I
|
|
Yo soi un hombre (y quien lo niega, miente) |
|
Que cumplo mi palabra siempre, y quando |
|
Me tiene cuenta, y no hai inconveniente. |
|
Porque, andando a la Escuela en Villalpando, |
|
Leí en un Libro, impresso en Benavente, |
|
Que en un hombre de bien es contravando |
|
No cumplir lo que a otro ha prometido. |
|
Y assí voi a cumplir lo ofrecido. |
|
|
II
|
|
Os prometí (y me alegro de averlo hecho) |
|
Que una avíais de oír leyenda nueva, |
770 |
|
A lo que en parte tengo satisfecho, |
|
Dando en el primer Canto alguna prueba: |
|
Aora, que descansé un poco en mi lecho, |
|
Vuestra atención mi spíritu renueva, |
|
Para seguir la comenzada Historia, |
|
Mientras tenéis tan fresca la memoria. |
|
|
III
|
|
Podréis de esta manera entender todos |
|
lo que de Cicerón os he contado, |
|
Y lo que en esta tarde en varios modos |
|
Contaros pienso: aunque dirá un taimado |
780 |
|
(Mordiéndose de risa entrambos codos) |
|
Que bien puedo escusar este cuidado: |
|
Porque de Cicerón, ni de su cuna |
|
No he dicho tres palabras. ¿Qué es tres? ni una. |
|
|
IV
|
|
Mas esto ha sido por inadvertencia, |
|
Y casi casi contra el gusto mío; |
|
Y assí de esta Poética licencia |
|
Fue tanto mi dolor, que me entró frío. |
|
Pero también merezco indulgencia; |
|
Pues, si se mira bien, no fue valdío, |
790 |
|
Ni por demás estuvo todo quanto |
|
Se me antojó decir en aquel Canto. |
|
|
V
|
|
Porque un Prólogo largo era preciso |
|
Hacerle, fuesse en verso, fuesse en prosa. |
|
Pues no puede aver Libro sin Aviso |
|
Al Letor, y se aorra alguna cosa |
|
En el verso, que en prosa es largo el guiso, |
|
Fuera de ser un poco fastidiosa. |
|
Y esto del Consonante, al más Parlero |
|
Le hace dejar lo más en el tintero. |
800 |
|
|
VI
|
|
Por tanto si mi Prólogo formado |
|
Huviera en prossa, sabe Dios del Cielo, |
|
Si estaría a estas horas acabado. |
|
Quando ya tenéis todos el consuelo |
|
De verle en media hora despachado; |
|
Lo que no hacen jamás (dice Juanelo) |
|
Aquellos habladores sempiternos |
|
Que hacen en prossa Prólogos eternos. |
|
|
VII
|
|
En los quales nos dicen cosas viejas, |
|
Que todos saben, y son tan fastidiosos |
810 |
|
Que hasta las más pacíficas orejas |
|
Cansan, y a muchos de ellos por tediosos |
|
Del Libro los arranco, y sus consejas |
|
A oficios las aplico vergonzosos, |
|
Pues, como dijo un Frayle Capuchino, |
|
No hai papel, que no sirva a su destino. |
|
|
VIII
|
|
Assí, pues, si mi Prólogo no fuere |
|
Del gusto de tal qual de mis Letores, |
|
Por mí, podrá hacer de él lo que quisiere, |
|
Porque agradar a todos los humores |
820 |
|
Nadie lo logra, aunque haga lo que hiciere. |
|
Y entre tanto vosotros, mis Señores, |
|
Haced cuenta que en este mismo punto |
|
Doi principio a mi Historia, y a mi asunto. |
|
|
IX
|
|
De Nápoles a Roma, a media vía |
|
(Que es en nuestro Español medio camino) |
|
Si no hai algún error de Geografía, |
|
Huvo cierta ciudad, por nombre, Arpino, |
|
Llamada assí de una Harpa o de una Arpía |
|
En caso que no mienta el Calepino, |
830 |
|
Y en ella a Cicerón parió su Madre, |
|
El qual también fue hijo de su Padre. |
|
|
X
|
|
Pero advertir contemplo necesario, |
|
Que los que le engendraron; tales quales, |
|
Eran hombre y muger, pues de ordinario |
|
Nuestros Padres (aun oy) suelen ser tales. |
|
Y de aquí se deduce el corolario, |
|
Que tuvieron de Tulio los natales, |
|
(Según los documentos, que nos rigen) |
|
En Embra, y en Varón su propio origen. |
840 |
|
|
XI
|
|
El nombre de los dos deciros quiero, |
|
Pues sin Viscocho nunca yo me embarco, |
|
Y porque no me trate de Embustero |
|
Algún Émulo, cito aquí a Plutarco, |
|
El qual llama (en idioma un poco huero) |
|
Olbia a la Madre, y llama al Padre Marco |
|
De manera que Olvia fue su Madre, |
|
Y el buen Marco probablemente el Padre. |
|
|
XII
|
|
Y porque el nombre de Olbia, aunque Romano, |
|
Tiene alguna dureza en el oído, |
850 |
|
Para hacerle más dulze, y más humano, |
