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Correspondencia del Doctor Benito Arias Montano con el licenciado Juan de Ovando

Marcos Jiménez de la Espada





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La Real Academia de la Historia dió á conocer en el Apéndice de documentos al elogio histórico del doctor Benito Arias Montano (tomo VII de sus Memorias, año 1832), siete cartas del insigne humanista extremeño, cinco completas y dos en extracto.

En el tomo XLI de la Colección de documentos inéditos para la historia de España, se publicó otra serie más copiosa y no menos interesante, debida á la misma pluma.

Las que figuran en esta Correspondencia no se hallan en ninguna de las dos citadas publicaciones. Son, á mi juicio, inéditas. Y aunque de su contexto no resulten noticias raras ó muy notables acerca de su autor ó de sucesos más ó menos relacionados con su vida y sus obras, puedo asegurar que no desmerecen en curiosidad de las ya conocidas, y que, aparte de la justa y clarísima fama de que gozó en el mundo de las letras el director é ilustrador de la Biblia regia, confirman el concepto en que le teníamos de consecuente, agradecido y obsequioso con sus amigos; modesto en sus ambiciones; asiduo é infatigable en el trabajo de su obligación, que no estorbaban apasionadas aficiones á las artes y ciencias, cuyo prestigio era necesario en su tiempo á los sabios que aspiraban á la primacía entre los eminentes.

De algunas de sus cartas apunto ó tomo solamente los pasajes más principales (ó que á mí me lo parecen), citándolas por orden de fechas é intercaladas con las de Ovando, que también reduzco á sucinto extracto. Las restantes van copiadas por entero á seguida de este resumen epistolar, excepto la que incluí en mi artículo titulado El Código Ovandino.

A la generosa franqueza con que el Sr. Conde de Valencia de Don Juan ha puesto á mi disposición su rico tesoro de papeles históricos, debo el poder ofrecer á la Academia este modesto tributo á la buena memoria del ermitaño de la Peña, aspirando al honroso favor de que se digne aceptarlo.

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Arias Montano á Ovando.- De Anvers 14 de Junio de 1568. (Ológrafa, va copiada íntegramente.)



Ovando á Arias Montano.- De Madrid 4 de Agosto de 1569. (Ológrafa.)

Le riñe por apasionarse demasiado de sus amigos.

Remítele un crédito de 100 ducados y una lista ó «Memoria de los instrumentos, descripciones, pinturas y libros que le ha de mandar enviar de Flandes el Sr. Benito Arias Montano».

La lista, de letra del secretario de la visita del Consejo de Indias, Juan López de Velasco, después de mencionar los instrumentos astronómicos que ya le ha remitido Arias Montano, según consta por la carta que á seguida extractamos, añade: «Todas las descripciones y mapas estampadas y puestas en lienzo que á Vmd. paresciere y contentaren.» - «Dos imágenes muy buenas de pincel, en tabla, con peañas y puertas convenientemente grandes para poner en un altar; en la una un crucifijo y en las puertas Nuestra Señora y un San Juan, y en la otra la Concepción ó el Ofrescimiento de los Reyes; al fin que sea de Nuestra Señora.»

Enumerados con breve indicación de títulos y autores los libros que Ovando desea (entre los cuales no encuentro ninguno notable ó exquisito), continúa la lista.- «Item todos los catálogos ó memorias de libros impresos que se pudieren hallar impresos ú de mano; y en esto me la haga Vmd. de poner mucha diligencia de manera que hayamos la más cumplida copia de ellos que se pueda.»

Y concluye la Memoria:

«Media docena de lienzos paisajes para un estudio, de pocas y pequeñas figuras, si se hallaren, de mano buena y regocijada, y si no, mandarlos hacer.»



Arias Montano á Ovando.- De Anvers 23 de Diciembre de 1569. (Ológrafa.)

Dice que ha estado muy enfermo y casual cabo de la vida.

Que le ha enviado un astrolabio y un báculo, y «un ánnulo astronómico bastante para meter en él el brazo.» - «Quedan en mi poder -añade- dos retablos acabados conforme á como Vmd.   —478→   los demanda, y un báculo astronómico ó radio de metal excelentemente hecho; y dos globos espero que me enviará Mercator por días, porque los suyos son los mejores; y un mapa-mundi y carta de marear hecha por el mismo nuevamente, la mejor que ha salido.»

Que le han traído el epítome de la Biblioteca de Gésnero para Ovando. Y que le remitirá una lista de los libros que se han prohibido en una junta hecha en Bruselas, en la cual se halló y recibió el encargo de ordenar, disponer é imprimir el Catálogo.

Acompaña otro de libros con sus precios hecho en Anvers.



Arias Montano á Ovando.- De Anvers 16 de Enero de 1570. (Ológrafa.)

Le avisa del envío de los instrumentos astronómicos antes enumerados y de con quién los envía, y prosigue:

«Todas estas piezas son de mano del que mejor creo lo labra en en Europa, y muy acertadas; ansí iré poco á poco con comodidades enviando lo que pudiere hasta que Dios ordene que se abra esta navegación de la mar, que pueda enviar los globos, pinturas y cartas. En lo que toca á los lienzos pintados holgaría saber de qué precio los quiere Vmd., porque conforme al precio es la perfección dellos. Haylos de un tamaño, de tres hasta once florines. Los que tiene el Sr. D. Luís Manrrique, parte son de cinco, parte de seis florines, y son de buena mano, y el maestro es mi amigo1. Estos se pueden ver de cerca y de lejos; los de menos precio parecen bien de lejos. Yo tengo uno que por dicha hube en nueve florines, que no lo habría por diez y ocho si pidiese otro tal.- El epítome de Gésnero enviaré con la primera buena oportunidad, y una copia que tengo hecha de otros libros que no se contienen en Gésnero.- Dentro desta caja van dos cuadernos de los libros que en esta feria pasada han aportado á Francafort, porque allí   —479→   es la confluencia de toda Europa; digo libros nuevamente venidos á luz; y ansí procuraré se me traigan todos los que cada feria se publicaren, por donde ternemos noticia de lo bueno y malo que se imprimiere.»





