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Publica una reseña suya de la Historia de España (Geschichte von Spanien) por Friedrich Wilhelm Lembke (Hamburgo, 1841), en la que alude a sus conocimientos ya bastante buenos del alemán.

 

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Las tres partes sobre Hartzenbusch en Revista de España, t. II, 1842, pp. 276-287 y III, 1842, pp. 83-96 y 130-139; sobre Gil y Zárate en el t. II, 1842, pp. 90-96, 185-192 y 203-224.

 

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«Literatura», en Artículos de crítica literaria y artística, ed. por José R. Lomba y Pedraja, Madrid 1975, pp. 158-169.

 

154

Revista de España, II, 1842, p. 186.

 

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P. 204; un defecto importante de la comedia antigua es, según Gonzalo Morón, la importancia dada al personaje del gracioso.

 

156

Cfr. el libro interesante de Francisco Almela y Vives: El editor Mariano de Cabreros, Valencia, CSIC, 1949, p. 169.

 

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De gran importancia también su Ensayo sobre las sociedades antiguas y modernas y sobre los gobiernos representativos, Madrid, 1844.

 

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Es de notar que al principio del 1848 abandona la redacción de la Revista de España, y se nota que el ritmo de sus publicaciones se hace más lento.

 

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En una obra anónima del 1850 se encuentra una descripción de su manera de actuar en las cortes en aquel momento. Como el opúsculo es muy raro cito la página entera (Semblanzas de los 340 diputados a cortes que han figurado en la legislatura de 1849 a 1850, Madrid, 1850. p. 9): «Gonzalo Morón, Don Fermín. Por Valencia.»

«Habla gordo y pega recio. Sostuvo largo tiempo paz y amistad con el gabinete Narváez; pero viendo que no se cruzaban mas que notas muy diplomáticas y nada de positivo, rompió las hostilidades con furor. En las comisiones, en el Congreso, en la prensa, en todos los palenques hace la guerra á los ministros.

Habla contra el presupuesto de gastos y contra el de ingresos; habla contra todo proyecto en la totalidad, en los capítulos, en los artículos y en los párrafos, poniendo á cada uno de ellos una enmienda. Y como si eso no bastase, rectifica, replica, y en fin, es tan incansable cuando habla, que á todos los que le oyen deja cansados.

Al grano, señor diputado; que suele vuestra señoria decir cosas buenas, pero tanto las amplifica y las deslíe que pierden mucho de su mérito.

Es muy aplicado, tiene buenos conocimientos estadísticos y mejores históricos. De estatura regular, robusto y moreno. Cuando habla en el Congreso ahueca la voz al final de cada periodo, inclina la cabeza, y gira en torno de sí de tal modo, que no es posible imitar mejor á un palomo, cuando arrulla riñendo con otros.»

 

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«El partido moderado en el gobierno desde 1843. Lo que ha sido, lo que debe ser», en El Cid de Valencia, 12.6., 15.6., 16.6., 30.6., 1.7., 6.7.1849. Gonzalo Morón no es el único miembro del partido moderado que critica la política del gobierno después del 1848; por eso no fue difícil convencerlo de colaborar con el partido liberal de O'Donnell y de Ríos Rosas al principio del bienio liberal. Cfr. igualmente un artículo remitido a los editores del Diario Mercantil de Valencia, fechado en 28 de junio de 1849, en el que GM se queja de ser calumniado por el ministro de la gobernación. También habla del hecho de que se haya separado del gabinete durante la legislatura. Agradezco a la profesora Isabel Burdiel, de la Universitat de València, el haberme transmitido material sobre Gonzalo Morón, político.