|
Valle,
entre cuyos árboles se verá la cabaña
de LA CORDERA. Sobre una montaña, una corpulenta cruz,
y sobre otra, la cabaña del PASTOR LOBO, cubierta
de flores.
|
|
(Sale EL PASTOR LOBO, demonio.)
|
LOBO | Luces
del alta esfera, | | que
miráis los mortales | | y este mundo inferior de quien
sois dueño; | | patria
que vio primera | | mis
cabellos, iguales | 5 | a los del sol, para mi luz pequeño;
| | con
desdeñoso ceño | | os
miro, desde el día | | que,
en batalla animosa, | | mi
espada poderosa | 10 | hizo temblar de Dios la monarquía,
| | si
bien su grave peso | | quitarme pudo este infeliz suceso. | | Pero
yo, que, envidioso | | (y
nunca arrepentido) | 15 | de
aquel monte glorioso, | | vivo
en el del olvido, | | adonde
estoy atado | | de
tinieblas cercado, | | segundo
Prometeo; | 20 | valiéndome
del arte, | | procuro
en esta parte | | mostrar contra los cielos el deseo | | de
dar a Dios enojos, | | hasta en las mismas niñas de
los ojos. | 25 | Estas
verdes montañas, | | Jerusalén
del suelo, | | que baña en su cristal el Jordán
santo, | | esmaltan
mil cabañas | | de
pastores del cielo, | 30 | cuyos ganados ya se esparcen tanto
| | que
cubren todo cuanto | | sus
aguas fertilizan | | y
las que el cielo llueve; | | pues
en copos de nieve | 35 | su blanca lana al sol dorado enrizan,
| | dándome
más congoja | | la marca del Pastor, sangrienta y roja.
| | Mas
yo, que disfrazado | | me
llamo el Pastor Lobo, | 40 | como se llama Dios Pastor Cordero,
| | lo
mejor del ganado | | de
sus rediles robo, | | a sus cabañas atrevido y fiero.
| | Sale
el blanco lucero, | 45 | de
quien el nombre tuve,, | | y
yo de mi cabaña, | | a
robar la montaña, | | hasta que el alba en la primera
nube | | a
la tierra aparece; | 50 | que el sol entonces para.mí anochece.
| | Entre
muchas zagalas | | que
del Pastor Cordero | | tienen aquí la marca y el cuidado,
| | hay
una en cuyas galas | 55 | se
mira el sol, primero | | que dore el monte y bañe en
oro el prado; | | y
désta enamorado | | y
del Pastor celoso | | con
quien hablar la veo, | 60 | quitársela
deseo, | | intrépido a sus ojos, y envidioso | | de
que tanto la quiera | | que la llame su cándida Cordera.
| | Guárdate,
pues, hermosa | 65 | prenda
del mismo Cristo, | | no te manche lo cándido mi mano;
| | que,
en esta selva umbrosa, | | con
la piel que me visto, | | de mis astucias te defiende en vano.
| 70 | Al
monte soberano | | di,
Cordera de nieve, | | que
tu Pastor te lleve; | | que, si de sus valientes perros fía,
| | bien
sabe que mis presas | 75 | tengo en sus pieles cándidas
impresas. | | Sus
mejores ganados, | | sus
corderas más blancas | | les quito, y a pesar de sus
mastines; | | porque
suelo a bocados | 80 | deshacer
sus carlancas, | | aunque fueran alados serafines. | | Cordera,
que en jazmines | | tienes
la piel bañada, | | por tus amores muero: | 85 | deja
el Pastor Cordero, | | aunque te llame Dios su regalada; | |
que
aquí tendrás mejores | | campos en que vivir,
pastos y amores. | |
|
|
|
(Salen EL APETITO y EL DESCUIDO, pastores.)
