados, 7, (casa de cambio). Tomo II, núm. 8. Madrid: R. Velasco, Imprenta, 1887. En 8.º

Dogma y Razón. Revista decenal. Año I. Junio 30, Diciembre 10 de 1887, números 18-34. Imprenta de Mariol y López. Barcelona. En 8.º mayor.

Don Quijote. Periódico político, satírico, literario, científico, de heráldica, etc. Año I, números 1.º y 2.º Tipografía de Alfredo Alonso. En 4.º

El Campeón. Periódico democrático. Año IV. Tercera época. León: números 485, 487, 489 y 490. Imprenta de Angel J. González. En folio.

El Foro. Boletín de Jurisprudencia. Tomo III. República de Costa Rica. Centro-América: números 95 y 96. Tomo IV, núm. 97, Imprenta Nacional. En 8.º mayor.

Gaceta Oficial. Año XV. Estados Unidos de Venezuela. Números 4.074-4.164. Imprenta y litografía del Gobierno Nacional. En folio.

La Academia. Eco de la de Ciencias y Artes. Año VIII. Cádiz, 20 de Junio, 20 de Setiembre de 1887, números 165-172. Imprenta de la «Revista Médica» de D. Federico Joly. En 8.º mayor.

La Civilización. Revista católica. Tomo I, cuaderno 6.º Tomo LI, cuadernos 1.º 6.º Tomo LII, cuadernos 1.º 5.º; 25 de Junio, 10 de Diciembre de 1887, Madrid: Imprenta de José Perales. En 8.º mayor.

La verdadera ciencia Española. Biblioteca económica. Catálogo general. Extracto núm. 1. Setiembre 1887. Imprenta Peninsular. Barcelona. En 8.º mayor.

  —273→  

Revista de Obras públicas. Año XXXV de la publicación; 4.ª serie, tomo V, números 12-22. Madrid 1887. Establecimiento tipográfico de Gregorio Juste. En 4.º

Revista de Obras públicas. Boletín de noticias y anuncios; 4.ª serie, tomo 5.º, números 12-22. Madrid 1887. Imprenta de Gregorio Juste. En 4.º

Revista latino-americana. Año III, números 5-14 del tomo V. México 15 de Junio, 15 de Noviembre de 1887. En su imprenta. En 4.º

Catalogue mensuel des livres anciens et modernes en tous genres en vente à la Librairie Henri Delaroque. Quai Voltaire, 21, Paris, numeros 82-85, Juillet-Décembre, 1887. Chartres: Imprimerie Durand, 1887. En 8.º

Librairie litteraire et scientifique de Albert Foulard, 7 quai Malaquais, a Paris. Catalogue de livres d'occasion paraissant tous les deux mois. 15 Juillet, 25 Novembre 1887; numeros 49-52. Poitiers: Imprimerie générale de l'Ouest (Blaies, Roy et Cie). En 8.º

Catalogue des Alsatica de la Bibliothèque de Oscar Berger Levrault. Nancy: Impr. Berger Levrault et Cie. En 8.º

Principali publicazioni edite dalla Libreria Fratelli Bocca. Torino. Anno IV (1887). Settembre. En 8.º

Verzeichniss den Antiquarischen Bücherlagers von A. Riclefeld's Hofbuchhandlung in Karlsruhe. 1888; nº 132. Druk von M. Rotchschild's Buchdruckerei in Rottweil. En 8.º

Wissenschaftliche Bibliographie der Weltlitteratur. Herausgegeben von Herbich & Rapsilber. Leipzig, 1887. August, nº 3. Fr. Reichter. Leipzig. En 8.º mayor.

N 82. London, June, 1887. A. Bongh List of valuable and rare Books offered by Bernard Quaritch, 15 Piccadilly. London: G. Norman and Son, Printers. En 8.º mayor.

L'Independant littéraire. Deuxième année; nº 20. 15 Aout 1887. Paris: Imp. de la Soc. de Typ. En 4.º

Víestnik hrvatskoga Arkeologickoga Druztra. Godina IX. Br. 2, 3, 4. C. Albrecht u Zagrebu. En 8.º mayor.



  —274→  
Adquiridas por suscrición y compra

Boletín de la Librería. Año XIV. Junio de 1887, núm. 12. Año XV. Julio, Agosto, Setiembre, Noviembre de 1887. (Falta Octubre); números 1, 2, 3 y 5. Madrid: Imprenta de Fortanet. En 8.º mayor.

Colección de libros españoles raros ó curiosos. Tomo décimoctavo. Cartas y avisos dirigidos á D. Juan de Zúñiga, Virrey de Nápoles, en 1581. Madrid: M. Ginesta, Impresor, 1887. En 8.º

Revista contemporanea. Tomo LXVI, Vol. VI. Tomo LXVII, Vol. I-VI, Tomo LXVIII, Vol. I-V. 30 de Junio, 15 de Diciembre 1887. Año XIII, números 278-289. Madrid: 1887. Imprenta de Manuel G. Hernández. En 8.º

Estudio sobre las Islas Carolinas, por D. Gregorio Miguel. Texto y Mapas. Madrid: Imprenta de José Perales y Martínez; 1887. En 8.º y folio.

I Diarii di Marino Sanuto. Tomo ventesimo. Fascicolos 92, 93, Tomo XXI. Fascicolos 94, 96, (falta el 95), Tomo XXII. Fascicolo 97. Venecia: Stab. Tipografico Fratelli Visentini, 1887. En 4.º







  —275→  

ArribaAbajoNoticias

En la sesión del 9 de Marzo último se leyó por el Secretario de esta Academia una comunicación de los albaceas testamentarios del difunto general Excmo. Sr. Marqués de San Román, acompañando copia legalmente autorizada de la notabilísima cláusula que se halla en la memoria adicional al testamento otorgado por dicho Señor primer Marqués de San Román, fallecido en Madrid el día 14 de Diciembre de 1887; cláusula en la cual instituye por heredera de su biblioteca y colección de autógrafos á esta Real Academia.

Dice así:

«Dejo por heredera de mi Biblioteca á la Real Academia de la Historia, entendiéndose por tal Biblioteca cuantos libros y papeles existen en mi casa, registrados y sin registrar. Esta Biblioteca, cuyo cuidado, llaves y catálogos están á cargo de mi Secretario particular el Teniente D. Benigno Vázquez y Frutos, será entregada por él mismo á mis albaceas, y por todos juntos á la Academia de la Historia. Están comprendidos en la Biblioteca los manuscritos y legajos de papeles, con excepción de los que sean trabajos míos personales y de mis hermanos, ó de interés de familia de cualquier género. Entre mis libros raros, puede figurar en cabeza el que se titula Ptolomeus Claudius Alexandrinus Philosophus, Cosmographia 1478 folio, láminas grabadas en cobre, y en la primera hoja en blanco, escrito y firmado de la mano de Cristóbal Colón, el versículo de los Salmos de David, que dice: Mirabiles elationes maris, mirabilis in altis Dominus. Esta joya bibliográfica, lo es, no solo por   —276→   la edición, sino por haber pertenecido al grande Almirante. Ruego á la Academia de la Historia mande encerrar el libro en una caja bien fuerte con tapa de cristal, de modo que abierta se vea el autógrafo, y con la condición de que en la caja ha de constar que fuí yo quien hizo la donación. Exijo estas condiciones para que sea imitado mi ejemplo. Hay, y llamo sobre esto la atención, en la primera hoja del volumen, una carta del célebre descubridor moderno Nordenskiöld conmemorando su visita á mi casa para ver el libro. Dejo asimismo á la Real Academia de la Historia mi colección de Autógrafos que no forman parte de la Biblioteca, y que existen en diferentes cajas numeradas al tenor de sus catálogos. Esta colección será entregada igualmente por D. Benígno Vázquez y mis albaceas á la Real Academia de la Historia en la misma forma y de la propia manera, con iguales requisitos é instrucciones que la Biblioteca. Un solo autógrafo exceptúo de este legado, el cual autógrafo no está por lo tanto comprendido en la herencia de la Academia de la Historia. Es éste la carta original de Miguel de Cervantes Saavedra, única que hoy existe, documento que quiero se entregue á la Real Academia de la Lengua, ó sea la Española, con la condición de ponerlo en un cuadro colgado al aire, con cristales por ambos lados, de modo que todos la puedan ver y conmoverse con su lectura; haciendo también constar en el marco, que fué donación mía, y sin salir jamás del local de la Academia. Tanto la Biblioteca como la colección de autógrafos se han de entregar con los estantes, utensilios, mesa de libros y cajas de toda especie que la pertenezcan; y deseo que la Real Academia de la Historia dedique á la guarda y conservación de todo mi legado el local ó locales que sean necesarios, aparte de todo otro destino y poniendo encima de la puerta una inscripción que diga: Biblioteca y manuscritos legados por el Ecmo. Señor Teniente General Marqués de San Román, en su testamento, á esta Real Academia de la Historia; sin que pueda ser removido de su estancia libro ni papel alguno para otro sitio, ni ser sacados fuera del establecimiento, ni aun como prestados á los Señores Académicos; pero será pública y general la consulta dentro del recinto donde todos los libros y documentos se conserven. Como entre los manuscritos   —277→   de mi Biblioteca se hallará una laboriosa y rica bibliografía de Africa, que me regaló en vida su autor el ilustrado Teniente General Don Crispin Ximénez de Sandoval, ruego á la Real Academia de la Historia haga cuanto esté á sus alcances para que el Gobierno la publique, haciendo con ello un gran servicio á la Nación por la utilidad que atesora. Dejo igualmente á la Academia de la Historia la Real Cédula de mi título de Marqués de San Román, firmada de puño y letra del malogrado Rey Don Alfonso XII. Este documento, que quiero figure á la cabeza de mi legado á dicha Real Academia de la Historia para que lo conserve como una obra de arte con el mismo cuidado y estimación que la Biblioteca y los autógrafos, es de vitela, en hojas todas primorosamente pintadas, y está encuadernado formando libro, con sus tapas de hierro repujadas y nielado de oro, hechas en Toledo por Avecilla; el objeto está encerrado en una caja de cuero de Rusia corinto trabajado por Sheffer.»



Hasta aquí la copia de la cláusula. La testamentaria, en el oficio con que la transcribe á la Real Academia de la Historia, agrega las siguientes noticias acerca de tan precioso é importante legado:

«La Biblioteca se compone de más de 8.000 volúmenes, en su mayor parte obras raras, de gran valor bibliográfico, coleccionadas con inteligencia y reunidas á fuerza de tiempo y perseverancia por el testador. Hay libros de todos los ramos del saber humano, pero en lo que más sobresale es en la parte militar».

«La colección de autógrafos, compuesta de cuatrocientos próximamente, antiguos y modernos, se divide en documentos Reales y documentos particulares, curiosísimos, conservados en cajas hechas al efecto. Es notable entre todos, como documento importante, el Memorial sin fecha dirigido por Cristóbal Colón á los Reyes Católicos, de las cosas que eran menester para ser bastecidas las Indias, por ser uno de los pocos autógrafos conocidos que existen de tan insigne personaje histórico; debiendo llamar la atención que desde la línea «Ansi mesmo es menester una persona.....» hasta la conclusión, es autógrafo del Almirante».

«La Real Cédula del Título de Marqués de San Román, encerrada   —278→   en precioso estuche, es digna por todos conceptos de conservación».

«..... en el avalúo de los bienes relictos se ha señalado á la Biblioteca y sus estantes un valor de 50.000 pesetas».



El referido oficio dirigido al actual Presidente (así dice) de la Real Academia de la Historia, lleva la fecha de 3 de Marzo de 1888, y va suscrita por los Sres. D. Francisco Silvela, D. Alfredo Weil y D. Manuel F. Ibarra.

Terminada la lectura de la notable cláusula testamentaría, el Excmo. Sr. Director de la Academia, D. Antonio Cánovas del Castillo, tomó la palabra, é interpretando dignamente los sentimientos de la Corporación, con elocuentes y sentidas frases hizo resaltar las grandes ventajas que para los estudios históricos habrá de producir el importante donativo ya por lo que en sí vale, ya por el gran ejemplo, desgraciadamente raro en España, que ofrece, de patriotismo por amor á la ciencia. Y como la Academia, deseará hacer pública demostración de su profundo agradecimiento, no solo propuso, y así se acordó, consignar este rasgo de ilustrado desprendimiento en el Boletín de la Academia, sino además que en la primera sesión solemne que para conmemorar su fundación se celebrase, se dedicara especial parte de ella á honrar la memoria de tan insigne bienhechor.

La Academia, aceptando en todas sus partes los términos del legado, acordó también que la biblioteca del difunto general se colocase reunida con su misma artística estantería, en uno ó más salones del edificio que posee la Academia, escribiéndose encima de la puerta de entrada Biblioteca y manuscritos legados por el Excmo. Señor Teniente general Marqués de San Román en su testamento á esta Real Academia de la Historia, en el año de 1887, y que en el interior, y en preferente lugar, se colocase su retrato, que ya está pintando con tal propósito uno de nuestros principales artistas.

Conocida es, aunque no tanto como debiera, la historia militar, política y literaria del Excmo. Sr. D. Eduardo Fernández de San Román, Marqués de este apellido: sus hechos de armas y sus   —279→   servicios como militar presentes se hallan en la memoria, así de los que sirvieron á sus órdenes como de sus compañeros; y su amor á las ciencias, principalmente las que se relacionan con el arte de la guerra y las históricas, fué durante su vida tan notorio, que su estudio era citado como uno de los lugares donde se daba más digno culto á las letras en esta corte, concurriendo á él asiduamente muchas de nuestras primeras notabilidades literarias.

El testamento del ilustre finado ha sido el digno complemento de tan interesante vida; pues no solo ha hecho el legado de su biblioteca á la Academia de la Historia, sino que ha querido patrocinar, aun después de muerto, con una modestia y generosidad digna de su espíritu superior, la publicación de obras importantes. Con tal objeto ha dejado la suma de 25.000 pesetas para la impresión de la obra magistral del capitán general Marqués de la Mina, sobre las guerras de Cerdeña, Sicilia y Lombardía, en la primera mitad del siglo pasado, inédita, á pesar de su extraordinario mérito y del informe dado por esta Academia en Diciembre de 1882, que vió la luz pública en su Boletín. Ahora, merced á tan generoso donativo y á la colaboración de D. Antonio Cánovas del Castillo, encargado al efecto por el ilustre testador, conocerá el mundo un libro sin el cual no habría que esperar historia de sucesos tan transcendentales que mereciese entera fe, ni noticia exacta del eximio general, político profundo y concienzudo escritor, que tanto influyó en ellos con sus talentos y su espada.

Pero no es solo este el rasgo de protección que la literatura patria ha merecido al general San Román; pues, entre otros diversos que su testamento descubre, se halla el de un cuantioso donativo á un ilustrado oficial de nuestro ejército falto de medios para dar á la prensa brillante producción histórica sobre alguno de los más célebres capitanes españoles del siglo XVI.

Para todos, menos para sí, se ha mostrado el general espléndido, dejando sin imprimir el segundo tomo de la historia militar que con el título de Guerra civil de 1833 á 1840 en Aragón y Valencia comenzó á publicar en 1884, y no legando nada para que se conozca por entero una obra que tanto contribuiría á su   —280→   gloria de soldado y de escritor castizo y elegante. De esperar es que no quede en olvido trabajo tan importante, que probará una vez más la ilustración de su autor unida á un rasgo tan delicado de modestia, propio del hombre sabio. La patria de Ercilla, de Garcilaso de la Vega y de mil otros héroes que, como Jaime el Conquistador y Alfonso el Sabio, supieron enlazar con los laureles de la victoria el esplendor de las letras y la nobleza del estilo, unirá de hoy más á su imperecedero recuerdo el del varón ilustre á quien dedica la Academia este homenaje público de sentido reconocimiento.

_____

D. José Pella y Forgas, correspondiente de la Academia en Barcelona, ha publicado en esta ciudad el tomo VII de su Historia del Ampurdán, que llega hasta el fin del reinado de D. Juan II de Aragón y ha sido enviado por el autor en donativo para nuestra Biblioteca, como lo han sido, tan pronto como salieron á luz, los volúmenes precedentes.

