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121

Cito siempre por los capítulos de la 5a. edición de Luis Andrés Murillo. (N. del A.)

 

122

Historia verdadera de la conquista de la Nueva España (1632). Utilizo aquí la edición crítica del P. Carmelo Sáenz de Santa María, citando sólo por página. (N. del A.)

 

123

El AntiJovio fue escrito (hacia 1568) por un adelantado de/en el virreinato de Nueva Granada, aunque tiene tema europeo: los prejuicios anti-españoles, los chismes y particulares indignos de la Historia («pero dexemos todas estas menudencias para el Jovio, que las quiere entender todas»; 284), copiosos todos ellos en la obra del famoso humanista y obispo italiano Paulo Jovio (Elogios o vidas breves, de los Cavalleros antiguos y modernos... que están al vivo pintados en el Museo de Paulo Iovio, Granada: Hugo de Mena, 1568). Abunda en tópicos como el prejuicio contra los traductores, (diseminadores de las tesis de Jovio), etc. Los Comentarios reales del Inca no son propiamente una relación, aunque se detengan frecuentemente en pormenorizaciones de tipo prosaico; su género es debatible (ver Rodríguez-Vecchini, y el prólogo de Juan Bautista Avalle-Arce, en las obras citadas en mi bibliografía). El profesor argentino Jorge Albistur hizo de ellos y de la Historia verdadera, un estudio cuya tesis en cierto modo se adelanta a la mía, porque dice que, de haber podido leer a Bernal, el autor del Persiles hubiera conocido «la verdadera la historia de muchas miserias y violencias» (69). Domingo Ynduraín, por su parte, se ocupa de las relaciones europeas: una dimensión complementaria a las indianas (ver mis Obras Citadas). (N. del A.)

 

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Enrique Pupo-Walker alega que los Naufragios, emplean mecanismos de «inversión retórica» y se asemejan a una crónica milagrera tipo medieval. Es «un texto que en algunos pasajes alcanza su mayor expresividad en la omisión [se refiere a la que imponía tácitamente el marco institucional de la época] y en un delicado margen de ambigüedad que se amplifica al ser detectado» (538). (N. del A.)

 

125

El término «detalle» es del s. XVIII (ver el Diccionario de autoridades de la Real Academia Española de la Lengua); así que lo que aparece en las dos partes del Quijote son sinónimos (¡nada menos que casi veinte de ellos! como demuestro en mi tesis doctoral). Carmen Fontecha, en su Glosario de voces comentadas en ediciones de textos clásicos tiene como único nombre en la entrada correspondiente al tema «detalle», el de Cervantes (bajo «minucia»). (N. del A.)

 

126

En mi opinión, este desdén hacia el poder visualizador de los historiadores es una tradición que-en la España del XVI -se remonta a las cartas burlescas (del «Capitán Salazar»,y del «Bachiller de la Arcadia») escritas por el historiador y poeta Diego Hurtado de Mendoza, publicadas a mediados del s. XVI en Italia (ver Jose García Mercadal, ed. Antología de humoristas españoles; Madrid: Aguilar, 1961). Continúa esta tradición en las relaciones de Bernal y de Jiménez de Quesada y llega hasta Cervantes. Existe un memorial de Francisco de Quevedo a Felipe IV, en 1628, llamado «Lince de Italia o zahorí español», que, pese a su tono serio, me parece susceptible de ser estudiado bajo este enfoque. (N. del A.)

 

127

Eso dice, por ejemplo, el noveno cronista de Indias Antonio de Solís (citado en nota de Brody 323). (N. del A.)

 

128

Haedo -de cuya obra no doy ficha bibliográfica aquí- aduce en su capítulo sobre «los mártires»,que «se pudiera hacer una particular historia» sobre alguna que otra «[c]osa maravillosa» ocurrida cuando Cervantes estuvo ayudando a otros cautivos encerrados en una cueva, «sustentádolos» por varios meses. (N. del A.)

 

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Respecto a estas entradas y salidas, que las cuente cada uno «en su casa» añade Gómara (279). (N. del A.)

 

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Don Quijote considerado como narrador es una tesis que sólo ha postulado sin embagues John G. Weiger en In the Margins of Cervantes: «It is not Don Quixote the character that we should analyze but Don Quixote the narrator of Cervantes's fiction that we ought to attend» (146). Fue sugerida anteriormente por Marthe Robert (

«But what he loves best is to tell stories himself»


; 42) y por Elías Rivers (en diversos trabajos no citados en mi bibliografía), y refinada por Alan S. Trueblood, quien, ante la manera en que Don Quijote efectúa una «focalización» (el término es de Genette)n de la escena de Cardenio, o la de los batanes, concluye: «it is perfectly possible to delegate the diegetic role to Don Quixote» (Parr On Cervantes 274). (N. del A.)