Ovando á Arias Montano.- De Madrid á 21 de Enero de 1570. (Minuta.)

Le escribe muy cariñoso. Elogia á Plantino. Se muestra muy contento de los encargos que Arias Montano le envía.



Ovando á Arias Montano.- Con adiciones de otra carta del secretario de la visita del Consejo de Indias Juan López de Velasco. (Borrador sin fecha.)

Trata principalmente de las órdenes que se mandaron y habían de mandarse, para que los cajones y encargos que Arias Montano le envía no paguen derechos ni diezmos, ni sean registrados. Los cajones venían señalados con una cruz griega.



Ovando á Arias Montano.- De Madrid á 31 de Marzo de 1570. (Minuta.)

Que ha recibido los astrolabios, ánnulo y báculo astronómico, y catálogos y libros, etc., etc. Dice que el astrolabio es mejor que el que tiene el rey en su recámara del mismo autor. Espero recibir pronto lo demás por las muchas urcas que de Flandes aportan á Sevilla.



Arias Montano á Ovando.- De Anvers 5 de Septiembre de 1570. (Ológrafa.)

Le avisa del envío de tres cajas numeradas 1, 2 y 3, y señaladas con una cruz como esta Cruz. «En la 1.ª van libros; en la 2.ª dos globos y mapas ó descriptiones; en la 3.ª pinturas, dos retablos para Vmd. y uno para mi señora doña Mariana2 antiguo. Si le agradare á Vmd., sea también para su servicio y no le diga del á Su Señoría.»

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Arias Montano á Ovando.- De Anvers 9 de Octubre de 1570. (Ológrafa.)

Le avisa de la partida de las cajas en la flota y de que no van aseguradas por ser mucha la cargazón que ha acudido. Habla de la Biblia cuya impresión dirige, y dice que va «con admiración de cuantos la ven, y que no solamente no terná las tachas que en Alcalá le quieren poner, empero muchos y muy necesarios ornamentos, como al efetto se verá, y en ella habrá todo lo que Vmd. desea para saber la lengua hebrea y otras...» «El Sr. Zayas3 mostrará á Vmd. la orden que se ha dado acerca de las impresiones y librerías, que es cosa importantísima. Está muy contento el Sumo Pontífice desta orden, que se le envió en latín, y muy contento también de la elección de Plantino por Prototipógrafo real.»



Ovando á Arias Montano.- De Madrid 20 de Diciembre de 1570. (Minuta.)

Acusa recibo de los tres cajones con libros, pinturas y retablos. Que envía á doña Mariana el que para ella venía; y que le mande más libros y sobre todo catálogos.



Ovando á Arias Montano.- De Madrid 17 de Abril de 1571. (Minuta.)

Muchas finezas. «Que el maestro León de Castro ha publicado unos comentarios sobre Esaías y han contentado á muchos.» Dale noticia de la enfermedad de D. Fadrique Enríquez de Ribera4. Le hace nuevos encargos de libros y catálogos, y envía créditos para pagarlos. Recomienda con eficacia «tractar si habrá ahí mercader de libros que se quisiese obligar á juntar una copiosa librería y enviármela á su riesgo aquí á esta corte ó á Salamanca con una honesta ganancia de tanto por ciento de lo que allá costara; porque, aunque aquí hay algunos mercaderes que lo hacen, no quieren menos de á 36 ó 40 por 100, y esto háceseme caro.»

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Arias Montano á Ovando.- De Anvers 2 de Agosto de 1571. (Ológrafa. Va copiada íntegramente.)



Arias Montano á Ovando.- Sin fecha y con el título de «Lista del capítulo que escribió el Sr. Arias Montano en una carta suya». Todo de letra del Cosmógrafo-cronista del Consejo de Indias, Juan López de Velasco.

«Con un mercader de libros amigo mío he hablado acerca de la librería que Vmd. quiere hacer; y porquel desea servir á Vmd. y hacerme á mí placer, por buena comodidad que en esta tierra le he hecho, me promete las condiciones muy écuas, y es, que ellos ponen allá en Medina los libros á su costa y diligencia, pagándoles por toda la costa y diligencia del enviarlos asigurados, etc., á treinta por ciento; y esta práctica es perpetua entrellos, porque yo lo he visto allá y acá. Este amigo me ofrece el contar aquí los libros á Vmd. en menor precio que se cuentan á los libreros que los sacan de su casa por junto y enviarlos á Medina ó á Salamanca, donde Vmd. escogiere, y en esto no llevar á Vmd. una placa5 más que la costa que hiciere en asigurarlos y pagar fletes y derechos y portes, que, hecha la cuenta, le saldrán á Vmd., poco más ó menos, á quince ó diez y seis por ciento, que es la mitad menos de como les sale á los libreros; de manera que, á quererlos Vmd. dar allá á los libreros, le darían otros quince de ganancia y más ellos ganarían lo que hay de treinta á cuarenta ó á treinta y seis, ques lo menos quellos allá los darán. El partido es muy bueno y no pide más que la lista de los libros para juntarlos y la tercia parte del dinero para hacer las costas, y que la paga entera no se haga hasta que los libros estén en el puesto (sic). En todo me avisará Vmd. de lo que fuere servido para que yo lo cumpla.»





Arias Montano á Ovando.- De Anvers 6 de Octubre de 1571. Ológrafa. La publiqué en el Código Ovandino.)



Arias Montano á Ovando.- De Bruselas 13 de Diciembre de 1571. (Ológrafa. Va copiada íntegramente.)

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Ovando á Arias Montano.- De Madrid 8 de Abril de 1572. (Minuta duplicada.)

