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21

Se estrenó en el otoño de dicho año por la compañía de Francisco García, apodado El Pupilo, célebre galán y director de teatros, que fue quien hizo el papel de Rodrigo.

 

22

«Corneille avait dans son cabinet cette pièce (El Cid) traduit en toutes les langues de l'Europe [...] et, ce qui est plus étonnant, en espagnol. Les Espagnols avaient bien voulu copier eux-mêmes une pièce dont l'original leur appartenait». Estas son palabras de Fontenelle en la Vida de su tío Corneille, y Latour añade por su cuenta: «Cette traduction, cette copie, était évidemment celle de DIAMANTE». Ahora bien: tan falsa es una afirmación como la otra. El Cid de Corneille no fue traducido al castellano hasta fines del siglo XVIII, más de cien años después de muerto su autor, cuya biblioteca se quiere honrar con una traducción castellana de su obra. Que El Honrador de su padre sea una copia de El Cid de Corneille es tan garrafal desatino que no merece impugnarse. (L'Espagne relig. et litt., pág. 127.)

 

23

En este año de 1657 escribió una interesante loa para comenzar la compañía de El Pupilo (Francisco García) sus representaciones en Madrid. Existe manuscrita en la Biblioteca Nacional.

 

24

En el teatro de la Cruz, por la compañía de Pedro de la Rosa.

 

25

La primera, con el mismo título que la de DIAMANTE, fue obra del poeta hispano-portugués Manuel de Gallegos, autor de la Gigantomaquia. Pero no ha llegado a nosotros. En el siglo XVIII se representó y publicó una tragedia titulada La Estuarda, y con posterioridad, Bretón de los Herreros compuso su drama titulado María Estuarda (1828); otro, don José Campo Arana, y otros posteriormente.

 

26

Archivo parroquial de San Ginés, libro de Difuntos de dicho año, fol. 205 vto. Parece haberse engañado, por consiguiente, el testigo; en las Pruebas del hábito de su hijo afirmó que Jácome DIAMANTE «fue enterrado en la capilla de familia, en los Recoletos de esta villa, con su escudo de armas».

 

27

«Aprobación de don Francisco Avellaneda y de la Guerra, electo canónigo de la santa iglesia de Osma, censor de las comedias por Su Majestad», al frente del tomo citado.

 

28

Además de las ya citadas, puede completarse la lista con las siguientes: La Magdalena de Roma, La Cruz de Caravaca, Hombre, demonio y mujer, San Vicente Ferrer, que quizá sea la misma que El Apóstol de Valencia; San Cayetano, en que sólo le cupo parte exigua, y los autos sacramentales El Pleito de Dios por el hombre y La Virgen del Buen Suceso.

 

29

Archivo general de Protocolos: Escrituras de Juan Gómez, tomo de 1687, fol. 786.

 

30

Archivo parroquial de San Sebastián, lib. 16 de Difuntos, folio 108 vto.