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1

Esta y todas las citas de la novela corresponden a la edición de Buenos Aires, Gárgola, 2005.

 

2

«Las variaciones son un procedimiento compositivo definido musicalmente de la siguiente manera: sobre la base de un tema, es decir, de una composición breve, clara y concisa, se pueden elaborar nuevos organismos, nuevas formas: utilizando, transformando, variando todos los elementos rítmicos, melódicos y armónicos de dicho tema, de manera tal, que desde sus lineamientos generales hasta sus mínimos particulares, todo cuanto existe de significativo, de vital, todo se utiliza y se convierte en material temático para nuevas tramas, para nuevas variaciones» (Bas, 1977: 203).

 

3

La estrofa final de la canción dice: «¿Dónde estás con tus ojos celestes/ oh pulpera que no fuiste mía?/ ¡Cómo lloran por ti las guitarras,/ las guitarras de Santa Lucía!».

 

4

Se trata de una marcha militar muy conocida y cantada en Argentina.

 

5

Le nombre d'or. Rites et Rythmes pythagoriciens dans le développement de la civilisation occidentale.

 

6

En un comentario a Los Versos de Oro de Pitágoras se explicita: «El fondo de la doctrina pitagórica es la noción de la armonía, de la proporción de todas las partes del Universo. Armonía que la inteligencia concibe como un número y la sensibilidad como música, ritmo, vibración simultánea y constante del gran Todo» (1997: 41).

 

7

«Y como sonaría distinto con cada visitante, me pareció correcto llamar así a un aparato que registraba los sonidos producidos por n personas, como dicen los libros de Matemáticas» (107).

 

8

«[...] establecí la tonalidad, incluso el modo en que mi cuerpo anda por el mundo, de la misma manera que la tierra y demás astros, que andan por ahí sonando y repartiendo su música de esferas» (108).

 

9

Carl Sagan explicita estas ideas keplerianas en su obra Cosmos (1992: 62-63).

 

10

«Se me abrieron unos tremendos ojos internos, unos órganos que eran ojos y oídos al mismo tiempo [...] ahora los latidos de su corazón eran más fuertes y más nítidos, yo estaba dentro de ese recinto oscuro. En cuanto oí una secuencia completa de latidos dije "es ella" [...] Los corazones también laten por compases, lo mismo que la música» (31).