I
|
|
Entre los bienes de Naturaleza |
|
La salud me parece el principal. |
7810 |
|
Sin esto se me ha puesto en la cabeza, |
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No poder ser feliz ningún mortal. |
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Qué vale la opulencia, la riqueza |
|
Sin la salud, ni qué la Magestad? |
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Sin ella los dictados Soveranos |
|
Nada son, o a lo menos son mui vanos. |
|
|
II
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De qué sirve un Tesoro al Opulento |
|
Gotoso, que en un lecho está postrado? |
|
El oro no le alivia su tormento, |
|
Ni el mal respeta a su bolsillo hinchado. |
7820 |
|
Tal vez está cien veces más contento |
|
Un pobrecito en su feliz estado; |
|
Y aun por esso (años ha) proverbio era |
|
Salud a mí, dinero a quien le quiera. |
|
|
III
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|
Con todo esso el proverbio me perdone, |
|
Que yo aun estando enfermo le querría; |
|
Porque el dinero todo lo compone, |
|
Y sin él ni aun un Médico tendría. |
|
Mas, mientras la razón no me abandone |
|
Al oro la salud preferiría, |
7830 |
|
Porque de ésta el valor (dice Valverde) |
|
Sólo conoce bien el que la pierde. |
|
|
IV
|
|
Y no obstante hai algunos mentecatos |
|
Que no la aprecian, ni hacen caso de ella. |
|
Riéndose de Rehumas, y de flatos. |
|
Mas si les viene un mal (aquí es la bella) |
|
Conocen quánto vale, y a Pilatos |
|
Se dan los tristes por volverse a ella. |
|
Como aquel Asno, que vendió la cola |
|
Por un quarto, y después por mil compróla. |
7840 |
|
|
V
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Elvira procuró siempre estar sana, |
|
Y la misma salud que al Mundo trajo |
|
Conservó, y aumentó hasta mui anciana. |
|
Esto no la costó mucho trabajo, |
|
Porque hizo voto (y mui de buena gana) |
|
De no enfermar jamás, ni comer ajo, |
|
Protestando, que todo lo contrario |
|
Sería en ella un acto involuntario. |
|
|
VI
|
|
Fuera de ser de un buen temperamento, |
|
Que heredó de unos Padres mui robustos, |
7850 |
|
Refrenó siempre con loable intento |
|
Sus pasiones, antojos, y sus gustos, |
|
Cuyo desorden causa más fermento |
|
En los humores, quando están más justos, |
|
Que la Rehuma, la gota, y la gangrena, |
|
Como nos lo avisó el Moro Avizena. |
|
|
VII
|
|
Porque de las passiones desregladas |
|
Efectos son dos mil enfermedades, |
|
Que a tantas gentes tienen tan postradas |
|
En la cama por sus temeridades, |
7860 |
|
Y en ella no estarían amarradas, |
|
Si desde sus primeras mozedades, |
|
Tirando el freno a sus inclinaciones, |
|
No se dejaran ir tras las passiones. |
|
|
VIII
|
|
O quántos vivirían todavía, |
|
Como huvieran querido tener juicio |
|
Quando sanos, no andando noche y día |
|
En sumergirse en este, y en aquel vicio. |
|
Ay de aquél que en sí mismo se confía |
|
Y se entra en este charco a precipicio. |
7870 |
|
Una vez que los males hagan pressa |
|
Nada sirve después decir me pesa. |
|
|
IX
|
|
Entre otros vicios el de Amor, Ovidio |
|
Dixo, que ha muerto un número increíble. |
|
Llénalos de un enfado, de un fastidio |
|
De la vida, que apenas es creíble. |
|
No hai casa, en que no haga un homicidio. |
|
Y aunque Marte es tan fiero, y tan terrible, |
|
En un año no mata tanta gente, |
|
Como Venus y Amor diariamente. |
7880 |
|
|
X
|
|
Principalmente porque el fiero Marte |
|
Descansa un tanto, y no hace siempre guerra. |
|
En el Mundo siempre hai alguna parte, |
|
De donde él mismo su furor destierra. |
|
Pero Amor egercita su cruel arte |
|
En todo tiempo, y lugar, y en toda Tierra. |
|
Y en los lugares menos sospechosos |
|
Son sus dardos quizá más peligrosos. |
|
|
XI
|
|
Ni es decir, que sólo en los Palacios entra: |
|
De las chozas también sabe el camino. |
7890 |
|
Con el pobre y el Rico Amor se encuentra, |
|
Ni es para él forastero el más mezquino. |
|
Tanto en el Labrador se reconcentra, |
|
Como en el Vagabundo, y peregrino. |
|
Ni están essentos de sus fogosos dardos |
|
Los que se tienen por los más gallardos. |
|
|
XII
|
|
Marte en fin no ya a todos los destruye; |
|
Comúnmente perdona a las Mugeres; |
|
Mas Amor de ninguna classe huye, |
|
Antes bien tiene todos sus placeres |
7900 |
|
Quando el Arco y la flecha a ellas instruye. |
|
Si burlarse tal vez de Amor las vieres |
|
Es por poco; que si es larga la guerra, |
|
Aquellas columnazas dan en tierra. |
|
|
XIII
|
|
Yo las he visto flacas, y abatidas, |
|
Y aun vosotros algunas avréis visto, |
|
Por pocas que os sean conocidas. |
|
Que Amor en las Mugeres es un pisto, |
|
Por el qual casi todas son perdidas. |
|
Mas Elvia tuvo el ojo siempre listo, |
7910 |
|
Porque era una Muger mui acatada, |
|
Y a recados de Amor nunca dio entrada. |
|
|
XIV
|
|
O porque nunca supo estar ociosa, |
|
Sabiendo quánto el ozio al alma enerva, |
|
O Porque siempre fue mui vergonzosa, |
|
Tratando a todo el mundo con reserva. |
|
Su alma siempre libre y generosa |
|
Conservó, qual Diana, o qual Minerva; |
|
Hasta que de su Esposo enamorada, |
|
A posseer entró la prenda amada. |
7920 |
|
|
XV
|
|
Vosotros ya sabéis, que en posseyendo |
|
Lo que se deseó vehementemente, |
|
Contento el hombre está, ni va estendiendo |
|
Sus deseos a más regularmente. |
|
Mas quando el pecho está de Amor ardiendo |
|
Y nada logra el pobre Pretendiente, |
|
Entonzes el amor es una cosa |
|
A mi ver miserable, y lastimosa. |
|
|
XVI
|
|
De aquí nacen después tantas manías, |
|
Tantas locuras, ayes, y lamentos. |
7930 |
|
De aquí angustias, de aquí melancolías, |
|
De aquí el aborrecer los alimentos, |
|
De aquí las caprichosas fantasías, |
|
Que dan ganancia a Curas, y a Conventos, |
|
Causando entre las Partes no contentas |
|
Tantas muertes tempranas, y violentas. |
|
|
XVII
|
|
Assí pues, los que son de juicio sano |
|
No pretenden aquello que lograr |
|
