51
Op. cit., p. 117.
52
Ibidem, p. 140.
53
De acuerdo con Th. Hart, art. cit., pp. 68-69, como otros muchos escritores medievales y renacentistas, Martorell no asume que las acciones, cómicas son apropiadas sólo para los miembros de las clases más bajas. El elemento cómico en el Tirant se diferencia de los libros de caballerías. A menudo es inseparable de lo que muchos lectores consideran obscenidad. Sin embargo, Th. Hart no cree que estas peculiaridades provengan de los fabliaux.
54
Art. cit., p. 399.
55
Para la influencia de esta obra en el Tirant, vid. las agudas observaciones de Francisco Rico, «Caldesa, Carmesina y otras perversas», in Primera cuarentena y Tratado general de literatura, Barcelona, El Festín de Esopo, 1981, pp. 91-93.
56
Estudio y edición de Martí de Riquer, Barcelona, Quaderns Crema, 1984. Para el título, p. XXXI.
57
Ap. Pedro M. Cátedra, op. cit., p. 216.
58
Vid. Miguel A. Pérez Priego, De Dante a Juan de Mena; sobre el género literario de «comedia», «1616, Anuario de la Sociedad Española de Literatura general y comparada» (1978), pp. 151-158, y Th. Hart, art. cit.