Le encarga libros y encuadernaciones. Dice que le basta con un ejemplar de la Biblia. «A la señora doña Mariana de Córdoba no pude ver después que murió D. Fadrique, porque desde Alcalá de Henares, adonde murió, se fué la señora doña Mariana á Sevilla, adonde está; y aunque yo tenía cuidado de la escribir y servir, como á esto me he ofrecido muchas veces por cartas y personas que le he enviado, de aquí adelante tendré más cuidado por mandármelo Vmd., y así se lo escribiré en la primera carta.»



Arias Montano á Ovando.- De Anvers 22 de Abril de 1572. (Ológrafa. Va copiada íntegramente.)



Arias Montano á Ovando.- De Anvers 13 de Mayo de 1572. (Ológrafa.)

Que sabe llegó á salvo la flota que iba para Biscaya, y que los encargados recibieron los cofres que le dirigía. Que le apretó tanto la tristeza por la muerte del marqués D. Fadrique, que ha estado enfermo veintidos días y no está mucho mejor de la salud corporal, y la tristeza no se le ha aliviado un punto. Añade en postdata: «V. S.6 me había mandado le apartase dos Biblias destas reales, y deseo entender si es todavía servido que lo haga ansí y con tiempo; porque, como no son más de mill las impresas, apenas habrá para iglesias y collegios, y después valdrán carísimas. Son cinco cuerpos grandes de biblia; cuestan á XX escudos todos y cuerpos y el Apparato son tres cuerpos grandes que cuestan X escudos todos tres.»



Ovando á Arias Montano.- De Madrid 23 de Noviembre de 1572. (Minuta.)

Dice el primer capítulo: «En 8 de Abril recibí una de Vmd. de 13 de Marzo, á la cual respondí en 8 de Abril; y porque por el   —483→   ausencia de Vmd. para Roma se sobreseyó el enviar el duplicado, lo envio agora y escribo esta para le dar la norabuena del buen despacho que me dicen que Vmd. tuvo en Roma y la buena gracia con que fué recibido y despedido de Su Santidad y los cardenales, que es conforme á lo que la mucha virtud y bondad de Vmd. merece; y así, espero yo en Dios que ha de ser siempre favorecido dél y de los Príncipes del Cielo y de la Tierra. También tengo grandísimo contento de las buenas esperanzas que me dan de que Vmd. será por acá presto; que el día que lo viere será para mí el más alegre que terné en mi vida.»



Arias Montano á Ovando.- De Anvers 20 de Enero de 1573. (Ológrafa. Va copiada íntegramente.)

Entre estas cartas andan sueltos limpios y borradores de las memorias ó catálogos de libros que Ovando pedía á su servicial amigo ó este le proponía para la compra. Nada encuentro en ellos de particular, sino es que los de Ovando van divididos en dos secciones, y al pie de la primera se advierte: «Todos los sobredichos libros han de ser en latín y encuadernados con la señal de los Ovandos, en tabla y becerro recio, para perseverar en librería.» Respecto á los de la otra se advierte que no lleven dicha señal. Y al fin de la Memoria se expresa: «Y lo que faltare á cumplir la carga de los dichos dos cofres, se cumpla de papel una resma de marca mayor, y lo otro de algún papel ordinario de Alemania bueno.»

Por último, con esta correspondencia y dentro de la misma carpeta, hay un Parecer de Arias Montano sobre las Cortesias, todo de su letra; una carta de recomendación para el secretario Mateo Vázquez de Leca, ológrafa y fechada en San Lorenzo á 13 de Junio de 1587; y otra carta ó memorial encabezada de esta manera: «Lo que escribe Arias Montano sobre los libros que se podrían traer para San Lorenzo.»



Arias Montano á Ovando (14 Junio, 1568).

Ilustrísimo señor.= Cuatro veces estuve á la puerta de casa la tarde que me partí, para salir á besar á v. m. las manos y pedirle   —484→   su bendición, y siendo cierto desta, no me atreví á mi terneza de verme apartar de v. m. para tan legos, porque conozco cuan afeccionadísimamente amo á v. m. y entendí bien cuanto me había de turbar pidiéndole las manos para me despedir, y ansí, estando cierto que v. m. tiene muy conocidas mis entrañas, lo que se había de hacer por palabra, encomendé á Lastanosa, como muy servidor de v. m., hiciese por mí, diciéndole cierto mi pasión como á amigo, según que él á v. m. la refirió. Espero en Dios que me tornará á donde pueda, sirviendo á v. m., gozar del contento que siempre recibo en verle. Entre tanto, mientras Dios por acá me detuviere, será mi grande deleite servir á v. m. en las cosas que me quisiere mandar, y hacer buen corredor en comprarle tapicería, sillas y manteles y servilletas, con otro menaje que de aquí se suele llevar, y lienzos y lo demás, y encomendarlo con buen recabdo hasta ponerlo en Laredo.

Yo hice luego lista de los dottores sanctos que aquí hay y de otros algunos modernos cathólicos y de algunos philósophos, y concerté con Plantino los precios en que por amistad se pueden haber, que, conforme al tiempo de agora, me parecen baratos, y conforme á los precios de España, baratísimos; porque unos Augustinos valen allá por quince scudos y dende arriba, y á esta proporción los demás. V. m. vea la lista y los precios y me nombre los que es servido le envíe, que yo haré toda la diligencia posible. Los precios se entienden en papel, porque la encuadernación es á cuenta de otros oficiales, y esta es ya cosa conocida y casi tasada, que los de hoja entera, como sola Augustinos y Gerónimos, etc., cuestan cada cuerpo en becerro, muy bien ligado, de diez y seis á diez y ocho placas, que es correspondencia de cinco reales nuestros, y los menores que estos á proporción de grado en grado.