No pueden, sólo sí lo que está llano |
|
Y es para ellos fácil de alcanzar. |
7940 |
|
Y quando ven que no fue empeño vano, |
|
Porque posseen ya sin desear, |
|
Bienaventurados son entre las gentes, |
|
Por la regla: Beati possidentes. |
|
|
XVIII
|
|
Mas posseer no basta el bien amado, |
|
Si con paz no se logra, y con contento. |
|
Qué importa, que un caudal desmesurado |
|
Possea el Rico, y tímido avariento, |
|
Si siempre inquieto está, siempre assustado |
|
Temiendo el Mar, la Tierra, el fuego, el Viento? |
7950 |
|
Posseer de este modo es un delirio, |
|
Que ya no es possessión, sino martyrio. |
|
|
XIX
|
|
Casi estoi por decir, que mejor fuera |
|
Ser pobre, que ser rico, si la vida |
|
El Rico ha de passar de esta manera. |
|
La providencia, que de todo cuida, |
|
Su bien conservará, como ella quiera; |
|
Mas si ésta, quizá por ofendida, |
|
Conservarlo no quiere, será vana |
|
Toda atención, y diligencia humana. |
7960 |
|
|
XX
|
|
Lo dicho de el caudal, y de el Tesoro, |
|
A la propia Muger puede aplicarse. |
|
Si ofendes sin motivo su decoro, |
|
Recelando que de él pueda olvidarse |
|
Tú mismo te imaginas Buey o Toro |
|
Y te matas, sin modo de evitarse. |
|
Poco dixe: te matas; Es tu suerte |
|
Mucho más infeliz; que lo es la muerte. |
|
|
XXI
|
|
Por esso harán mui bien los Mariditos |
|
En no arrimarse mucho a zelosía; |
7870 |
|
Porque esta causa males infinitos, |
|
Y ella misma es peor que perlesía. |
|
Esto se entiende, quando son sus gritos |
|
Imaginarios, o de fantasía, |
|
Quiero decir, quando en razón, y en ley |
|
No tengan fundamento a parte rei. |
|
|
XXII
|
|
Aunque Elvia amava tanto a su Marido, |
|
Nunca observó si a otras cortejava, |
|
Mostrando en esto un juicio assaz cumplido. |
|
Jamás le preguntó a qué casa andava, |
7980 |
|
Ni de dónde venía, aun por descuido. |
|
Y a todos esta máxima enseñava: |
|
La Muger debe hacer lo que la toca, |
|
Y en orden al Marido, punto en boca. |
|
|
XXIII
|
|
Era compuesta de una noble pasta |
|
Dulce, apacible, y de tranquila flema. |
|
Más amable Muger, más pura, y casta |
|
No se hallaría en toda la Maremma. |
|
En quanto a hermosa era lo que basta, |
|
Y en lo demás una preciosa gemma. |
7990 |
|
Si no podía hacer lo que quería, |
|
A lo que otros querían se rendía. |
|
|
XXIV
|
|
Hacía en suma de su parte quanto |
|
Podía hacer por conservarse santa, |
|
Como lo dixe ya en el otro Canto, |
|
Que leí, no hace cierto una Semana. |
|
En ella la tristeza, el tedio, el llanto |
|
Nunca entravan, ni de ello tuvo gana, |
|
Y de sí procurava desterrar |
|
Quanto podía a la salud dañar. |
8000 |
|
|
XXV
|
|
La salud fue la cosa más amada |
|
De aquella gran Muger toda la vida. |
|
Mas desde el día, en que se vio casada, |
|
Fue mucho más guardada, y más querida; |
|
Sabiendo bien que una Muger honrada, |
|
Con un hombre de bien, quando está unida, |
|
A pocos meses, que esto se concluya, |
|
Aprende ella a parir a costa suya. |
|
|
XXVI
|
|
Quizá entendió también de agricultura, |
|
Porque era de un ingenio peregrino, |
8010 |
|
Y siempre fue inclinada a la letura. |
|
Sabía, pues, que de un ingerto dulze, y fino, |
|
Si se sabe hacer bien, y se procura; |
|
Quando al tiempo le llega su destino, |
|
El ingerto plantel da su tributo, |
|
Y al Dueño le produze dulze fruto. |
|
|
XXVII
|
|
De el fruto son después las qualidades, |
|
Como lo son las de la Madre planta, |
|
Buenas, si buenas son sus propiedades, |
|
Malas, quando algún vicio las quebranta. |
8020 |
|
De las raízes las enfermedades |
|
Al fruto el mismo ingerto las trasplanta, |
|
Y en lugar de salir sano, y sabroso |
|
Le produce podrido, o escabroso. |
|
|
XXVIII
|
|
Esto mismo en los Niños acontece, |
|
(Porque a esta paridad no, no hai respuesta); |
|
El Niño es como un roble, si acontece |
|
Nacer de Madre sana, y bien dispuesta. |
|
Al contrario es flacucho apenas crece |
|
Si aquélla débil es, o está indispuesta |
8030 |
|
Porque aquí aquel proverbio a punto viene: |
|
Ninguno puede dar lo que no tiene. |
|
|
XXIX
|
|
No es verdad que el barril si tiene pez, |
|
O si ha entrado en la cuba mal olor, |
|
Comunican al vino aquella hez, |
|
Y al mismo tiempo un pésimo sabor? |
|
Y no es verdad (pregúntolo otra vez) |
|
Que el terreno, que tiene más vigor |
|
Da el trigo más hermoso y más entero |
|
Como la obeja mejor mejor Cordero? |
8040 |
|
|
XXX
|
|
Al contrario la Res quando es roñosa, |
|
Si es enferma, si flaca, enjuta, y hueca; |
|
Si la tierra es sin grassa, y arenosa, |
|
Sin jugo, sin sustancia, magra, y seca, |
|
El grano que produce es poca cosa, |
|
Y un poquito de niebla le deseca, |
|
Y la roñosa Res nos da un muñeco |
|
En forma de Cordero triste, y seco. |
|
|
XXXI
|
|
Mas vosotros, Señores, que tenéis |
|
Gran ingenio, y assaz penetrativo, |
8050 |
|
Creo, que fácilmente entenderéis; |
|
Que la cuba de olor malo, y nocivo, |
|
Y aquel terreno magro, en que queréis |
|
Poco grano sembrar, porque es esquivo |
|
Con la roñosa Res (quadre o no quadre) |
|
Figura son de una malsana Madre. |
|
|
XXXII
|
|
Demasiado (es assí) más de un chicuelo |
|
Entre nosotros mismos oy se ve; |
|
Esmirriado, flacucho, y tristezuelo |
|
Que apenas puede mantenerse en pie, |
8060 |
|
Por culpa de la Madre, y sabe el Cielo |
|
Que mil males le afligen; más por qué? |
|
Porque (según lo afirme el Dotor Lerma) |
|
De una Madre nació, que estava enferma. |
|
|
XXXIII
|
|
De una Madre a quien nunca le fue cara |
|
Su salud, más que fuera la de un Topo; |
|
Ni una perla apreció tan rica y rara |
|
Más que allá la estimó el Gallo de Esopo, |
|
Que con zambra, alegría, y algazara |
|
Mil hizo disparates a galopo, |
8070 |
|
Y, en premio de sus necias mozedades, |
|
Un carro se grangeó de enfermedades. |
|
|
XXXIV
|
|
Enfermedades que ellas se grangearon, |
|
Cambiadas a doblones trabucantes, |
|
Y a sus hijos después comunicaron, |
|
No ya quando nacidos, sino antes. |