_____

Se ha recibido el fascículo V de los Estudios histórico-arqueológicos sobre Iluro, antigua ciudad de la España Tarraconense, región Layetana, precedido de un plano topográfico de Mataró en 1888. Discurre (páginas 321-400) desde el fin de la época romana hasta principios del siglo XII, no sin reproducir la interesante escritura de San Olaguer, arzobispo de Tarragona, fechada en 21 de Octubre de 1128, que hizo pública nuestro Boletín291 con el objeto de esclarecer la geografía y la historia de la propiedad agrícola, fundamento de la riqueza industrial y marítima de aquella región deliciosa. Incluye muchos datos de recóndita erudición sobre el priorato benedictino de San Pedro de Clará, cerca de Órrius, distante una legua de Mataró, que sin razón se ha supuesto haber pertenecido á la Orden de los Templarios. Tres láminas del fascículo representan los detalles más salientes de la   —281→   iglesia de Clará, hoy convertida en establo. La iglesia existía en 1098, según se infiere de un apunte que el Sr. Pellicer ha tomado del Speculum Curiae ecclesiasticae, y de la inscripción que ha descubierto, grabada con caracteres arcáicos en piedra cuadrangular, donde suena el nombre del arquitecto Bayón, desconocido hasta el presente en los fastos de las Bellas Artes de Cataluña:

† BAIO QVI ISTO DO
MO ADIFICABIT



Si esta lápida se exhibiese en facsímile, ó fotograbado, prestaría no corto servicio á la Historia.

_____

El literato italiano Signor Gaudencio Claretta ha publicado un cuadernito de pocas páginas titulado Notizzie aneddotiche sul matrimonio de la regina di Spagna Luisa Maria Gabriella di Savoia é sulla principessa Orsini. El académico de número D. Vicente Barrantes hizo sobre este trabajo las observaciones siguientes:

«Desde 1858 en que el literato francés M. Amedée Combes publicó su Biografía de la Princesa Orsini, en España llamada príncesa de los Ursinos (se firmaba de los Orsinos), son muchas las publicaciones dedicadas al mismo personaje y asunto. A ellas deben agregarse las que trazan la vida de la princesa ilustre consorte de Felipe V de Borbón, María Luisa Gabriela de Saboya, justamente encomiada por el P. Flórez en sus Reinas Católicas. La Condesa della Roca había recogido y publicado cartas familiares inéditas de aquella reina y de su hermana María Adelaida, duquesa de Borgoña, dirigidas á la madre de ambas, aunque de corto interés histórico.

El diplomático italiano conde Sclopis publicó en Turín en 1866 sus Estudios históricos sobre María Luisa Gabriela de Saboya, en los que recogió cuanto habían escrito el marqués de San Felipe, el P. Nicolás Belando y Flórez, añadiendo no pocos datos y documentos inéditos de los archivos de Turín, y formando con estos elementos una obra interesante.

  —282→  

Lo es también para aquel objeto la del eminente historiador Domenico Carutti, Vida de Víctor Amadeo II de Saboya, padre, como es sabido, de aquellas dos princesas.

Por último, las Lettres inédites de la princesse des Ursins, publicadas en 1859 en París por M. Geoffroy en un volumen en 4.º, completan la lista de las principales obras extranjeras relativas al período, verdaderamente crítico por muchos conceptos, de la guerra de sucesión y advenimiento al trono de España de la dinastía borbónica; período que reclama atención muy preferente de nuestros historiadores, y en que ya tiene empeñada su pluma alguno de los modernos tan conocido y estimado como D. Joaquín Maldonado y Macanaz.

Entre nosotros, hasta ahora, se han ocupado en diversos escritos, no coleccionados todavía, de María Luisa Gabriela y Doña María Ana de la Trémouille, que así se llamaba la princesa, los Sres. D. Antonio Benavides, el citado Maldonado Macanaz y Don Antonio Rodríguez Villa.

Actualmente, según fidedignas noticias, el señor duque de Trémouille, jefe de aquella ilustre casa, y uno de los colaboradores de la Revue d'histoire diplomatique, trabaja ó tiene terminada una Vida de la Princesa Orsini, para la cual ha sacado noticias y documentos de nuestros archivos, á más de los que existen en el de su familia.

La breve monografía del Signor Gaudencio Claretta, de que antes hemos hablado, no ofrece sino muy breve interés, y ese episódico. Se refiere á los preparativos hechos por la Princesa ya nombrada Camarera mayor de la nueva Reina, para su venida á España, y á las dificultades que encuentra para verificarlo con su pequeño séquito de italianos. No era natural, en efecto, que cuando estaba acordado que María Luisa despidiese su servidumbre piamontesa al llegar á nuestra frontera, su Camarera mayor trajese gran comitiva propia. Pero es lo cierto que Doña Mariana de la Trémouille tuvo aquí, más adelante, su pequeña corte de franceses é italianos, figurando entre los primeros el caballero D'Aubigny, su secretario y M. Des Pennes; y entre los segundos, sus sobrinos, el conde de Chalais y el caballero Lanti.

Vese también en la monografía del Sr. Claretta que la Princesa   —283→   no era rica en bienes de fortuna al venir á España, y que no lo fué tampoco al salir de ella. Como María Luisa Gabriela, ejerció su indudable influencia en nuestros asuntos políticos en un período de angustia y de terrible crisis, y mostró tanto amor á las personas de sus reyes como verdadero desinterés. Muerta en 1714 aquella gran Reina, su Camarera mayor se dejó dominar por la ambición, no por la codicia; y sus pretensiones al tratamiento de Alteza y á un principado independiente en los Países Bajos, estorbando y aplazando nuestro tratado de paz con Holanda, la enajenaron las simpatías de la corte de Versalles y acaso las del mismo Felipe V, y privándola de todo apoyo en ambos países, fueron la causa principal de su ruidosa caída.»



_____

Ha regalado á nuestra Biblioteca M. Ulysse Robert, correspondiente extranjero en Saint-Mandé (Seine), tres preciosas obras de que es autor.

1. Catalogue des manuscrits, relatifs à la Franche-Comté, qui sont conservés dans les bibliothèques publiques de Paris. Paris, 1878.

2. Inventaire sommaire des manuscrits des bibliothèques de France dont les catalogues n'ont pas été imprimés. Tres fascículos. Paris, 1879-1882.

3. Recueil des lois, décrets, ordonnances, arrêtés, circulaires, etc., concernant les bibliothèques publiques, communales, universitaires, scolaires et populaires. Publié sous les auspices du Ministre de l'Instruction publique. Paris, 1883.

_____

Con fecha del 1.º de Marzo último ha comunicado D. Antonio Ruíz, vecino de Castellón de la Plana, á la Academia, interesantes noticias acerca del miliario romano, registrado por Hübner292   —284→   bajo el número 4.949, y descubierto y descrito por D. Agustín de Sales en egregia Monografía293.

La columna está sin pedestal y tirada ó inclinada sobre el ángulo del Sur, de la cerca de la ermita de San Vicente, que dista de la entrada de la villa de Borriol próximamente un kilómetro. Como está lindando con la carretera de Zaragoza, ha sido derribada alguna vez por los carros, y es probable su destrucción.

La piedra es rodeno rojo, y mide sobre un metro de alto por 40 centímetros de diámetro.

Su forma es cilíndrica, pero no perfecta, y con desconchados en la inscripción.

En la misma cerca de la ermita y lado izquierdo de la puerta de entrada hay otra piedra miliaria con parte de pedestal, cuya forma cilíndrica en su parte superior está cortada por dos de sus caras, en donde hay vestigios de letras. Al extremo del muro de la cerca parece haber otra, por ser de la misma arenisca (rodeno) é igual forma. A distancia de unos 4 metros hay el paso de un antiguo camino que sigue á Castellón por detrás del santuario.

I M P . CAES . g . mESIO
Q . TRAIANO . DECIO
INVICTO . PIO . FELICI . AVG
DACICO . MAXIMO . PONTIFIC
MAXIMO . TRIBVNICIAE
POTESTATIS . II . COS
II . P . P . PROCOS . ET . Q . HERENNIO
ETRVSCIO . MESIO . NOBILIS
CAES . VIA . AVG



En el primer renglón, la primera letra de MESIO conserva el último trazo perpendicular.

La copia que ha transmitido el Sr. Ruíz, omite el número de las millas (CXIX según el Sr. Sales). Al Sr. Ruíz y á su digno   —285→   cooperador D. Manuel Miquel é Irízar, capitán del cuerpo de Ingenieros, ha significado la Academia con expresiones de gratitud el deseo de que lleven á cabo tan noble empresa, salvando del exterminio el sobredicho miliario, fechado en el año 250, y perfeccionando su estudio acerca de los otros dos, que convendría sacar á luz y asegurar habilitándolos para el progreso científico.

_____

Ha ofrecido á la Academia su Correspondiente en Viena de Austria, D. Rodolfo Beer, un mapamundi iluminado y sacado por el distinguido individuo del Cuerpo facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Anticuarios, D. Marcelino Gutiérrez del Castro, del códice apocalíptico de San Beato de Liébana, que se conserva actualmente en la biblioteca provincial de Valladolid y fué trazado en el año 970. Los códices de la obra de San Beato esparcidos en diferentes bibliotecas de Europa, encierran este mapamundi, que representa la suma de los conocimientos geográficos, universales, poseidos en el Norte de España, hace once siglos, cuando vivía San Beato, y la literatura cristiana del Occidente, comenzaba á reponerse de los quebrantos que le infirió la barbarie mahometana.

El estudio de estos manuscritos, que en sus variados dibujos y profusión de láminas polícromas atestiguan el culto rendido al Arte por los diferentes Estados cristianos de nuestra Península durante la Edad de hierro, ha dado lugar á diferentes monografías parciales, que es de esperar abrirán camino á una general, que las condense, rectifique y perfeccione.

Sobre la que publicó M. D'Avezac294 ha pasado al Sr. Fita295 D. Manuel Rico y Sinobas una observación digna de aprecio.

«No es cierto que perteneciese á la biblioteca de Altamira el ejemplar de San Beato de Liébana, que motivó la docta Monografía de M. D'Avezac. De aquella biblioteca procedieron algunos libros de Ornitología mejicana, que adquirió el comisionado francés;   —286→   pero el ejemplar de San Beato lo habían traido tres meses antes tres corredores del Rastro de esta corte, habiéndose hecho con él en una aldea, próxima á Santo Domingo de Silos en tierra de Burgos.

Tuve en mi casa el referido ejemplar en la misma mañana y hora de su llegada á Madrid. Contenía una nota manuscrita, de letra moderna, que decía que del mismo ejemplar se mandó copiar en el monasterio de Santo Domingo de Silos un traslado para la librería del Rey en Madrid. El año, si mal no recuerdo, fué el de 1737. La equivocación de M. D'Avezac dimanó de haber llegado á París este ejemplar juntamente con dichos libros de Ornitología, y de habérsele atribuído la procedencia, que estos tenían y que dejo indicada, de la biblioteca de Altamira.»



Hasta aquí el Sr. Rico y Sinobas.

_____

El día 14 de Octubre falleció en Berlín el joven doctor Pablo Ewald, correspondiente de la Academia, de cuyas obras históricas no una sola vez se ha hecho eco nuestro Boletín296. Su muerte, que lamenta toda la sabia Europa, ha dejado un gran vacío difícil de llenar en la república de las letras, y particularmente en los altos estudios sobre la historia universal de la Iglesia.

_____

Ha publicado el Dr. Loewenfeld el último fascículo de la segunda edición de Jaffé, Regesta Romanorum Pontificum, que llega hasta el año 1198, último del pontificado de Celestino III, y menciona varias bulas que, por medio de nuestro Boletín, han logrado salir á luz. También acaba de publicarse la excelente Memoria titulada, «Noticias bibliográficas y catálogo de los códices de la Santa Iglesia Catedral de León, por Rodolfo Beer, correspondiente de la Real Academia de la Historia, y J. Eloy Díaz Jiménez, Director del Instituto de León.»



  —287→  

ArribaAbajoInformes


ArribaAbajoI. Descubrimiento de una carta de marear, española, del año 1339. Su autor Angelino Dulceri ó Dulcert

M. Gabriel Marcel, bibliotecario en la Nacional de París, jefe de la sección de Geografía, á quien soy deudor de muchas atenciones, ha tenido aún la de encargarme la presentación en su nombre á la Real Academia de la Historia -que le cuenta en el número de sus correspondientes- de la noticia peregrina referente al hallazgo de una carta de marear anterior á cuantas se conocían hasta hoy día de nuestros marinos; de un verdadero monumento geográfico, que destruye especies sentadas con aparente autoridad acerca de la fecha de los descubrimientos en la costa de África é islas inmediatas y de la prioridad de otros navegantes á los españoles, de cuya pericia viene á dar nuevo testimonio. M. Marcel es quien lo dice; mi intervención, muy grata por cierto, se limita á presentar con su erudita é interesante memoria original, la versión castellana, que hago así:


Noticia de una carta de Dulceri

El año de 1885 marcará en la historia de la cartografía un acontecimiento de importancia; el hallazgo de una carta española anterior á la que la opinión general, de acuerdo con los estudios   —288→   de d'Avezac, Buchon y Tastu, ha estimado formada en 1375.

Hasta ahora, entre las sociedades científicas, la de Geografía de París es la única que ha sabido el descubrimiento por ligera reseña que hice de él en sesión del 7 de Enero de 1886, con objeto de vulgarizarlo.

No pocos son los atlas y cartas de la escuela catalana que quedan; pero aunque los más tienen fecha y firma, nada se sabe de la vida de sus autores; ignorancia sensible, porque fuera bueno saber cómo esos cartógrafos acopiaron los inmensos materiales de que se servían; si reconocieron por sí mismos las regiones cuyo contorno trazaban, ó si no hicieron más que reunir y compilar lo que otros marinos vieron antes y fueron transmitiendo de unos á otros; y sensible es no conocer siquiera lo que en la representación social era cada uno, lo que se condensara en la más concisa mención biográfica; las fechas de su nacimiento y de su muerte.

¿Hubo en Mallorca ó en Barcelona escuelas de hidrografía? ¿De qué modo transmitieron los antiguos cartógrafos á sus discípulos ó sucesores el conocimiento de las reglas y prácticas que ejercitaban?297

¡Cuántos problemas como estos se ocurren, sin dato alguno con que resolverlos, mientras no se registren minuciosamente los archivos, sin perdonar papel de aquellos remotos días, que haya escapado á tantas causas de destrucción!

Los autores contemporáneos no dejaron la más vaga referencia; Zurita no recogió ninguna en sus Anales, por tantos títulos preciosos; y un autor moderno que ha estudiado concienzudamente la historia de la marina catalana, A. de Capmany, tampoco apunta cosa que nos pueda servir298, siendo así, que esos   —289→   venerables monumentos prestaron y prestan todavía gran servicio.

¡Cuántas ciudades cuyos nombres registran, florecientes entonces, que son ahora miserables aldeas ó que del todo han desaparecido de la superficie de la tierra, quedaran olvidadas y aun se ignorara su existencia si los autores de los portulanos no hubieran cuidado de indicarnos el nombre y la situación! ¿Se sabría que á principios del siglo XIV Troudjeim, Bergen, Estokolmo, Kalmar, Riga, que son hoy poblaciones de importancia; que Etaples, Fecamp, Honfleur, Onistreham, Cherbourg, que no la tienen (á excepción de Cherbourg, que ya en la época servía de centro de armamentos de la marina militar)299; eran conocidas por los marinos catalanes y, á no dudar, frecuentadas por negociantes aragoneses?

¡Qué interesantes testimonios nos dan, en comprobación de las crónicas, las banderas y los escudos que adornan esos portulanos, y qué de nombres de regiones ó islas que se estimaban incógnitas vienen á ilustrar la historia de los descubrimientos! La carta catalana de 1375 proporcionó algunas sorpresas de esta especie: la de Dulceri tenía reservadas muchas otras.

Si mis informaciones son exactas, ha estado este documento guardado siglos en un convento de monjas de Venecia sin alcanzar las propietarias el valor científico ni el valor venal que tiene. Se deshicieron de él por una friolera destinada á adquirir la estampa de un santo, y el anticuario de París M. A. Lesouef, bien conocido entre los bibliófilos y colectores, lo vió en una librería del boulevard Haussmann y lo adquirió al punto por 1.500 francos, aunque no sea objeto de los que interesan su afición.

