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ArribaAbajoEl sentido de la alusión de Cervantes a La ingratitud vengada de Lope

Donald McGrady



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La ingratitud vengada, praised by Cervantes in Don Quijote I, 48, was written by his archenemy Lope de Vega. It treats the same subject as Lope's La Dorotea, that is, his love affair with Elena Osorio. What has not been appreciated is that Cervantes' reason for praising this bad play is that it portrays Lope in a very negative light. By citing it, Cervantes indulges in the irony of having his adversary condemn himself.


Un importante desiderátum para los estudios cervantinos, y asimismo para los lopescos, consiste en una recopilación ordenada de todas las alusiones de Don Quijote al gran contrincante literario del manco de Lepanto. Las ediciones anotadas de la obra explican docenas (¿centenares?) de punzadas que asestara Cervantes a Lope, pero nadie ha elaborado una lista de estas referencias en un índice que sintetice lo que ya se sabe sobre tan fascinante asunto, y que seguramente serviría de punto de partida para otros estudios análogos. Otra ventaja de tal lista sería la de llamar la atención sobre problemas relacionados con estas alusiones. En la presente nota vamos a examinar el sentido de una referencia elucidada hace ya más de dos siglos, pero cuyo significado sigue ignorándose.

Se trata de la afirmación de Cervantes que «no fue disparate La ingratitud vengada, ni le tuvo La Numancia, ni se le halló en la del Mercader amante, ni menos en La enemiga favorable» (II, 48; 553). En 1797 Juan Antonio Pellicer señaló la autoría de estas cuatro comedias, pero ni él ni ninguno de los editores subsiguientes se sorprendió de que Cervantes aparentemente alabara una obra de su antagonista sempiterno, pues la primera pieza nombrada, inédita   —126→   hasta 1620, es de Lope de Vega76. Poteet-Bussard ha señalado la relación entre La ingratitud vengada y La Dorotea, en la cual Lope evoca largamente su relación pecaminosa con la actriz Elena Osorio (1583-88). Se inclina a creer que Cervantes cita la obra porque la estima literariamente. En nuestra opinión, sucede todo lo contrario.

La trama de La ingratitud vengada es la siguiente: el soldado Octavio explota a Luciana para dar dinero a la cortesana Lisarda, de quien él está perdidamente enamorado. Lisarda corresponde su pasión, pero su madre, Corcina, la obliga a aceptar las atenciones de unos nobles ricos. Al final Luciana propone a Octavio que se case con ella, pero él se va tras Lisarda, que se dirige a Italia con un marqués italiano; éste y sus criados escarnecen a Octavio, dejándole desnudo. En vista de ello, Octavio vuelve a casa de Luciana con la idea de unirse con ella, pero descubre que se ha casado con otro. Octavio reconoce que por su ingratitud, se ha quedado sin pareja.

La ingratitud vengada es una obra mediocre, sin tema ni acción convincente ni interesante. Tiene grandes faltas de caracterización: durante casi toda la obra Octavio está fulminantemente enamorado de Lisarda y desprecia a Luciana, pero a lo último, al ser rechazado por aquélla, en pocos momentos anhela casarse con ésta. Luciana también está totalmente prendada de Octavio, pero en unas horas lo echa en olvido (poco antes pensaba suicidarse) y se une con otro que no la ha pretendido anteriormente. Por fin, Octavio se muestra fuerte y valiente durante casi toda la pieza, pero al final no hace nada para defenderse cuando unos criados del Marqués le echan palo y le quitan la ropa. En pocas palabras, La ingratitud vengada es exagerada e inverosímil, y no logra captar nuestro interés. Es verdad que antes de 1595 Lope no había empezado a producir sus grandes comedias (quizás la única digna de destacarse sea Las ferias de Madrid, de 1587-88), pero lo cierto es   —127→   que La ingratitud vengada no pudo llamar la atención de Cervantes por su calidad literaria. Resulta obvio que si el gran novelista la menciona, es por otras razones.

La explicación del interés de Cervantes en esta comedia es muy diferente. Como mostró Poteet-Bussard, el Octavio de La ingratitud es una reencarnación del mismo Lope de Vega, quien cuenta una vez más su aventura amorosa con Elena Osorio. Si Octavio es Lope, Lisarda corresponde a Elena, Corcina a Inés Osorio, la madre de Elena, y el Marqués a Francisco Perrenot de Granvela, el linajudo ricacho que quitó Elena a Lope (no se sabe cuál fue la amante de Lope que inspirara la figura de Luciana). Lo que distingue a La ingratitud vengada de los otros innumerables tratamientos del episodio de los amores impúdicos de Lope con Elena (en poesías, novelas y comedias) es que aquí -al igual que en La Dorotea, escrita unos 35 años más tarde- el autor reconoce su propia culpabilidad. La consecuencia de este insólito acto de honradez es que no hay personaje admirable en La ingratitud: todos son lascivos, egoístas y sin principios morales. Al contrario de las versiones anteriores, Octavio no es un joven poeta enamorado y apreciable, sino un soldado embustero que explota la pasión de una mujer (Luciana) para darse aires de pudiente y para colmar de dinero a una cortesana calculadora.

La visión de Octavio en La ingratitud vengada es un autorretrato tan devastadoramente negativo que nos asombra que Lope haya encontrado valor para dibujarlo. Este negativismo tan inexorable explica que ningún crítico moderno anterior a Poteet-Bussard percibiera que La ingratitud es otra de las innumerables versiones lopescas de los amores de Lope con Elena. Pero Cervantes (quien evidentemente asistió a una representación) reconoció en seguida el autobiografismo de esta comedia. (Esto sería evidente a todos los contemporáneos de Lope, cuyos amores con la Osorio eran notorios, en gran parte debido a su sonado proceso y destierro de Madrid y Castilla por calumnias de Elena y su familia.) Cervantes aprovechó la oportunidad brindada por su adversario de condenarlo, mediante el simple expediente de citar con aprobación una obra en que él mismo se condenaba. Lejos de ser un magnánimo   —128→   elogio de una comedia de su rival, la alusión a La ingratitud vengada por Cervantes es uno de sus pinchazos más encarnizados77.


Obras citadas

Cervantes Saavedra, Miguel de. Don Quijote de la Mancha. Edición del Instituto Cervantes, dirigida por Francisco Rico. 2 vols. Barcelona: Crítica, 1998.

Entrambasaguas, Joaquín de. Estudios sobre Lope de Vega. 2 vols.ed. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1967.

——. Lope de Vega y su tiempo. Barcelona: Teide, 1961.

Morley, S. Griswold, y Courtney Bruerton. Cronología de las comedias de Lope de Vega. Madrid: Gredos, 1968.

Pellicer, Juan Antonio, ed. Miguel de Cervantes Saavedra. El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. 5 vols. Madrid: Sancha, 1797.

Poteet-Bussard, LaVonne C. «La ingratitud vengada and La Dorotea: Cervantes and La ingratitud». Hispanic Review 48 (1980): 347-60.

Vega, Lope de. La ingratitud vengada. En Obras. Ed. Emilio Cotarelo y Mori. Tomo 6. Madrid: Real Academia Española, 1928. 457-87.