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I
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De dos tachas que han puesto a mis canciones |
3060 |
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Quiero, porque es razón justificarme, |
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Unos dicen que cansan mis sermones |
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Por largos, y que debo acomodarme |
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A la moda que se usa en los calzones. |
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Otros reparan, que por ostentarme, |
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Hombre erudito, y atestado en cuentos |
|
Introduzco en la Historia mil comentos. |
|
|
II
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A los que dicen (y ésta es cortesía) |
|
Que soi largo, respondo brevemente; |
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Que puede ser lo sea tal qual día; |
3070 |
|
Mas también puede ser que el que lo siente, |
|
Por una cierta igual poltronería, |
|
Se canse demasiado fácilmente, |
|
O que acaso padezca algún letargo, |
|
Y equivoque lo breve con lo largo. |
|
|
III
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Al otro cargo, de que se me acusa, |
|
Debo decir, que hago la glosa al Texto; |
|
Como todo hombre honrado en verso lo usa, |
|
Y podría decir tanto sobre esto, |
|
Que mi mente se hallara mui confusa |
3080 |
|
Con la misma abundancia, y assí presto |
|
Sin entrar en disputa, ni en contraste |
|
Procuraré decir lo que os baste. |
|
|
IV
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Quieren muchos que el fin de los Poetas |
|
Sea precisamente deleitar; |
|
Pero otras opiniones mui discretas, |
|
Dicen deben también aprovechar. |
|
Y para confirmar ambas recetas, |
|
Cien Autores podría yo citar; |
|
Pero digo que si hai sólo el deleite, |
3090 |
|
Perdióse la fatiga y el azeyte. |
|
|
V
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Para agradar basta frequentemente |
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Un Músico, un Bufón, y aun basta un mudo, |
|
Mas el Poeta debe juntamente |
|
Aprovechar (dixo uno que no es rudo): |
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Quien las dos cosas junta dignamente |
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Merece el nombre Augusto y campanudo |
|
De Poeta; pues sabe un Sacristán |
|
Que hai mucho de Poeta a Charlatán. |
|
|
VI
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Claro está, que assí el punto ser debía, |
3100 |
|
Y más reflexionando el alto suelo |
|
Que noble origen dio a la Poesía; |
|
Cuyo solar no es menos que en el Cielo; |
|
Pero que vaya assí el negocio hoi día, |
|
Aunque yo lo jurara por mi Abuelo, |
|
Dirían más de ciento, si lo apuro, |
|
Que era yo un embustero, y un perjuro. |
|
|
VII
|
|
Creo mui bien que assí en su origen fuesse |
|
Esta noble Arte; esto es, que fuesse tal, |
|
Que aprovechasse a un tiempo y divirtiesse, |
3110 |
|
Por ser Sagrada, Mýstica, y Moral; |
|
Pero que en igual tono hoi prosiguiesse, |
|
Aunque soi hombre dócil, y cordial |
|
Y quisiera creerlo también; pero |
|
No me atrevo a creer tan de ligero. |
|
|
VIII
|
|
Creo que hoy a esta Arte ha sucedido |
|
Lo que sucede al agua de una fuente, |
|
Que cerca de su origen, o su nido, |
|
Es limpia, clara, pura, y trasparente; |
|
Mas después que se aleja, ya es sabido, |
3120 |
|
Que se enturbia, y revuelve comúnmente, |
|
Y un Lagunajo forma en muchas hebras, |
|
Lleno de ranas, sapos, y culebras. |
|
|
IX
|
|
Assí la Poesía: ella fue un Arte, |
|
No solamente amena y deleitosa, |
|
Sino también (dejando el chiste aparte) |
|
Al pueblo sumamente provechosa. |
|
Oy, olvidada de esta noble parte, |
|
Sólo va a divertir la gente oziosa, |
|
Y de Apolo la Cýtara bizarra |
3130 |
|
No es más que el Zagarrón de la Guitarra. |
|
|
X
|
|
Aquella utilidad tan celebrada |
|
Por muchos, que professan la Poética, |
|
Es fingida y no más, o imaginada |
|
Como la qualidad Peripatética. |
|
A rascar las orejas la mañada |
|
De muchos Poetillos, con su Ética, |
|
Tira y no más; y su ruda zampoña |
|
En vez de néctar, da a beber ponzoña. |
|
|
XI
|
|
Y hablando sólo de dos mil Pedantes, |
3140 |
|
Que han escrito Poemas Castellanos, |
|
Con aquellos sus Cuernos, sus Gigantes |
|
Sus Monstruos, sus serpientes, sus Enanos, |
|
Halucinan a necios, y a ignorantes, |
|
Y tal vez también a intendimientos sanos, |
|
Y colocando al Vizio, allá en las cumbres, |
|
Estragan, y corrompen las costumbres. |
|
|
XII
|
|
No ignoro, que tal qual en la edad mía, |
|
Se toma la fatiga, o el trabajo |
|
De descubrir alguna alegoría, |
3150 |
|
En todo aquel Chimérico Librajo, |
|
Y a lo de Zahorí, se finge espía |
|
Del sentido moral, que está debajo, |
|
Encontrando sentencias en cada hoja, |
|
Que sólo hai , porque al Frayle se le antoja. |
|
|
XIII
|
|
Pero sea que muchos no se paran |
|
A leer la alegórica sentencia, |
|
O que en la Alegoría no reparan, |
|
O no saben sacar la consequencia, |
|
O que en la aplicación de ella disparan, |
3160 |
|
El caso es (y lo digo en mi conciencia) |
|
Que no estoi de essos Libros satisfecho, |
|
Y temo que hagan más daño, que provecho. |
|
|
XIV
|
|
Por esso no me mezclo en ciertas cosas, |
|
Que el mismo lumbre natural me enseña |
|
Pueden ser un tantico peligrosas; |
|
Y por esso también mi honor me empeña, |
|
En hacer por mí mismo aquellas glossas |
|
O Alegorías, que ninguno sueña, |
|
Porque de mí en el Mundo no se diga, |
3170 |
|
Que escusé, por poltrón, esta fatiga. |
|
|
XV
|
|
También otra razón por hacer esto |