Está la carta trazada en una hoja de vitela de 1,045 m. de longitud por 0,755 m. de anchura, y en la parte superior derecha, por bajo de una figura que representa, sentado en el trono, á Usbech, emperador de Sára, tiene esta leyenda300:

  —290→  

imagen



Dulceri es nombre nuevo que hay que añadir á la lista, ya rica de los cartógrafos españoles; ninguna otra obra suya se conocía.

Tiene la presente sobre la carta catalana la doble ventaja de llevar firma y fecha; le es anterior en 36 años y desde hoy, por tanto, así en antigüedad, como en varios conceptos gana la precedencia que se acordaba á aquella, conservada en la Biblioteca nacional desde los tiempos de Carlos V, en el concepto de la más añeja de la escuela cartográfica de su nombre.

La de Dulceri está en admirable estado de conservación; salvo un desgarrón que ha cogido la extremidad meridional del Mar Rojo y de la Península Arábiga, nada le falta; casi todas las inscripciones se leen fácilmente; no está sucia, ni manchada ni siquiera ha adquirido color amarillento, teniendo por todo ello indisputable superioridad sobre la de Soleri, otra catalana más moderna que posee la sección geográfica de la Biblioteca nacional.

Con la de 1375 tiene notables puntos de semejanza; figuras de reyes, de hombres y de animales pintadas con colores vivos; vistas de ciudades, estandartes, banderas y escudos realzados con oro y plata, no habiendo en una ni otra las rosas de arrumbamientos, que dan á muchos portulanos un carácter tan rico y especial con la variedad de los colores. Los vientos están representados en esta, por cabezas varoniles repartidas en el borde, con escaso efecto.

Pero así como la carta de 1375, que por eso recibió nombre, tiene las leyendas en catalán, la de Dulceri las muestra en latín, y está trazada y dibujada con más cuidado. El autor era verdadero artista en este género de producciones, al mismo tiempo que geógrafo   —291→   de los más expertos y mejor avisados; y dígolo, porque esta carta contiene número mucho más rico de localidades que la catalana, y varios de los que registra no han tenido nunca ni tienen mínima importancia. Agréguese que las tradiciones sagrada y profana alcanzan escasa mención en la nomenclatura, escrita con informaciones seguras, raras, y por decirlo así, comprobadas.

Dados los conocimientos de la época, ofrece de Europa y del Norte de África una idea tan aproximada á la verdad, por más que tenga deformidades inevitables en mareantes que no poseían otro instrumento científico que la aguja301, que da motivo á suponer que otras muchas cartas la precedieron, porque sería imposible inaugurar la serie con tal grado de perfección.

Empieza al N. de Noruega por encima de una localidad designada con el nombre de Alogia; comprende toda Europa y una parte del África septentrional, más abajo del cabo Nun, á igual distancia de este promontorio que la que lo separa del estrecho de Gibraltar. Lo cual quiere decir, que en 1339, siete años antes de la expedición de Jaime Ferrer, que salió en 1340 al reconocimiento del río del Oro, los españoles302 conocían la costa occidental de África, si no hasta el Senegal, cuando menos hasta más   —292→   allá de un paraje que Dulceri nombra Teffé, al S. de Abach (Albach ó Abatch de las cartas modernas), que debe estar próximo á Cabo Blanco, según la dirección general de la carta.

El archipiélago canario está representado por las islas Forte Ventura, Equi marini (?) é Insula Lanziratus Marocelus, bajo bandera genovesa, en memoria de la expedición que salió de Génova hacia 1275 á las órdenes de Thedisio Doria y los hermanos Vivaldi, y de la de Lancelot Maloisel, cuyo dato se pone entre 1326 y 1334: lo que una vez más desautoriza y rectifica lo sentado por el vizconde de Santarem acerca de la prioridad de los descubrimientos de los portugueses en la costa de África.

Hasta ahora, la carta más antigua de las conocidas que consignaba el nombre de Lancelot Maloisel, y la toma de posesión de las Canarias por los genoveses, era la de 1351, designada con el nombre de Portulano de Médicis, y es otro mérito de la de Dulceri la imparcialidad con que apunta un descubrimiento hecho por nación contra la cual lucharon muchas veces los catalanes.

De occidente á oriente comprende esta carta, desde el archipiélago de las Azores303 y el de Canarias compuesto de las islas de San Brandan, Primaria sive puellarum304, Capracia (sic), y Canaria (sic), hasta la mitad, al poco más ó menos, del mar Caspio, que denomina Mare de Bacu sive Caspium. Fíjese la atención en   —293→   el nombre Primaria, que no se ve en ninguna otra carta, y que viene á explicar el de Terceira, y fíjese igualmente en la doble denominación Sive puellarum. ¿Encontrarían los descubridores un número excepcional de doncellas? El caso es que el archipiélago se tenía por inhabitado.

Otra observación: ni en la carta catalana de 1375, ni en la de Dulceri, hay bandera sobre Roma. Sabido es que por aquellos tiempos se había trasladado la Sede pontificia á Aviñón; pero tampoco en esta ciudad ponen bandera las cartas mencionadas, omisión que en la primera atribuyeron MM. Buchon y Tastu al antagonismo de las poblaciones.

En París flota un estandarte sembrado de flores de lis, y, en efecto, hasta el reinado de Carlos V no fué sustituída esta insignia por la que solo tenía tres lises.

La ciudad del Havre está señalada en la carta de Dulceri por Loyra (Leure), nombre con que la designan muchas cartas anteriores á Francisco I, y que conservan todavía uno de los barrios y una dársena.

Respecto á la semejanza notable que he dicho existe entre la obra de Angelino y la catalana, no solo se advierte cotejando el conjunto del trazado y viendo las mismas faltas de proporción ó de dirección de las costas; la figura errónea del Golfo pérsico y de la Península arábiga; el contorno del mar Caspio: defectos evidentemente copiados, sino también en la redacción de las leyendas.

Véanse algunos ejemplos, que no carecen de interés. A lo largo de Irlanda está escrito:

Carta de Dulceri305Carta catalana

In Hibernia quæ Irlanda dicitur sunt multa mirabilia quæ credenda sunt, ut narrat Issidolus306. Est autem Hibernia insula quædam parva in qua homines nuncuam moriuntur. Sed quando nimio senio afficiuntur extra insulam deferuntur. Est alia insula in qua sunt arbores quæ aves portant et sicut papones maturant. Item est alia insula in qua mulieres prægnantes nunquam pariunt sed quando sunt determinate ad peperiendum extra insulam deferentur secundum consuetudinem.

Nullus est serpens, nulla rana, nulla aranea venenosa ymo tota (terra)? est contraria adeo venenosis terra ut idem307 delata et dispersa pereant.

En Hibernia ha moltes illes meravellosas, que son credores, en les quals ni a une poque, quels homens nyul temps no y   —294→   moren, mas no son molt veyls que muyren, son aportats fora la illa. No ya nenguna serpent, ne neguna granata, ne negruna aranya, abans tota la terra es contrariossa a tota bestia verinosa. Cor aqui es lacus et insull. Encara mes, hi a arbres alsquals auçels hi son portats axí con a figam madura. Item hi a altre illa en la qual les fembres non enfenten, mas con son determenades a enfantar son portades fora la illa, segons costuma308.

Aparte la transposición de ciertos párrafos, hay, como se ve, casi identidad en los dos textos; pero no subsiste en la enumeración de los lugares. En Noruega, por ejemplo, la carta catalana no indica más que cuatro nombres, mientras que la de Dulceri lo hace de seis, á saber:

Dulceri, 1339Atlas catalán, 1375
TrunberTonsbergMastranto309Marstrand
MastrantMarstrandBregisBergen
BregisBergenNidrosiaNordre Lic?
AlogiaLangö (entre las Lofoden?)Teurode
Nidroxia
TroudeTroudjeim

  —295→  

El contraste es mayor en Suecia, pues en vez de tres nombres que tiene la carta catalana, la otra no da menos de diez y ocho:

Dulceri, 1339Atlas catalán, 1375
ScarsaSkarstadDondina
Lac ScarsaSacs Wetter & Wener
LandtLundScarsaScaraborg
ScamorSkänor
Andine
Chiclobergia
Lundes
IstachIstad S.to Eustaquio
SomershansSan Juan d'Eté
Aoxia
Lac StokolMelar
StokolEstocolmo
KalmarCalmer
Suderpiegeh
Riperia Roderin
Camp de VexiomVexio en Kronoberg

Además hay en el mar Báltico una inscripción medio borrada en que puede leerse... ipsa habet parrochiam. Debe de ser Upsal.

Fl. VetturEl Vetter que acaba en Norköping
RoderimEl Roden de Olaus Magnus

Es difícil identificar algunas de estas localidades, no estando puestas en el orden topográfico que tienen310.

  —296→  

Para españoles será de más interés la de estas otras localidades en las dos cartas de 1339 y 1375.

Dulceri, 1339Atlas catalán, 1375
Baona de GascognaBayonneBaona de GascognaBayonne
San JohanS.t Jean de LuizSan JohanS.t Jean de Luiz
FuntarabiaFuenterabiaFontarabiaFuenterrabia
FigoCabo FiguerasFigoVigo
UnarzaVitarza
San SebastiánS. SebastiánSan SebestiáS. Sebastián
CatariaGuetariaCatariaGuetaria
BremeoBermeoBremeoBermeia
MacicahCabo MachichacoMarchiachCabo Machichaco
BirbaoBilbaoBirbaoBilbao
GaletoPortugaleteGalletoPortugalete
CastroCastrourdialesCastroCastro
LeredoLaredoLeredoLaredo
SantognaSantoñaSantognaSantoña
Galezans?Cabo Queso?
S.to AnderSantanderSanto AnderSantander
San MartínRío S. Martín de la Arena de SuancesSan MartínS. Martín de la Arena
San VicenzoS. Vicente de la BarqueraSan VicenzoS. Vicente de Luanco
LanpnesLlanesLanpnesLianes, Llanes
Ripa de SelaRivadesellaRipa de SelaRibadesella
LastaLastresLascheCabo Lastres
BonianzoThomazoThomar
Les PenesCabo de PeñasSenesSenes
BegresGres
LuescaLuarcaLerchaLuarca, Larazca
TapiaOrrio del Tapia
..... padona
Basma
S. CyprianS. Ciprián
ViveroViveroVinoroVivero
Bay... es (?)
S.ta MaríaRía de Sta. María   —297→  
MinaMinaMinaya
BetanzoBetanzosBetanzosBetanzos
CoroñaCoruñaCorognaCoruña
AvaricioAvaricio
CormesCormeCormesCorcubión?
MongiaMugiaMongiaMongaco?
MurasMurosMurasMuros
NoyaNoyaNoyaNoya
CorovedroCorovedreCabo Corrovedo
LapeyronLapeyronRío San Payo
PantevedraPontevedraPantavedraPontevedra
RedondelaRedondelaRedondellaRedondella
Baona de MignoBayona de MiñoBaona de MinorBayona de las dos islas?
MignosMiñoMignorRío Minho
VienaVianna do CastelloVienaViana
Villa de CondeVilla do CondeVilla de CondeVilla de Conde
NaxonNaxoiaNeiva Matosinhos?
PortugalloPortoPortegalPortugal
BogaBoga?Río Vouga
MondegoMondegoC. MondegoC. Mondego
PetronelaPetronelaPedernera?
CarbonerCarvoeiroCarbonerC. Corveira, C. Corvoeiro
TuguíaAthuguiaTuginaEl Tajo
AntresCintesCintra, Sintra
CascilesCascaesCascaisCascaes, Cascais
LisbonaLisboaLisbonaLisbona
TaioTajoScaellemSantarem
ArmadenaAlmadaArmadenaAldea gallega
Cavo de PicelCabo EspichelCap de PixterCabo Espichel
SatunezSetubalSatuvalSetubal
FaroFaroP. de Forro
SinesSinesSinesSines
P. SegesE. do PessogueiroPersegerIlhas de Petiguio?
R. de MiraR. de MiraCap de Mira Vimeiro?Barra de Odemira   —298→  
C. de RosasCap de César
RufanaArrifanaRufanaArrifana
Cavo San VicensC. de S. VicenteCap San VicensC. S. Vicente
LacosLagos
SilvesSilvesSilvesSilves ó Silvis
PoncesPorces?Ferragudo
BiforaoAlbuferaBuferaAlbufera
FaraónFaraumFaro
TarilaTaviraTavillaTavila
GoandianaGuadianaGoadianaGuadiana
TutaTutaTuraTuta
Arca de BoArca de Bo
SaltesSaltesSaltesSaltes
GibraleónGibraleónGablaleón?Guelvo
BeramedaBarramedaBaramidaBarrameda
CapitorCapitor
Clenegorde?Montegordo
Val de CebirGuadalquivirVardachebirGuadalquivir
San LuchaSan LúcarSan LucaSanlúcar de Barr
RotaRotaRotaRota
P. Santa MaríaP. Santa MaríaP. Santa MaríaP. Sta. María
CadixCádizCadisCadix
TarfagarTrafalgarTarfagarTrafalgar
VaeraVogar ó Torre Meca
TarifaTarifaTarifaTarifa
IsarcadraAlgecirasEzizeraAlgeciras
Monte GibetaGibraltarM.t GibeltarGibraltar
StepunaEsteponaToro de VacarStapona
MarbelaMarbellaMarbelaMarbella
FenaarolaFuengirolaFenyaraloFuengirola
MolinsTorre de MolinosMolinsTorre de Molinos
MalichaMálagaMalichaMálaga
MaliabelisVélez MálagaMaliabelisVélez Málaga
Punta de TorTorroxPunta de TorPta. de Torres, Toroz
NegrelisNerja?NegrelsC. de Nerja
MuleMotril?MularaMotril   —299→  
SeraridchaC. SacratifSeranignaC. Sacratif
TarfocasesGarrosaTarfocasesC. Garosa
CominComin
BognozRábita de AlbuñolBagnorBeria
TadraRío AdraTadraAdra
GuardiaviejaGuardaviejaGuavardiqueyaGuarda Vieja
LenodarcambraLena del Canabra
Leno dar mariaLlano de AlmeríaLena del MeriaPlana de Almería
AlmariaAlmeríaAlmeríaAlmería
Cavo de GataCabo de GataC. de CaptaC. de Gata
S.toSan PedroSantoP. de S. José
MensaMesa de RoldánMensaP. Monsu
CarbonanielaLa CarboneraCarbonayroloCarbonera la Mayor
BeraVeraLiera
MargoS. Almagrera?MargoToango?
AgilleÁguilasAguillesÁguilas
CopoP. CopeCopTorre del Cap
SussaLa Subida?LusayaSusana
CarmeniarCarmeniaC. Tiñoso?
CartageniaCartagenaCartageniaCartagena
C. de ParC. de PalosC. de PalsC. de Palos
AlbuferaBiferaAlbuferaAlbufera
CerlieCarverC. Cervera
GuardamarGuardamarGuardamarGuardamar
Fl. de SeguraSeguraFl. SeguLa Segura
Cavo do LampoC. LaimpoC. de LinsC. Limpo
CanteraAlicanteAllacantAlicante
Cavo d'ArcodraC. de AlcadroC. d ArcodraC. de Alcadre
OctiliaAlteaMalaya on Altea
CarpiCalpeCalpCalpe
Cavo de MartinoC. San MartínC. de MartínC. San Martín
DeniaDeniaDeniaDenia
GandíaGandíaGandíaGandía
CugeraCulleraCugeraCullera
ValenceValenciaValenciaValencia
MonvedroMurviedroMontuedreMurviedro
BarianaBurrianaBorianaBurriana   —300→  
AurpessaOropesaAurpessaOropesa
CorpeC. OrpCorpC. Corp
PenisculaPeñíscolaPenisculaPeñíscola
Gro de TortosaGrao de TortosaGrao de TortossaGrao de Tortosa
TortossaTortosaTortossaTortosa
P. FangosPuerto FangolP. FangosPuerto Fangos
AnpolaAmpollaAnpollaAmpolla
BalagerBalaguerBelegerBalaguer
RodiasterRiuduyastreMas de Riu d'Oms?
SaloSalouSallouSalo
TeragonaTarragonaTeragonaTarragona
TamaritTamarisTamaritTamaris
SitgesSitgesSigesSiges
LebregatLlobregatLobregatLlobregat
BarcelonaBarcelonaBarcellonaBarcelona
San PauloSan PolSanpolPalafoll, S. Pol
BialnesBlanesBlanesBlanes
..... felioSan FeliúSan FelioS. Feliú
..... marePalamósPalamósPalamós
Cavo d'AyguaC. d'Aygua fredaC. de Agua freda
fredaIdem
MedesIslas MedasMedesIslas Medas
AnpoliaAmpurias
RosesRosasRosesRosas

La denominación de las ciudades del interior de la Península carece de interés, y nada digo, por tanto, de ellas: la de las islas Baleares es la siguiente:

Menorca
Dulceri, 1339Atlas catalán, 1375
CataelaCiudadelaCiutadelaCiutadela
FenelsSanitjaSenijaSanitja
FornelsFornellsFornelsFornells
MaonMahónMaoMahón

  —301→  

Mallorca
Dulceri, 1339Atlas catalán, 1375
MaiorcaMallorcaMaiorcaMallorca
DragoneraDragoneraDragoneraDragonera
CorvoCorberana
FormentorC. FormenteraFormentorFormentera
C. de SalinesSalinesC. de Salinas
MenacorManacorMenacorManacor
AlcudiaAlcudiaAlcudiaAlcudia
P. ColumboP. ColónP. ColomP. Colom
PalomeraPalomera
P. PetroP. PetroPetraP. Petro
CabreraCabreraCabreraCabrera
ConjeraI. ConejeraConjerasIsla de los Conejos
P. MagnePorto MagnoP.º MaynP. Magno
ValanzatBalanzat
PortinasPortinaraPortinasPortinas
TagomagoTagomagoTagomagoTagomago
S.ta EulariaSta. EulaliaS.ª EulariaSta. Eulalia
EvizaÍvizaEvizaÍviza
FormenteraI. FormenteraFormenteraI. Formentera

El trabajo de comparación pudiera extenderse á toda la carta; mas con los nombres ya inscritos basta para probar la mayor riqueza de la más antigua.