También va la copia de las descriptiones particulares de las provincias, que las hay aquí muy elegantes, con sus precios, para que v. m. nombre las que le pluguieren. Bien pudiera yo haber hecho algunas descriptiones en este viaje; porque, alliende de lo que había peregrinado hacia Levante, me echó la tempestad agora hacia el Poniente, adonde numquam jamás pensé ir y creo que pocos españoles han estado, porque aporté á Irlanda á los 28 de   —485→   Abril y la corrí por tierra desde el puerto de Yoghol7 hasta el de Dubling, más de cien leguas en seis días, y allí me torné otra vez á embarcar hasta Cester, puerto de Inglaterra, cien leguas de mar, y travesé á toda Inglaterra de una banda á otra desde Cester hasta Dobla8, el un puerto de Poniente y el otro de Levante, donde torné cuarta vez á embarcar, y desembarqué en Calés, puerto de Francia, de donde hasta aquí corrí la posta, y también la corrí por toda Inglaterra; de manera que desde 22 de Abril, que partí de Laredo, hasta 16 de Mayo, que entré en Flandes, corrí tres mares y quince leguas por un río arriba y á Irlanda é Inglaterra y parte de Francia, in quibus locis plurima et cognitu dignissima observavi quæ maxima cum voluptate amicis aliquando communicaturum me spero et narraturum plurima quæ obvierim pericula, ex quibus omnibus divino beneficio et providentia exceptus fuerim; y mientras no puedo hacer yo geographía ni topographía, usaremos de buenas cartas que hay estampadas y pintadas en esta tierra.

Aquí hay dos géneros de globos grandes, unos de Gemma Phrisio que cuestan ocho escudos el par, celeste y terrestre, y otros de Gerardo Mercator, que son excelentísimos y cuestan á doce escudos el par. Este artífice vive seis jornadas de aquí, é yo he enviado por tres pares de los suyos, uno para v. m., otro para el licenciado Juan de Vargas, que está en Bruselas con los negocios de Su Majestad, y otro para mí. Para cuando v. m. me responda serán venidos y los pornemos de manera que vayan bien tratados á España.

Cuando aquí llegué hallé un astrolabio extremadísimo de cerca de un pie de diámetro, y lo compré para mí en 40 florines, que son 20 escudos. Tiene una falta, que es hecho para otras regiones septentrionales y no tiene para España tablas. Yo le he mandado hacer una para Andalucía y Extremadura. Tiene una general para toda la tierra. Si v. m. manda que yo le haga obrar uno, iré á Lovaina donde está el que los hace y pedirle he uno tan grande como el mío ó de un palmo de diámetro, que será menos   —486→   pesado, y conternán las láminas las latitúdines de toda España. Cierto, el mío, si lo tuviese en España, no lo daría por 60 escudos.

Si v. m. fuera servido que los libros vayan en cofres, avisarme ha dello y no se perderá nada en los cofres, porque allá valdrán más que lo que costaren con flete y todo. Entiendo que los libros tienen poco derecho en los puertos, y sabiendo son para v. m., no se pagará cosa alguna, ó con mandar ahí sacar un pasaporte que á todos los que lo piden se da y para cosas de más interés. De aquí se envió este día un buen golpe de tapicería de gran precio para D. Diego de Córdoba y para Melchor de Herrera, y llevaban ambos su pasaporte, digo, lo tenían proveído en el puerto.

Los lienzos pintados están algo caros aquí, porque los que son buenos cuestan á cuatro escudos y á más, y esto causa que la gente desta tierra compra mucho desto para sus casas. Lo baladí, que cuesta escudo y medio, no es para hacer caso dello.

También pienso hacer una sphœra de metal para mí en Louayna y un ánnulo astronómico. Si v. m. es servido que mande otras piezas en su nombre; lo haré.

Mi señora doña María Anna me ha escrito con aviso de la salud de v. m., que Dios prospere. La obra á que vine no se comienza hasta de aquí á quince días, porque se espera un hombre docto de París que me ayude con otros dos que aquí están, muy principales, y otros dos lovanienses. Fúndense agora unos caracteres hebráicos admirables, que no creo pueden pasar adelante en perfección. Entiendo que terné que hacer de noche y de día sin poder quitarme desta ocupación un punto. A v. m. suplico me encomiende á Dios, para que me encamine para que mi vida toda se emplee en su servicio. El cual la ilustre persona de v. m. en toda prosperidad acreciente. En Anvers 14 de Junio de 1568.

Besa las manos de v. m.

Su capellán

B. Arias Mōtano Árabe



No he tenido espacio para visitar los libros de astrología y hacer los precios, enviarlos he con otro correo ó con este, sino   —487→   se parte tan presto. Suplico á v. m. si escribiere al Dottor Caño le dé nuevas de mí.

Ay (ahí) en corte hay muchos que tienen correspondencias aquí en Flandes, con los cuales podrá v. m. tratar el crédito para alguno de los de acá ó para Jerónimo de Curiel, criado de S. M., ó para los de Sevilla ó los genoveses.

La glosa ordinaria no se puso en el Catálogo, porque aquí no hay un ejemplar dellas, y á causa de los tumultos de León de Francia (donde se imprimieron), se han perdido, de manera que solían costar 26 florines y agora cuestan más de cincuenta, y podría ser hallarse allá de lance más barato. V. m. me avise si con todo esto manda que yo le compre una por acá. (Ológrafo.)

(Sobre escrito: Al Ilustre Sr. Juan de Ovando, mi señor, oydor del Consejo de la Santa Inquisición.- En - Corte.= Anotado de letra de J. L. de Velasco: «Dotor Montano, en Flandes, 14 de Junio 1568.- R.da [respondida] en 15 de Jullio.»



Arias Montano á Ovando (2 Agosto, 1571).