|
Y fuera de que a sí se assassinaron, |
|
También assasinaron sus Infantes, |
|
Los que después lloraron desterrada |
|
La salud de su vida desdichada. |
8080 |
|
|
XXXV
|
|
De estos hijos al cabo nacerán |
|
Otros peores que ellos, como escrito |
|
Está: los que al mundo infestarán. |
|
Cosa, que me parece gran delito; |
|
Éstos a costa agena vivirán, |
|
Por no poder ganar el pan bendito, |
|
Y de bocas inútiles veremos |
|
Lleno el Mundo, si muertos no seremos. |
|
|
XXXVI
|
|
Pues hoi día se ven en él ya tantas |
|
De araganes en esta nuestra Tierra, |
8090 |
|
Que a pocas más podrán las almas Santas |
|
Invocar a la peste y a la guerra. |
|
Y a no ser, que a no pocas de estas plantas |
|
Inútiles la muerte las aterra, |
|
Alguna hai, cuya sombra opaca y fría |
|
Al mundo todo inficionar podía. |
|
|
XXXVII
|
|
Yo un edicto quisiera publicar, |
|
Si (por desgracia) fuera Emperador, |
|
Y en todos mis dominios intimar, |
|
So pena de la vida, y de el honor, |
8100 |
|
Que ninguna muger particular |
|
Con nadie osasse tener jamás amor, |
|
Ni casarse (en virtud de Ley tan justa) |
|
No gozando salud fuerte y robusta. |
|
|
XXXVIII
|
|
Toda planta nacida en la maleza, |
|
Que esperanza no dé de dar buen fruto; |
|
Todo árbol poco sano en la corteza, |
|
Nacido en mal terreno, seco, enjuto, |
|
Entre broza, cambrones, y aspereza, |
|
Torcido, monstruoso, en suma bruto |
8110 |
|
Le haría abandonar de todo esmero, |
|
Sin riesgo, sin labor, sin Jardinero. |
|
|
XXXIX
|
|
Vivir le dejaría, y aun morir, |
|
Sin jamás ingerirle, y esto veis |
|
Que de egemplo podría a otros servir. |
|
Sois discretos, y todos me entendéis, |
|
Pues, sin que yo lo deba sugerir, |
|
A las mugeres luego aplicaréis |
|
Quanto he dicho hasta aquí clarito, y neto, |
|
Con lo demás que callo por respeto. |
8120 |
|
|
XL
|
|
Todas aquellas, pues, de buen color, |
|
(Se entiende sin estar embernizadas) |
|
Sanas en lo exterior, y lo interior, |
|
Frescas, fornidas, pero bien cortadas, |
|
Llenas de jugo, fuego, y de vigor, |
|
Yo las quisiera ver enmaridadas |
|
Con Mozos mui nervosos, y rollizos, |
|
Pantorrilludos y de pocos rizos. |
|
|
XLI
|
|
También quisiera yo, que las Casadas |
|
Arreglassen su vida de manera, |
8130 |
|
Que de nada pudiessen ser notadas, |
|
Que disonante al Matrimonio fuera. |
|
Y por las calles fuessen azotadas |
|
Aquellas madres, cuya bodoquera |
|
A sus hijos impele a ofizio inmundo, |
|
Siendo horror, siendo escándalo del mundo. |
|
|
XLII
|
|
Item más, que el marido hacer divorcio |
|
Pueda con la Muger que es disoluta, |
|
Como con su Catona lo hizo Porcio, |
|
Noticia verdadera, y sin disputa. |
8140 |
|
Y que allá retirada del consorcio |
|
Humano, en una zelda, o una gruta |
|
Hiciesse de por vida penitencia |
|
De lo que la remuerde su conciencia. |
|
|
XLIII
|
|
Además de esso haría un gran servicio |
|
A todos los maridos desgraciados |
|
Que gastan su dinero, con perjuicio, |
|
En la cura de achaques heredados. |
|
Y a todo el mundo haría beneficio |
|
En librarle de tantos apestados |
8150 |
|
Que nacieron assí, y no tienen cura, |
|
Salvo una. Quál es? La sepultura. |
|
|
XLIV
|
|
Toda la Tierra quedaría llena |
|
De una gente robusta, fuerte, y sana. |
|
Ni nos daría a todos tanta pena |
|
Estar viendo, por tarde, y por mañana |
|
Ética, Bubas, Gota, y la gangrena, |
|
Que va royendo la figura humana. |
|
Por lo menos no avría tantos males, |
|
Y sobrarían muchos Hospitales. |
8160 |
|
|
XLV
|
|
Mas dejando las cosas como están, |
|
Porque nadie me ha dado comisión |
|
De hacerme Don Quixote, o Don Tristán; |
|
Puesto que la salud de Dios es don, |
|
O vosotras, que sois hijas de Adán, |
|
Estimadle, como es puesto en razón, |
|
Y o bien seais Casadas, o Doncellas, |
|
Apreciad más ser sanas, que ser bellas. |
|
|
XLVI
|
|
Y más, quando no está en vuestra mano |
|
Ser lindas, como está en gran parte |
8170 |
|
Conservar la salud del cuerpo sano |
|
Verdad, que espero demostrar sin arte. |
|
Ni mi discurso se tendrá por vano, |
|
Si, siguiendo al Dotor Don Juan Ugarte, |
|
Entre cien enfermizas yo concluya, |
|
Que noventa lo son por culpa suya. |
|
|
XLVII
|
|
Unas con una vida regalona, |
|
Y demasiadamente delicada, |
|
Comiendo bien, y bebiendo a la carlona, |
|
Gastan una salud mui quebrantada. |
8180 |
|
Por el contrario está la otra Mimona |
|
A drogas de botica abandonada, |
|
Como las más a tantas diversiones, |
|
Que assassinan sus fuertes complexiones. |
|
|
XLVIII
|
|
No pocas, por caprichos singulares, |
|
Achacosas están toda la vida, |
|
Fastidian los más sólidos manjares, |
|
Hacen de porquerías su comida; |
|
Su Regla es ser en todo irregulares |
|
Su método no hacer cosa seguida. |
8190 |
|
Esto es tan cierto, que quando las miro, |
|
Que llegan a veinte años yo me admiro. |
|
|
XLIX
|
|
Por despecho parece con efeto, |
|
Que quieren enfermar adredemente, |
|
Viéndose en cada una un Lazareto, |
|
O un Hospital de miserable gente. |
|
De la salud muy rara hace conceto, |
|
Y las más (es decir que comúnmente) |
|
En Aldeas, en Villas, y en Ciudades |
|
Gran cazadoras son de enfermedades. |
8200 |
|
|
L
|
|
Exageráis algunas vuestros males, |
|
Los que no quiero aora disputar, |
|
Si sean verdaderos, o ideales; |
|
Pero os fuera mejor de ellos no hablar, |
|
Porque hai entre vosotras tales quales, |
|
Que en esto no hacen más que publicar |
|
A los que no son bobos o Novicios |
|
Sus antojos, si ya no son sus vizios. |
|
|
LI
|
|
Pero, si un saco alfín fuereis de huessos, |
|
O esqueletos que espantan a la gente, |
8210 |
|
Al médico culpáis, y hacéis procesos, |
|
O al Marido (y esto es lo más frequente) |
|
Quando culpar debéis vuestros excesos, |
|
Y no a quien está de ellos inocente. |
|
Mas, en punto a Mugeres de esta pasta, |
|
A mi ver, ya se ha dicho lo que basta. |
|
|
LII
|
|
Sólo a lo dicho añadiré una cosa. |
|
