41
Me he ocupado en otro lugar de la posterior feminización del nombre de Narbona: véase «Heteróclisis de topónimos en -o/-ona», en Rev. Univ. Madrid XIX, 1970, pp. 185 ss.
42
Corominas, Topica hesperica, I, Madrid, 1972, p. 14.
43
Tovar, op. cit., en nota 2.
44
Fernández-Galiano, «Sobre el nombre de Sigüenza», en Estudios Clásicos, XVII, 1973, pp. 291-302.
45
Holder, Altceltischer Sprachschatz, III Leipzig, 1925, p. 89.
46
Wolf, op. cit., 198.
47
Lo que no supone que no hayan podido seguir otras, incluso para algunos de estos nombres en -ntia, e incluso contando con una significación que también podría ser augural. Así, Constantia, si realmente se dio como recuerdo del emperador homónimo.
Por otro lado, no creo que plantee problema dentro de la serie, si se le interpreta como los demás, Consentia. Al contrario, lo planteaba a quien, como Wolf, admitía la interpretación como participio de presente, hasta el punto de que tuvo que dedicarle todo un apartado (II) de su repetidamente citado artículo. En cambio, tomado como un apelativo, entra en el molde de lo más normal; cf. -prescindiendo de la época (como con los demás) y atendiendo sólo a la posibilidad del derivado- el correspondiente antroponímico Consentius.