|
Tuve grande (y lo digo en confianza); |
|
Que algunos leerían sólo el texto; |
|
Como lo hago yo a vezes (y no es chanza). |
|
Y procurando, como lo protesto |
|
El bien de otros, y no estender la panza, |
|
No reparé en tomarme este trabajo, |
|
Aunque creciesse un dedo mi Librajo. |
|
|
XVI
|
|
O Juanbartolo, por mejor decir, |
3180 |
|
Presago de que su Obra, escrita en prosa, |
|
En verso se vendría a traducir; |
|
Hizo él mismo las Notas, o la glossa, |
|
A las quales tal vez suelo añadir, |
|
Para adornar la Historia alguna cosa, |
|
Y al benigno Letor el texto allano, |
|
Para escusarle algún trabajo vano. |
|
|
XVII
|
|
Y tengo para mí, que aquestas Notas |
|
Son mejores, que Sierpes, y Leones, |
|
Grifos Centauros, Buytres, o Garzotas, |
3190 |
|
Monstruos, Palacios, Hydras, Figurones, |
|
De que las fantasías siempre rotas |
|
De los Poetas siembran sus borrones, |
|
Y que en todo Letor, que no es discreto, |
|
Nunca producen el mejor efeto. |
|
|
XVIII
|
|
Aora que ya estoi justificado, |
|
A la versión de Juanbartolo vengo, |
|
A la qual, como yo tengo avisado, |
|
Por lo común, como hombre fiel me atengo. |
|
Y porque a todos la palabra he dado |
3200 |
|
De dar una noticia, la mantengo, |
|
Porque yo siempre, siempre amigo he sido |
|
De cumplir, bien o mal, lo prometido. |
|
|
XIX
|
|
Digo, pues, que allá en tiempo de antaño |
|
Pensaban las Mugeres delicadas, |
|
Que las hacía a todas mucho daño |
|
El criar a sus hijos, y, engañadas, |
|
Los daban a criar (fatal engaño!) |
|
A otras, fuessen Solteras, o Casadas; |
|
Y esto entonzes lo hacía tina Señora, |
3210 |
|
Ni más ni menos como se hace aora. |
|
|
XX
|
|
Avéis visto lo que hacen las ovejas? |
|
Si una bala, las otras también balan; |
|
Si corre, corren todas; si entre rejas |
|
Se mete en la reja ellas se calan; |
|
Si una levanta un poco las orejas, |
|
Todas por levantarlas se desalan. |
|
No hacen las Reses este barbarismo? |
|
Pues las mugeres de hoy hacen lo mismo. |
|
|
XXI
|
|
Lo que hace una, las otras lo han de hacer, |
|
Sin advertir, que en una es de alabar; |
|
Lo que en otra se debe reprender, |
|
Porque en una razón se puede hallar, |
|
Que en otra no se acierta a comprender, |
|
Y lo demás es ser locas de atar; |
|
Queriendo andar como la zarabanda, |
|
Como se debe? No: como se anda. |
|
|
XXII
|
|
Si gana de aorcarse a una la diere, |
|
Creo, que muchas de ellas se aorcaran. |
|
Hallóse una sin leche en la frasquera, |
3230 |
|
O con poca en las dos, que la preparan, |
|
Y dio a criar su Hijo a una Soltera. |
|
Qué hicieron las demás que esto reparan? |
|
Buscan Amas, y gastan sus patacas, |
|
Aunque tengan más leche que unas Bacas. |
|
|
XXIII
|
|
Marco se hallaba un poco embrollado |
|
Y no quería (claro está) ser menos: |
|
Tenía Elvira su razón de estado, |
|
Y temía algún daño en sus dos senos; |
|
Por lo qual él y ella avían pensado, |
3240 |
|
Embiar a Tulio con dos hombres buenos |
|
A un famoso Colegio, que las Damas |
|
Llaman Seminario de las Amas. |
|
|
XXIV
|
|
A él embiaban muchos estrangeros |
|
Sus hijos a criar recién nacidos, |
|
Marqueses, Condes, Duques, Cavalleros; |
|
Porque en él se criaban mui fornidos; |
|
Y salían Latinos verdaderos |
|
A los dos o más años no cumplidos |
|
Porque las Amas de aquel Seminario, |
3250 |
|
Sabían más Latín que un Diccionario. |
|
|
XXV
|
|
Mas no aviendo ninguna plaza vaca, |
|
Marco escribió a un Arrugo de Gaeta, |
|
Llamada assí de un Ama gorda o flaca, |
|
Como cantó de Mantua el Gran Poeta. |
|
Encargóle le embiasse una sin maca, |
|
Que fuesse de buen juicio, hábil, discreta, |
|
De estómago robusto, y sin congojas, |
|
Blanca de cara, y de mejillas rojas. |
|
|
XXVI
|
|
Moza, bien hecha, de cabello blondo, |
3260 |
|
Recién parida, buena dentadura; |
|
De genio alegre, de pie un poco redondo, |
|
De talle ayroso, y grande de estatura |
|
Honesta sobre todo y de buen fondo, |
|
Fiándola a persona mui segura, |
|
Súpolo Elvira, y iéndose a su estancia |
|
Es fama, que le habló en esta substancia |
|
|
XXVII
|
|
A nuestro Hijo común, Marido mío, |
|
Yo misma criaré con grande gusto, |
|
Pues que yo le parí; y a nadie fío |
3270 |
|
Este oficio, que hacerle yo es mui justo. |
|
Leche tengo en mis pechos, y confío |
|
Que para criarle mui robusto |
|
El cielo me la guarde, y me la aumente. |
|
Con que escusas para esto llamar gente. |
|
|
XXVIII
|
|
Mi leche me parece será igual |
|
A la de otra, y quizá sea mejor, |
|
Pues ya sabes que tengo un pecho tal, |
|
Y tan lleno de cándido licor |
|
Que pueda ir a ser Ama a un Hospital. |
3280 |
|
No me hagas, Marco mío, el deshonor |
|
De hacer creer al Mundo estoi escasa |
|
De aquello, que de sobra tengo en casa. |
|
|
XXIX
|
|
Y no sólo me empeño en el asunto |
|
De criarlo, si tú me das permiso, |
|
Sino también, hasta que llegue el punto |
|
De que cumpla cinco años, es preciso |
|
Que de educar al Niño haga yo punto; |
|
Pues las Madres que siguen otro aviso, |
|
Y a sus hijos no educan con paciencia, |
3290 |
|
Tarde, o temprano harán la penitencia. |
|
|
XXX
|
|
Tú en el bolsillo traes siempre a Homero. |
|
Y de Eneas, Ulisses, y de Aquiles |
|
Leído avrás su ardor noble y guerrero |
|
Jamás manchado con acciones viles. |
|
También leído avrás, si fue sincero |
|
Su Autor, que las hazañas Señoriales |
|
De essos tres Héroes, grandes Capitanes |
|
A sus Madres costaron mil afanes. |
|
|
XXXI
|
|
Y Demóstenes, célebre Orador, |
3300 |
|
Y Sócrates, Filósofo preclaro, |
|
A sus Madres costaron gran sudor; |
|
Y si uno y otro fue Varón tan claro |
|
Debiéronle a la leche, y al licor |
|
Del pecho de sus Madres, como es claro; |