Si la Muger (no hablo ya de las ancianas) |
|
Más que el comer aprecia ser hermosa, |
|
Procurad todas conservaros sanas, |
8220 |
|
Porque, según se dice en cierta glossa, |
|
Hermosura y salud, son dos hermanas |
|
Que dura aquélla, mientras ésta dura, |
|
Y en quien salud no hai, no hai hermosura. |
|
|
LIII
|
|
Pero principalmente en las casadas |
|
Conservar la salud es importante, |
|
Bien que seais solteras, o ya atadas, |
|
Si sospecháis, que acaso algún Infante |
|
Allá dentro tenéis, más obligadas |
|
Estáis con rigor mui apretante |
8230 |
|
A procurar salud robusta, y llena, |
|
Por vuestra propia vida, y por la agena. |
|
|
LIV
|
|
Elvia, muger de singular prudencia, |
|
Desde el primer día que quedó preñada |
|
Lo conoció, y guardando continencia, |
|
Fue en comer y beber mui ajustada. |
|
Casi escrúpulo hacía de conciencia |
|
Beber el agua apenas envinada. |
|
De el cozido y assado algo comía; |
|
Mas de todo guisote se abstenía. |
8240 |
|
|
LV
|
|
Nunca aquella bebió bebida oscura, |
|
Que se llama Caffé, porque era ardiente; |
|
Manjares simples, algo de verdura, |
|
Con menestra, o con sopa bien caliente |
|
Eran su pasto, huyendo de la hartura: |
|
La cena mui ligera: comúnmente |
|
Caldo, dos huevos fritos en cazuela, |
|
Y por postre qualquiera bagatela. |
|
|
LVI
|
|
En nueve meses no montó a cavallo, |
|
Quando andava era al paso de una hormiga, |
8250 |
|
Todo concurso huía aun de nombrallo, |
|
Todo susto y afán, toda fatiga. |
|
Por no poner el pie tal vez en fallo |
|
Se assía de una sierva, o de una Amiga. |
|
Traje holgado conforme a su nobleza, |
|
Tieso el cuerpo, y ergida la cabeza. |
|
|
LVII
|
|
Por conservar el hijo sano y salvo |
|
Todo golpe evitava, y todo peso, |
|
Toda opresión, y todo juego vano |
|
Donde se hiciesse esfuerzo, aunque no grueso. |
8260 |
|
No jugava a los bolos en Verano. |
|
De bailar? Santo Dios! No se hable de esso, |
|
Y aun en andar tal atención ponía, |
|
Que al parecer apenas se movía. |
|
|
LVIII
|
|
Quando rezava algunas oraciones |
|
No se atrevía a herirse mucho el pecho, |
|
Como lo hacía en otras ocasiones. |
|
Hasta mui tarde no dejava el lecho, |
|
Guardávase de golpes, y empujones, |
|
De cotilla, o de busto mui estrecho |
8270 |
|
Y aun apenas, apenas se abrochava, |
|
Por no abortar. Tan cuidadosa andava! |
|
|
LIX
|
|
Quando Elvira iba al Templo se sentava |
|
Con modestia en almohada, o en tarima, |
|
Y con razón a aquellas censurava |
|
Que en banco alto se sientan, o ya encima |
|
Se arrodillan. Esto a ella la causava |
|
Tanto horror; que la ponía grima, |
|
Diciendo ser postura descompuesta, |
|
Y en qualquiera muger no mui honesta. |
8280 |
|
|
LX
|
|
Sólo escusava a las que estando encinta |
|
Hacía gran volumen el preñado, |
|
Por ser en éstas la razón distinta, |
|
Y decía: Si ponen tal cuidado |
|
En el Templo, en la calle, y en la Quinta, |
|
Será mayor sin duda, y aun doblado, |
|
Sin que indezencia en esto nadie encuentre, |
|
Porque lo pide assí el túmido vientre. |
|
|
LXI
|
|
Mas fuera de la Iglesia van holgadas; |
|
Ni saben conocer peligro alguno. |
8290 |
|
Sólo se consideran dispensadas |
|
En el respeto a Dios, y en el ayuno. |
|
Por lo demás no observan las preñadas |
|
Nada de aquello, que es más oportuno, |
|
Y hacen ya por antojo, o ligereza |
|
Quanto a ellas se las pone en la cabeza. |
|
|
LXII
|
|
Métense en los concursos de la gente |
|
Intrépidas: reziven empujones: |
|
Aquí un golpe le dan a mantentente; |
|
Allá en prensa las ponen los reñones, |
8300 |
|
Y estrujado tal vez el inocente |
|
Feto dentro las míseras mansiones, |
|
Las Madres caprichosas, o aturdidas, |
|
Oh! y quántas vezes son Infanticidas! |
|
|
LXIII
|
|
He aquí la causa de la estropeatura |
|
De tanto Niño, que el materno seno |
|
Da luz contra la recta architectura, |
|
Falto de miembros, o de lacras lleno, |
|
Menos hombre, que monstruo en la figura. |
|
Quando no sea flor, cuyo terreno, |
8310 |
|
Porque efímera es su lozanía, |
|
Nacer la ve, y morir en sólo un día. |
|
|
LXIV
|
|
Oh quántos Niños (horror me da el pensarlo) |
|
Por culpa de quien sé, se ven hundidos |
|
En sitio tenebroso sin buscarlo, |
|
Ni el Reyno de los hijos escogidos |
|
Podrán jamás los míseros poblarlo, |
|
Por furor de sus Padres fementidos |
|
Y lloran, sin que el llanto se concluya, |
|
De otros la culpa, y la desgracia suya. |
8320 |
|
|
LXV
|
|
Mas dejando estos ayes por aora, |
|
Digo, que Elvia durante su preñado, |
|
Más cuidado ponía en cada hora, |
|
De no hacer con su fruto un mal guisado. |
|
Depositaria fiel, de el que atesora |
|
Hijo en su vientre, puso gran cuidado |
|
En que fuesse algún día el Niño tierno |
|
Tan robusto, y tan duro como un Querno. |
|
|
LXVI
|
|
Ni la basta que fuesse solamente |
|
Sano en el cuerpo: se aplicó con arte |
8330 |
|
A que fuesse también sano en la mente. |
|
Y Juan Bartolo en una nota aparte |
|
Dice, que hai en el mundo mucha gente |
|
De cuerpo sano, pero de otra parte, |
|
Sino enferma, a lo menos achacosa, |
|
Y yo tengo por cierta aquesta glossa. |
|
|
LXVII
|
|
Hablo de aquella enfermedad no oscura, |
|
Que vemos producir varios efetos, |
|
A la qual se da el nombre de locura, |
|
Y cuenta cantidad de Hijos, y nietos. |
8340 |
|
Bien que los hombres (según me dixo un Cura) |
|
No están a ella nunca tan sugetos |
|
Como las hembras. Éstas le parecen, |
|
Que ya con ella nacen y adolecen. |
|
|
LXVIII
|
|
Mas no es verdad, porque es cosa observada |
|
Que algunas la padecen quando mozas, |
|
Otras en edad más avanzada, |
|
Bien que assí en Casas grandes, como en Chozas. |
|
Se conoce que es en ellas heredada. |
|
Hai en Madrid más locas, que en las Rozas |
8350 |
|
Mas de esto la razón precisamente |
|
Es porque hai en Madrid mucha más gente. |
|
|
LXIX
|
|
Si se diera una Ley tan soverana, |
|
Que ninguno pudiesse ser marido |
|
De Muger, cuya mente no esté sana. |