|
|
DESCUIDO | Perdidos
| 90 | en tu busca andamos hoy. | |
|
|
LOBO | Por donde
quiera que voy | | los aires tengo encendidos | | con los suspiros
que doy. | | ¿Qué nuevas hay de mi pena? | 95 |
|
|
APETITO | La
selva, de temor llena, | | todo el ganado retira; | | que, cuando
el Lobo suspira, | | alguna oveja condena. | |
|
|
LOBO | ¿Cómo
puede condenar | 100 | a quien condenan los cielos | | eternamente
a penar, | | y más después que con celos | | me
condena a un mar de amar? | | ¿Habéis visto a la Cordera
| 105 | que todo en amor me abrasa? | |
|
|
APETITO | Hoy,
cuando con luz escasa | | de la contrapuesta esfera | | el sol
a la nuestra pesa, | | y las hojas de las flores | 110 | a sus claros
resplandores | | enjugaban el rocío, | | bajaba el ganado
al río, | | cantando al Cordero amores. | | Yo vi sus
hermosos ojos, | 115 | que tuvieran por despojos | | a las estrellas
del cielo, | | salir de un listado velo | | a darte celo y enojos;
| | porque, viendo flores tantas, | 120 | dijo: -Por aquí
pasaron | | de mi Cordero las plantas; | | que sus estampas dejaron
| | aquestas reliquias santas. | | Saya y sayuelo traía
| 125 | tan bien prendido, que hacía | | una pintura su talle,
| | no habiendo espejo en el valle | | fuera de una fuente fría.
| | Mas, como se mira en Dios, | 130 | no me espanto de su aseo,
| | cuando tan limpia la veo; | | que pone amor en los dos | |
la de su casto deseo. | | De patenas y corales | 135 | no te quiero
encarecer, | | joyas de virtudes tales | | que pueden resplandecer
| | entre signos celestiales. | | Llegando, pues, a tratar | 140 |
de los pies de la Cordera, | | sólo te puedo afirmar
| | que los pudiera engastar | | el sol en su cuarta esfera;
| | que por besar las virillas, | 145 | ya por las chinelas presas,
| | de los prados y dehesas | | las azules campanillas | | se les
quedaban impresas. | | Yo, que detrás de un ciprés
| 150 | su belleza contemplaba, | | veo que al prado bajaba | | aquel
Pastor, cuyos Pies | | el sol entonces besaba. | | Por mi vida,
que es galán, | 155 | y que no en balde le dan | | nombre
de Pastor Cordero, | | que en este prado primero | | lo enseñó
al mundo San Juan. | | ¡Oh, qué cabello traía,
| 160 | nazareno y enrizado!... | | Aunque entonces le tenía
| | de rondar noche tan fría | | lleno de aljófar
helado. | | Blanco pellico y zurrón, | 165 | en que debe de
traer | | la yesca y el eslabón, | | con que debe de encender
| | al más tibio corazón. | | Turbéme, que,
corno ve | 170 | todas las cosas, no fue | | parte el ciprés,
aunque grueso, | | para esconderme, y por eso | | lo que le dijo
no sé. | | Tú (pues que yo soy grosero) | 175 | pensarás,
juntos los dos, | | lo que pasa, Lobo fiero, | | entre Dios,
Pastor Cordero, | | y un Alma que busca a Dios. | |
|
|
LOBO | ¡Perderé
vida y sentido, | 180 | supuesto que soy eterno! | | Tristes nuevas
me has traído; | | ¡qué trágico nuncio
ha sido! | | Páguete el porte el infierno. | | No tienes
que me contar: | 185 | mejor es dejar en calma | | lo que pudiera
pasar; | | que, juntos Cristo y un Alma, | | ya sé lo
que han de tratar. | | Cristo no la ha menester | 190 | para que
en lo que ha de hacer | | le aconseje: es Dios su espejo; | | es Ángel del gran Consejo, | | igual en ciencia y poder.
| | Cristo no ha de preguntalle | 195 | cómo criará
las flores | | y las plantas deste valle; | | dirále tiernos
amores, | | desde los ojos al talle; | | y ella al Pastor, que
reside | 200 | entre azucena y azahares, | | su pecho dará,
en que anide. | | sin que requiebro se olvide | | del libro de
los Cantares. | | ¡Oh Apetito, qué tormento | 205 | me has
dado! De celos rabio: | | no hay amor con celos sabio; | | porque
ya en el pensamiento | | anticiparé el agravio. | | Yo
me mataré, yo haré | 210 | una fábula de Orlando
| | por estas selvas. |
|
|
APETITO | Yo
sé | | que, de fábulas hablando, | | hoy tu remedio
seré. | | ¿No has oído que guardó | 215 | Argos
la niña que Juno | | en novilla transformó | |
y que, velando importuno, | | Mercurio sueño le dio?