Ilustre señor = Postrero de Julio recibí una de v. m. de 15 del mismo llena de mercedes y buen consejo para mí, por lo cual beso á v. m. muchas veces las manos y por el cuidado que tiene de mí y deseo de mi bien y descanso y cuánto por su parte lo procura: yo me pongo en las manos de Dios, que él ordene de mí lo que fuere más á su servicio y apropósito de mi salvación; empero, cuanto á lo que toca á mi voluntad y deseo y al examen que tengo hecho de mi inclinación y ingenio, siempre la vida recogida y agena de negocios públicos me agradó más que otro género alguno, y esto es en lo que todavía estoy; del suceso desto ó de lo que más me cumpliere Dios sea la guía y me dé la fortaleza de ánimo que v. m. me desea y aconseja que procure cobrar.

Mucha pena he sentido con la nueva del fallecimiento de la señora doña María Enríquez, porque la amaba y estimaba en la edad que yo la conocí, cuanto sus padres de mí bien tienen entendido, á los cuales tengo grande lástima del sentimiento que les quedará y suplico á Dios por el descanso de la difunta y consuelo de los que tanto la amaban como hija, de quien entendí yo hacían grandes esperanzas. Dios sabe lo que es mejor y eslo   —488→   aquello que él guía. Bien sé que el buen consuelo de v. m. les será de mucho momento, y ansí suplico á v. m. se lo dé y procure con sus visitas. Conozco las buenas entrañas de aquellos dos mis señores, y siento bien lo que sienten. Tuve el aviso por cartas del Marqués de las Navas y de Çayas.

Juan del Caño me escribe recontándome la merced que v. m. le hace con sus cartas y consuelos; ha perdido grande y buena compañía faltándole su hermana, que cierto le tengo lástima, puesto que él tiene buen ánimo para conocer semejantes visitas de Dios y alabarle por ellas. Todo el tiempo que por acá estuviera, placiendo á Dios, terné cuidado, como debo, de enviar á v. m. los catálogos de los libros nuevamente impresos, como lo he hecho hasta agora; y suplico á v. m. no se olvide de enviarme el de los escritores de España ó todos ó los que han escrito en Derecho; porque aquel amigo docto va muy adelante en su obra y desea mucho esta parte que le tengo prometida en nombre de v. m.

En la visita que aquí habemos hecho de los libros para expurgarlos, se ha echado fuera la Biblioteca de Gésnero y su Epitome también, porque no se podían expurgar sino es haciéndolos de nuevo; y porque la diligencia que hace el que recopila este nuevo libro será de más provecho y no dará tanta noticia de algunas cosas que los herejes han escrito, de que es razón no se haga mención, y por tanto damos priesa á este escritor que acabe su obra. El libro ó índice expurgatorio se está imprimiendo: será una cosa de grande provecho; porque, de cuantos libros admitían expurgación no se ha dejado de ver y examinar cosa y darse sentencia sobre cada lugar dellos con toda equidad. Han trabajado en él ciento y cuatro ó ciento y seis personas, todos dottores ó licenciados, y más el Colegio de los censores que aquí se instituyó para que viesen lo que los otros deponían y anotaban; al cual Colegio presidió el obispo de Anvers por auctoridad eclesiástica ó yo en nombre de S. M. asistí; y costónos mucho trabajo, porque dos meses no dejamos de tener junta cada día desde que amanecía hasta mediodía y desde las dos hasta ser de noche; los más días yo no venía á casa hasta la noche. Acá no se publicarán los índices, sino repartirse han por todas las villas y universidades entre los visitadores que están nombrados, y estos expurgarán los libros   —489→   que están recogidos y depositados y los darán repurgados y subscritos á sus dueños, sin que los dueños puedan saber qué es lo que se borró, y esta diligencia se hace en los ya impresos; los que nuevamente se imprimieren saldrán repurgados por el mismo índice y firmados del repurgador y prototipógrafo. No van en el índice todos los lugares ad logum9, porque fuera hacer grande libro y llevar en él recopilados todos los desatinos de los autores, sino en los más lugares va notado el principio y fin dellos deleatur a verbo, etc., usque ad illud, etc. Yo me quedo con todos los índices y censuras y cartas y los demás actos que á cerca desto se han hecho, y dejaré aquí un tanto y dejaré aquí uan copia (sic) é yo me llevaré el original, si Dios me lleva á España, y si muero por acá, lo haré inviar á v. m., para que se vea la buena diligencia que se hizo y el modo de proceder que en esta razón se guardó.

El Duque10 dice que enviará diez ó más destos índices a S. M. y al Illmo. de Cigüença11. Yo no dejaré de enviar á v. m. uno en estando acabados. Los que más nos han dado que hacer han sido, entre los teólogos, Erasmo, y entre los jesuitas, Carolo Molineo.