|
Siglos ha que ya huviera perecido |
|
El Mundo, o, quando no, la Raza humana, |
|
Como el Decreto fuesse obedecido, |
|
Pues dice Ovidio, que una Muger savia |
|
Es la rara Ave Fénix de la Aravia. |
8360 |
|
|
LXX
|
|
Y bien pudiera yo de esta sentencia |
|
Pruevas citar ya antiguas, y ya nuevas, |
|
Mas sería una gran impertinencia, |
|
Pues todos lo creeis sin otras pruevas, |
|
Que las que nos enseña la experiencia, |
|
En Casas, en Cabañas, y aun en Cuevas: |
|
Ni avrá quien no confiesse, si es sincero, |
|
Que lo que dice Ovidio es verdadero. |
|
|
LXXI
|
|
Que las Mugeres tengan su manía, |
|
Y aun quando todas ellas fueran locas, |
8370 |
|
Nada por cierto a mí me importaría: |
|
Pues fuessen todas, muchas, o ya pocas, |
|
Ninguna lo sería a costa mía. |
|
Lo que me duele, y dolerá a las Rocas, |
|
Es, que este achaque, si a ser Madres llegan, |
|
Comúnmente a sus hijos se le pegan. |
|
|
LXXII
|
|
Y es lo peor, que siendo un mal terrible, |
|
Es en lo natural irremediable. |
|
Quien nace ciego curarle no es possible, |
|
Sin milagro; ya es ciego perdurable. |
8380 |
|
Assí el que nace loco (mal horrible) |
|
A cuestas tiene un mal, que es incurable. |
|
Y aquellos que le sufren; y padecen |
|
No conocen el mal de que adolecen. |
|
|
LXXIII
|
|
Y si el enfermo no conoce, o siente |
|
El mal (dice un Médico moderno) |
|
Malum signum! Señal es evidente |
|
De que está arraigado allá en lo interno. |
|
Júzgase sano el mísero paciente, |
|
Y en las entrañas todo es desgovierno. |
8390 |
|
Quántos hai de éstos? Santo Dios! quántos! |
|
Y quizá yo seré alguno de tantos. |
|
|
LXXIV
|
|
Por esso Elvia, Muger de ingenio agudo, |
|
Y de claro machucho entendimiento, |
|
Mientras que estava encinta quanto pudo |
|
Hizo, para librar de tal cimiento |
|
Al inocente feto informe, y rudo, |
|
Por no padecer ella el gran tormento |
|
De verle hacer después mil disparates, |
|
Ocupando el Quartel de los Orates. |
8400 |
|
|
LXXV
|
|
Donde a decir verdad se ven no pocos |
|
Amarrados con grillos, y cadenas, |
|
Los quales son acaso menos locos |
|
Que otros, que no lo muestran. De estas penas |
|
Elvia, por ahorrar llantos y mocos; |
|
(Provisión de que están las hembras llenas) |
|
Hizo quando hacer pudo industria humana, |
|
Para un hijo parir de mente sana. |
|
|
LXXVI
|
|
Por milagro, a mi ver, de la Natura |
|
Quasi siempre Elvia fue de sana mente. |
8410 |
|
Con todo vivir quiso más segura, |
|
Y se mandó sangrar frequentemente |
|
De aquella vena (assí lo atestó un Cura) |
|
Que suele abrirse a la aturdida gente, |
|
Y tomó sin melindre, ni embarazo |
|
De eléboro un buen trozo, o ya pedazo. |
|
|
LXXVII
|
|
Es ésta una esquisita medicina, |
|
Que hace curas sin duda prodigiosas. |
|
Para toda Muger cosa divina, |
|
Mucho más eficaz, que agua de rosas. |
8420 |
|
La debieran usar en vez de Quina, |
|
De tintura violeta, ni otras cosas, |
|
Como leche, Café, Sorbete, Mate, |
|
Y (lo que es más) en vez de Chocolate. |
|
|
LXXVIII
|
|
O no entienden los Médicos sus males, |
|
O ignoran la virtud de aquesta droga; |
|
Pues tal vez de Dotores muchos tales |
|
No tienen otra cosa que la toga. |
|
Un simple de los más universales |
|
En otros tiempos, hoi ya no está en voga, |
8430 |
|
Y en gran daño de el linage humano |
|
Se está en los Botes mano sobre mano. |
|
|
LXXIX
|
|
Aun antes de estar Elvia embarazada, |
|
Porque sus hijos fuessen de buen juicio, |
|
Era del vino poco apassionada, |
|
Y de embriagarse aborrecía el vicio, |
|
Sabiendo bien, que una muger preñada, |
|
Y borracha, hace al mundo un gran perjuicio, |
|
Dando a luz a su tiempo unos Infantes |
|
Más a bestias, que a hombres semejantes. |
8440 |
|
|
LXXX
|
|
Ahora es menester, quiera o no quiera, |
|
Hacer justicia a Marco. Yo he leído, |
|
Que en comer, y en beber mui parco era, |
|
Mui circunspecto, sobrio, y mui medido, |
|
Pues con la cena de Salvino austera |
|
Se iba a la cama, quando fue marido; |
|
Y Juan Bartolo aquí no la Perdona |
|
A Marido, y Muger que cogen Mona. |
|
|
LXXXI
|
|
Porque, dice este Autor (y es cierto) el vino |
|
Vapores densos al cervelo embía. |
8450 |
|
Si se bebe a destajo, esto es, sin tino, |
|
Al juicio echa a passear la fantasía. |
|
Quanto se hace, y se dice es desatino, |
|
Es frenesí, es locura, y es manía. |
|
Mi juicio con el suyo se conforma, |
|
Que un borracho es materia sine forma. |
|
|
LXXXII
|
|
El juicio en él huyósele de casa |
|
Es figura de hombre, mas postiza, |
|
Estólida la mente, a instinto passa |
|
La que era antes razón: y hace más riza |
8460 |
|
Esta brutal passión, porque es de massa |
|
Contagiosa, apestada, y pegadiza, |
|
Pues vemos comúnmente, que un Borracho |
|
Otro Borracho engendra, hembra, o macho. |
|
|
LXXXIII
|
|
Por esso quando Sócrates quería |
|
Tratar a alguno de Ebrio urbanamente: |
|
Sin duda que tu Padre (le decía) |
|
Bebido avía poderosamente |
|
Aquella noche, o bien fuesse aquel día, |
|
Que te engendró, por ser cosa evidente |
|
Que de un Padre beodo, e insensato |
|
Suele nacer un hijo mentecato. |
8470 |
|
|
LXXXIV
|
|
Elvia, o de suyo, o fuesse por consejo |
|
Ageno, en sintiéndose preñada, |
|
Nunca comía carne de Conejo |
|
Ni provaba siquiera la ensalada. |
|
Mucho menos gustar de abadejo |
|
Ni cosa, que no fuesse delicada, |
|
Y pudiesse quizá ser enemiga |
|
De el Hijo que traía en la barriga. |
|
|
LXXXV
|
|
Porque la qualidad del alimento, |
|
Se pega a todo aquel, a quien sustenta: |
|
El Conejo Conejos hace a ciento, |
|
La Gallina Gallinas a noventa. |
|
Yo conocí de Pavos a un Convento, |
|
Otro de Gansos, y eran más de treinta; |
|
Porque se hartavan sus Paternidades |
|
De estas Aves allá en las Navidades. |
|
|
LXXXVI
|
|
Las médulas de Lobos, de Leones, |
|
Ni de otros semejantes animales |
|
Nunca Elvira comió; entre otras razones, |
|
Por no querer parir hijos bestiales. |
8490 |
|
