41
Ludwig Windthorst (1812-1891) fue el jefe del partido católico alemán de Centro. Aunque colaboró con Bismarck en ocasiones en el Reichstag, se opuso a la política de éste en materia religiosa.
42
Vid. supra, pág. 31.
43
Cándido Nocedal (1821-1885) fue ministro de Gobernación en el Gobierno Narváez de 1856, redactando el proyecto de ley de imprenta aprobado en 1857. Su conservadurismo a ultranza le llevó al carlismo tras la revolución de 1868, pero desaprobó siempre la guerra iniciada por sus correligionarios.
Juan Manuel Ortí y Lara (1826-1904) fue desposeído de su cátedra de filosofía durante el periodo revolucionario por haberse negado a jurar la Constitución. Entusiasta de la Escolástica, polemizó en sus obras con el krausismo y las tendencias racionalistas y positivistas de la filosofía de su tiempo. Contra Castelar publicó La sofistería democrática. Frente a las luchas políticas y dinásticas españolas adoptó siempre actitudes en armonía con su temperamento conservador y ortodoxo.
Salvany fue un poeta y novelista catalán, establecido en Madrid desde 1874, que ejerció la crítica literaria y cultivó la parodia satírica. Sus obras se sitúan en la línea de Núñez de Arce, Campoamor y López de Ayala.
44
Ernest W. Hengstenberg (1802-1868) fue un teólogo protestante alemán, enemigo del racionalismo y del hegelianismo. Todos sus escritos van dirigidos en defensa de la doctrina dogmática. Ejerció una notable influencia desde el periódico Evangelische Kirchenzeitung, fundado por él en 1827.
Friedrich Harms (1819-1880) fue un filósofo alemán que profesó el realismo y el espiritualismo, combinando alguna de las doctrinas de Fichte y de Schliermacher con los principios del llamado teísmo especulativo.
45
Louis Veuillot (1813-1883) fue un periodista y escritor francés, católico militante, que defendió la causa del ultramontanismo, especialmente desde las páginas del periódico L'Univers.
46
En el último tercio del siglo XIX se desarrolló en Alemania un sentimiento anticatólico, originado en las doctrinas del SyIlabus de Pío IX y la declaración de la infalibilidad del Papa de 1870; reprochaban a los católicos su oposición a la unidad alemana bajo el signo de Prusia y su aquiescencia a poderes supranacionales. Bismarck desencadenó -como reacción- la Kulturkampf y puso la dirección, formación y colocación del clero católico en manos del Estado. Sólo la política conciliadora de León XIII -unida a la viva oposición de los católicos a las medidas bismarckianas- permitiría la recuperación de la catolicidad germánica al finalizar el siglo.
47
Vid. supra, pág. 64.
48
Robert Cecil, tercer marqués de Salisbury (1830-1903), fue jefe del partido conservador inglés, ministro de Asuntos Exteriores y primer ministro (de 1885 a 1892 y de 1895 a 1902). Tuvo una importante influencia en la política exterior y colonial de su país en esa época.
49
Henry John Temple, vizconde Palmerston (1784-1865), político conservador primero y liberal después, fue ministro de Relaciones Exteriores de 1830 a 1841 y de l846 a 1851. Partidario convencido del principio de no intervención, interfirió sin embargo en los asuntos internos de algunos países europeos. En 1848 protegió a los elementos liberales del viejo continente, lo que determinó que los elementos conservadores terminaran forzando su dimisión. Sacó a Inglaterra de los apuros a que la llevó la guerra de Crimea, siendo elegido Primer Ministro en 1855-58 y 1859-1865. Su falta de habilidad para oponerse a la política de Bismarck provocó en parte el aislamiento de Austria y Francia ante Prusia, pero su apoyo a la unidad italiana en la crisis de 1859-60 fue un elemento importante.
50
Escritor y político francés (1846-1914), presidente de la «liga de patriotas» y autor de los Cantos del soldado.