Yo había ya hecho cargar dos cofres para v. m. de libros en una nao de Bertendona, que me decía el mismo capitán estaba á punto para se partir y después le revocó el Duque la licencia que le tenía dada de palabra, porque dicen hay muchos cosarios en la mar y hacen daño; y ansí escribí á Gelanda para que se descargasen los cofres y se metiesen en una casa hasta que se apreste flota ó otra buena comodidad para los enviar. Y sepa v. m., que, cuando recibí esta postrera suya, tenía ya comprados y encuadernados y cuasi empacados todos los libros que en su memorial se contenían, y así no hubo lugar de enviarlos por la orden que v. m. al presente escogía, que era á riesgo del mercader y á su costa hasta Madrid, porque estos los fuí comprando de diversos   —490→   y haciendo traer parte dellos de fuera. Empero, si v. m. fuere servido que comencemos á hacer una librería por el otro medio, comiénceme á enviar los índices ó listas de los libros y enviaremos luego dos ó tres cargas dellos con las condiciones que he dicho, que todavía me las guardarán, de contar los libros en el mesmo precio que se venden á los libreros y no llevar á v. m. más de lo que costaren a asigurar (sic) y llevar; y es buen partido que creo le saldrá bien cómodo. Los que están ya comprados irán, como digo, con la primera comodidad que se ofreciera. Van en cofres de los muy buenos, que valen allá su dinero y aun algunos reales más, encaminados á Bilbao á Juan Martínez de Recalda ó en Laredo al bachiller Puerta, comisario del Santo Oficio, á los cuales mandará v. m. avisar que paguen el flete y se los envien sin los abrir ni mover, sino que los selle el comisario, si quisiere, porque se maltratan cuando los visitan; y para esto bastará escribírselo de parte de v. m., porque suele sacarse cédula de ese Consejo del Santo Oficio ó de las Inquisiciones cercanas para este efecto. Y van con los de v. m. dos cofres del secretario Çayas y otros tres del licenciado Velasco, administrador ó rector creo es del hospital de Tavera en Toledo, al cual he proveído de algunos libros por intercesión de Cristóbal de Paz, secretario del señor D. Fadrique Enríquez, porque, con la sombra y favor del nombre de v. m., irán mejor tratados hasta allá. Los fletes pagan en los puertos los que reciben los cofres y ellos se igualan con los arrieros por los portes y del mismo arriero cobran el flete, el cual lo recibe del dueño juntamente con su porte.

Algunas personas me han preguntado por cartas si osarán allá comprar ó leer el libro que hizo aquel cura de Dueñas12 de la historia Pontificial, visto que en los catálogos de acá está vedado. Yo no los he respondido, más á v. m. daré la razón desto. Él se prohibió por vía de Estado y se me declaró á mí la razón dello; y la que se me dió era cierta y á mí me constaba como testigo de vista, que estando yo en Corte de Inglaterra, supe parte de aquello que muchos días después se trató en estos Estados; y aunque yo   —491→   no respondí que sabía tal cosa, sino me hice nuevo en ella por solo serme encargado que requiriese al prototipógrafo con aquella razón, lo hube de hacer; y ansí, se puso en las postreras impresiones en la margen, no que se vedaba del todo por vía eclesiástica, como los demás, sino vedábase que ni se imprimiese ni se vendiese en estos Estados. Y esté v. m. cierto, que si allá no hace daño, como por ventura no lo hará, que acá lo puede hacer y mucho; porque dicen los flamencos, que no han menester mejor libro para dar vejámenes á los Pontífices que aquél los que se los quisieren dar; empero no fué esta la razón que tocaba al Consejo de Estado. Nuestro Señor la ilustre persona de v. m. prospere en su servicio. En Anvers 2 de Agosto de 1571.

Ille Sor mío

Besa las manos de v. m.

Su servidor y Capellán

B. Arias Montano Árabe





Arias Montano á Ovando (13 Diciembre, 1571).

Muy ilustre señor= Escrito he largo a V. S. dándole el parabien de su dignidad y ministerio13, que Dios Nuestro Señor encamina para grande servicio suyo y provecho de la república, como lo espero, y dándole también cuenta y relación de las cosas que al servicio de V. S. ó á mí tocaban, y envié á V. S. un libro de los que han salido aquí míos en verso y pintura é inscriptiones, con título de Monumentos de la salud humana, que Dios me hizo merced que en las fiestas del año pasado compusiese. No envié á V. S. el índice expurgatorio, porque el Duque me dijo quería él enviarlo á V. S. con el pláceme y congratulación que el debía, y agora me ha dicho tiene respuesta de V. S. en la cual me hace merced de encomendarme á S. E. y mostrar bien el ánimo que siempre ha mostrado para con este su servidor y capellán. Dios pague á V. S. tanto beneficio, que sí hará, porque ninguna cosa puede ser de mayor contento á un hombre de bien como yo   —492→   lo deseo ser y suplico á Dios me haga, que laudari à laudato viro que (sic) es grandísimo consuelo para la virtud, aunque esté desnuda, y grande abrigo tener de su parte á los mejores, no porque yo sea aventajado cultor della cuanto lo deseo ser, y me parece bien su uso más que cuantas cosas hay en el mundo. Todos me escriben mill bienes de V. S. y mill mercedes que en ausencia me hace á mí y á mis amigos: ni lo uno me es nuevo ni lo otro, ni tengo con qué responder á esto sino con rogar á Dios dé á V. S. lo más que tiene que le dar de que resulte grande gloria á su santo nombre.

Parece que la voluntad de S. M. ha sido que mi destierro se alargue: doy gracias á Dios, al cual suplico me dé la suya para que yo le sirva donde quiera que estuviere y que no me deje á mí escoger, sino que él me escoja lo que mejor me estuviere, nam pro ineundis aptissima qæque dabunt Dij, decía el poeta. Yendo el duque d'Alba á España con la ayuda de nuestro Señor, tratará con V. S. lo que sabe de mí, que él me ha mandado no escriba más á V. S. sobre este particular hasta que él vaya; el que viene14 entiendo me hará toda merced y honor principalmente por la recomendación de V. S.; mas, con todo esto, entiendo estar bien ageno de mí contento si no fuere con alguna probabilidad de que Dios será servido de mi estada aquí.

Por otras tengo dado aviso á V. S. de los libros que están embarcados, los cuales caminan ya. Dios los aporte bien. Van dirigidos en Bilbao á Juan Martínez de Recalde, y en Laredo al comisario de la Inquisición Pedro de Puerta. También va para V. S. un libro de los Comentarios in prophetas en un cofre de Çayas. La cuenta de lo pasado y desto enviaré cuando sepa que V. S. lo ha recibido.