|
Que si huvieren bebido de otra fuente, |
|
Sabe Dios lo que fuere aquella gente. |
|
|
XXXII
|
|
Quántos Niños enfermos a sus casas |
|
Vuelven, que salieron de ellas sanos? |
|
Quántos se truecan? y en sus tiernas masas |
3310 |
|
Quántos vicios iprimen los Villanos? |
|
Quántos hai más fogosos que unas brasas, |
|
Que nunca están en paz con sus Hermanos? |
|
Mirándolos con cara siempre aversa, |
|
Porque mamaron leche mui diversa. |
|
|
XXXIII
|
|
La que niega a su Hijo esse alimento, |
|
Contra la providencia se conjura, |
|
Que el pecho no la dio tan corpulento, |
|
Para añadir más gracia a su hermosura; |
|
Ni por vano symétrico ornamento |
3320 |
|
De su organizada arquitectura. |
|
Diola los pechos para criar leche, |
|
Que assí lo dijo un Cura de Campeche. |
|
|
XXXIV
|
|
Una hora, y aun más, discurrió Elvira |
|
Sobre el punto, y citó muchos Autores; |
|
Pero mi pluma de esto se retira |
|
Porque es mejor no andar con ciertas flores, |
|
Y en esto no hago más, si bien se mira, |
|
Que imitar a cien otros Traductores, |
|
Los quales quieren despachar más presto, |
3330 |
|
Y capan, o cercenan algo al Texto. |
|
|
XXXV
|
|
Y Marco, que era bueno, bueno, bueno; |
|
Dixo lleno de gozo: bien me aclama |
|
El Mundo por feliz, de gustos lleno, |
|
Puesto que mi Muger quiere ser Ama. |
|
O si el Cielo infundiera hoy en su seno |
|
De todas las casadas esta llama! |
|
Mas no se asusten vuestros corazones, |
|
Que no siempre oye Dios mis oraciones. |
|
|
XXXVI
|
|
Y aora sí, que ya todos entendido |
3340 |
|
Avrán lo que allá dixe en otro Canto; |
|
Que apenas oyó Elvira aquel gemido |
|
Del Niño Cicerón, y el tierno llanto; |
|
Quando saltó del tálamo mullido, |
|
E inclinada a la cuna tanto quanto |
|
A la boca del Niño aplicó el pecho: |
|
Qué hizo Tulio? mamóle, y buen provecho. |
|
|
XXXVII
|
|
Marco, que de la cama aquesto vía, |
|
Porque estaba dispierto adredemente, |
|
Dentro de sí de gozo no cabía, |
3350 |
|
Y mil cosas volvía allá en su mente. |
|
Este Niño (a sí mismo se decía) |
|
Con el tiempo ha de ser hombre valiente, |
|
Porque mama (aunque a algunas no las quadre) |
|
Con la leche las prendas de su Madre. |
|
|
XXXVIII
|
|
Una vez le venía al pensamiento |
|
La gran Cornelia, rígida Romana; |
|
Otra en Elvira, con igual contento, |
|
Miraba alguna célebre Spartana, |
|
Y renovado en ella aquel aliento |
3360 |
|
De la famosa Andrómaca Troyana, |
|
Quando hizo de sus pechos dos granates, |
|
Y todas las mamó el caro Astanates. |
|
|
XXXIX
|
|
Pocas te imitarán, o Muger fuerte, |
|
(Marco la dixo con risueña cara) |
|
Mas quien ha de burlarse de la muerte, |
|
Y vivir mas allá es cosa clara, |
|
Que ha de huir del montón, y azia la suerte |
|
Encarar de los pocos, que es más rara. |
|
Y añadiendo otras mil esclamaciones, |
3370 |
|
No se hartaba de echarla bendiciones. |
|
|
XL
|
|
Ya igual con Artemisa a Elvira hacía, |
|
Ya mil amantes ósculos la daba, |
|
Ya que fuesse adelante la decía, |
|
Y su gozo indecible la explicaba; |
|
Y a las locas y necias maldecía |
|
(Aunque estos nombres no los declaraba) |
|
Que querrán sarna, lepra, y pujos fijos, |
|
Antes que ellas criar sus propios hijos. |
|
|
XLI
|
|
Crían sus hijos aun las mismas fieras, |
3380 |
|
(Enojado decía) aunque estén flacas, |
|
Y no lo hacen assí mil embusteras |
|
Más gordas que las Yeguas, y las Bacas? |
|
Dicen que lo hacen por guardar severas |
|
El decoro; más son unas bellacas; |
|
Pues descubren sus pechos sin recelo |
|
Al Sol, al ayre, al agua, al frío, al hyelo. |
|
|
XLII
|
|
Esto decía Marco: mas no obstante |
|
Yo no a todas las Madres las condeno, |
|
Si a sus hijos no crían; pues constante |
3390 |
|
Es, que muchas tendrán motivo, y bueno. |
|
Conócense a sí mismas; y al Infante |
|
Ya que al fin le tuvieron en su seno, |
|
Le desean costumbres las más puras, |
|
Y no quieren pegarle sus locuras. |
|
|
XLIII
|
|
Otras (no serán muchas por mi vida) |
|
Como no aciertan nunca a estarse solas, |
|
Y no pueden tener siempre escondida |
|
A ciertos ojos que hai de carambolas |
|
(Si han de criar) la mole bipartida |
3400 |
|
En dos cándidas peñas, o dos bolas; |
|
Escusan de criar la gran molestia |
|
Por pudor, por recato, y por modestia. |
|
|
XLIV
|
|
Si es assí las escuso, y las alabo, |
|
Mas no puede aguantar mi sufrimiento, |
|
Que a sus Hijos no eduquen, y que al Rabo, |
|
Echan este cuidado de un Jumento; |
|
Que a muchas no se les da un clavo |
|
De un punto tal, y de tan gran momento |
|
Perdóneme su ausencia, y su hermosura, |
3410 |
|
Que esto a mí me parece cosa dura. |
|
|
XLV
|
|
A muchas las parece que en pariendo |
|
A los Hijos, el cuento está acabado; |
|
Pero se engañan a lo que yo entiendo, |
|
Que entonzes justamente ha comenzado |
|
Entonzes da principio sin estruendo |
|
El cumplimiento del mayor cuidado, |
|
Que es de los propios hijos la crianza, |
|
Y no sólo el echarlos de la panza. |
|
|
XLVI
|
|
Deben hacer las Madres con sus hijos |
3420 |
|
Lo que hace con sus pollos la Gallina, |
|
Que los libra de pájaros prolijos, |
|
Los recoge, los tapa, los acina. |
|
Han de enseñarlos a estar siempre fijos |
|
En nuestra religión, y su doctrina, |
|
Y no passar los días y los años |
|
En bayles, juegos, Músicas, y engaños. |
|
|
XLVII
|
|
La misma Ley que llaman natural |
|
Las impone esta grave obligación, |
|
Y otro precepto tienen especial |
3430 |
|
Del Señor, que las carga esta pensión, |
|
Diciéndolas a todas, que del mal |
|
Que sus hijos, por mala educación, |
|
Hicieren; desde el día de la fecha, |
|
Le han de dar una quenta mui estrecha. |
|
|
XLVIII
|
|
Olá Señores; quando a las Madres hablo, |
|