Y porque en sus Divinas Oraciones |
|
Derramasse el buen Tulio tantas sales, |
|
Todo quanto comía en su preñado, |
|
Quiso siempre, que fuesse mui salado. |
|
|
LXXXVII
|
|
Leyó en un Libro de Monsiur Le Mame, |
|
Que la carne de liebre hacía hermosos, |
|
Y ella quiso comer de aquella carne, |
|
Por ver si eran los libros mentirosos, |
|
Haciendo conducir desde Bearne |
|
Las liebres, que se crían en sus fossos. |
8500 |
|
Pues no hai Madre que no haga una Diablura, |
|
Por parir una hermosa Criatura. |
|
|
LXXXVIII
|
|
Entre todas las prendas naturales, |
|
La hermosura, que el Cielo nos regala, |
|
Envidiada es de todos los mortales, |
|
Por más que alguno afecte, y haga gala |
|
De despreciarla. Cuentan los Anales |
|
Que hasta Jove por ella en cierta sala |
|
Se transformó en diversos animales, |
|
Porque es la carta, a juicio de Platón, |
8510 |
|
De la más eficaz comendación. |
|
|
LXXXIX
|
|
A par de ella no tiene fuerza alguna |
|
La más viva, más rápida eloquencia. |
|
Quántos han hecho siempre gran fortuna |
|
Solamente por su gentil presencia? |
|
No hai hombre, que no quiera esposar una, |
|
A quien haya tocado aquesta herencia; |
|
Y las Doncellas sé que tienen gusto |
|
De ver un joven bello, esto es, venusto. |
|
|
XC
|
|
Si tenerlo no pueden por marido, |
8520 |
|
Gustan tenerle al menos por amante, |
|
Y es el cortejo más apetecido |
|
El de un Mozo galán, y rozagante. |
|
Se complacen, según tengo entendido, |
|
De ver en él aquel gentil semblante, |
|
Cuya hermosura eleva en dulze calma |
|
Su spíritu a inferir la de su alma. |
|
|
XCI
|
|
Y algunas hai, que en ella un claro rayo |
|
Descubren, a su ver, de luz Divina, |
|
Que da vigor, y alienta su desmayo |
8530 |
|
Al deseo, si ya a morir se inclina; |
|
Y passando a uno de otro en este ensayo |
|
De la humana beldad a la una y Trina, |
|
Hai Muger, que en aquel bello Narciso |
|
Contempla la beldad del Paraíso. |
|
|
XCII
|
|
Si Elvia llegó a tanto, yo lo ignoro; |
|
Y aun ignoro, si supo aquella escala; |
|
Sólo sé que en más de una su decoro, |
|
En lugar de subir, abajo cala, |
|
Y que el volar hasta el celeste Coro |
|
Es un vuelo que excede, o bien que iguala; |
|
Quando se emprende temerariamente |
|
Al de Dédalo, que no fue el más prudente. |
|
|
XCIII
|
|
Paréceme a lo menos invención |
|
Algo arriesgada la de enamorarse, |
|
Perdiendo todo miedo a la ocasión. |
|
Si Platón lo enseñó, debe dudarse: |
|
Mas quando sea suya esta opinión |
|
Podrá con ella su mercé empanarse, |
|
Porque yo a este su sentir estrafalario |
8550 |
|
Junto el otro del mundo Imaginario. |
|
|
XCIV
|
|
Elvira, pues, Muger de fino gusto, |
|
Mirar solía (y nuestro Autor lo atesta) |
|
Estando encinta algún hermoso busto |
|
Mas sin perjuicio de su alma honesta; |
|
Mirar digo solía (y era justo) |
|
Con los ojos se entiende de la testa |
|
De mejor gana un Mozo ayroso y bello |
|
Que otro feo, y bien podéis creello. |
|
|
XCV
|
|
Quando mirava a un hombre mal trazado |
8560 |
|
Con menos señas de hombre, que de bestia, |
|
Los ojos, sin costarla gran cuidado, |
|
En el suelo clavava con modestia, |
|
Un cojo, un contrahecho, un corcovado |
|
La causavan grandíssima molestia: |
|
Hacía sobre todo (es hecho cierto) |
|
Escrúpulo de ver a qualquier tuerto. |
|
|
XCVI
|
|
No sufría en su Quarto una figura |
|
Que pudiesse espantarla algunos ratos, |
|
Aunque fuesse esquisita la pintura. |
8570 |
|
Ni tolerar podía los Retratos, |
|
Que tal vez la excitavan calentura, |
|
Como es decir de perros, ni de gatos, |
|
Ni aun de aquellos quadrúpedos, no tiernos |
|
Que están armados (con perdón) de quernos. |
|
|
XCVII
|
|
Porque sabía historias verdaderas |
|
De algunas, que sintiéndose preñadas, |
|
Por mirar Osos, Tigres, y otras Fieras, |
|
Que estavan en sus Cámaras pintadas |
|
(Tanto pueden fantásticas chimeras |
8580 |
|
En la aprehensión de las embarazadas) |
|
Varios monstruos a luz avían dado |
|
Con horror del marido, y Parentado. |
|
|
XCVII
|
|
Por tanto ya no apruevo que la Gente |
|
Tenga cerca del lecho conjugal, |
|
Como lo veo hacer frequentemente, |
|
Pintado Toro, Cabra, o animal, |
|
Que tenga cuernos; porque fácilmente |
|
Puede a una muger fiel venirla mal, |
|
Como se enseña en todas las Escuelas, |
8590 |
|
Por estar remirando aquellas telas. |
|
|
XCIX
|
|
Puede tanto el mirar una pintura |
|
En la que encinta está, o flaca, o gruessa; |
|
Que en la aún no bien formada Criatura |
|
Tal vez se estampa aquélla, y queda impressa |
|
Con su color, su forma, y su figura. |
|
Assí lo reconoce, y lo confiessa |
|
El mundo todo, y lo confirma el caso |
|
De Clorinda, cantada por el Tasso. |
|
|
C
|
|
Un Quadro de la Virgen un Pintor |
8600 |
|
(Fuesse el Corregio ya, o fuesse el Bramante) |
|
Pintado avía de especial candor, |
|
Blanquíssimo, y bellíssimo semblante. |
|
Muchas vezes orava con fervor |
|
La Madre de Clorinda allí delante. |
|
Nació Clorinda blanca con disgusto |
|
De su Madre, que tuvo grande susto. |
|
|
CI
|
|
Por poco no causó a la negra Madre |
|
La blanca hija el más trágico accidente, |
|
Porque, siendo ella negra, y negro el Padre |
8610 |
|
Se imaginó que mui probablemente |
|
Pensaría, como hizo otro Compadre, |
|
Menos bien de su fe siendo inocente, |
|
Borrando de la hija la blancura |
|
El honor de la Madre, y la fe pura. |
|
|
CII
|
|
Y por no dar al crédulo marido |
|
La prudente muger motivo alguno |
|
De sospecharse mal correspondido, |
|
Una Niña pidió de color bruno, |
|
que otra buena muger avía parido, |
8620 |
|
Fiando este secreto a sólo uno |
|
Y el buen Rey, no en verdad de los más duchos |
|
Que era suyo creyó, como otros muchos. |
|
|
CIII
|
|
Mas la Madre después, compadecida |
|
De la hija, entrególe en una cesta |
|
A un fiel Criado, y fue tan bien servida |
|
Que lo ignora el Marido a la hora de esta, |
|
Y aun al mundo estaría hoi escondida, |
|