Del examen y comparación resulta que la carta de Dulceri es, hasta ahora, el prototipo de la catalana de 1375 y de las posteriores de la misma escuela; y digo hasta ahora, porque no hay que perder la esperanza de ver aparecer el mejor día otras más antiguas.

El estudio de este documento confirma las apreciaciones que había hecho d'Avezac en su Notice des découvertes faites au Moyen-Age dans l'Océan Atlantique, y obliga á llevar aún más atrás el descubrimiento de las Azores y el de la costa occidental de África al Sur de cabo Nun.

  —302→  

No por ello perderá la carta catalana, universalmente conocida y estimada, el valor y el interés que posee; aún le queda la singularidad de ser el documento primitivo que relata la expedición de Jaime Ferrer al río del Oro, que es hecho histórico muy importante. Además da de Asia una representación que falta por completo en la carta de Dulceri.

Las causas de tan sensible omisión estribarían en que la relación del viaje de Marco Polo, de su padre y de su tío, al extremo Oriente, no había llegado en 1339, con los pormenores precisos ó suficientes para ser fijados en una carta, á Montpeller, donde por entonces, ó poco después, tenía su corte frecuentemente el rey de Aragón Pedro IV, ni á Barcelona, ni menos á Mallorca, donde residía Dulceri311.

Marco Polo volvió á su patria en 1295; pero hasta 1298, estando preso en Génova, no dictó al pisano Rusticien la relación que se conoce con el título de Libro de las maravillas del mundo, y no puede sorprender que en tiempos en que no existía la imprenta, tardara en llegar á Mallorca copia del manuscrito cuarenta años.

Todas las indicaciones relativas á Asia que se encuentran en la carta catalana y no en la de Dulceri, son evidentemente tomadas de los viajes de Marco Polo, porque las relaciones de Plan du Carpin y de Rubruquis no tuvieron, con mucho, la notoriedad que la de los venecianos.

A estos dos acontecimientos, los viajes de Jaime Ferrer y de Marco Polo, debe atribuirse la formación de la carta de 1375, que viene á ser, si es lícita la expresión tratándose de documento manuscrito, una edición revisada y considerablemente aumentada, de la carta de Dulceri de 1339.

Hasta aquí el Sr. Marcel, cuya galantería se ha extendido á procurar del propietario del curioso documento una reproducción foto-litográfica en la propia escala, con destino á la Academia de la Historia.

  —303→  

Posteriormente ha remitido á la misma Academia, su Correspondiente el Dr. M. E. T. Hamy, un estudio de la carta de marear mallorquina312, conforme en lo general con las apreciaciones de M. Marcel, y con muchas y muy notables otras respecto á las regiones africanas. El Dr. Hamy compara también la carta recientemente descubierta con la catalana de 1375; señala las semejanzas y coincidencias y nota que en este monumento geográfico, testimonio de los conocimientos de los hidrógrafos mallorquines, tiene la rosa náutica treinta y dos rumbos ó vientos, división cuya prioridad se atribuían los italianos313.

M. D'Avezac ha supuesto que ya desde 1286 era común en el Mediterráneo esta rosa; pero el hecho es que hasta el día de hoy es la carta de Angelino la primera que la muestra, si no se prueba mayor antigüedad al planisferio sin fecha de Giovanni de Carignano, cartógrafo, que murió, según M. Desimoni, en 1344, ó sea cinco años después de construída la de Mallorca314.

En esto de las prioridades es fácil incurrir en errores, que á lo mejor rectifica la aparición de documentos ignorados. Por atribuirse á la famosa carta anónima conocida con el nombre de Carta pisana fecha que remonta á la mitad del siglo XIII; por alusiones á otra de aproximada época que se dice existía en la biblioteca de San Marcos de Venecia, y por ser la más añeja que tenga firma y fecha la de Pietro Visconte315, año de 1311, se da por averiguado haber sido los italianos, pisanos ó genoveses, los que trazaron las primeras cartas náuticas.

  —304→  

A genoveses y pisanos disputaban la preponderancia en el Mediterráneo los catalanes desde el siglo XIII. Si la República de Pisa puso, como se dice, en sus banderas la cruz de San Jorge, al concurrir á la conquista de Mallorca en 1115; si la de Génova adoptó por blasón la misma cruz por haber cooperado á la difícil y sangrienta toma de Tortosa en 1148316; si juntas las armadas de Aragón y Génova estuvieron en empresas no menos célebres, cual la expugnación de Almería, y separadas disputaron en obstinada lucha el comercio de Levante, natural parece que alcanzaran igual pericia, los mismos elementos, instrucción y ciencia comunes que se transmitirían con preferencia á los signos exteriores. M. Jomard317 ha indicado la existencia de una carta mallorquina de 1323; es decir, solo doce años posterior á la de Pietro Visconte, ¿quién certificará que fué la primitiva de las españolas?

La de Angelino, fechada en 1339, que acaba de hallarse, demuestra que los cosmógrafos catalanes no tenían nada que aprender de los italianos; demuestra en el trazado, en el dibujo, en la relativa exactitud de costas y puertos un trabajo de preparación y acopio de datos de mucho tiempo atrás, y una práctica profesional que no pudo adquirirse sin escuela.

La carta es ilustración y consecuencia de otras obras bien conocidas como primeras en el régimen de los mares y de las escuadras; Ordinationes Ripariœ, el libro del Consulado del mar; las Ordenanzas navales de Aragón318; pruebas repetidas del nivel superior de la marina aragonesa en el siglo XIV. No es mucho que en la carta aparezca, como observa el Dr. Hamy, dividida en 32 rumbos la rosa náutica que antes llevaban los navegantes   —305→   con solos 16 y sucesivamente con 24; el mismo geógrafo y crítico descubre que el monumento de Angelino da por ahora á la escuela catalana la prioridad de construcción de Mapas mundi, á la vez terrestres y marítimos, y que revela el conocimiento de lugares en la costa de África, adonde los portugueses, que pretenden el descubrimiento319, llegaron ciento siete años más tarde.

En lo que los italianos han sido más diligentes, sin género de duda, es en el cuidado de los archivos; en la conservación de los pergaminos; en el registro de noticias de autores, que les consiente presentar la serie de trabajos de los Pizzigani, Pasquallini, Cesaris, Giraldi, Visconte, Beccario, Benincasa, Freducci, mientras nada sabemos nosotros de los Solerio ú Soler, Vallseca, Prunes, Viladestes, Beltran, Rosell, y menos de los anónimos cuyas obras por azar aparecen de vez en vez sacando á luz nombres nuevos, como el de Dulceri.

Así ocurre que no haya conformidad en la lectura de este último. M. Marcel, asesorado con el parecer del diestro paleógrafo M. Delisle, interpreta Dulceri; el Dr. Hamy lee Dulcert, con terminación más apropiada á las desinencias lemosinas, mientras la otra parece acomodarse á la costumbre de la época de latinizar los apelativos, y más que á servir de comprobación, viene por de pronto á confundir el descubrimiento de otra carta náutica que ha de ser del mismo autor por la leyenda.

imagen



El nuevo documento ha parecido en el archivo del príncipe Tomás Corsini de Florencia y se ha publicado el descubrimiento al tener noticia del de la carta descrita por M. Marcel320, pero no con   —306→   datos suficientes al juicio del pergamino que lleva todavía nueve años más atrás la serie de representaciones de los cosmógrafos mallorquines.

El estudio comparativo, que no dejará de hacer la Sociedad geográfica de Roma, resolverá probablemente las dudas sobre cuál de los derivados de Dulce, Dulceri, Dulcert, Dulceto, Dulcero, servía de apellido á Angel ó Angelino, autor de las cartas, y acaso produzca otras observaciones importantes.

Un libro sería necesario para analizar los pormenores de la manifestación de la ciencia geográfica que abraza la de 1339; el referido M. Marcel lo hizo relativamente á Noruega y Suecia en nota presentada á la Sociedad Geográfica de París321, y lo verifica con las costas de la Península Ibérica en las páginas precedentes; el Dr. Hamy lo hace con las de Francia, sirviéndose para la comparación del atlas catalán de 1375, reproducido por M. Léopold Delisle322 en esta forma:

Dulceri, 1339Atlas catalán, 1375Cartas modernas
DoncherchDunkerque
GrauelingesGrauelingesGravelines
CallesCallesCalais
GuinsantGuinsantWissant323
BollognaBellognaBoulogne   —307→  
StapesStapesEtaples
SumaSommamSomme, riv.
VuabanVuabamWaben324
DiepaDiepaDieppe
FecampFecanpFécamp
Ce de CausCadecausChef-de-Caux
LoyraOyraL'Eure (Le Havre)

Subiendo por el curso del Sena se ven sucesivamente Ruam (Roam, Atl. cat.) Rouen; Parixius (Pariss Atl. cat.) París; Barsu-Sayna, Bar-sur-Seine; fl. Sayna, Seine fl.; Campania, Champagne; fl. Marne, Marne fl. y fl. Crauant, el río Cravant, l'Ionne325.

Cerca de Parixius se lee Regnon Franchorum y un poco más al Este la palabra Constantia, Coutances.

Volviendo á la costa desde el Sur del Sena, siguen:

Dulceri, 1339Atlas catalán, 1375Cartas modernas
ChiriboyChiribeyQuillebœuf
OnefroOnefroyHonfleur
GofardGofartBanc d'Amfard
TocaTocaTouque, riv.
CamCamCaen
OstramOstranOnistreham
San MarchoSan MarcoS. Marcouf
CheriborgCheriborgCherbourg
Cur de LaagaCur de LagaCap de la Hague
G. de SammaloGolfo de Sa-MaloG. de Saint-Malo
San MaloSan MaloSaint Malo
LarozaLa RossaLes Rosaires
RaxenbriachRasanbriachRaz Saint-Briene
SanguindazoSanguindanzoSaint-Gildas
MelianaMelianaLa Méloine
BassoBassoI. de Batz   —308→  
BarbarachBarbarachHavre d'Abbrevrak
PozaoPorzaoRoches de Porsal
MoletoMoletoI. de Molette
FornoChenal du Four
San MaeSan MaePointe Saint-Mahé
BrestBrestBrest
CraudonClaudonCrodon
Cauo de FontanaoCauo de FontanaoRaz Fonteneau
OdiernaOdiernaAudierne
Stoch de PomarchStoc de PenmarchEtocs de Penmark
BenaudetBenaudet, riv.
CunchetoCunchetConcarneau
Porto BroetoPort BroetPort-Louis (?)
GarandaGarandaGuérande
San NazarSannazarSaint-Nazaire
NantesNantesNantes

En el curso del Loira, más arriba de Nantes hay escrito fl. Leria, Loire fl., y Carites, la Charité-sur-Loire.

En el interior, al Sur del río, Pitaus, Poitiers; Limosim, le Limousin, y Carcases, que pudiera ser Carcassonne, aunque situada erróneamente hacia el Norte.

Volviendo al litoral, siguen:

GoletoGoletGoulene (?)
NormosterNormostarNoirmoutier
SangiliSangilliSaint-Gilles-sur-Vie
Tor de LonaTordelonaTour d'Olone
San MicerSan MicerSt. Michel-en-Lherm
MarautaMarautaMaraus
PlonboPlunboLa Plomb
RocellaRocellaLa Rochelle
ChirantaChirandaCharante, riv.
ZapuzoZapuzoSoubise
MaumesonMaumesomPertuis de Maumusson
RoanjRoanjRoyan
TalamoTalamonTalmont-sur-Gironde
BurgoBargoBourg-sur-Gironde
GirondaGaronaGironde, fl.
BordeusBordeusBordeaux   —309→  
NormandaMormandaMarmande
TolossaTollosaToulouse
Monts PireneyMonts Pyrénées
Sta. María de SolachSta. María de SolachSoulac
ArchixonArchix[on]Arcachon
Baiona de GascognaBaona de GascognaBayonne
San JohamSan JohanSaint-Jean-de-Luz

Las islas inscritas á lo largo de la costa de Sur á Norte, son:

CordanCordanTour de Cordouan
LaromLayronI. d'Oleron
ReyReyI. de Re
HoyaHoyaI. d'Jeu
LabayaLabayaNoirmoutier (l'Abbaye)
BelilaBalilaBelle-Ile
GroyaGroyaI. de Groix
GrananGramamI. de Glenan
SeinSeinI. de Sein
Uxent(Borroso)I. d'Ouessant
RochtonaRochtonaJersey
GranexaGranexeGuernesey
GaschetsGaschetsLes Casquets
RanuyRanuyAurigny

Según la costumbre de los cartógrafos de la Edad Media, están escritos los nombres de las islas en sentido inverso de los de la costa y Tierra firme.

El Dr. Hamy salta el perímetro de la Península, ya comparado por M. Marcel y continúa en el Mediterráneo así:

LinzanLinzanLanza
PoruenrePortuenrePort-Vendres
ColiuraCopliuraCollioure
SasseSalsesSalces
LeocataLeocataLeucate
NerbonaNerbonaNarbonne
SanperSanperSaint-Pierre
SirignanSerignaSérignan
AgdeAgdeAgde   —310→  
C. de SetaCap. de SetaC. de Cete
MagalonaMagalonaMaguelone
MonpeslerMonpeslerMontpellier
AquemorteAygues MortesAigues-Mortes

Llega aquí lo Royne, le Rhône y sobre la orilla izquierda Arle, Arles; Vignom, Avignon; Vienna, Vienne en Dauphiné; luego, en la confluencia del Saona, Leon sus le Roy[ne], Lyon, y más arriba Burgondia, la Bourgogne y [Ch]alons (?) en lugar del Dion Dijon del Atlas catalán; por último el lago Leman ó de Lausanne, Lacus usane, el curso superior del Ródano, fl. Rosse y Martigny, Martigni.