El Sermón también habla con los Padres, |
|
Pues con ellos también habló S. Pablo, |
|
Y assí, cuidado, digo, mis Compadres, |
|
Pues casi me endemonio, y aun me endiablo |
3440 |
|
Contra los Padres y contra las Madres, |
|
Al ver aquello que con ellos hacen, |
|
O por mejor decirlo, lo que deshacen. |
|
|
XLIX
|
|
Entregarlos no basta a una Criada, |
|
Descargando sobre ella el grave peso, |
|
Que tal vez es viciosa solapada, |
|
O quando no, muger de poco sesso, |
|
Y a ella se la da mui poco o nada, |
|
De que salga el Rapaz malo y travieso, |
|
Antes le enseña ciertas maniobras |
3450 |
|
Si no con las palabras, con las obras. |
|
|
L
|
|
Pero sea Cristiana, cuerda, y buena, |
|
Pensar que ha de tener aquel cuidado |
|
De tus hijos, que a ti no te dan pena, |
|
Es un gran disparate, y de contado |
|
Mi opinión esta Moda la condena, |
|
Y si alguna me alega que es usado, |
|
Decirle a boca llena no recuso, |
|
Que tal uso no es uso, sino abuso. |
|
|
LI
|
|
Por esso Marco apenas vio señales, |
3460 |
|
De que Elvia su Muger estaba encinta, |
|
Quando buscó los Libros Magistrales, |
|
Que tratan la Questión, larga o sucinta, |
|
De Filis educandis, u otros tales, |
|
Escritos todos con la mejor tinta, |
|
Y se aplicó a leerlos cuerdamente, |
|
Porque Marco era un hombre mui prudente. |
|
|
LII
|
|
Y también quiso que Elvia los leyesse |
|
Antes que diesse a luz il bel Bambino, |
|
Para que más que flores produgesse |
3470 |
|
Fuera de tiempo el Orador de Arpino, |
|
Y al fin de que el Chiquillo lo aprendiesse |
|
Nos dice un manuscrito mui Latino, |
|
Que Marco a traducir se halló resuelto |
|
La Ciropedia en verso libre, y suelto. |
|
|
LIII
|
|
Assí quiso que fuesse intitulado |
|
Su Libro Marco, de cuya energía |
|
El que quiera saber lo bien pensado, |
|
Lea, siquiera, la Etimología |
|
De Varrón, que aora en Roma se ha estampado, |
3480 |
|
En qué Imprenta no sé, ni Librería; |
|
Sólo sé que es un Libro mui cumplido, |
|
Es verdad, que yo nunca le he leído. |
|
|
LIV
|
|
Mas para hacer de un Libro cabal juicio, |
|
El leerlo no es hoi mui necesario: |
|
Basta sólo leer el frontespicio, |
|
Y ver después el Índice, o Sumario: |
|
Basta leer a Clerc, a Juan Fabricio, |
|
O qualquier Diario Literario, |
|
Y aun sobr[e] la Eloquencia el Señor |
3490 |
|
Fontanini, o de algún otro Escritor. |
|
|
LV
|
|
Hai en efeto no pocos Chorlitos, |
|
Que en dos días se hacen Literatos, |
|
Y assí de Impresos como manuscritos |
|
Su voto dan, siendo unos mentecatos; |
|
Y aun de Libros tal vez jamás escritos, |
|
Hacen graciosa Crítica y retratos. |
|
Y es lo mejor, que entre hombres dozenales, |
|
Lucen, brillan, y triunfan estos tales. |
|
|
LVI
|
|
Esparcen a costales la doctrina, |
3500 |
|
Presumiendo de doctos, y eruditos; |
|
Pero su erudición es de Cocina. |
|
Logran aplausos entre los benditos, |
|
Todos son confusión, y badurriña, |
|
Dicen mil necedades con mil gritos: |
|
Yo déjolos hablar, y punto en boca, |
|
Más doi a cada qual lo que le toca. |
|
|
LVII
|
|
Para mí, todos ellos son Pedantes, |
|
Con una buena dosis de Impostores; |
|
Mas dejo que los bobos, o ignorantes |
3510 |
|
Los tengan por grandíssimos Doctores, |
|
Sólo porque estos míseros Danzantes |
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Saben los nombres de dos mil Autores, |
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Sus Ediciones, Índices, y Tomos, |
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Que miraron no más que por los lomos. |
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LVIII
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Pero es menester leer lo que está dentro, |
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Masticarlo, pensarlo, digerirlo, |
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Dejar la superficie, e irse al centro, |
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Penetrarlo mui bien sin confundirlo |
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Con lo que ofrece el casual encuentro: |
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Ni contentarse sólo con abrirlo; |
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Como suelen hacer muchas Cabezas, |
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Que en vez de leer Libros, leen piezas. |
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LIX
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Ni se tengan por Sabios, y eruditos |
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Aquellos, que revuelven solamente |
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Tantos compendios, como están escritos, |
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Perdiendo el tiempo miserablemente. |
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De estos necios se encuentran infinitos, |
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Que con esta letura, falsamente |
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Se imaginan mui doctos, y mui sabios, |
3530 |
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Cosa que no han gustado con los labios. |
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LX
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Los que no quieran ser simples, o ciegos, |
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Siempre deben traer entre las manos |
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Los mejores Autores de los riegos, |
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De los Latinos, y los Castellanos; |
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Si no lo hacen assí, serán tan legos |
