Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
Indice


10

Sebold, «La filosofía de la Ilustración...», p. 97.



 

11

Eva Marja Kahiluoto Rudat, «"Lo prerromántico": una variante neoclásica en la estética y la literatura española», p. 55.



 

12

Véase al respecto la clarificadora síntesis que hace Francisco Sánchez-Blanco en «La filosofía sensista y el sueño de la razón romántica».



 

13

M. Menéndez Pelayo, Historia de las ideas estéticas en España, III, Santander, 1947, p. 296, citado por Sebold, Cadalso: el primer romántico..., p. 172; y Edith Helman, «Introducción», p. 18.



 

14

Sebold, «La filosofía de la Ilustración...», p. 95.



 

15

Sebold, Cadalso, el primer romántico..., p.93.



 

16

Sebold, Cadalso: el primer romántico..., p. 134.



 

17

Sebold recuerda acertadamente que la imagen de los corderos convertidos en leones contradice, la amonestación que Horacio hace en su Arte poética contra los excesos en ciertas licencias poéticas, y se desvía audazmente de la regla común (v. «La filosofía de la Ilustración...», pp. 97-99).



 

18

José Cadalso, «A la muerte de Filis. Anacreóntica», Ocios de mi juventud, p. 49.



 

19

José Cadalso, «Refiere el autor los motivos que tuvo para aplicarse a la poesía y la calidad de los asuntos que tratará en sus versos», Ocios..., p. 10. También en el siguiente poema del libro la poesía es capaz de alterar los sentidos de quien la escucha:


    Mi lira canta la ternura sola:
Apolo me la dió, Venus templóla,
y aun ella preludió mi dulce acento,
que al céfiro paraba por el viento,
a las aves sacaba de sus nidos,
al hombre enajenaba sus sentidos;
(...)

(«Al mismo asunto en metro diferente, declarando su amor a Filis», pp. 14-15).                




 
Indice