Entre el Ródano y los Alpes, siguen:

OdorOdorRoque de Dour
BocoriBocBouc
ColoneColloneC. A. P. Couronne
MarseiaMaselaMarseille
PormirPortmuPort-Miou
AquilleAquillesBec-de-l'Aigle
BerdormiBendormiBandol
San NazarSan NazarSaint-Nazaire
TelomTelomToulon
CalabazairaCalabazairaC. de Scampebarion (?)
EreEresHyeres
BeunarBC. Bénat
Aromi (?)AronBormes (?)
FrasnesFrasneGarde-de-Frainet
G. de FrezurG. de Fre[zur]Golfe de Fréjus
FrezurFrezurFréjus
AgamAgamP. d'Agay
Sta. MargalitaSta. MargallitaSainte-Marguerite
GalopaGallopaC. de la Garoupe
AntiueriAntibes
VarVarVar
NisaNisaNice
Ori[n]oriOrinori(?)
MonagoMonagoMonaco

  —311→  

M. Hamy observa de nuevo la gran semejanza que en el contorno de las costas é islas, en la forma y dirección de las montañas y ríos, en la situación de las ciudades, en las figuras y colores de banderas y blasones ofrecen las dos cartas de 1339 y 1375, aunque las leyendas difieran en número y extensión. Dulceri, por ejemplo, pone al pié de los Alpes Allamonie un elogio de Italia en ocho líneas, que no tiene la anónima, y en cambio le falta la leyenda de las islas Afortunadas, explicada por Tastu326.

Las indicaciones relativas al Sahara y á la Nigricia, dice, son más concisas. Al Sur del Atlas, mons Athlans hay una línea de costa ligeramente reentrante, con la leyenda Tota ista riperia maris est deserta nisi á pescatores. Otra inscripción, Valle de Sus: hec est via pro ire at teram nigrorom designa el paso del Dra, y más allá del monte Tabeibert, Tabelbalet, se ve descrita Guinea de este modo.

Ganuya. Regio septem montium hec Ganuya || dicitur. Issa est tera nigrorom que pro maiori || parte est arenosa et deserta pro aquas. || Tera nigrorom hec est Ganuya.

A la izquierda del letrero está la ciudad de Tachorum, Tekrour; al Norte Sigilmesa, Sidjilmasa del Edrisi, Sigermesa de Carignano, rodeada de agua; Castron de Tagendulut, Taragalel, de Sanson, sobre el Dara, Draa; después Buda y al Sur Huletem, Ualata, Iwalaten.

Por allí está puesto el retrato del rey de Melli según acredita la inscripción Iste Rex Saracenus dominatur tota arenosa || et habet mineries auro in masima || habundantia. Rex Melly.

Más abajo está el Regnom de Orgena, Uargla, Wargelen; Tausser y Tacort y la montaña Castrocatif elchibir.

Orgena. Iste Rex saracenus permanet semper in guera || com Saracenis maritimes silicet tun[isiis] || Tera nigrorum qua senper || vadunt nudi et sine aliqua || vestimente.

No obstante la advertencia pone por el buen parecer, sin duda,   —312→   calzoncillos cortos á dos hombres pintados por muestra, que conducen un camello y un avestruz.

En la Nubia, y Regnom de Titimissem vuelve á explicar, Iste Rex Saracenus habet continuo || gueram com christianos nubie et ethiopie || qui sunt sub dominio Prest Jane christianus niger. Separa esta Nubia musulmana de la Nubia cristiana el flumen Nil, Nilo, teniendo la última las ciudades de Saboa, Dobaa, Coale, Soam, Urma, y Donchola con una inscripción borrosa que parece decir.

Nubia. || Scias que ethiopia habet || imperatorem || qui veneratur... || Id est servus crucis etiam || habet lxxij reges sub se.

Las leyendas en Egipto, el mar Rojo, golfo Pérsico y Persia difieren muy poco de las del Atlas catalán de 1375, y considerándolas por lo mismo de menor novedad acaba en esta parte el Dr. Hamy su interesante trabajo. No le ha ocurrido, por lo visto, comparar también la carta de Dulceri con la relación del viaje del franciscano español anónimo escrita por los años de 1345 á 1350, según el Sr. Jiménez de la Espada, que la dió á luz327; esto es, muy poco adelante, y cuyo primordial interés, al buen decir del comentador, se encierra en la descripción de los países africanos al Sur del Atlas. La comparación no es larga, y ofrece este resultado:

Dulceri, 1335El Franciscano, 1345
Cabo de Buyder
Zichialhamera
SigilmesaSulgumenza
DaraDara
TachorumTocoron
GanuyaGuynoa
TabeibertTibalbert
Sidan
BudaBuda   —313→  
Ganahc
Mesza
Río del Oro
OrgenaMons Organ
TacortMons Tamar
Mons Timer
TausserTauser
Almena
Albertana
Merma
Castro catif elchivirCatifi el quibir
Saploya
TitimissemTrimisin

Guynoa (Ganuya), cuenta el franciscano, conforme con Dulceri, quiere tanto decir como siete montes, porque en Guynoa son siete montes muy poblados.

«El rey del reinado de Tauser (Melly) tiene muy grandes tierras yermas desabitadas, todo zaara muerta, pero que ay seys montes que son poblados de gentes de los negros como la pez... este Rey estea siempre guerra con los moros alarabes que biuen en la zahara e a por señales vn pendon de oro con vn monte prieto.

En el reinado de Organa (Orgena) ay muchas tierras desabitadas toda zahara e confina todo de la vna parte con el Rio del oro, que dicen nillo... de que ya conté de suso e allí cogen los dientes de los marfiles que crian Ribera del Rio e cogen oro en los formigueros que facen las formigas...

Llegue a otro Reinado que dizen Tremisin (Titimissem) e confina con el flumen Nilus e sienpre biue en guerra con xpianos de Nubia e de Etiopia...

Llegue a vna gran cibdat que dicen Graciona, que es cabeza del ynperio de Abdeselib, que quiere dezir siervo de la Cruz, e este Abdeselib defiende al Preste Juan, que es patriarca de Nubia e de Etiopia e señorea muy grandes tierras e muchas cibdades de xpianos, pero que son negros como la pez...»328.



Para terminar, aunque á juicio del Sr. Marcel, que es exacto,   —314→   carece de importancia la indicación de poblaciones del interior de la península Ibérica que hace Dulceri, pues siendo su carta esencialmente hidrográfica solamente las del litoral están situadas con cuidado, no me parece holgará su mención por complemento. Son naturalmente pocas, y aun de las regiones ó reinos que por entonces partían el territorio, solo tres están señaladas; Portugal, Castela y Nauara.

Las siguientes no ofrecen ninguna duda en la correspondencia: Sam Janc de Galicia, Leo, Salamanca, Vilavizosa, Sibilia, Cordoa, Toledo, Buytªgo, Burgos, Soria, Saragosa, Tudela, Fl. Ebro, Cast.º de Segura, Leyda, Lorca, Granata.

Las que siguen no están en el mismo caso:

Scoelin, sobre el Tajo; Conetra, entre Extremadura y Andalucía; Broforado, al Norte de Soria; Vlchef, que parece ser Urgel329.

No hay ninguna más: Madrid no tenía por entonces importancia que recomendara su anotación.

Las banderas y armerías de la carta ofrecen por sí solas materia de consideración especial, ajena al objeto de la presente reseña. Solo diré de ellas, por lo tanto, que confirman los datos acopiados en el estudio histórico de las insignias nacionales que he tenido la honra de comunicar á la Academia.

Madrid 9 de Marzo de 1888.

Cesáreo Fernández Duro.






ArribaAbajoII. Cartas náuticas de Jacobo Russo (siglo XVI)

El Dr. M. E. T. Hamy, correspondiente de esta Academia, autor de interesantes investigaciones acerca de la cartografía española, ha remitido nuevo estudio que tiene por objeto las obras de   —315→   un cosmógrafo desconocido; Jacobo Russo, natural ó vecino de Mesina en los años de 1520 á 1557 cuando menos, y súbdito español por consiguiente330.

El Sr. Canale, literato genovés331, había ya mencionado el nombre de Russo con expresión vaga de haber hecho en Mesina algunas cartas de marear hacia 1550; bastó, sin embargo, la indicación para estímulo del registro en las bibliotecas, por resultado del cual, al hacer los Sres. Amat de S. Filippo y G. Uzielli los estudios biográfico-bibliográficos de Geografía italiana, dieran en Parma, Turín y Florencia con tres cartas del mencionado autor332. En la exposición de Venecia se presentaron otras dos pertenecientes al senador G. Cittadella y al conde de San Martino de Valperga, haciéndose entonces descripción más ó menos extensa de las cinco333. Su compendio es este:

La más antigua, conservada en el Archivo de Estado de Florencia fué trazada en Mesina en 1520: es carta plana de 0,63 m. por 0,94 m., construída por el método ordinario sobre una rosa de 32 rumbos, y abraza el espacio comprendido entre las islas Azores, Madera y Canarias al Oeste; el mar de Azof al Este; las islas Británicas y Dinamarca al Norte y al Sur el rio de Santanna. La leyenda está redactada en italiano con mezcla de latín y de dialecto local; los adornos consisten en figuras de reyes, perspectivas de ciudades, animales, banderas y en la lengüeta ó cuello del pergamino, bajo la imagen de la Virgen con el niño Jesús en brazos, está en caracteres negros la firma Jacobus Russus composui hanc   —316→   cartam in illa nobili civitate Messana, anno Domini 1520, die primo novembris, amen.

Otra, la que pertenece al conde de Valperga, muy semejante, dice: Jacobus Russus me fecit in nobili civitate Messanæ a. d. 1535. Amen. La tercera es hoja de pergamino doblada en tres partes, de menos extensión que la anterior y con idéntica firma salvo la fecha, que es del año 1549. Se guarda en la biblioteca real de Parma. La cuarta, que está en la de Turín, se asemeja mucho á la de Florencia, aunque solo es Mediterránea; tiene asimismo en la lengüeta la imagen de la Virgen y por firma Jacobus Russus messanensis me fecit, in nobili civitate Messane anno dni. 1565. Por último, la del Sr. Cittadella, igual á la de 1520, es del año 1588.

Con estos datos juzga el Dr. M. Hamy que las cartas han de ser obra de dos personas que llevaran el mismo nombre, pues de no ser así, suponiendo que Russo tuviera siquiera veinte ó veintidos años cuando trazó la primera en 1520, contaría de ochenta y ocho á noventa al dibujar la última, cuyo trabajo indica una delicadeza y una seguridad de mano imposible en la senectud, y confirma la presunción una sexta carta inédita, la que origina el estudio del doctor, fechada en 1557, y que evidentemente revela un pulso cansado.

El pergamino de esta última mide 0,53 m. por 0,87 inclusa la lengüeta; en ella está poco delicadamente dibujada la imagen de la Virgen, teniendo al lado la inscripción

Jacobus Russus me fecit
in nobili civitate messa
ne anno dni 1557
Amen
.



La proyección es plana; en los bordes superior é inferior hay escalas graduadas; en el centro una rosa de 32 rumbos, colores negros y rojo, que cae un poco á la izquierda de la península de Morea; dos rosas mayores, de rojo, negro y verde ocupan los cruceros de Norte y Sur y otras dos semejantes los del Sudoeste y Sudeste; el Norte en las cuatro rosas, está representado por la aguja náutica; el Sur por una media luna; el Este por una cruz   —317→   y el Oeste por una P, abreviatura de ponente. Los puntos intermedios tienen las letras M (magistro), G (grego), L (libetzo), S (siroco).

Comprende la carta las costas del Mediterráneo y las del Atlántico desde Mongia en España hasta cabo Cantin en Marruecos. El Dr. M. Hamy las describe y analiza minuciosamente; harto minuciosamente, pues no es este documento, como él mismo dice, del número de los que pueden considerarse modelos en su género, antes sirve de medida de la decadencia del arte del cosmógrafo en la segunda mitad del siglo XVI.

Los dibujantes antiguos consignaban cuidadosamente la menor de las alteraciones indicadas por los pilotos y exploradores, estando al tanto de las noticias de descubrimientos poco generalizados, como los de Plan de Carpin ó de Marco Polo; los sucesores en el trazado de cartas se fueron abandonando, limitándose á repetir indefinidamente los contornos que veían trazados en mapas-mundi anteriores, y aún las leyendas que por evoluciones de la política internacional debían de reformarse. Russo, por ejemplo, dibujaba las montañas y los ríos sin diferencia de las cartas de fines del siglo XIII, de modo que el Guadalquivir y el Segre nacen, por su pluma, de una misiva sierra, en la que se cimenta el castillo de Segura. Ignoraba que los turcos habían asentado su dominio en el bajo Danubio ciento sesenta años atrás; que los griegos habían sido expulsados de Constantinopla y de Trebisonda en 1453 y 1461; que los genoveses no poseían á Caffa desde 1475; que los caballeros de San Juan perdieron á Rodas en 1522; que Kheired Din recobró el Peñón de Argel en 1530, que los españoles se apoderaron de Tunez en cambio en 1535; dejaron á Trípoli en 1551, y en 1555 abandonaron á Bugía conquistada en 1510 por Pedro Navarro334.

  —318→  

Jacobo Russo, en una ó doble individualidad, era, pues, simple copista, dedicado á reproducir con más ó menos habilidad de mano las cartas construídas, según tipo tradicional, sin agregar nada ó casi nada á los conocimientos geográficos, y el Sr. Doctor Hamy, que nos da á conocer la personalidad hubiera acrecentado mucho el interés de su estudio, á tener ocasión de comparar los trabajos manuales del autor con los de otros cosmógrafos contemporáneos.

En la ciudad de Mesina, por la importancia comercial de su puerto, residió por entonces el maestro Juan Martínez, fecundísimo en la formación de atlas que se disputaban los pilotos, y de los cuales existen actualmente, esparcidas por las principales bibliotecas una centena de cartas335. Comprenden las conocidas el período de 1567 á 1587, llevando, por lo general, la firma Ioan Martinez, en Messina, añy...

Al mismo tiempo, trabajaban dos individuos de la numerosa familia de los Olivas; de uno de ellos nos quedan dos muestras, fechadas en 1561 y 1563. Ponía, como Russo, la imagen de la Virgen María, y al lado la inscripción Jaume Oliues, majorqui en Misina. Del otro existe en el Depósito de la guerra de Madrid un hermoso atlas firmado Ioanes Oliua fecit in novili urbe Messane, anno 1597.

El Sr. Dr. Hamy inserta noticia de un cartógrafo anterior á todos estos, tomándola de la obra del Sr. Amat de San Filipo; y como quiera que suscribía Petrus Rubeus, sospecha si por equivalencia á Pietro Russo, sería predecesor de los Jacobo; pero en tal caso hubiera adoptado la misma forma latina Russus.

Mas parece acomodarse Rubeus al apellido español Rubio, siendo de advertir que el cosmógrafo ponía la leyenda en mala lengua italiana, con mezcla de la latina.

La carta que de él se ha visto es propiedad del conde Giuliano Merenda, de Forli; no tiene fecha, pero la escritura es indudablemente   —319→   de fines del siglo XV. Comprende al Norte el mar de Alemania, al Este el de Azof, al Sur las costas berberiscas hasta el Atlas, Egipto, Nubia y Abisinia, y al Oeste las islas Británicas, costas de Francia, España y Portugal, islas Canarias y Madera, en un rectángulo de pergamino de 0,74 por 0,97 m. En la lengüeta se halla pintada la imagen de la Virgen, dándose á conocer el autor así: Ego Petrus Rubeus de Messina composui hanc cartam (aquí un agujero en el pergamino) in civitate dicta gentilli, anno Domini (la fecha completamente borrada) amen.

Como muestra de letreros copiaré los siguientes: Rex Libie; Rex Nubie; Lo prest Iohni; Acquesto es la mari rubra. Sapiati la mari no es rosa ma es la fondo chi e de quel color. Aquesto es la gran Turco de Constantinopoli la quali es una Gran Singori. Mer de Alamagna la quali Sta ingrasata sei mixi del' ano, etc.

En resumen, con el estudio que origina el presente informe se aumenta con tres nombres el catálogo de los cosmógrafos españoles, y por ello es acreedor el Sr. Dr. E. T. Hamy á expresión de reconocimiento de la Academia de la Historia.