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Como yo, y otros muchos mis hermanos; |
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Y todas las demás son pataratas, |
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Que a las personas no hacen literatas. |
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LXI
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Para lograr Literatura fina, |
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Es menester leer Libros de Historia, |
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De Poesía, y de Moral doctrina, |
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Y estamparlos después en la memoria. |
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De esta manera se hace buena harina, |
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Y se logra también aquella gloria, |
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De dar a todos complacencia suma, |
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Ya se mueva la lengua, ya la pluma. |
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LXII
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Y si en sublime estilo, y elevado, |
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Cantar queréis los Héroes, las hazañas |
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De este siglo presente, o del passado; |
2550 |
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Se roerán de embidia las entrañas |
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De los que al Cielo vean sublimado |
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Vuestro Numen; y en cláusolas estrañas |
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Prorumpirán en mil esclamaciones |
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Pueblos, Reynos, Provincias, y Naciones. |
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LXIII
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Pero diréis de mí, que incito al vuelo |
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A los demás, y yo siempre arrastrando, |
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No sé, ni acierto a levantar el vuelo. |
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Tenéis razón; mas la verdad hablando, |
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Con una sola cosa me consuelo, |
3560 |
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Y ésta es, que en las batallas, allá quando |
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No se avían usado los Charines |
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Un cuerno daba ardor a los Rocines, |
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LXIV
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Y hasta una Campana, por ejemplo, |
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Que desde una gran Torre al Pueblo avisa |
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Que ya dieron las diez, y venga al Templo |
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Ella no baja a él, ni va a la Misa. |
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Yo, pues, una Campana me contemplo, |
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Y aunque mi Musa es pobre y sin camisa, |
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Pero al fin es Campana, que os llama; |
3570 |
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A que aspiréis a honra, y a inmortal fama. |
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LXV
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Y por volverme a Marco finalmente, |
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Digo, que en traducir se divertía |
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La Ciropedia, y esto solamente, |
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Porque enseñar a Tulio pretendía, |
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A competir con Ciro en lo prudente, |
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Y debajo de aquella alegoría |
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Le enseñaba a ser Noble Ciudadano: |
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Dixe poco: a ser Hombre Soverano. |
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LXVI
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Y sobre este mismíssimo modelo |
3580 |
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Se compuso el famoso Telemaco. |
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Libro lleno de juicio, y de aquel zelo, |
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Que predicar no sabe para el saco, |
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Sino para la gloria, y para el Cielo |
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De todo aquel, que no ame ser bellaco, |
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Y que en octava rima ha traducido |
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Un poeta Italiano conocido. |
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LXVII
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Libro, vuelvo a decir, tan bueno, y tal, |
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Que de él mil cosas puedes aprender, |
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Porque está lleno del mejor Moral, |
3590 |
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Y todos le debían de tener, |
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Bajo la almohada, o bajo del guansial. |
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Para saber mandar, y obedecer, |
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Como junto a la almoada, y a una media |