Ya V. S. sabe cuánto amo y debo á Gaspar Vélez de Alcocer, muy deudo de D. Pero Vélez y mío y más que mi hermano, cuya virtud y habilidad fué á V. S. muy conocida siempre en Sevilla, y principalmente en aquellos días de la visitación que Dios me hizo por su grande merced y mi bien. De sus partes y letras puedo bien certificar que son buenas, y de su ingenio,   —493→   que en cuatro meses deprendió en La Peña15 la Astrología y el hebreo, de manera que leya y escribía con puntos [diacríticos] y sin ellos, y entendía lo uno y lo otro tan bien como yo; de sus costumbres, afirmar que son muy cristianas y nobilísimas, con testimonio de habernos criado y conversado juntos desde edad de trece años hasta la en que estamos. El está en el Perú diez años y más ha, y ha peregrinado la tierra con buen juicio y consideración casi toda y aun muchas veces, y podrá V. S. tener noticia de su ser y portamento de que allá ha usado. A mí se me han siempre dado muy buenas nuevas dél. Por su cristiandad y temor de Dios podré yo obligar la vida, porque sé bien cual conciencia tiene. Suplico á V. S. como lo tuvo en Sevilla lo tenga allá por servidor y criado, y en lo que se ofreciere de honrarlo haga V. S. en él la merced y hechura que haría en mí, si V. S. allá me enviase, con certeza que jamás V. S. se hallará arrepentido. Conócelo también el Dr. Molina, aunque no tanto cuanto V. S. Reside según creo ordinariamente en Lima.

Becerril, sabiendo que me quedaba acá, me ha querido enviar aquí á su hijo, mi sobrino, que estaba conmigo en Corte, y como es ya hombre, no me ha parecido acertado tenerlo aquí ocioso, por el peligro que hay en Flandes con la ocasión y oportunidades que tiene la tierra para estragarse gente moza, y he sido de parecer que lo envíen á Indias á que ponga en cobro lo que su padre tiene allá y sirva y acompañe á su tío Gaspar Vélez, y ansí están determinados de hacerlo y enviarlo con las primeras naos.

Una cosa entre muchas tiene V. S. de comodidad en esa dignidad, que, como vecino de Sevilla, sabrá bien de qué personas della podrá echar mano para servirse, así en la misma ciudad como en las Indias. Dé nuestro Señor á V. S. su espíritu, y prospere y aumente su muy ilustre persona en su servicio. En Bruselas 13 de Diciembre de 1571.

Muy Ille Sor

Besa las manos de v. s.ª

Su servidor y Capellán

B. Arias Mōtano Árabe



  —494→  

(Sobre escrito: Al muy Ilustre Sr. Juan de Ovando, presidente en el Real Consejo de las Indias.- En-Corte.)



Arias Montano á Ovando (22 Abril, 1572).

Muy ilustre señor = Después que Dios puso á V. S. en el lugar que tiene para servicio suyo y bien público, no he tenido letra de V. S. en respuesta de algunas que he escrito con el aviso de lo que he enviado por mar á V. S. y con la cuenta dello, de lo cual he estado desconsolado y lo voy ansimismo en este viaje que por mandado de S. M. hago á Roma á presentar al Papa esta santa obra de la Biblia, la cual ha sido Dios servido se acabase tan bien y con tanto contento de cuantos la han visto, que es para darle muchas gracias y loores por ello. Yo me parto un día después de la fecha desta y flaco, porque he estado mal dispuesto desque supe la nueva de la muerte del Marqués de Villanueva, y me hubiera partido antes por recelo del estío de Italia y Roma, según el consejo del Duque y la experiencia que yo tengo, sino fuera por mi poca salud. Mis peregrinaciones no se acaban aún ni entiendo qué suerte sea la mía que tan al revés se me ordena de lo que deseo, que es recogerme en La Peña ó en otro lugar más escondido. Suplico á V. S. me encomiende á Dios que me encamine en su servicio, porque no hallo otro mejor consuelo ni le hay que es remontarse á su providencia, la cual se ha siempre mostrado manifiesta en mí.

También suplico á V. S. se acuerde siempre que tiene un criado y servidor muy aficionado donde quiera que yo estuviere y me haga merced de emplearme en su servicio en Roma ó donde me hallare, porque será grandísimo regalo para mí. Yo esperaba acabar presto una obra que diera contento á los religiosos y estudiosos de buenas letras; llegaba bien al cabo della sino interviniera la enfermedad y este viaje.

El Dottor Millán ha puesto escrúpulo en Sevilla sobre el libro mío que se intitula Monumenta humanæ salutis, diciendo que en el catálogo de España está un libro vedado que se llama Collectio figurarum veteris et novi Testamenti, y que no sabe si aquel nombre comprende este mío, no por la letra, sino por las figuras. Suplico á V. S. lo mande salir desta duda, porque el libro que él   —495→   dice fué uno impreso en León muchos años há á manera de libro de Canto de ottavo [octavo], que tenía las figuras de la Biblia y muchas dellas muy indecentes; más no porque se prohibió aquel se prohiben las figuras buenas y decentes tomó las de Alberto Durero y otras muchas loadas que andan en libros; y estas de los Monumentos han sido las más delicadas de arte y talla ó cortadura que han salido destos Estados, y todas ordenadas por mi traza y ninguna por aquel libro que Millán dice; porque aquellas eran en madera y de mal talle, y estas son en cobre, estampadas y conformes á los Hymnos que con ellas van, y por eso dice: a B. Ariæ Montani studio constructa et decantata. Acá en estas Universidades ha contentado mucho y en Italia también.

Yo dejo orden que se aparten dos Biblias destas Reales para V. S. con sus aparatos, porque, en estando juntados los privilegios dellas y que se comiencen á vender, se irán en muy breve tiempo, que no son más que mill dellas y hay millares de demandas. Están tasadas las Biblias en 48 florines y el Aparato en 22. Cuando yo torne á estos Estados, placiendo á Dios, las haré encuadernar como conviene y enviarlas hé á V. S. Cuya muy ilustre persona y casa Nuestro Señor prospere en su servicio. En Anvers 22 de Abril de 1572.