Cesareo Fernández Duro.




ArribaAbajoIII. Las cartas universales de Diego Ribero (siglo XVI)

Entre los estudios últimamente remitidos por el correspondiente Sr. Dr. E. T. Hamy, uno se refiere á la reproducción hecha poco há en Londres, con el mayor esmero, de la Carta Universal ó mapamundi del cosmógrafo Diego Ribero, conservada en la Propaganda de Roma desde 1830336. La Academia posee   —320→   ejemplar de la reproducción que adquirí por su encargo el año pasado; conoce, pues, la factura, mas no las circunstancias por las que un documento tan raro ha pasado en facsímile al dominio público, y el erudito crítico de la cartografía las hace saber, recogiendo de paso las escasas noticias que hasta ahora se conocen del autor, pues si en verdad existen algunas otras referencias que las que cita337, no dan mayor luz acerca de la vida y obras del Cosmógrafo338.

Diego Ribeiro, Ribero, Rivero, Riuero, de nación portugués, vino á establecerse en España, tomando carta de naturaleza hacia el año de 1519. Por Real cédula dada en Valladolid á 10 de Junio de 1523 fué nombrado cosmógrafo de S. M. y maestro de hacer cartas, astrolabios y otros instrumentos de navegación, con 30.000 mrs. de salario anual. Veitia dice que el nombramiento fué de segundo cosmógrafo fabricador de instrumentos, y explica que estos habían de ser aguja de marear, astrolabio, cuadrante, ballestilla, reloj general diurno y nocturno, aparte de las cartas y esferas.

El año siguiente 1524, en colaboración con el enviado de Génova Martín Centurión, tradujo Ribero las relaciones portuguesas de Duarte Barbosa del Africa Oriental y Malabar. Fué luego (en 10 de Abril) por individuo de la Junta reunida en Puente de Caya, entre Yelves y Badajoz, á discutir la posesión y propiedad de las islas de Maluco, volviendo á la Casa de la Contratación de Sevilla y ocupación ordinaria de fábrica de cartas é instrumentos náuticos, y á la inherente de la enseñanza. Desde allí propuso al emperador Carlos V la invención de una bomba de cobre que había   —321→   de sustituir con mucha ventaja á las de madera que por entonces estaban en uso: se le admitió por real cédula dada en Granada á 9 de Noviembre de 1526, concediéndole 60.000 mrs. de pensión sobre los 30.000 que disfrutaba, y visto el resultado de las experiencias hechas en puerto y en la mar, debió de acrecentársele más el sueldo, pues otra cédula de 22 de Enero de 1536 que copia Muñoz empieza diciendo: «Pues Diego Ribero que tenía oficio de hacer bombas de metal para desaguar las naos, con salario de 70.000 mrs. al año, es fallecido...» y se nombra un sucesor.

La fecha exacta del fallecimiento no consta: Navarrete recogió memorial suyo de 24 de Abril de 1533 pidiendo información del viaje de la nao Mar Alta en que estaban instaladas las bombas de su invento; pero en diligencia fechada á 16 de Setiembre del mismo año se cita á Diego Olivera, tutor y curador de los herederos del dicho Diego Ribero, difunto.

No llegaron, pues, á diez los años que sirvió el cargo de cosmógrafo, y parte de ellos ocupó sin duda en la construcción y experiencias de las bombas, en la de los instrumentos náuticos que tenía á su cargo, y en el examen de pilotos y corrección de patrones para lo que fué comisionado desde 1527, en sustitución de Sebastián Caboto: hubo sin embargo de trazar varias cartas; Oviedo en su Historia de las Indias y Sebastián Alvarez, factor del rey de Portugal en epístola al soberano, aluden á las que habían visto de su mano en número que no parece corto. ¿Qué fué de ellas? ¿Qué fué de los patrones?

A juicio del Dr. Hamy, conforme con el de otros que siguen las huellas de los cartógrafos antiguos, no se conservan más que dos de las obras de Ribero: dos mapamundi firmados y fechados el año 1529; el uno, que estuvo en Iena en la biblioteca de Büttner y pasó á la del gran duque de Saxe-Weimar, donde permanece; el otro, legado en 1830 á la Propaganda de Roma por el Cardenal Esteban Borja ó Borgia.

El primero, refiere el doctor, fué descrito en 1795 por Sprengel, que publicó la parte de América339. Kohl reprodujo la misma   —322→   parte en 1860 con excelente comentario340. Santarem lo hizo en su Atlas de la parte de África341, y en crítica trataron del conjunto Humboldt342, J. Lelewel343, los referidos Kohl344 y Santarem, M. H. Harrisse345 y algún otro346.

En cambio del segundo mapamundi no se tenían otras noticias que la muy concisa incluída en la Gazetta letteraria universale de Mayo de 1796 y otras no más extensas de Hommaire de Hell y de R. Thomassy, insertas en los Boletines de la Sociedad de Geografía de 1847347 y en los Nouvelles annales des voyages de 1852348; pero ahora la carta de la Propaganda será mejor conocida que la de Weimar, pues habiendo alcanzado Sir Augustus J. Adderley por mediación del cardenal Manning la autorización del papa León XIII y el préstamo temporal hecho por monseñor Jacobini, secretario de la Congregación de la Propaganda, figuró el documento en la galería histórica de las Indias occidentales organizada   —323→   en la Exposición colonial de Londres, y se ha tirado en facsímile en Noviembre de 1886 por el editor inglés M. W. Griggs.

Aunque en la reproducción se han reducido á 0,7 las dimensiones del pergamino original, se leen con toda claridad las inscripciones, menos numerosas en esta carta que en la de Weimar. La simplificación y abreviación de estas leyendas es uno de los caracteres que distingue á las dos cartas: los comentarios que acompañan á las referencias Perú, Castilla del Oro, Tierra del Brasil en la de Weimar, por ejemplo, se suprimieron por completo en esta; de seis líneas escritas bajo el nombre de Nueva España, allí, no se escribieron más que dos en la de Roma; en cambio, por excepción, es más amplia la explicación que en la última tiene la Tierra de Ayllon, y en la del Labrador se observa esta curiosa variante.

Esta tierra descubrieron los ingleses; no ay en ella cosa de provecho, dice la carta de Weimar.

La de Roma formula la noticia así: Tierra del Labrador, la qual descubrirō los Ingleses de la villa de Bristol, en la qual no allarō cosa de provecho.

Sábese, en efecto, que la expedición de Caboto, á que se hace alusión, salió de Bristol para el N. de América á principios de Mayo de 1497.

Otra de las diferencias esenciales de ambas cartas consiste en la agregación de figuras y adornos hecha en la romana. En el continente de África solo tiene la de Weimar un castillo correspondiente á Sofala; una casa inmediata á la palabra Manicongo; y otra vivienda semejante que remata con una cruz, alojamiento del Pretto Juā; la de la Propaganda ostenta en la misma parte colinas, árboles, mamíferos y pájaros muy bien imitados del natural, con mezcla de otros animales fantásticos, monos, leones, hienas, elefantes y avestruces. Los bajeles curiosos cuyo viaje indican los letreros voy a Maluco, vengo de Maluco, son menos en la carta de Roma, en la que falta el que tiene la otra al N. del Cabo de San Vicente con la indicación Vengo de Flandes.

Por último, tiene la carta de Roma tres escudos de armas ricamente iluminados que han dado que discurrir, comprobado que son de las casas de Chigi y de Rovere, ostentando en medio el   —324→   del Pontífice Julio II. El Dr. Hamy, discutiendo otras opiniones349, explica la presencia de las armerías, atribuyendo la primera posesión de la carta á Agostino Chigi, intendente de hacienda de Julio II, que se distinguió entre los amantes de las artes en la primera mitad del siglo XVI, protegiendo á los artistas notables de su tiempo. Presume razonadamente que Agostino Chigi encargaría el mapamundi á Ribero, mandándole poner entre sus armas primitivas (Chigi) y las modificadas por agregación de los blasones de su protector (Rovere-Chigi), el escudo del Papa que le había elevado á las altas funciones del Gobierno.

Observa además el Dr. Hamy que, así como la reproducción de la parte americana de la carta de Weimar que dirigió Kohl se recomienda por la exactitud, la parte de África copiada en el atlas del vizconde de Santarém es muy incorrecta, siendo de notar el descuido con que se calcó de la copia anterior hecha por Humbolt350; de modo que la publicación de M. Griggs presta buen servicio al estudio de la nomenclatura geográfico-africana en el primer cuarto del siglo XVI, presentando por vez primera la que oficialmente estaba adoptada en el Padrón real, que anualmente había de rectificar el Piloto mayor de la Casa de Contratación de Sevilla, según las instrucciones y ordenanzas dadas en 1508.

Verá la Academia por este resumen, aunque insuficiente, que el nuevo estudio del Dr. E. T. Hamy es de utilidad é interés como todos los suyos, y que enriquece las noticias históricas de la cartografía española. Una ligera observación me ocurre respecto al número de las obras existentes de Diego Ribero: no hay ciertamente,   —325→   como él dice, más que dos, con fecha y firma; las de las Bibliotecas de Weimar y de la Propaganda de Roma, que compara; pero á mi juicio, anteriormente expuesto351, las cartas del cosmógrafo de la Contratación son tres, perteneciéndole la paternidad de la de 1527 anónima, que se halla en la misma colección de Weimar. Véanse, uno al lado del otro, los títulos de los pergaminos

«Carta universal en que se contiene todo lo que del mundo se ha descubierto fasta ahora; hizola un cosmographo de Su Magestad, anno MDXXVII en Sevilla.

»Carta universal en que se contiene todo lo que del mundo se ha descubierto fasta agora. Hizola Diego Rivero, cosmographo de Su Magestad. Año de 1529. »



Diego Ribero era cosmógrafo de Su Majestad, en Sevilla, el año 1527; y si á esta indicación se agregan la identidad de los epígrafes, la perfecta semejanza de la letra, las figuras de las embarcaciones y otros adornos accesorios en que hay un sello personal difícil de imitar ni confundir, no se tendrá por temeraria la estimación de que fueron las dos cartas trazadas por la misma mano.

Cesáreo Fernández Duro.




ArribaAbajoIV. Monedas árabes donadas por el Sr. D. Celestino Pujol, académico de número

En Abril último informé á la Academia acerca de las monedas árabes, que nuestro digno compañero el Sr. D. Celestino Pujol había encontrado entre la calderilla retirada de la circulación y   —326→   existente en los almacenes de la Casa de la Moneda352. Continuando en su laboriosa é ímproba tarea, el Sr. Pujol ha recogido una multitud de monedas, que por encargo de nuestro digno Director me ha ido entregando para su estudio; y hoy me propongo enterar á la Academia de las más importantes contenidas entre las 78 que obran en mi poder, y tengo el gusto de presentar clasificadas. El dar la descripción de todas sería poco útil, y molesto para la Academia; me limitaré por tanto á hacer notar lo que ofrece mayor interés, refiriéndome á mi libro Tratado de Numismática arábigo-española, cuando la moneda, siendo importante, figure en las láminas de dicha obra.

Entre las varias monedas del período de los gobernadores figura un ejemplar algo mejor que el de la lám. II, núm. 6, único que conocía de este tipo.

Al período del reinado de Abdallah, ó primeros años del reinado de Abderrahman III, pertenecen 8 feluses de diferentes tipos de fabricación: dos son los representados en la lám. V, números 5 y 11; hay un ejemplar, por desgracia en mala conservación, de tipo intermedio entre los números 6 y 7, pero con un nombre desconocido para mí: también hay otro tipo, que me era desconocido por el aspecto tosco, y no me atrevería á asegurar que pertenezca á este período.

Al año 404 parece pertenecer un dirhem (falso, pero antiguo) de cobre; está acuñado por Çuleiman Almoçtain, y tiene la particularidad de no llevar en la II. A. nombre de Príncipe heredero, y en la I. A. el nombre de Mohammad, que solo encuentro en un ejemplar del año 403; de todos modos, sea del año 400 ó 404, la moneda es única hasta ahora.

Entre las varias monedas de los Hammudíes de Málaga figura una que en mi Estudio crítico sobre la historia y monedas de los Hammudíes de Málaga y Algeciras, publiqué como de Idris II. (2.ª vez) año 445? con el núm. 40: no conocía más que dos ejemplares de esta moneda, y por su mala conservación y más aún por su novedad, no acerté ni acierto á leer lo que dice en la cuarta   —327→   línea de la I. A.: en el ejemplar publicado me pareció leer con seguridad imagen en Alandalus: en el ejemplar de la Academia, mejor conservado, no veo que diga eso, ni Málaga ó Ceuta como pudiera sospecharse: una duda resuelve nuestro ejemplar, pues se lee con seguridad en la II. A., línea segunda, imagen sobrenombre de Idris II: en los dos ejemplares que conocía, sospeché que pudiera decir imagen sobre-nombre de Idris III.

De Almamun de Toledo publiqué en la lám. XVI, n. 1, una moneda del año 448, en la que el rey se titula imagenimagen Almamun, dzul-machdain (el de las dos glorias) el hachib Hoçamo-d-Daulah (espada del estado): dos ejemplares malos conocía de esta moneda: el proporcionado á la Academia por el Sr. Pujol es bastante mejor y me parece del año imagen 8 y tre(inta), aunque á decir verdad, no se conoce con seguridad lo que supongo letra imagen, sí el imagen: de todos modos la Academia ha adquirido una moneda muy rara.

En la Revista de Ciencias históricas, publiqué en 1881 un artículo, Monedas árabes de Tortosa; allí describí como perteneciente á los años 436 y 437 un tipo de monedas de Mokabil, del cual conocía muy pocos ejemplares; del año 437 solo había visto el ejemplar que posee nuestro correspondiente D. Alvaro Campaner: gracias al Sr. Pujol, la Academia posee otro ejemplar, en mejor conservación, y que no es del mismo cuño.

Entre todas las monedas proporcionadas á la Academia por el Sr. Pujol, ninguna tiene la importancia del dirhem que voy á describir y acerca del cual informé ya verbalmente á la Academia.

Es una moneda de cobre en buena conservación, á pesar de que le falta un pedazo, que por fortuna ha dejado íntegra la leyenda.

I. A.imagenNo (hay) Dios sino
imagenAllah, solo:
imagenno (hay) compañero para él.
imagenMohammad.

  —328→  

M. imagen

En el nombre de Allah, fué acuñado este dirhem en Alpont, año 6 (y 40).

II. A.imagenEl hachib
imagenEl imam Hixem
imagenAlmowayyad billah
imagenIzzo-d-Daulah.

M. imagen

Mahoma es el mensajero de Allah, envióle con la dirección y religión de la verdad para hacerla prevalecer sobre...



Respecto á la lectura de esta moneda solo encontramos una dificultad: después de la palabra imagen año, leemos imagen, que parece estar por imagen resultando la unidad 6 y principio de la decena imagen 40 ó de la centena imagen 400: dado el carácter de la moneda, no puede suponerse del año 406, pues en este año casi no cabe esté acuñada á nombre de Hixem II: por tanto debe suponerse acuñada después de la aparición del falso Hixem, pues es muy natural que las de Alpont, pertenecientes al partido legítimo, creyesen ó aparentasen creer la aparición del desgraciado hijo de Sobha la Bascongada.

Si la lectura de la moneda no ofrece graves dificultades, no sucede así con su interpretación, para la cual nos faltan datos, ó son equivocados los que tenemos: de la moneda parece resultar de un modo evidente, que el rey de Alpont en 446 se titulaba El hachib Izzo-d-Daulah: su nombre puede ser Mohammad que figura en la I. A.: ahora bien, en la cronología de los reyes de Alpuente ó Alpont, que publicó Mr. Dozy, no figura ningún rey de Alpuente con este título; y sí figura un Mohammad Jomno-d-Daulah, que ocupa el trono años antes, desde 421, no llega ni con mucho al 446; pues su hijo Ahmed Adho-d-Daulah, que le había sucedido, murió en 440, sucediendo á éste su hermano Abdallah   —329→   Chanaho-d-Daulah hasta que fué echado por los Almoravides en 485. Nuestra moneda, según la cronología admitida, corresponde á este príncipe, en cuyo caso el nombre Mohamad de la I. A. no se refiere al rey, sino probablemente á algún hijo suyo, dado el sistema bastante general que se observa en las monedas de este período.