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Tenia Cicerón la Ciropedia. |
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LXVIII
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Bien que aora no estaba para esso, |
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Como tampoco para cosa alguna; |
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Porque estaba empañado, y como preso |
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En brazos de la Madre, o en la Cuna; |
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Y ora Elvira le daba un dulce beso, |
3600 |
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Ora al Cielo ensalzaba su fortuna, |
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Y ora hacía con él otras mil cosas, |
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Que hacer suelen las Madres amorosas. |
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LXIX
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La atención, el desvelo, y diligencia |
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Conque Tulio en Arpino fue criado, |
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Quien de oírme tuviera la paciencia, |
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Mañana lo sabrá; que hoi soi llamado |
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A poner en noticia de mi audiencia |
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Un caso que en Bartolo hallo contado; |
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Porque fue Juanbartolo fidelíssimo, |
3610 |
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O si es frasse mejor, era exactíssimo. |
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LXX
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El tal Bartolo verdaderamente |
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(Porque quiero decirlo aquí de passo) |
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Fue un hombre a todas luces excelente, |
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Un hombre de gran flema en qualquier caso, |
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Y las cosas contó menudamente |
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Del gran Tulio en estilo liso y raso. |
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Y quién sabrá si su discreta prosa |
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No me valdrá a mí un día alguna cosa? |
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LXXI
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Si Francisco Primero, Rey de Francia, |
3620 |
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A todos los Franceses Traductores |
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Daba, para vivir con abundancia, |
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Ya pensiones, ya empleos, y ya honores: |
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Tanto que la Eloquencia y la Elegancia, |
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Eran entonzes frutos, y no flores, |
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Y volaron las plumas más discretas, |
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De Oradores, Doctores, y Poetas. |
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LXXII
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Quién sabe si tal qual de mis Oyentes, |
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Sin ser aquel gran Rey, diga: yo quiero |
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Mil doblones, que traigo aquí calientes, |
3630 |
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Regalar al Intérprete sincero |
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De Tulio? ¿Quién sabe, si entre dientes, |
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Dice otro: Yo le dejo mi heredero. |
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Y quién sabe, si alguna Dama hermosa |
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Se empeña y me hace obispo, u otra cosa? |
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LXXIII
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Pero ¡ola! que esto sólo es verbigracia; |
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Que aunque no estoi cortado en buena Luna |
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Ruego al Cielo, que me haga la gran gracia |
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De que nadie me dé cosa ninguna; |
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Porque sería para mi desgracia, |
3640 |
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La que otro contaría por fortuna, |
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Y tengo una esperanza mui fundada, |
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Que será mi oración bien despachada. |
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LXXIV
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De este modo estaré mui consolado, |
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Porque corre un proverbio entre la gente, |
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De que oy sólo es hombre afortunado |
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El necio, el ignorante, el insolente; |
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Y viendo yo que he sido desgraciado |
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Hasta aquí: decir suelo acá en mi mente: |
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Pues jamás la Fortuna en mí tropieza, |
3650 |