|
La llamaremos Elvia, que éste ha sido |
|
Antiguo estilo, y uso mui anciano |
|
De todo buen Poeta recivido, |
|
Que ha de estropear las voces de otro clima, |
|
Si no vienen al verso, o a la rima. |
|
|
XIII
|
|
En esto sobresalen los Dramáticos, |
|
Que suelen dar a un Griego Personage, |
|
Nombre Español para mostrarse práticos |
|
De las costumbres Griegas, y lenguage, |
860 |
|
Burlándose de Críticos Gramáticos, |
|
si los reprenden su libertinage. |
|
Mas estos pecadillos son veniales, |
|
Comparados con otros garrafales. |
|
|
XIV
|
|
Pecan, dirélo assí, contra el decoro, |
|
Contra lo verisímil, contra el Arte, |
|
Y, a su cost[a], pudiera hacerme de oro, |
|
Si en este punto yo me hiciera parte. |
|
Mas no quiero, que alguno de su Coro |
|
Piense, que fabricar mi Baluarte |
870 |
|
Intento sobre ruinas de los otros, |
|
Como lo hacen dos mil entre nosotros. |
|
|
XV
|
|
Fuera de esso pudiéranme decir |
|
Los Cómicos, al ver que los ataco, |
|
Que ellos solos pretenden divertir |
|
Al Pueblo, predicando para el saco, |
|
Y que no han hecho voto de seguir |
|
Las Reglas del Señor Horacio Flaco, |
|
Especialmente siendo ya tan viejas, |
|
Que sufrirlas no pueden las orejas. |
880 |
|
|
XVI
|
|
Digo que en esto tienen mil razones, |
|
Y de ellas me valdré con gentileza |
|
Contra todos los Críticos bribones, |
|
Que vengan a romperme la cabeza [:] |
|
[Y]o no gusto de andar con citaciones; |
|
Mi assunto es desterrar toda tristeza, |
|
Y quedaré más hueco que Cervantes, |
|
Como dé gusto a sabios y a ignorantes. |
|
|
XVII
|
|
Como logre, Señores, divertiros, |
|
Contento estoi; no quiero otra alabanza |
890 |
|
Aunque todas las reglas haga giros; |
|
En cada siglo se usa su mudanza, |
|
Desde los Walsas, [Tulgas], y Ramiros. |
|
Y si al próximo assierro por la panza, |
|
De qué me servirá observar en parte |
|
Ad amussim los Cánones del Arte? |
|
|
XVIII
|
|
Sólo sé, que si leo alguna obrilla |
|
Chistosa, dulce, bien escrita, y bella |
900 |
|
Aunque encuentre quizá tal qual cosilla |
|
Que no esté tan arreglada en ella, |
|
No por esso me canso de aplaudilla, |
|
Ni mucho menos dejo de leella. |
|
Si hacéis esto conmigo, estoi contento, |
|
Pues no soi codicioso, ni avariento. |
|
|
XIX
|
|
Díjome cierto Amigo de Ferrara, |
|
Que una Mozuela alegre, spiritosa, |
|
Con tal qual defectillo en cuerpo y cara |
|
Más le agradaba que otra mui hermosa. |
910 |
|
Pues digo, que si en gruesso se repara |
|
Esta Historia, si bien defectuosa, |
|
Quien por esso la llame despreciable |
|
Será una Criatura incontentable. |
|
|
XX
|
|
Que yo también tal vez le escuso, y callo, |
|
Quando sale a la luz un Libro nuevo, |
|
Y algunas ciertas macas en él hallo, |
|
Buscando el pelo que no tiene el huevo, |
|
Me contento con poco, y digo: andallo; |
|
Que una obra sin falta, tacha, o nevo, |
920 |
|
Perfecta y absoluta in quarto modo, |
|
Sólo la puede hacer quien lo hizo todo. |
|
|
XXI
|
|
Antes tal vez (hablando en confianza) |
|
Alabo los agenos disparates, |
|
Paraque la prudencia, y la templanza |
|
Disimulen y alaben mis dislates. |
|
Vosotros, en conciencia, y en crianza |
|
(Sino queréis os tengan por Orates), |
|
Debéis hacer lo mismo con mis Cantos, |
|
Pues tantas vezes, yo he alabado a tantos. |
930 |
|
|
XXII
|
|
Pero aora me vuelvo un poco atrás, |
|
Porque dejé una cosa que me importa: |
|
No me voi a passear sin más ni más, |
|
Y a Casa volveré por la más corta, |
|
Que yo mido el camino con compás, |
|
Como el buen Matemático Laporta, |
|
Ni del Gran Marco Tulio diré cosa, |
|
Que no se halle en el Texto, o en la Glossa. |
|
|
XXIII
|
|
Debe el Letor también ser avisado, |
|
Porque Elvia quede en su reputación, |
940 |
|
Que con Marco se había ya casado, |
|
En la común, y más cierta opinión. |
|
His positis, se sigue de contado, |
|
Que nació Marco Tulio Cicerón |
|
De legítimo y santo matrimonio |
|
De que da Juanbartolo testimonio. |
|
|
XXIV
|
|