El título El hachib Izzo-d-Daulah en realidad no está en contradicción con lo que de él sabemos, pues pudo muy bien cambiar de títulos durante su reinado, como consta de otros reyes.

Como las noticias publicadas por Mr. Dozy están tomadas en su mayor parte de Aben Jaldún, y en bastantes casos resulta que debió de extractar mal de los autores anteriores, nos parece más seguro con el testimonio de esta moneda, admitir que el rey de Alpont en estos años llevaba el título de El hachib Izzo-d-Daulah.

De Alpuente, como de otras poblaciones donde hubo reyes independientes de este período, no conocíamos moneda alguna.

Las monedas de los reyes de Zaragoza son entre las de cobre las que más circularon en este período; así que se las encuentra en todas las colecciones, en especial las de Almoktadir, de las cuales se han adquirido varias para nuestra colección: las posteriores son más raras.

Pertenecientes al reinado de Ahmed Almoçtain II, han resultado tres ejemplares buenos: uno del año 479 (lám. XVIII n. 1) en regular conservación: de este año solo conocía un ejemplar indudable de mi colección y dudoso de nuestra Academia.

Del tipo lám. XVIII n. 2 se han adquirido dos ejemplares, uno precioso por la conservación, del año 488, y otro que parece del año 489.

Con las trece monedas árabes de que dí cuenta en mi informe anterior, resulta que son 91 las que la Academia ha adquirido, debidas al entusiasta celo numismático del Sr. D. Celestino Pujol y Camps, nuestro digno compañero.

Madrid, 24 de Junio de 1887.

Francisco Codera y Zaidín.



  —330→  

ArribaAbajoV. Los chapines en España

Las naciones europeas más importantes, en especial Francia é Italia, poseen una historia indumentaria propia. España carece de ella. Nuestros arqueólogos comienzan á reunir algunos de los elementos plásticos y documentales que han de formar la base de aquel trabajo, y, aunque no abrigue la pretensión de que se me considere como tal arqueólogo, quiero ofrecer mi modestísimo óbolo para tan patriótica empresa. Trataré, pues, de los chapines, objeto indumentario que, naciendo en la más remota antigüedad pagana, ha venido usándose hasta los comienzos del último siglo.

Y ¿qué son los chapines? se preguntará ante todo. La respuesta es sencilla. Son un calzado compuesto especialmente por una alta suela, formada con más ó menos corchos, y sujeto al pie por encima del empeine con una brida ó dos orejeras de tela ó de cuero. Por el momento basta con esta descripción que se irá detallando más en el curso de este escrito.

Si mi estudio no se concretara al chapín español, y especialmente al famoso valenciano, iría á buscar su origen en los primeros pueblos del Asia; pero es suficiente encontrarle en Roma, de donde hubo de importarse en España. Y en efecto, el kassyma griego, bajo el nombre de fulmenta, calzado con alta suela de corcho, era de uso general entre las romanas.

El P. Lacerda, en su obra sobre Virgilio, apellida Vincula á la fulmenta; Rodrigo Méndez Silva, en su Catálogo de los Reyes, supone que los romanos, para tener á sus mujeres en clausura, les pusieron chapines, costumbre que observaron las españolas, sirviéndoles en su tiempo (1637) de gala para el paseo; y Navarrete, en sus Discursos políticos, siguiendo á Méndez Silva, asegura que en latín se titularon manicæ (grillos). Pero, digan estos señores lo que quieran, los chapines se llamaron fulmentœ por los romanos, que se servían de ellos, tanto para defenderse de la humedad del suelo durante el invierno en las fangosas calles de la   —331→   ciudad eterna, como por vanidad, para ostentar más estatura que su propia y verdadera. Al menos así nos lo dicen Plinio, Plauto y otros escritores latinos.

Si durante la prolongada dominación de los romanos no pasó á España la fulmenta, que es lo más probable, pasaría con las demás prendas indumentarias que los godos adoptaron en la civilización latino-bizantina. Es sensible que San Isidoro en sus Etimologías solo nombre las baxeæ que calzaban las mujeres visigodas, sin determinar su estructura, y quede la cuestión en meras suposiciones.

A mitad del siglo IX, en 855, se encuentra de nuevo el rastro de los chapines, en una escritura de donación que incluye la Marca Hispánica, hecha al monasterio Sxalatense, y en la cual Prótano, archipresbítero, dona, entre otros objetos de valor, VIII Soccas. Estos suecos son los mencionados chapines, pues, así se han llamado luego en Castilla, como veremos, y en Aragón; aunque en este último reino se les apellidaba adanas de pie.

El maestro Pero Antón Beuter dice en la Historia de Valencia, hablando de su conquista en 1238: «corrieron todos (los moros), con gran priesa quien primer pudiera besar las manos al rey ó la reyna y sino el estribo ó el chapín;» y, aunque el maestro escribía en el primer tercio del siglo XVI, no parece extraño su aserto al hallar que en 1268 Alonso X, en el Ordenamiento de posturas dado en Jerez, prohibe á los judíos, quizás como objetos dignos de ser usados únicamente por personas de condición, «los çapatos escotados, los çuecos y los çapatos dorados.»

Tenemos, pues, que en la segunda mitad del siglo XIII los chapines, no solo se usan en Castilla y Valencia, sino que son considerados como una prenda de distinción que no más calzan las clases privilegiadas.

Pronto debió generalizarse su uso en la ciudad del Turia, pues ya en 1300 se había formado en ella un gremio de chapineros (tapiners), que debía ser numeroso y contar con abundantes fondos cuando por mano de Jaime Mateu, platero, contribuía con 100 libras valencianas á la obra de Santa Catalina mártir. El hecho lo testifica una lápida encontrada en una excavación hecha frente á la puerta de dicha iglesia, que abre á la calle actual de   —332→   la Tapinería (chapinería), según testimonio del Dr. D. Agustín Sales. Siguiendo y aumentando la boga de aquel atavío, se les adornó desde luego con tal riqueza, que vinieron á constituir verdaderas joyas. Así se comprende que en 1352 Ramón Çanihuela comparezca ante el Consejo de la ciudad reclamando la indemnización de «III parells de tapins nous» (tres pares de chapines nuevos) que le habían robado las gentes de la Unión (Libre de comparecencies); y que en 1375, como nos dice Escolano en sus Decadas, los Jurados viendo que «los chapineros, en aquel vacío y matizado dibujo que hacían en las paredes de los chapines de imaginería, pintaban con devoción indiscreta imágenes de santos que andaban debajo de los piés de las mujeres» lo prohibiesen bajo graves penas. A reprimir sin duda estos excesos, aunque inútilmente, había ya acudido Alonso III de Aragón, dictando aquel fuero incluso en la rúbrica de Draps e de vestir (XXI), por el cual prohibía á las mujeres llevar chapines «sino cuberts de oripell, sens eflocadura» (sino cubiertos de oropel sin lazos) bajo la pena de 200 florines. Y digo que esta providencia fué inútil, porque siguió el lujo en tal objeto y á su esmerada construcción se sacrificaban hasta los protocolos que para ello vendían los escribanos, como se deduce de una disposición foral inserta en su rúbrica, título XIX del libro I de las Instituciones de Pedro Jerónimo Tarazona.

También en Castilla, á mitad del siglo XIV, habían de acudir los reyes á moderar aquel despilfarro, empleando el entonces usual medio de la tasa. D. Pedro I, en su Ordenamiento de Menestrales, dado en Valladolid el año 1351, decía: «E den a los çapateros de lo dorado por el par delos çuecos dorados ssiete maravedís, e por el par de çuecos de tres cintas cinco maravedís, e por el par de çuecos de una cinta cuatro maravedís.» Y su hermano y sucesor D. Enrique, en 1369, desde Toro, tasaba también los çuecos, todos, dorados, mayores y menores, cintados, llanos, de cadena y blancos.

Sabemos, pues, que en este tiempo los chapines se construyen de piel dorada y común, de color y blanca, en su parte superior, y se adornan con lazos de cintas, sin duda para unir las orejas ó capelladas, y de corcho en su inferior, con dibujos y hasta imágenes   —333→   de santos. Desde luego se habrá comprendido que estas máquinas no podían ponerse sobre las calzas de tela que entonces se usaban, las cuales en breve se hubieran destruído; y con efecto los chapines se colocaban sobre las polaynas ó gervillas, especie de borceguíes de piel fina y suela delgada. El P. Fray Francisco Eximenes, en su Carro de los dones (carro de las mujeres), las representa y vitupera diciendo «que todas van de fiesta todo el día, cantando en francés todas almizcladas y con olor de Timem (?), y solamente de punta tocan en tierra cuando van en chapines y polaynas.» Este párrafo prueba el extremo de las polaynas, y además aclara el sentido de los chapines de puntas en Aragón, que no parecía bien definido.

Al finalizar dicho siglo XIV, el chapín es ya un objeto de lujo y de necesidad, que forma en Valencia uno de los primeros ramos de exportación.

La fama de este producto valenciano es universal, y atentos á conservarla los Jurados por medio de uno de sus principales dignatarios, reglamentan su fabricación para que su bondad no se menoscabe. En 10 de Junio de 1389 En Berenguer de Dalmau, Mustaçaf (almotacén), en dicho año publica, por medio de pregón, varias disposiciones que forman parte de la Rúbrica de tapicers (chapineros), inclusa en el códice titulado Libre del mustaçaf, recopilado en 1563, que posee el Ayuntamiento de Valencia. En ellas prescribe la clase de cueros y pieles con que se han de obrar las diversas partes del chapín, capelladas, brancas y taconeras, bien sean los chapines llanos, dorados, floreados ó de color. También se prescribe que estos últimos se barnicen, tal vez para defender los corchos de las humedades.

No hay, pues, duda. El chapín, á pesar de sus muchos inconvenientes, ha arraigado bien en las costumbres de la nación española, y su existencia se prolongará aún durante tres siglos largos. Pasarán los reyes, las dinastías, y el hijo de la fulmenta romana no morirá hasta que vengan á destrozarle los borbónicos tacones de grana. Aun entre las personas morigeradas alcanza favor. Según cuenta La gracia de la gracia, el P. Joseph Borreta, una piadosa señora preguntóle á San Vicente Ferrer si era pecado llevar chapines, y el Santo le respondió con su habitual   —334→   gracejo: «Ten cuidado en no caer.» Tan natural se consideraba aquella costumbre.

Y no solo entre la grey cristiana, hombres y mujeres, grandes y pequeños gastaban chapines, sino también venía haciendo uso de ellos la población agarena desde los primeros tiempos de la invasión con el nombre de alcorques, palabra derivada, según Dozy, de kork (corcho) y del artículo al. Mármol, en sus Guerras civiles de Granada, los llama chapinitos, por ser bajos y de una sola capellada, aunque esto se refiere ya á su época. La palabra alcorque, derivada del latín quercus, pasó á Castilla; y por ello, sin duda, algunos escritores creyeron que los habían introducido los árabes en España. Los chapines subsistieron entre los musulmanes hasta la caída del reino granadino. Recuérdese á este propósito la machacadura que á Isabel de Solís ó Zoraya ocasionaron con sus chapines las esclavas de la sultana Ayxa, cuando aquella se retiraba de su primera cita con Muley-Hacem, padre del infortunado Boabdil. Más tarde aún se hallan vestigios de esta moda entre los mudejares de Castilla, y por algunas disposiciones de Los devedamientos de la ley y çunna (Ley de moros, capítulo VI), en que se nombran las xerrillas, puede inferirse que no se usarían sin el acompañamiento de los chapines ó alcorques.

Pero volvamos á Castilla y á Valencia y entremos en el siglo más brillante y último de la Edad Media española, en el caballeresco siglo XV.

Continúa durante él la importancia del venturoso calzado, y tanto, que un escritor místico, el Dr. Agustín Sales, en su Historia del convento de la Trinidad, al referir la vida de la venerable abadesa de aquel monasterio, Sor Isabel de Villena, que floreció en el primer tercio del mencionado siglo, cuenta que el Arcángel San Miguel le presentó seis pares de chapines de varias clases. Los unos de plata especialmente obrados, los otros ya de brocado verde, azul ó blanco; estos de terciopelo grana bordados con matas de arrayán (vellut vermell, brodats de mates de murta), y aquellos de oro tirado singularmente construídos. Por supuesto que á la entrega de cada par acompaña un comentario teológico en extremo edificante y oportuno, sin que se le ocurriera al buen   —335→   doctor decirnos si la abadesa podía usar semejante calzado. No he podido comprobar esta especie, pero la hace sospechar el leer en las cuentas de la procesión del Corpus de Valencia, año de 1451, que el Consejo paga algunos sueldos, moneda del reino, por los escarpines dorados con suela de corcho que calza María Magdalena; y claro es que si á las Santas se las adornaba con ellos no habría de haber inconveniente en que los usaran las abadesas, por más que tal uso no se conformase gran cosa con su respetabilidad ni con la modestia de su estado.

Esta importancia piadosa, digámoslo así, de los chapines, corría parejas con su importancia social, puesto que era el calzado tanto de las damas linajudas y de las reinas, como de los caballeros y nobles y de los soberanos. El elegante bulto sepulcral de doña Elvira de Acebedo en Santa Clara de Tordesillas, como el de doña María de Orosco en San Pedro de Toledo y el de doña Sancha de Rojas en Fres del Val, calzan chapines de extremada factura, aunque no tan lujosos como los de doña Isabel de Portugal, esposa de D. Juan II, en la Cartuja de Miraflores. De ellos, los de doña Elvira y la reina son redondos, los últimos cuajados de perlas y sostenidos sobre la cara del pie por tres cordones, de perlas también, que se unen en su centro. Los de doña María y doña Sancha son más bajos, de punta, y adornados con dibujos, probablemente de ataujía ó media ataujía, labor que sobre los corchos se producía en Valencia.

También hubo de gastarlos bajos Isabel I, sin duda por consejo de su confesor P. Fray Hernando de Talavera, enemigo declarado de tales objetos. En su Tratado de los pecados que se cometen en el vestir y en el calzar, dice censurándolos: «Son de diversa manera (los chapines) obrados y labrados, castellanos y valencianos; y tan altos y tan gran cuantidad, que apenas hay corchos que los puedan bastar.» Cuya nueva la amplía hasta la exageración el P. F. Bartolomé Jiménez Patón, en sus Comentarios á dicho tratado, añadiendo: «Se veían chapines casi tan altos como las mismas mujeres, pues los había de 24 corchos y chapines y xervillas que tenían de coste 700 reales.» Sin alcanzar de mucho esta medida en la tabla de la Decolación de San Juan, perteneciente á la escuela de Castilla, que se atribuye á gallegos, y guarda   —336→   el museo del Prado, se pueden ver los chapines de brocado y perlas que calza Herodías, y podrán medir hasta 10 centímetros.

De estas censuras, de las del P. J. Alfonso de Cartagena, en su Discurso sobre los malos trajes, y de otras, se aprende que los chapines, çuecos ó alcorques, se forraban de paño ó seda, y crecían á medida que avanzaba el tiempo. Aún nos dicen algo más; que los chapines fueron censurados por San Ambrosio en sus Obras morales y también que se calzaban sobre zapatos romos.

Ya en este punto me contentaré, para cerrarle, con citar la donosa sátira que Mosén Jaume Roig, escritor valenciano, hace del sexo débil burgués en el Libre de les dones, y en la cual, al enumerar las pretensiones de la mujer, dice del combatido calzado:


«Calçes tapins,
ab escarpins
de vellut blau,» etc.



Esto es, «calzas, chapines con escarpines de terciopelo azul, etcétera,» con lo cual algo nos enseña en el asunto.

No escapaban por completo los alcorques masculinos á los ataques de la crítica, á pesar de su relativa humildad y modestia. D. Enrique de Villena, en el Triunfo de las donas, vitupera aquella moda en los hombres, que solamente encuentra disculpable en tiempos lluviosos. Pero con todo ello, la moda se sostenía y generalizaba en el sexo fuerte, que la había adoptado desde su comienzo. Y esto acontecía en todas las clases y estados. La estatua yacente de D. Juan II en Miraflores calza chapines de igual estructura que su esposa doña Isabel de Portugal. En la estampa de Nuestra Señora del Rosario, de Domenech, grabada en 1488, se ve un caballero que se los ha descalzado para arrodillarse; y en los grabados de Las artes de la vida humana los calzan individuos de varias condiciones. Hasta en una égloga de Juan de la Encina parece que se trata de ellos entre pastores. Exceptuando los de D. Juan, los demás son bajos y llanos.