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Sin duda que soi hombre de cabeza. |
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LXXV
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Por esso, si al oír mi algaravía, |
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En vez de decir: bravo! noble! bello! |
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A alguno le viniesse la manía |
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De darme cien escudos; por el cuello |
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Yo mismo a vista de él me colgaría, |
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Como quedó Absalón por el cabello. |
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Porque entonzes pensara quizá alguno, |
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Que era yo en el montón número uno. |
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LXXVI
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Es verdad que tan dócil suelo ser, |
3660 |
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Que viendo lo mejor, lo peor sigo; |
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Y si me dan regalos a escoger |
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(Cosa que raras vezes la consigo) |
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Cedo a la fuerza, y hago esse placer |
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A una Dama, a un Canónigo, a un Amigo. |
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Y en estas (que son pocas) ocurrencias |
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Lo tomo, y no reparo en menudencias. |
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LXXVII
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De lo qual dar fe puede una Señora, |
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(Cuyo egemplo honrará a los Cavalleros) |
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La qual sabe mui bien que hasta esta hora, |
3670 |
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De su gran bizarría a los esmeros |
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No se negó mi alma pecadora; |
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Pues nos enseñan Santos mui austeros, |
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A recivir con gusto, y alegría |
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Los regalos que el Cielo nos embía. |
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LXXVIII
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Mas del camino un poco me he apartado |
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Y es razón que volvamos al camino; |
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Porque no piense alguno que lo he errado, |
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Para traer el agua a mi molino. |
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Oigamos ya, si assí es de vuestro agrado, |
3680 |
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De boca de Bartolo, hombre divino, |
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El caso que en Arpino por Enero, |
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Sucedió el día treinta de Febrero. |
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LXXIX
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Un día que fue Elvira a cierta fiesta, |
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Se quedó Cicerón en casa solo, |
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Y la única vez creo fue aquesta, |
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Que solo le dejó, dice Bartolo. |
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Quando vino de un bosque, o una floresta |
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Un enjambre de Abejas, y cercólo; |
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Y en la boquita abierta al natural |
3690 |
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De miel le fabricó un dulze panal. |
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LXXX
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Sonó el Ave María en el oído |
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De Elvira, y volvió a casa, como se usa, |
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Acompañada siempre del Marido |
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(Ceremonia que ha tiempo que se escusa), |
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Y viendo lo que avía sucedido, |
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Pasmada, helada, atónita, confusa, |
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Se quedó inmoble mano sobre mano, |
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Como está la columna de Trajano. |
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LXXXI
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Pero Marco que al fin era hombre grave, |
3700 |
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Se hizo traer un trago de buen vino, |
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Bebió, y dixo: O gran Dios! y qué bien sabe |
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Será Tulio un gran griego, un gran Latino, |
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Y en uno y otro idioma más suave, |
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Que la miel. Y por Dios, que fue adivino. |
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Y Elvira se alegró en su corazón, |
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Porque lo mismo sucedió a Platón. |
