Visor de obras.

Volumen 8 - carta nº 319

Madrid, 3 abril 1887

Mi muy querido amigo D. Juan: Indudablemente habrá Vd. recibido estos últimos días una larga carta mía, que le probará que de ninguna manera me olvido de Vd., a quien tanto quiero, ni de sus encargos. Lo que hay es que en Bruselas se vive mas despacio que en Madrid, y encuentran Vds. tiempo para todo, al paso que nosotros le perdemos sin saber en qué, y luego lamentamos amargamente haberle perdido. A Vd. mismo, cuando vuelva a pasar una temporada por Madrid, le sucederá algo de esto.

Catalina tiene la lista de los ejemplares de Cuentos, diálogos y fantasías que han de distribuirse. Yo entregaré algunos, en propia mano, a los interesados o interesadas, y Catalina cuidará de que los demás lleguen a su destino.

Los periódicos nada han dicho de la aparición de este volumen, porque nada dicen de ningún libro. Bastante tienen con la política y los toros. Afortunadamente, el público empieza aquí a comprar libros sin que los periódicos se lo apunten ni aconsejen. Yo lo sé por experiencia propia. Hoy pienso ver a Cánovas en casa de Semíramis, donde comemos los lunes, y le haré alguna insinuacion sobre el prólogo. Él tiene intención y deseo de hacerlo, siempre que se le de algún tiempo. Estas cosas le halagan mucho. Si no ha contestado a su carta de Vd., será porque ha estado fuera muchos días o por cualquier otra razón semejante, pero de ningún modo

por desaire, puesto que continuamente se deshace en elogios de Vd.

Los Apuntes me parecen archibién, y si no me lo pareciesen, no se lo hubiera a Vd. dicho, porque gusto de decir la verdad a mis amigos mucho más que a los indiferentes. Y como Vd., entre mis amigos, es el primero de todos, a Vd. debo decírsela con preferencia. Catalina imprimirá los artículos, pero ahora anda algo tardo y remiso, porque su empresa editorial está en crisis. No es porque pierda dinero, sino porque quiere deshacerse de su socio y quedarse él con toda la colección, dándole mayores ensanches y publicando libros españoles de todos géneros, antiguos y modernos, en variedad de fórmulas y tamaños, aunque con una razón social idéntica. Ocupado en madurar estos pensamientos, suele distraerse en cuanto a las publicaciones que ahora urgen más, y por eso salen sus tomos con algún retraso. De todos modos, si Vd. no le deja de la mano, creo que el tomo se hará en seguida.

Mi conferencia sobre Quintana todavía no se ha impreso, pero en cuanto lo esté, recibirá Vd. un ejemplar.

El miércoles me voy a Barcelona con una comisión de la Academia de la Historia. Estaré próximamente una semana. Escríbame Vd. a Madrid, y encontraré la carta a mi vuelta.

No atribuya Vd. nunca mi silencio a olvido, ni a entibiamiento de afecto, puesto que cada día le quiere y le admira mas su afmo. amigo

  M. Menéndez y Pelayo

Valera-Menéndez Pelayo, p. 364-365.

SÁNCHEZ DE MUNIÁIN, J. M.ª: Antología de Menéndez Pelayo , p. 10 y 285 (fragmentos).