El qual, dando principio desde el huevo, |
|
Como se dice, y como se requiere, |
|
Dejando a Cicerón, que es tierno, y nuevo, |
|
Quatro palabras antes nos refiere |
950 |
|
De sus Padres, y en esto yo le apruebo, |
|
Máximamente, quando el siglo quiere, |
|
Que de ningún Héroe se use la alabanza, |
|
Sinque entren sus Abuelos en la danza. |
|
|
XXV
|
|
Marco, dice un papel de letra Gótica, |
|
Nació en una ciudad, que fundó Marte, |
|
Con más virtud, que tiene la betónica. |
|
Gracia que el cielo a todos no reparte. |
|
Aprendió la bella Arte Labradórica, |
|
Y después aprendió a escribir con arte, |
960 |
|
Tanto, que mereció alabanzas sumas, |
|
Por una de las más gallardas plumas. |
|
|
XXVI
|
|
Aprendió con su ingenio soverano |
|
El idioma del Tybre, y el de Atena: |
|
Madrugaba a estudiar por el verano, |
|
Tanto que el pobre no dormía apenas, |
|
Y viendo aquel talento más que humano |
|
Para las Letras, que se llaman buenas, |
|
Su Padre, que era cierto un buen Señor, |
|
Le embió a tomar la borla de Doctor. |
970 |
|
|
XXVII
|
|
A Bolonia partió, por darle gusto, |
|
Y en menos de dos años fue un Legista |
|
Tan grande, tan fornido, y tan robusto, |
|
Que entró de los togados en la lista. |
|
Dábale aquel estudio gran disgusto, |
|
Como enfadó (según su Cronista) |
|
Al Dante, y al Petrarca, y otros tales, |
|
Que en la Fama son hombres inmortales. |
|
|
XXVIII
|
|
Los quales siendo todos adornados |
|
De un ingenio sutil, alto, profundo, |
980 |
|
Y queriendo sus Padres que Avogados |
|
Se hiciesen, por lo sabio, y lo facundo; |
|
Ellos, del genio, y natural llevados, |
|
Se hicieron admirar tanto en el mundo, |
|
Logrando en él eterna inmortal fama, |
|
Con el desprecio de lo que él aclama. |
|
|
XXIX
|
|
No quisieron en Texto, Notas, Glossas |
|
Perder, con la cabeza, la paciencia, |
|
Sabiendo que hai mil Syrtes peligrosas |
|
Ocultas en el mar de aquella Ciencia, |
990 |
|
Y que en sus olas, siempre procelosas, |
|
Naufragar suele el alma, y la conciencia, |
|
Y del Foro quisieron escaparse, |
|
Porque tenían gana de salvarse. |
|
|
XXX
|
|
Y vivir escogieron con penuria |
|
Haciendo versos, más que hacerse ricos, |
|
Vendiendo clausulotas en la Curia, |
|
Mentiras, trampas, cuentos y dichicos |
|
Como saben hacerlo (Y no es injuria) |
1000 |
|
Más de dos ignorantes, y Borricos. |
|
Aunque hai Padres que de esto forman queja, |
|
Bien que después se tiran de la oreja. |
|
|
XXXI
|
|
Pero Marco, como era tan modesto, |
|
Mientras vivió su Padre, a quien temía, |
|
Al Código aplicóse, y al Digesto, |
|
Aunque su inclinación lo resistía. |
|
Por esso es bien que el Padre muera presto, |
|
Para que el hijo siga su manía, |
|
Y por quitarme de este inconveniente, |
|
Hágole aora morir de un accidente |
1010 |
|
|
XXXII
|
|
Muerto el Padre, razón será que muera |
|
También la Madre, y étele que a un lado, |
|
Con una y otra muerte verdadera |
|
Una pesada carga de mí he echado, |
|
Pues tengo para mí de esta manera, |
|
Que el hablar de los dos será escusado, |
|
Porque ya saben todos, y están ciertos, |
|
Que oy no se habla palabra de los muertos. |
|
|
XXXIII
|
|
Hecho ya Marco Dueño de sí mismo, |
1020 |
|
Leyó a Boecio de Consolatione: |
|
Con esso se libró de un parasismo. |
|
Lloró un poco, y con un Dios los perdone, |
|
Salió del día; que esto es Heroísmo; |
|
Y luego a hacer su gusto se dispone, |
|
Porque el viejo, y la vieja con sus faldas |
|
Eran de grave peso a sus espaldas. |
|
|
XXXIV
|
|
Libre, pues, de la carga, y hombre suelto, |
|
Para hacerse inmortal, desde aquel día |
|
enteramente se mostró resuelto |
|
A ser Cofrade de la Poesía, |
1030 |
|
Tanto, que su nombre andaba embuelto |
|
En todos los certámenes que avía, |
|
Y en hacer versos (dice un tal Leandro) |
|
Era un Cid, un Roldán, un Alejandro. |
|
|
XXXV
|
|
Y que Alejandro fuesse un gran Poeta |
|
Es una proposición extraordinaria, |
|
Digna de prueba; por ser cosa secreta, |
|