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LXXXII
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Y aora aquí se podría un buen problema |
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Excitar: si fue más maravilloso |
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Este caso, y más digno de un Poema, |
3710 |
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Que el de Rómulo y Remo tan famoso? |
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Mas porque esto no viene a mi systema, |
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Ni yo tampoco soi el más curioso, |
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Dejo a algunos discretos pelucones, |
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Que examinen en Casa estas Questiones. |
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LXXXIII
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Y, acabando por donde comenzé, |
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Porque al principio corresponda el fin, |
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Y porque ciertamente sé yo, que |
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La brevedad agrada hasta un Rozín, |
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Antes que alguno se me queje, de |
3720 |
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Que le serré por medio el peluquín, |
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Protesto, que ya voi a terminar, |
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Y cuidado no sirva de egemplar. |
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LXXXIV
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Porque en los otros Cantos quiero hacer |
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Lo que más cuenta en ellos me tuviere; |
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Breve, largo, ancho, angosto avrá de ser, |
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Como se me antojare, y yo quisiere. |
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Si lo largo da a alguno displacer, |
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Sea breve, quando él a hablar viniere. |
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Y deje a cada uno en su Lonja |
3730 |
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Hable como Cartujo, o como Monja. |
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LXXXV
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Y otra cosa añadir quiero a lo dicho, |
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Y es, que si en criticarme todavía, |
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Prosigue algún discreto, o algún Bicho, |
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En cada Canto avrá su apología, |
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Y entonzes, por merced de su capricho, |
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Saldrá más larga aquesta Historia mía, |
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Y el tiempo perderáse en cosas vanas, |
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O en un mismo cantar, como las Ranas. |
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LXXXVI
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Por esso avéis de hacer lo que os digere: |
3740 |
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Sólo avéis de pensar en alabarme, |
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Si yo he de proseguir, o si quisiere |
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Alguno con su Crítica humillarme, |
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Sepa el tal Malandrín, sea quien fuere, |
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Que sólo ha de lograr el enfadarme, |
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Y que le digo, es su ignorancia estrema, |
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Pues no sabe los Cristus del Poema. |
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LXXXVII
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Y el recurso a Platón será mui vano; |
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Ni al de Stagira, ni a nuestro Venusino, |
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Que essos sólo trataron, como es llano, |
3750 |
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De el Poema ya Griego, ya Latino, |
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Mas no del Español, ni el Italiano, |
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Ni menos de el de mi Bartolomino. |
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El qual no está sugeto a faramallas, |
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Ni a sutilezas de essas antiguallas. |
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LXXXVIII
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Los que pensaron sólo en poner grillos |
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A los nobles Ingenios, que nacieron |
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Tan libres como nacen los Novillos. |
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Yo de todas las reglas que nos dieron, |
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Me río; y no quiero más seguillos, |
3760 |
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Que también ellos de otros se rieron. |
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Y por oy acabóse mi Sermón, |
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Pues ya espera la cena, o colación. |
Fin del Canto V
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