121
Ibid., p. 548.
122
Ibid., p. 564.
123
Vale la pena recordar que desde el Instituto de Filología de la Universidad de Buenos Aires que dirigía Amado Alonso y en el que entre otros trabajaban Rosenblat y Pedro Henríquez Ureña, también Sábato recibió los aires de libertad contrarios a los fijadores o decoradores de la lengua. El maestro dominicano fue su primer profesor de lengua en el colegio secundario dependiente de la Universidad Nacional de La Plata cuando el narrador solo tenía doce años. Los hermanos Lida, a veces con seriedad, a veces irónicamente, participaban de esta posición y Rosenblat, desde entonces de buen talante y hasta con buen humor, enseñaba la inutilidad de pretender la fijación del idioma.
124
María Josefina Tejera, «Nota autobiográfica», en María Josefina Tejera y otros, Ángel Rosenblat, Caracas, Universidad Central de Venezuela, 1967, pp. 11-12.
125
Ángel Rosenblat, «Curanderismo lingüístico. El terror al gerundio», Anuario de Letras, México, Centro de Lingüística Hispánica, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional Autónoma de México, 1975, vol. XIII, pp, 17-31.
126
Ángel Rosenblat, art. cit., p. 31.
127
C. P. OTERO, «Gramaticalidad y normativismo. (A propósito de algunos escritos de Á. Rosenblat)», Review Articles, Romance Philology, Berkeley and Los Ángeles, University of California Press, 1966, vol. XX, N.º 1 (August), p. 53.
128
Boletín de la Academia Venezolana de la Lengua correspondiente de la española, Caracas, 1984, año L, N.º 154 (Julio-Diciembre), pp. 47-48.
129
Carlos Orlando Nállim, «Reseña sobre Ángel Rosenblat, La lengua del Quijote», Cuadernos de Filología, Mendoza, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Cuyo, 1972, N.º 6, p. 232.
130
Ángel Rosenblat, La lengua del Quijote, p. 33.