Y a la fama común casi contraria. |
|
Pruébola, pues; y con razón, que aprieta, |
|
No aviendo en ella nada de arbitraria |
1040 |
|
Porque siempre habló en verso aquel Monarca, |
|
Si es que habló, como habla en el Petrarca. |
|
|
XXXVI
|
|
Llegó Alejandro con bizarra pompa |
|
Al sepulcro de Achiles, y llorando, |
|
O Joven feliz (dixo)que tal Trompa |
|
Lograste, que tu nombre va aclamando! |
|
Y noto (porque nadie me corrompa) |
|
Que el Petrarca, escribiendo, o ya dictando |
|
Estos dos versos, los dejó rayados, |
|
Como que no eran suyos, sino hurtados. |
1050 |
|
|
XXXVII
|
|
Pero el Petrarca verdaderamente |
|
Era mui delicado de conciencia; |
|
Y si algunos Poetas realmente |
|
Practicaran la misma diligencia, |
|
Rayando lo que roban a la gente, |
|
Pocos versos, ni en Roma, ni en Plasencia, |
|
Ni en Turín, ni en Asturias, ni en Vizcaya, |
|
Saldrían a la calle sin su raya. |
|
|
XXXVIII
|
|
Y volviendo a Alejandro Magno, digo, |
|
Que, sino huviera sido aquel Guerrero, |
1060 |
|
De Apolo, y de las Musas tan amigo, |
|
No huviera encomendado a aquel Platero, |
|
Que de esmeraldas, grandes como un higo |
|
El sepulcro cubriesse todo entero |
|
De Homero, ni leído, como es fama, |
|
Cien versos suyos, quando se iba a cama. |
|
|
XXXIX
|
|
No huviera dado aquellos cien doblones |
|
Al cantor, que le avía celebrado, |
|
En versos valadíes, y chanflones; |
|
Mas con pacto de ser luego ahorcado, |
1070 |
|
Si volvía a hablar de él en sus Canciones. |
|
Digno egemplo de ser oy imitado |
|
Por muchísimos Grandes y Señores, |
|
Con sus Panegiristas y Cantores. |
|
|
XL
|
|
Fuera de esso, vosotros mis Oyentes, |
|
Que todos sois Ingenios peregrinos, |
|
Mil vezes oiríais a las gentes |
|
De los versos hablar Alejandrinos, |
|
Y siendo tan versados y eminentes |
|
En Históricos Griegos y Latinos, |
1080 |
|
Sabréis, que Alejandrinos se digeron |
|
De Alejandro, o llamarse assí pudieron. |
|
|
XLI
|
|
Volviendo a Marco, como llevo dicho, |
|
Era Homero y Virgilio su lectura, |
|
La Cítara y el Canto eran su nicho. |
|
De sus versos, su garbo, y su estatura |
|
se enamoró, por gusto, o por capricho |
|
Una bizarra Dama, una Hermosura, |
|
Id est Elvia, la qual sin declararse, |
|
Estaba rebentando por casarse. |
1090 |
|
|
XLII
|
|
Desde la misma cuna avía ella |
|
Hecho voto formal de ser casada, |
|
Como le suele hacer toda Doncella, |
|
A excepción de tal qual, que es mui contada |
|
Bien que en algunas, por su mala estrella, |
|
El voto para en humo, para en nada. |
|
Y ni en burlas, ni en versos (no lo invento) |
|
Gustaba Elvia la hablassen de Convento. |
|
|
XLIII
|
|
Decía, que el estado Monacal |
|
Quando no hai vocación, era una muerte, |
1100 |
|
Y abrazado una vez, no es racional |
|
La que se queja de su triste suerte. |
|
Como ella no quería ser Vestal, |
|
Deseaba un Marido sano, y fuerte, |
|
Hombre docto, y de gran Literatura, |
|
Que lo demás (decía) poco dura. |
|
|
XLIV
|
|
Era Elvia una boníssima Doncella |
|
En Bolonia nacida y educada, |
|
Y [aunque a la Escuela] no anduve con ella, |
|
Sé, que en Latín y en Griego era versada; |
1110 |
|
Y más de algún Doctor, quando iba a vella, |
|
Volvía con la cara sonrojada: |
|
Era afable, cortés, dulce, tratable, |
|
Dama en fin Boloñesa; y más no se hable. |
|
|
XLVI
|
|
Sobre la Patria de Elvia, sé que hai dudas; |
|
Mas aora no es tiempo de averiguallas; |
|
Las razones Cornutas, o Cornudas |
|
Preciso me será desentrañallas, |
|
Y si llego a la fiesta de San Judas, |
|
Avriguaremos estas antiguallas; |
1120 |
|
Mas será bien hacerlo a la memoria, |
|
Si se olvida en el Cuento, o en la Historia. |
|
|
XLVI
|
|
Cobró Elvia al buen Marco grande amor, |
|
Porque era docto, sabio, y entendido; |
|
Mas llegando a saber, que era Doctor, |
|
Rabiaba por que fuesse su Marido. |
|
Era dócil, y tierno, el buen señor, |
|
Conque al Convite diose por vencido. |
|
Pero antes hizo un rasgo de Romano: |
|
Quitóse el guante, y la tocó la mano. |