Si no la huviera hecho manifiesta |
|
De el Gran Tasso el Clarín siempre sonoro, |
8630 |
|
Que de las Musas acompaña el Coro. |
|
|
CIV
|
|
Porque son tan parleros los Cantores, |
|
Que ninguno los sabe hacer callar, |
|
Y por eso disculpo a los Señores, |
|
Que hoi día no los pueden tolerar; |
|
Y es que haciendo ellos mismos mil errores, |
|
Tienen mucha razón de recelar |
|
Que los publiquen cuerdos, o imprudentes, |
|
Y los hagan juguete de las gentes. |
|
|
CV
|
|
Volviendo al Tasso, el Tasso fue un Poeta |
8640 |
|
Digno del lauro, que la sien inunda. |
|
O Bérgamo feliz, Madre discreta |
|
De Ingenios, y de Héroes tan fecunda |
|
Que igualas, si no excedes qualquier meta |
|
De la que más en esta specie abunda; |
|
Y aun la Toscana no, no haría ascos, |
|
Gloria sí, de infinitos Bergamascos. |
|
|
CVI
|
|
Esto lo digo por aquel gran necio, |
|
Que, por aver en Bérgamo nacido |
|
El Tasso, le trató con tal desprecio, |
8650 |
|
Como si el Canadá fuesse su nido. |
|
Apuesto un ojo contra otro qualquier precio, |
|
A que el mismo simplón, sino ha perdido |
|
El juicio, daría hoi qualquier cosa, |
|
Por ser hijo de Bérgamo gloriosa. |
|
|
CVII
|
|
De Bérgamo que al Tasos dio la cuna, |
|
Al Tasso, que es de todos estimado, |
|
No ya porque no tenga mancha alguna, |
|
Porque de manchas no está exceptuado |
|
El mismo Sol, por no hablar de la Luna. |
8660 |
|
Y ya que al Gran Torquato hemos nombrado, |
|
Confiesso la verdad, callar no puedo |
|
De el feliz Traductor de su Gofredo. |
|
|
CVIII
|
|
Espero cierto, y no espero en vano, |
|
Que a sí mismo inmortal se hará algún día, |
|
Y a Milán ha de hacer honor la mano |
|
Que escrivió tan hermosa Poesía |
|
Por lo qual conservándote tan sano, |
|
y grande; como estás con alegría |
|
Prosigue Ballestieri tu camino, |
8670 |
|
Que el juzgarte incapaz, es desatino. |
|
|
CIX
|
|
Acaba de una vez, y haz estampar |
|
Tu bellíssima amena traducción; |
|
Porque tu gloria no podrá faltar, |
|
Publicada que sea la impressión. |
|
Acaba de una vez; deja de andar, |
|
Haciendo de el cobarde, o de el poltrón |
|
No temas que a ninguno gastar pese |
|
En comprar al Gofredo Milanese. |
|
|
CX
|
|
Y lo que digo a Balestieri; digo |
8680 |
|
A otros hermanos míos Transformados, |
|
Que al uso antiguo, dixo cierto Amigo; |
|
Son mui modestos, esto es, descuidados, |
|
Y parece, que no se les da un higo |
|
De no ser en el mundo celebrados. |
|
Y assí dejan las obras más limadas |
|
En oscuras tinieblas sepultadas. |
|
|
CXI
|
|
Tanta modestia mucho me disgusta, |
|
Y aun me disgusta más tanto descuido: |
|
Ser audaz es tal vez cosa mui justa, |
8690 |
|
Y no siempre malo es ser atrevido |
|
(Nada se me da a mí, si esto no os gusta) |
|
No se estima el Tesoro, no, escondido. |
|
Es repressión el Pánico temor, |
|
Y Frai Modesto nunca fue Prior. |
|
|
CXII
|
|
Pues componéis en verso noblemente; |
|
Y notablemente componéis en prosa, |
|
Haced ver lo que sois a toda gente |
|
Ni vuestra Musa sea vergonzosa. |
|
Salga a luz lo que esconde adredemente, |
8700 |
|
Essa modestia tropo melindrosa. |
|
Dad uno, dad dos tomos a la Imprenta, |
|
Y lo demás dejadlo de mi cuenta. |
|
|
CXIII
|
|
De el Plátano Real la augusta sombra |
|
Ya por todos vosotros se derrama. |
|
Ya su raíz se estiende, ya se nombra |
|
En toda Europa a gritos de la fama. |
|
Más de un Ingenio estraño (y no me asombra) |
|
Por agregarse a vuestro Gremio clama. |
|
Rabia le Envidia en vano, y aun los vientos |
8710 |
|
Amenazan en vano a sus cimientos. |
|
|
CXIV
|
|
Vientos rabiosos de furor en vano |
|
Os armáis contra el Plátano robusto |
|
Inútilmente derrivarle al llano |
|
Pretendéis. No altera, no su gusto |
|
Esse vuestro furor tan inumano, |
|
Y es para él diversión en vez de susto. |
|
Inútilmente intenta al Tronco hacerle seco |
|
De el Toro, y de el Castrón el cuerno hueco. |
|
|
CXV
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Hasta oy dulcemente le han regado |
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En tiempos secos, y de varios modos |
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Con su afán y sudor le han cultivado |
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De nuestros Transformados casi todos; |
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Mas al mundo no le han comunicado |
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Los frutos (sin temor de sus apodos) |
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De la planta feraz; pero hágase esto, |
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Que se debe de hacer, y embido el resto. |
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CXVI
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Si el ecco de sus Cýtaras sonoro |
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Pudo en un tiempo ser grato al oído; |
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Ya que estuvo por tanto su decoro |
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Silencioso de humilde, o de encogido, |
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Hoi más que nunca del clarín canoro |
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De la Fama será al Orbe estendido, |
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Pues si al presente no puede lograrlo, |
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En lo futuro no, no hai que esperarlo. |
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CXVII
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Todos sabéis lo mucho que debieron |
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Los antiguos Ingenios soveranos |
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A los grandes Avuelos que a luz dieron |
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Al que oy nos govierna. Sus dos manos |
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Besad: sabed que hicieron... |