Muy Ille S.or

Besa las manos de v. s.

Su servidor y Capellán

B. Arias Mōtano Árabe



(Sobre-escrito: Al muy Ilustre Sr. Juan de Ovando, presidente en el Real Consejo de Indias.- En - Corte.)



Arias Montano á Ovando (20 Enero, 1573).

Muy ilustre señor = Las primeras que en este año pasado he recibido de V. S. son una de xxvij de Noviembre con una copia de otra de ocho de Abril, las cuales recibí estando en Nimega con el Duque de Alva, que me había enviado á mandar lo fuese á ver, por tener deseo de verme después de mi tornada de Italia. De la indisposición que había traído yo después que llegué   —496→   á Lorrena, me había purgado dos días antes que fuese á Gueldres á besar las manos al Duque, y aunque fuí bien tratado por el camino de los gobernadores de Haustrat y Graue, y del Duque de Medina, que, está en Boldue, y del de Alva, que me aposentó en su casa con extraño regalo y cuidado que S. E. tuvo de mi salud, todavía no me pude defender de la terribilidad del tiempo que no me acudiese en Nimega una ictericia que me puso allí en grande aprieto, de manera que el Duque tuvo por bien darme licencia que me viniese á mi casa á Anvers á curarme, y vine en carros en cinco días con buena compaña; y porque V. S. entienda cual es el tiempo acá y el temple de la tierra, el carro en que yo venía y otros dos de compañía travesaron el Rin y anduvieron media legua por la Mosa, agua arriba sobre el yelo y siempre corriendo los caballos á uso de Alemania. Hame hecho Dios merced de darme mejoría de ictericia con la cura que aquí me he hecho, porque todo mi mal ha sido de cholera y calor de stómago, y hallando aquí buena agua para beber, se me ha templado mucho. Como quiera que me hallare estoy muy á servicio de V. S. y deseando verme empleado en su servicio.

El Duque d'Alva me da siempre á entender la grande estima en que tiene á V. S.; él es muy señor mío y me regala muy mucho y procura siempre mi comodidad. Dícenme que V. S. le ha encomendado que me haga mucha merced. Yo bien sé que en todas partes hallo el favor de V. S.

Albornoz desea mucho que V. S. mandare al obispo, su hermano, á parte donde estuviere más acomodado. V. S. sabre (sic) en esto mejor lo que conviene.

Mi ida á Roma no fué sin fruto, ¡bendito sea Dios que todo lo encamina á su providencia! Yo me hallé allá mas conocido que jamás pensara, y más bien tratado de Su Santidad y de todos aquellos señores cardenales, que jamás yo pude ni podré merecer, y con un buen crédito en lo de las letras, porque no dije cosa que no tuviese la prueba á canto llanamente16. El Duque d'Alva me mostró cartas de dos cardenales que le escriben haberles pesado   —497→   á los de aquel colegio cuando se entendió que yo era partido de Roma (porque yo me despedí de solos tres de ellos), y que en una congregación se quejaron al Papa porque me había dado licencia para salir de Roma; yo no sé qué me querían allá, pues en todas partes soy de poco provecho y no me hallo aficionado á otra parte que á la Peña, aunque no sé cuando se me cumplirá este deseo y voy trabajando por hacer lo que V. S. en una suya me aconsejó, que hiciese la peña en mi pecho.

Abraham Ortelio alude algunas tablas al su Theatrum orbis, que le han enviado de Alemania y de otras partes. Yo deseo y he deseado que hubiere alguna buena de nuestra Extremadura particularmente, y si me hallara por allá, yo la anduviera toda para la describir. Suplico á V. S., si ha visto por allá algún semejante ejemplo, nos envíe una copia dél con el nombre del autor, para que se ponga en este libro; y si V. S. tiene alguna buena particular de alguna parte ultramarina que se pueda lícitamente publicar ad communem usum studiosorum. Yo deseo mucho ver acrescentar estas buenas discóphoras17, y aquí hay grande reccabdo de hombres para todo, si Dios diese paz y reposo en estos estados y bonam mentem á los que están errados en ellos, que es una grande ruina la que aquí he hallado, y me rompe el corazón ver tanta mudanza.

Para la primera flota que de aquí parta, placiendo á Dios que se abra la mar, terná V. S. en orden aquí los libros que por su lista me ha mandado se le junten; porque aquel amigo mío con quien yo tenía acordadas aquellas condiciones el año pasado, se afirma en querer de muy buena gana servir á V. S. conforme á ellas en esta cuantidad de libros y en cuantas V. S. fuere servido; y puédelo hacer, porque es rico y entiende bien esta mercantía, y ansí V. S. será bien servido en honestísimo precio. Yo le he dado el modo de las encuadernaciones y el sello que el año pasado mandé hacer con que fueron marcados los que envié; huelgo en   —498→   extremo que hayan llegado bien tratados á casa de V. S., porque recelaba lo contrario, por los aviesos que hubo en aquel viaje.

La Biblia está apartada para V. S. de las mejores; no se arrepentirá V. S. del gasto que en ella pusiere, porque yo haré partura que antes de diez años valga cada ejemplar más que ochenta escudos. El primero que llegó á Venecia sin el Aparato se compró en cincuenta escudos. Ha quedado admirada toda la corte romana de ver esta obra, y ningún cardenal hay que pida menos de dos, y Morón pide seis para sí y sus parientes.

Nuestro Señor la muy ilustre persona y casa de V. S. prospere en su servicio para bien público. En Anvers 20 de Enero de 1573.

Muy Ill.e Sor

Besa las manos á v. S.ª

Su Capellán y servidor

B. Arias Mōtano Árabe 18



(Sobre-escrito: Al muy Ilustre Sr. Juan de Ovando, mi señor, presidente en el Real Consejo de Indias.- En-Corte.)





Madrid 30 de Octubre de 1891.



 
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