1130 |
|
|
XLVII
|
|
Dos Mujeres en paz, estando juntas, |
|
No puede ser, y menos Suegra y Nuera; |
|
Una tira estocadas, [otra puntas]; |
|
Esta quiere estar dentro, aquella fuera; |
|
Una calla, otra grita, y en las juntas |
|
Se maltratan a qual más Verdulera, |
|
Diciéndose, encendidas como asquas, |
|
Mutuamente los nombres de las Pasquas. |
|
|
XLVIII
|
|
A la Nuera la Suegra eternamente |
|
Maldice, y al que a su casa la trajo: |
1140 |
|
La muerte se desean mutuamente |
|
Ambas a dos, y anda revuelto el ajo: |
|
El repelarse entrambas, es frequente; |
|
Y Elvia, que era de spíritu marrajo, |
|
Buscó un hombre sin Suegra, y sin prejuicio, |
|
Dando esta prueba más de su buen juicio. |
|
|
XLIX
|
|
Porque aquella, que sólo a su Marido |
|
Tiene que contentar con su persona; |
|
Manda en casa, anda holgada, y si hace ruido |
|
No tiene quien la llame Picarona. |
1150 |
|
Y vamos claros, que es un gran partido |
|
Para qualquier muger, más si es Matrona, |
|
Poder decir, estándose en la cama, |
|
Soi Señora en mi casa, y soi el Ama. |
|
|
L
|
|
Y Marco, hombre discreto, que sabía |
|
Ser un tormento casi intolerable, |
|
Una Muger insulsa, muda, y fría, |
|
Siempre atada a una rueca perdurable, |
|
Con Elvia se casó, cuya alegría, |
|
Juicio, y agrado la hacían mui amable; |
1160 |
|
Siendo Muger reñida con el ocio, |
|
Por lo que hizo el buen Marco un gran negocio. |
|
|
LI
|
|
Concluyóse el Tratado, o la Escritura |
|
Aquella tarde, y al punto se casaron, |
|
Sin presencia del Clérigo, ni Cura, |
|
Porque estas ceremonias no se usaron |
|
Hasta mucho después, ni a Criatura |
|
Alguna, muerta o viva, convidaron, |
|
Quedando ambos, sin estos accidentes, |
|
Tan casados como unos Presidentes. |
1170 |
|
|
LII
|
|
Esto sí que me gusta, y da contento, |
|
Y no el modo de andar los dos penando; |
|
Pues verdaderamente es un tormento |
|
Passarse años enteros galanteando, |
|
Rondando ya la Casa, ya el Convento, |
|
Donde Filis está de amor rabiando. |
|
Digo que no me gusta ciertamente |
|
Tantos passos perder inútilmente. |
|
|
LIII
|
|
Vuelvo a decir, que no me gusta nada |
|
Aquel hablarse, aquel mirarse aleve, |
1180 |
|
Ni el derretirse el atina enamorada |
|
Como al fuego la cera, al sol la nieve, |
|
Ni aquel tener tres años desmayada |
|
La Niña, que por ti los vientos bebe: |
|
Digo, Señores, dígolo clarito, |
|
Que todo esto me enfada a mi infinito. |
|
|
LIV
|
|
Mejor os estaría, o Mozalvetes, |
|
Andar sueltos, como andan en el prado |
|
Los Bueyes de los Frailes, y de los Pretes |
|
Quando dejan el carro, o el arado. |
1190 |
|
Mas ya que, como simples y pobretes, |
|
La hermosa libertad os causa enfado, |
|
Y por el yugo andáis echando el resto, |
|
Lo que al fin se ha de hacer, hacedlo presto. |
|
|
LV
|
|
Porque se pierde tiempo en los amores, |
|
El alma, la salud, y la cabeza, |
|
Y tal vez se da tiempo a otros Señores, |
|
Para soplar la Dama, o bien la pieza |
|
Sí el fruto a recoger los Labradores |
|
No acuden en sazón; y con pereza |
1200 |
|
Dan lugar a que otro se lo coja, |
|
Quedan burlados, y se hallan con la hoja. |
|
|
LVI
|
|
Y por moralizarlo un poquitico |
|
(Bien que no sea ésta mi menestra) |
|
Aquel ser el Faldero, o el Perrico |
|
De una Joven hermosa, astuta, y diestra, |
|
Aquel tonto arrimársela al ozico, |
|
Y aquel parlar continuo a la fenestra, |
|
Aquel tenerla siempre embelesada |
|
(Repítolo mil vezes) no me agrada. |
1210 |
|
|
LVII
|
|
Las lisonjas, los dichos amorosos, |
|
Que más de un corazón vencieron casto, |
|
Las miradas, y encuentros cariñosos |
|
De los ojos, y más si a hacer el gasto |
|
Entran también colores vergonzosos, |
|
Suspiros, ayes y lágrimas a pasto, |
|
Todo este tren, en una linda cara, |
|
Aun al mismo Roldán le derribara. |
|
|
LVIII
|
|
Es con todo esso caso mui estraño, |
|
Que antes de contraer el matrimonio, |
1220 |
|
No dure el galanteo mas de un año; |
|
Dándose a solas mutuo testimonio |