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Prodigios ya de honores más que humanos, |
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Y esperad, que el magnánimo Señor, |
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Franqueará a vuestras Rimas su favor. |
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CXVIII
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Si por cierto favores a favores |
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Añadirá el que todo el mundo aclama, |
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Obsequios tributándole y honores, |
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Por Príncipe mayor que su gran fama. |
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Y porque Insubria goza sus amores |
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Es obgeto de embidia a quien no la ama. |
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Príncipe, que entre tanto, y tal manejo, |
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De las Musas no niégase al Cortejo. |
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CXIX
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Más de uno de vosotros ya ha logrado |
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Grandes prendas de su magnificencia, |
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Y puede todo Ingenio esperanzado |
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Vivir de su favor, y su clemencia. |
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Ea, pues, la pereza vaya a un lado, |
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Ya toda cobardía es indecencia; |
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Tome todo Académico su pluma, |
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Que lo demás es necedad en suma. |
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CXX
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Después que vuestras obras por la imprenta |
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Se ayan hecho famosas en el mundo, |
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Como yo las alcanze, me haré cuenta |
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De que en parte son mías; y lo fundo |
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En que es Autor de un bien quien le fomenta, |
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Y yo, aunque Poetillo no profundo, |
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Con ocho o con diez Décimas, de intento |
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A que escriviesseis todos os di aliento. |
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CXXI
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Mas para, para; adónde va mi Musa? |
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O, por mejor decir, adónde voi? |
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Ciertamente mi alma está confusa, |
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Sin saber ni aun yo mismo dónde estoi. |
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Os pidiera perdón, piedad, y escusa, |
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Si no fuera por no cansaros hoi; |
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Y pues conozco que he perdido el tino, |
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Mejor será volvernos al camino. |
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CXXII
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Bien quisiera seguir yo mi viage; |
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Pues de Elvira decir mucho me resta; |
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Mas temo, que ya os canse este potage, |
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Y que rota tengáis todos la testa. |
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Si quisiera hablar más fuera un salvage, |
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Y sería una cosa mui molesta; |
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Pues diciéndome están vuestros bostezos; |
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Que cansan, si son largos, aun los rezos. |
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CXXIII
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Yo mismo lo conozco, y lo confiesso, |
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Que ya es de noche, porque apenas veo. |
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Lo que he borrado en este gran proceso |
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Ya me fatiga tanto como leo; |
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Por lo qual punto aquí; mas no por esso |
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Creais, que está agotado el parloteo, |
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Puesto que de Elvira falta decir tanto |
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Que quizá bastará para otro Canto. |
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CXXIV
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De esta manera de una Suegra sola |
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Hago dos Yernos; pero no temais |
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Que junto yo a los dos: os doi parola, |
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Que por hoi desunidos los veais. |
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Y en esto no os hago la mamola, |
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Antes assí menos cansados vais; |
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Porque el meteros más, en mi conciencia |
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Sería un pecadazo de imprudencia. |
Fin del Canto XI
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