Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
 

41

Ibidem, I, pp. 117 y 239, respectivamente.

 

42

Ibidem, I, pp. 377, 413, 223, 682, 468, y 469, respectivamente.

 

43

Ibidem, I, pp. 117 y 118, respectivamente.

 

44

Ibidem, I, p. 114, II, p. 919, respectivamente.

 

45

Ibidem, I, pp. 582 y 661.

 

46

Ibidem, 1, p. 113.

 

47

Ibidem, I, p. 114,1, p. 116, I, p. 243, I, p. 361, I, p. 366, I, p. 778, II, p. 835, II, p. 968 y II, 1307, respectivamente.

 

48

Montesinos, José Fernández, op. cit., p. 207.

 

49

Escobar, José, «La mímesis costumbrista», Romance Quartely, 35, 1988, pp. 261-270.

 

50

Mesonero Romanos repite en varias ocasiones la idea de que sus tipos no pretenden basarse en nadie en particular, sino satirizar el vicio que en ellos se encarna. Así lo hace en «Las costumbres de Madrid», Cartas Españolas, op. cit., pp. 39-45, auténtico manifiesto de la estética del artículo costumbrista romántico: «nadie podrá quejarse de ser el objeto directo de mis discursos, pues deben tener entendido que cuando pinto, no retrato», Rubio Cremades, Enrique, ed., Escenas y tipos matritenses, Madrid, Cátedra, 1993, p. 130. En «El observatorio de la Puerta del Sol», Cartas españolas, es tal vez donde lo expresa más claramente: «los caracteres que necesariamente habré de describir no son retratos, sino tipos o figuras, así como yo no pretendo ser retratista, sino pintor», citado por Rubio Cremades, Enrique, ibidem, p. 130, n. 22.