|
De un amor casto, puro, y sin engaño, |
|
Cosa, que hace reír al mal Demonio, |
|
Que al que anda entre la pez (y más si es Griega) |
|
Dice el refrán, que algo se le pega. |
|
|
|
|
LIX
|
|
Siempre se sientan juntos, pegaditos, |
|
Con más seguridad que fuera justo; |
|
juegan las manos, truecan de manguitos, |
|
Dícense todo aquello que da gusto, |
1230 |
|
Hai a la oreja ciertos secretitos, |
|
Búscanse ellos los pies, y fingen susto, |
|
Cuentan sueños ya falsos, o ya ciertos, |
|
Que tuvieron estando mui despiertos. |
|
|
LX
|
|
Juntos, y solos (más que el mundo ladre) |
|
Van al Templo, al passeo, a la Visita, |
|
Porque el bobo del Padre y de la Madre |
|
Al Lobo le fiaron la Ovejita. |
|
Y si a cosa mayor el tal Compadre |
|
No se atreve, es por cierta razoncita, |
1240 |
|
Aunque al cabo, cebándose aquel fuego, |
|
Sabe Dios en qué para al fin el juego. |
|
|
LXI
|
|
Padres y Madres, oídme una parola, |
|
|
Que luego volveré a seguir el Testo: |
|
Si tenéis una Hija, una Filiola, |
|
|
Marido la buscad, y sea presto. |
|
Jamás me la degéis con hombre sola; |
|
Por ninguna ocasión, ningún pretesto; |
|
Porque sólo unos pocos mentecatos |
|
El tocino a guardar dan a los gatos. |
1250 |
|
|
LXII
|
|
No la degéis tratar nunca a ninguno |
|
Con familiaridad y confianza, |
|
Que hacen perder mil vezes el ayuno, |
|
Una buena ocasión, y una pitanza. |
|
Ni que para casarse con alguno, |
|
Trate con muchos (o necia esperanza!) |
|
Como si una infeliz, mala simiente |
|
Pudiera dar buen fruto comúnmente. |
|
|
LXIII
|
|
Y aunque la ayáis hallado un buen esposo, |
|
No por eso la Niña está segura. |
1260 |
|
Hállase en un estado peligroso |
|
Y sin gran precaución, es gran locura |
|
Dejarla a la merced de un Can, de un Oso, |
|
Y está perdido aquél que se assegura. |
|
Quién da a guardar el queso a los Ratones? |
|
Ni fía la bellota a los Lechones? |
|
|
LXIV
|
|
Ni me digáis, por Dios, que han de tratarse |
|
Los dos Amantes, para conocerse, |
|
Y recíprocamente examinarse |
|
Los defectos que pueden esconderse. |
1270 |
|
Vagatelas! Después de enamorarse |
|
Dos Mozos no es posible ya entenderse. |
|
Pues los ciega el amor hasta el abysmo, |
|
De que no se conoce uno a sí mismo. |
|
|
LXV
|
|
Necios son verdaderamente aquellos mozos, |
|
Que presumen tratando a las Mugeres, |
|
Descubrir su enredos, sus embozos, |
|
Sus tachas, sus pasiones, sus quereres: |
|
Son todas unas simas, unos pozos |
|
Más hondos, que es el Piélago de Hyeres, |
1280 |
|
Y es un globo su pecho, cuyo centro |
|
No hai rayo, que penetre tan adentro. |
|
|
LXVI
|
|
Todas, o casi todas fuera de esso, |
|
Tienen aquella gracia singular, |
|
De que aquello que piensan con más sesso, |
|
Es justamente lo que van a errar. |
|
Y si a su discreción se deja el peso |
|
O la elección del que han de desposar, |
|
Veréis por la común aquel primor, |
|
Conque las más escogen lo peor. |
1290 |
|
|
LXVII
|
|
Ni hai que salirme con la pamplingada |
|
De que son dos personas mui compuestas |
|
Los dos Amantes, y no hai que temer nada |
|
En punto a honor, ni a cosas poco honestas. |
|
Esta es una valiente patochada: |
|
El amor no repara en essas fiestas; |
|
Que al amor (dixo el Sabio Antonio Reyes) |
|
Quién le puso jamás freno, ni leyes? |
|
|
LXVIII
|
|
A la mano tener sabrosa fruta |
|
Rabiar de hambre, y guardar tanta abstinencia |
1300 |
|
Como Tántalo: cosa es que se reputa |
|
Por milagro de ayuno y continencia. |
|
Marco y Elvia (esto es fuera de disputa) |
|
No quisieron tener tanta paciencia, |
|
Y si alguna tuvieron, fue mui poca, |
|
Pues luego la metieron en la boca. |
|
|
LXIX
|
|
En los sucesos prósperos y adversos, |
|
Siempre se hicieron buena compañía: |
|
Marco estaba en su quarto haciendo versos, |
|
Elvia cuidando de la economía. |
1310 |
|
Y aunque el Diablo metió chismes diversos |
|
Para turbar su paz; un año y día |
|
La gozaron sin riña, ni bochorno, |
|
Con asombro de todo aquel contorno. |