De forma, que sucedía entonces lo que siempre ha sucedido en materia indumentaria. El capricho, ó cualquier impensada circunstancia, introduce el uso de esta ó aquella prenda de vestir,   —337→   sea ó no inconveniente ó extravagante. Truecan contra ella los moralistas, la reglamentan los legisladores, y sin embargo subsiste su moda hasta que otra la derriba y la sustituye. Y esta de los chapines, al menos en Castilla, se la había combatido de todas suertes. No sostendré que mi presunción sea muy fundada, pero sospecho que de la mala voluntad de algún legislador adusto debió nacer la idea de apellidar Chapín de la reina al servicio extraordinario de 150 cuentos de maravedís, que pagaban los vecinos del Estado llano para gastos de las bodas reales. Verdad es que también pudo inspirar el título de semejante tributo la costumbre castellana de que el día de la boda comenzaran las mujeres á usar el alcorque, por lo que se estableció la frase vulgar para decir que esta ó aquella moza se casaba, de que á la tal se la ponía en chapines. Este uso, que seguía vigente en tiempos posteriores, inspiró aquellos versos de un precioso romance de Quevedo:


«Y por ponerse chapines
alzacuello y verdugado,
sin saber lo que se hacía
dió á su marido la mano.»



Prosigue en el siglo XVI la boga de los chapines. Las mujeres deliran por ellos, aun las de la última clase popular, y tanto, que doña Juana, en 1515, por su pragmática de Burgos, al permitir que se puedan traer alcorques con seda, exceptúa á los oficiales de manos, obreros y labradores, y naturalmente á sus mujeres. Que estas los usaban, nos lo dice el célebre obispo de Mondoñedo en sus Cartas familiares, donde escribe en la LI: «qué placer es ver una mujer levantada de mañana, andar rebuelta, la toca desprendida, las faldas prendidas, las mangas alzadas y sin chapines los piés..., lavar su ropa, ahechar su trigo..., barrer su casa, encender su lumbre, poner su olla...,» etc. Frases estas no menos expresivas que algunos versos de Rodrigo de Reynosa, en Las coplas de las comadres, en las cuales ridiculiza el necio afán de engalanarse las mujeres del pueblo usando entre otros objetos los chapines y las xervillas.

Por fortuna, para los padres y maridos, el Emperador puso   —338→   coto á las exigencias de los chapineros, en su pragmática sobre la carestía del calzado, expedida en Monzón, año de 1552, en la que se tasan los chapines por dedos de altura. Y en efecto, esta debió ser su condición dominante especialmente en los valencianos, cuando Juan de Mal-Cara los menciona por ello en la descripción del traje de una novicia de alta estatura, comentando su refrán 33 de la centuria III.

Y no era fundada ni extraña la consideración que se dispensaba á los chapines valencianos, trabajados con exquisito primor, y á cuya obra concurrían dos gremios, el de chapineros (chapiners) y el de pica-chapines (picatapins), sobre quienes velaban los jurados de la ciudad, celosos del buen nombre de esta industria local. En el ya citado Libre del mustaçaf, y rúbrica de chapineros, se hallan unas disposiciones del Consejo sobre este asunto. Por ellas vemos que los chapines valencianos no podían construirse con piel de carnero dorada ni lisa, por ser obra falsa, sino con oropel de cabrito; que las suelas debían ser de ciertas partes, las mejores del cuero del buey, y de corchos nuevos. Al mismo tiempo se ordena la clase de orladuras y piezas que en las telas y forros deben ponerse y cuáles han de ser estos, con otras curiosas particularidades. Este documento revela el hecho de que también los niños usaban ya chapines en aquella fecha, pues distingue los chapines, en mayores y menores, y para personas de 12 años, arriba ó abajo.

Interesante en el asunto es el citado documento, y no lo es menos una provisión de los Jurados de Valencia, en 1534, resolviendo algunas cuestiones habidas con hijas y mujeres de maestros chapineros y pica-chapines que se intrusaban en el gremio, picando aquel calzado, es decir, claveteando los corchos con tachuelas que formaban dibujos, y á las cuales, sin duda en atención á su habilidad, se les permite, bajo ciertas condiciones, aquella industria. Concesión es esta muy notable para el tiempo, pues el gremio de chapineros, al que se hallaba agregado el de pica-chapines, había alcanzado ya bastante importancia para concurrir al Consejo de la ciudad con los otros, como lo efectuó en 10 de Julio de 1465 y en 5 de Junio de 1531, tener su sepultura en la iglesia de Santa Catalina Mártir, su casa gremial, y salir   —339→   en las funciones públicas con sus banderas y estandarte de damasco carmesí con fajas de oro y un zapato y un chapín bordados del mismo metal en ellos, con la imagen de San Pedro, por remate del asta.

Si en algún punto se pretendió imitar la fabricación valenciana, hubo de ser en Madrid, y así lo expresa Gaspar de la Cintera en sus Coplas al encomiar los ricos chapines de aquella villa.

Bien le anduvo al chapín en el siglo XVI, pero no fué menos su ventura en todo el XVII, por más que otra cosa opine un ilustrado arqueólogo de nuestros días. Trataré de probar, pues, Dios mediante, que los chapines alcanzaron á los primeros años del reinado de Felipe V.

Las obras del indicado siglo XVII nos declaran que ese calzado era propio de todas las clases y de ambos sexos, como en las anteriores épocas. D. Francisco López de Úbeda hace decir á su Pícara Justina: «Al punto bajé la mano para desenvainar un chapín valenciano.» En la Garduña de Sevilla, de D. Alonso de Castillo Solórzano, cuenta la heroina que «afligida con la muerte de su amante tomó por remedio dejar los chapines y con las basquiñas en la mano á todo correr,» etc. Cervantes refiere en su Rinconete y Cortadillo que en cierto trance «alborotáronse todos de manera que la Cariharta y Escalanta (mozas del partido) se calzaron sus chapines al revés.» Y en fin, los autores dramáticos de la época se ocupan de ellos en diferentes pasajes de sus obras. Entre los muchos que pudiera citar, lo haré tan solo de algunos que revelan pormenores chapineros que no conocíamos.

Por Lope de Vega, en La discreta enamorada, se sabe que existían chapines de luto, quizá aquellos negros de cordobán que la tasa de 1627 valoraba en cuatro y medio y cinco reales, según tuvieran tres ó cuatro corchos.

En El ofensor de sí mismo, de Monroy, dice uno de los personajes:


   «Chapines tiene también
y moños en los chapines.
Grande bobería es
poner sobre la cabeza
lo que tienen á los piés.
—340→
Dió los chapines el uso
porque no puedan correr
para alcanzarlas de pronto.»



Este moño le formaban las cintas que, pasando por los ojetes, reunían las capelladas sobre el pié. En La huerta de Juan Fernández escribe Tirso de Molina:


   «No gastará la mulata
manto fino de Sevilla,
ni cubriera la virilla
el medio chapín de plata»



Y con ello nos certifica el lujo en los chapines de las damas de aquel tiempo, lujo que Lope de Vega ya había censurado en su Gatomaquia, diciendo:


   «Chapines de tabí con sus virillas
entre una y otra descubriendo espacios
de la roja color de los topacios,
de nuestra edad y siglo maravillas,
que lo que ser solía
un medio celemín con ataujía
un pirámide es hoy de tela de oro,
y cuestan sus adornos un tesoro.»



La confirmación de todo ello nos la dan otros escritores de la época. D. Cristobal Pérez de Herrera, médico de Felipe III, propone en sus Quincuagésimas el siguiente enigma:


   «De seda y de plata y oro
y de cuero de animal
me componen, y soy tal
que sin guardarme decoro
me huellan y tratan mal.»



Y luego, al declarar qué es el chapín, añade: «Compónese el chapín valenciano y otros contrahechos, de diferentes matices dorados y plateados y con plata fina en planchas y clavos en las   —341→   virillas y aun cintas de seda en las capelladas.» Estas virillas y clavos podían en alguna ocasión sacar de apuros á sus dueños, como aconteció que, habiendo una mujer ido á visitar el sepulcro del Siervo de Dios, venerable Simó, se apartó á un lugar secreto de la iglesia, y quitando unas y otros de los chapines, los puso en el plato de la obra, según cuenta el obispo Aparici en la vida de aquel religioso. Y aun esto parece moderado, si se tiene en cuenta que Navarrete, en los Discursos políticos, dice: «Ha llegado el exceso á tanto, que algunas mujeres han comenzado á poner en los chapines virillas de oro, y no ha faltado quien las haya claveteado con diamantes, exorbitancia y exceso que no conocieron las Faustinas y Cleopatras.»

Si resumimos, nos encontraremos que las capelladas del chapín femenino, porque solían ser más de una, unidas por un moño de cintas, se componía de telas preciosas, y que sus corchos se cubrían con virillas, generalmente de plata. Estas virillas, que Cervantes llama rapacejos en su Tía fingida, no se sabe á punto fijo qué altura tenían. Ya había dicho Tirso que cubrían medio chapín, cuando el Dr. Mira de Mescua, en su Fénix de Salamanca, escribe este diálogo:

   «-¿Y mis chapines, Villena?
-Aquí los trae un criado.
-Muestra. ¡Qué angostas virillas!
-No se usan más de dos dedos.
-Echan á perder los ruedos,
ya me cansan.
-Pues undillas.»


Estos dos dedos concuerdan con Tirso, pero de ningún modo con D. Jerónimo Alcalá, que en su Donado hablador, escribe: «Salió, pues, mi deseo de dama, vestida á lo grave, alta de cuerpo, muy derecha, sobre media vara de chapines con sus virillas de plata de un gran xeme.» Mas como no quiera seguir la broma del satírico donado, me contento con aquellos dos dedos de virillas, que no es poco.

Las cintas que forman el moño también son de rigor, aun cuando su notoria flaqueza ocasione más de un percance.

  —342→  
-¡Jesús!
-¿Qué ha sido?
-Casi nada,
abrirse de un chapín la capellada.


-Deme V., si trae, un par de cintas, dice el bachiller Quiñones, en su entremés D. Gayferos; y en verdad que debía ser trance de entremés romperse la cinta del chapín en la calle, y encontrarse la dama sin poder volver á casa.

Y con esto, creo ya de todo punto necesario describir con minuciosidad el chapín del siglo XVII; es decir, el chapín en la plenitud de su perfección y apogeo de su imperio, porque si ahora no lo hago, me lo va á impedir en breve su ruina. Por fortuna, ha de sacarme en parte de este empeño el ilustrado D. A. Orellana, que, en vista de unos que poseía su amigo el regidor don Antonio Pascual, hace de ellos la siguiente pintura:

«Son dos chapines pequeños, como de señora de poca edad: las dos plantillas, así la de encima (esto es, la plantilla sobre que descansa el pie) como la de abajo, que ha de tocar en el suelo, son de una suela delgada, y en el intermedio, entre suela y suela referidas, es el alma de corcho, y el todo, computado el grueso de ambas á dos suelas, compone de elevación el casco y grueso de dos dedos; de modo, que el todo de las plantillas, asiento del chapín, tendrá tanto de grueso como la plantilla de un alpargate regular de hilo. La cara del pie, equivalente á lo que decimos cara en el zapato, es de ropa de tisú, pero no formando punta si que existe roma, y haciendo la misma figura que en los alpargates, queda sin ropa la extremidad ó punta del pie: de modo, que si se pusieran los piés descalzos ó sin medias, se descubrirían los dedos. La ropa ó tela que por encima cubre el pie está dividida en dos partes, como el chanclo ó abarca, de forma que subiendo hacia el medio de la cara del pie une á la de cada lado por unos agujeritos ú ojales que tiene la ropa; á la extremidad se ceñían ambas alas cordándose con una cinta cruzada de parte á parte, enebrada por dichos ojales. El talón y carcañal y lados, aunque no con tanta elevación como los zapatos de cara, si con la que demuestran los alpargates usuales, tienen lo mismo de la misma   —343→   tela de tisú, la cual en todo el chapín está guarnecida de un galoncillo de oro, que forma un perfil, como la cinta que ahora suele ponerse por el orillo de los zapatos.»


Falta añadir á esta miniatura que el corcho, cuando no se pintaba y barnizaba, se cubría de un tejido de valor y por encima de la pintura ó de la tela se picaban las virillas más ó menos anchas de este ó aquel metal con tachuelas de lo mismo. En una providencia del Mustaçaf de 9 de Diciembre de 1650 se manda entregar «dos chapines de lama nacarada con dos virillas de plata y clavos delante, y dos rosas de cinta nacarada con trenza de plata,» lo cual robustece algo de lo dicho.

Creo que ya se habrá comprendido bien la estructura y condiciones del chapín; y como su descripción se ha hecho sobre uno valenciano, no ha de hallarse exagerado que Escolano, en sus Décadas, al enumerar las manufacturas de Valencia que se exportaban en 1611 de esta ciudad, «algunas de ellas con blasón de ser las más aventajadas de España,» incluya los pintados chapines entre los tejidos de seda, guardamines (sic) y paños finos.

Pero había ya sonado la hora de la decadencia. El gusto francés, que venía poco á poco apoderándose de la sociedad española durante el reinado de Carlos II, minaba su existencia. En La relación de las fiestas efectuadas por haberse terminado la capilla la Virgen de los Desamparados en 1667, su autor D. Francisco de la Torre no nombra ya como asistente á ellas, entre los demás gremios, al de chapineros.

Existían no obstante el gremio y los chapines, porque veintinueve años después, en 1696, aún juraban el cargo de vehedores del oficio Leonardo Hugo y Valero Matheu, y hablan del susodicho calzado D. Antonio de Guevara en El menosprecio de la corte, año de 1673, y el incógnito francés que publicó Les mémoires de la cour d'Espagne, y se refieren al período de 1679 á 81. En este libro se encuentra el siguiente párrafo:

«Nadie osaba socorrer á la reina (2.ª esposa de Carlos II), porque no se permite á ningún hombre tocarla y principalmente en pie, á menos que no sea su primer menino, que le pone sus chapines: estos son una especie de sandalias donde las damas meten sus zapatos y esto las levanta mucho.»



  —344→  

Quien les dió el golpe mortal lo declara D. Francisco Calderón Altamirano al exclamar, en sus Opúsculos de oro, publicados en 1707, increpando las modas francesas: «¿Qué (diremos) de unos tacones que por enanos desprecian los chapines?» En efecto, los tacones rojos de Versalles, que también aumentaban la estatura de damas y caballeros, sin los muchos inconvenientes de los chapines, aunque con mayor peligro de una torcedura de pié, terminaron la agonía. En 1709 moría el último maestro chapinero de Valencia, y en el mismo año se vendía la casa gremial situada en la calle de la Tapinería para pago de deudas. Al año siguiente se dispuso de su sepultura, y como al limpiarla y disponerla para nuevos entierros se hallara una tabla de San Pedro, patrón del gremio, en la víspera de la fiesta de aquel año, se tuvo el hallazgo como providencial, con cuyo motivo se le hizo gran función, predicando en ella el canónigo Mosén Pedro Gil Dolz, cuyo sermón se guarda inédito en el archivo de aquella iglesia. Verdaderamente fueron las honras fúnebres del gremio de chapineros de Valencia.

Y aquí termina este esbozo de la monografía del chapín de Castilla y Valencia, que otros podrán completar con nuevos y mejores datos. Entre tanto, algo sabemos ya de aquel legendario calzado que han usado tantas generaciones, y que sirviendo de gala y atractivo en los piés de las mujeres de baja y alta cuna, Dios sabe la influencia que habrá tenido en los destinos de nuestra patria. No hay que reirse: siempre pequeñas causas han producido grandes acontecimientos.

Francisco Danvila.

imagen

(Boletín de la Real Academia de la Historia, tomo XII, pág. 340.)