|
|
LXX
|
|
Es tradición constante, y aun es fama, |
|
Que ganó Marco un bello Campo, el qual, |
|
Viña del Papa Julio, hasta oy se llama |
|
Y todo con aplauso universal. |
|
Cuya Viña dejó cierta gran Dama |
|
En Roma al que en el estado conjugal: |
1320 |
|
Se conservasse en paz, y placentero |
|
Con su Muger, un año y día entero. |
|
|
LXXI
|
|
Ha muchos siglos que este Campo honrado, |
|
Por falta de legítimo heredero, |
|
A cierta pobre gente está arrendado, |
|
Desde que Marco fue el Dueño postrero |
|
Porque después ninguno le ha heredado. |
|
Yo no sé, si esto es falso, o verdadero, |
|
sólo sé, que conforme está oy el Mundo, |
|
No hai que esperar que alguno herede el fundo. |
1330 |
|
|
LXXII
|
|
La condición es imposible, o vana, |
|
Considerada bien nuestra flaqueza: |
|
Ya si fuesse no más que una semana, |
|
Quizá heredara alguno aquella Pieza; |
|
Mas conservarse un año en paz Cristiana, |
|
Y un día (en nuestra edad) con fe, y firmeza |
|
Un Matrimonio; si yo mismo lo viera, |
|
(Confiesso la verdad) no lo creyera. |
|
|
LXXIII
|
|
Convidados del Pueblo, y del Senado, |
|
A Roma partió Marco con su Esposa, |
1340 |
|
A tomar possessión de lo heredado. |
|
Y al llegar, toda Roma presurosa, |
|
Acudió con tropel alborotado, |
|
A ver aquella unión tan portentosa, |
|
Palpándolos la Plebe, y Cavalleros, |
|
Para ver si eran Cuerpos verdaderos. |
|
|
LXXIV
|
|
Los Casados, que más se apresuraron |
|
Por verlos, y palparlos, quando vieron |
|
Que eran de carne, mudos se quedaron, |
|
Y al Cielo muchos de ellos se volvieron |
1350 |
|
Llenos de admiración, y suspiraron. |
|
Esto no puede ser, otros digeron, |
|
O en el mundo a lo menos tal pareja: |
|
Ni el ojo jamás vio, ni oyó la oreja. |
|
|
LXXV
|
|
Tratóse Marco como un Duque en Roma, |
|
Y passó algunos días divertidos, |
|
Que aquel País se pega como goma |
|
De todo forastero en el vestido, |
|
Como tenga quatrines conque coma. |
|
Y yo que estuve allí un año cumplido, |
1360 |
|
De buena gana iría allá mañana, |
|
Sino costara más que tener gana. |
|
|
LXXVI
|
|
O bien que a la sazón no floreciesse |
|
En aquella Ciudad la Poesía, |
|
O que algunos zelillos a Elvia diesse |
|
Marco (que será malicia mía), |
|
O que aquel ayre no le confiriesse, |
|
El hecho es, que passando un mes, y un día |
|
Sé solo que no hai disputa ni contienda, |
|
Se volvieron a Arpino, y a su hacienda. |
1370 |
|
|
LXXVII
|
|
Estaba Arpino en una gran montaña, |
|
O (si assí lo queréis) en un gran llano; |
|
Allí seguía cada qual su maña, |
|
Este iba tarde a Misa, aquel temprano, |
|
Parecía el País de la Cucaña, |
|
No avía en él imbierno, ni verano, |
|
Gozábase una vida larga, y fuerte; |
|
Pues se usaba vivir hasta la muerte. |
|
|
LXXVIII
|
|
Reynaba en él eterna Primavera, |
|
Producía el País malvas, y ortigas, |
1380 |
|
Día y noche, en el Campo, y en la Era, |
|
Trabajaban los hombres, como ormigas, |
|
La pereza y el ocio odiado era, |
|
Como odiamos nosotros las fatigas, |
|
Y de Arpino (repito) la Campaña |
|
Se llamaba el País de la Cucaña. |
|
|
LXXIX
|
|
Nuestro Marco era un hombre mui activo, |
|
Y se dio a cultivar sus possessiones: |
|
Dejando a un lado lo speculativo; |
|
A lo práctico dio sus atenciones, |
1390 |
|
Y el Campo de Elvia, como Amante vivo, |
|
Le cultivaba en todas ocasiones, |
|
Mas Elvia padecía sus congojas, |
|
Viendo que no brotaba flores, ni hojas. |
|
|
LXXX
|
|
Ella tampoco mano sobre mano |
|
Se estaba; porque no, no estaba ociosa; |
|
Pero sabe mui bien el Hortelano, |
|
Que ya esta, ya aquella, o la otra cosa, |
|
Le quitan la cosecha de la mano, |
|
Hasta que Marco al fin con generosa |
1400 |
|
Resolución, al cabo de nueve años |
|
Resarció a su muger todos los daños. |
|
|
LXXXI
|
|
Elvia, passados estos en su Arpino, |
|
Lleno el vientre sintió; y no fue de viento: |
|
Hizo luego llamar a un Adivino; |
|
Éste la dixo, que en aquel momento |
|
Tenía un hijo ya, grande Latino, |
|
Pues avía hecho a Plauto un bel Comento. |
|
Quanto sería de Elvia el regocijo, |
|
Díganlo las que están sin hija, ni hijo. |
1410 |
|
|
LXXXII
|
|
Compararse, a mi ver, puede al Villano, |
|
Que, viendo árida, y seca la Campaña, |
|
Las plantas agostadas, muerto el grano, |
|
Blasfema santamente, y aun se azaña; |
|
Pero, oyendo algún trueno, aunque lejano, |
|
Y más si ve que el agua al Campo baña, |
|
Echa a passear toda melancolía, |
|
Salta, brinca, y loquea de alegría. |
|
|
LXXXIII
|
|
Assí en Elvia cesaron los afanes, |
|
Quando el vientre de un hijo vio fecundo, |
1420 |
|
Y no cabía ya en sus tafetanes. |
|
Marco estuvo tan loco, y tan jocundo, |
|
Que jugó con un Page a los hesanes, |
|
Y aun dicen que cogió un Zorro profundo, |
|
O a lo menos que estuvo a medios pelos: |
|
Tanto ansiaban los dos por ser Abuelos! |
|
|
LXXXIV
|
|
Que algún sueño tuviesse Elvia entretanto |
|
Es natural, y hablando lo que siento, |
|
Dudo, que al Texto falte aquí algún tanto, |
|
Y yo añadir pudiera el suplemento. |
1430 |
|
Que de sueño hai sobra, en todo quanto |
|
Baña el sol, riega el agua, y sopla el viento. |
|
Mas al Texto añadir algo, es constante, |
|
Que es hacer sospechoso lo restante, |
|
|
LXXXV
|
|
Y vosotros, benditos Correctores |
|
De antiguos carcomidos manuscritos |
|
Que por querer hacer de los Doctores, |
|
Añadís disparates infinitos; |
|
No anochezcáis con lóbregos errores |
|
La luz de los claríssimos Escritos; |
1440 |
|
Respetad como yo, si fuere dable, |
|
La Antigüedad sagrada, y venerable. |
|
|
LXXXVI
|
|
Venerad obsequiosos, reverentes |
|
Sus Libros, y dejad los suplementos, |
|
Pues he oído decir a Inteligentes, |
|
Que los dislates los echáis a cientos: |
|
Sólo con dejar libres sus corrientes, |
|
Estaremos pagados, y contentos; |
|
Y no digáis lo que ellos no pensaron: |
|
Qué es pensar? ni siquiera lo soñaron. |
1450 |
|
|
LXXXVII
|
|
Sueños son de mugeres vuestros sueños, |
|
Y caso que huviesse Elvia algo soñado, |
|
Aunque fuessen sucesos halagüeños |
|
Ni Bartolo, hombre cuerdo, y assessado, |
|
Ni menos yo (a pesar de mil empeños) |
|
En la Historia lo huviéramos contado. |
|
Y todo hombre de juicio ha de alabar, |
|
Este prudente modo de pensar. |
|
|
LXXXVIII
|
|
Elvia entre tanto estaba disponiendo |
|
Todo lo que en el parto es necesario: |
1460 |
|
Los pañales del niño iba cosiendo, |
|
Y ya tenía lleno un buen Armario: |
|
Lo passado y futuro previniendo |
|
Días y horas contaba en el Lunario, |
|
Teniendo de parir un ansia fiera, |
|
Pues sería quizá la vez primera. |
|
|
LXXXIX
|
|
Aquí sí, que venía bellamente |
|
Referir las cautelas, que en efeto |
|
Elvia tomó, como muger prudente, |
|
Para no malograr el caro feto |
1470 |
|
Mas no es para de Passo, o de repente |
|
Un assunto tan serio, y tan discreto: |
|
Es materia tan grave, y es tan vasta, |
|
Que pide un Canto entero, y aun no basta. |
|
|
XC
|
|
Mas ya siento decir a algún Compadre; |
|
Señor Don Hablador, vamos con ello |
|
Haga presto venir a la Comadre, |
|
Y nazca Cicerón que quiero vello: |
|
Pero, Señor Don Padre, o Doña Madre, |
|
A un Niño noble, tierno, y más si es bello, |
1480 |
|
Que ha de nacer desnudo, y sin camisa, |
|
Hasta el Verano no le corre prisa. |
|
|
XCI
|
|
Por esso voi a terminar el Canto |
|
Porque quiero que nazca quietamente, |
|
y mientras llega el tiempo, o entretanto |
|
Voime yo a descansar bonitamente |
|
Que a la verdad me siento un tanto quanto |
|
Cansado ya de hablar a tanta gente; |
|
Aunque más fatigadas a estas horas |
|
Estarán, de callar, estas Señoras. |
1490 |
|
|
XCII
|
|
Pues ninguno de Ustedes me diría, |
|
Que descansasse, y que me fuesse a casa, |
|
Porque estoi viendo el gusto, y la alegría |
|
Con que oís esta Historia, y lo que passa. |
|
Que a no ser esso, nadie reiría, |
|
Y la risa a locura se traspassa; |
|
Por lo mismo lo dejo por la posta, |
|
Que sobrado reísteis a mi costa. |
Fin del Canto II
|