| | Pues la palabra te empeño | 220 | que mi ingenio, aunque
el Cuidado | | vele al Alma desvelado, | | sus cien ojos rinda
al sueño; | | en Mercurio transformado. | | Tú
verás cómo le quito | 225 | la vida, el alma y los
ojos. | |
|
|
LOBO | Quitado me has, Apetito, | |
gran parte de mis enojos. | |
|
|
|
LOBO | Tú, Descuido,
no lo seas; | 230 | ayuda mi pretensión. | |
|
|
DESCUIDO | Si
llegare la ocasión, | | yo haré que mi engaño
veas. | |
|
|
LOBO | Todos sabéis mi pasión.
| | ¡Alarma, pastores míos! | 235 | Mostrad agora los bríos:
| | sepan que sois mis pastores | | volved veneno las flores,
| | y corran fuego los ríos; | | que si tú le echares
sueño | 240 | a los ojos del Cuidado, | | que la guarda en
este prado, | | yo seré del Alma dueño, | | por
más que vele el ganado. | | Yo sé que el Lobo
infernal | 245 | entrará por sus cabañas, | | si tú,
Apetito, la engañas; | | que en quitándole la
sal | | pacerá nuestras montañas. | | Lobo soy
que a Dios me atrevo: | 250 | robaréle la cabaña,
| | si todo Dios le acompaña: | | no le temo, ni le debo,
| | desde mi primera hazaña. | | Probar mis dientes querría
| 255 | en este Cordero yo, | | si bien, con tanta porfía,
| | bravo bocado nos dio | | a mí y a la Muerte un día.
| | Mas vamos, que en esta tierra | 260 | no temo ninguna guerra
| | ni a sus mastines recelo; | | que si él es Dios en
el cielo, | | yo príncipe de la tierra. | |
|
|
|
(Vanse. Y sale
LA CORDERA y LA VOLUNTAD, de serranas.)
|
VOLUNTAD | Parece
que te inclinas, | 265 | Alma,
al Pastor Cordero. | |
|
|
CORDERA | Si
sus partes divinas, | | Voluntad,
considero, | | ¿dónde hay Pastor como el Pastor que
quiero? | |
|
|
VOLUNTAD | No
puede ser que halles | 270 | tal
dueño en todo el suelo: | | a
los humanos valles, | | con
amoroso celo, | | bajó del monte de su eterno cielo.
| | ¡Oh,
qué grande hermosura! | 275 |
|
|
CORDERA | Voluntad,
yo le adoro, | | con
alma honesta y pura, | | por
único tesoro: | | sigo sus pasos y su ausencia lloro.
| | Pastores
de la tierra | 280 | va
no me dan contento: | | del
alma los destierra | | su
dulce pensamiento; | | ¡tales regalos de sus brazos siento!
| | Peinábase
la aurora | 285 | hoy
sus rubios cabellos, | | y
la esmaltada Flora, | | de
la hermosura dellos, | | bañaba en hilos de oro lirios
bellos. | | Las
cristalinas fuentes, | 290 | para
ver sus colores, | | hacían
sus corrientes | | espejos
de las flores, | | las dulces aves altercando amores; | | cuando
el Esposo mío, | 295 | cuando aquella belleza, | | cubierta
de rocío | | la
divina cabeza, | | la noche esclareció de mi tristeza.
| | -¿Qué
haces (me decía), | 300 | Cordera
de mis ojos? | | Que,
como no te vía, | | todo
me daba enojos: | | ¡quién pensara que Dios tuviera
antojos. | | Yo
entonces, deslumbrada, | 305 | miraba
su hermosura, | | y
díjele turbada: | | -Luz
soberana y pura, | | ¿esto escucha de Vos mortal criatura?
| | Decirte
los amores | 310 | de aquella lengua, penetrante rayo, | | será
contar las flores | | que
abril previene a mayo; | | hasta que en dulce sueño
me desmayo. | |
|
|
VOLUNTAD | ¡Ay,
Alma! Persevera | 315 | en
amores tan justos; | | pues
eres su Cordera, | | no
le des más disgustos: | | ¡olvida, oh Alma, los humanos
gustos! | | Mira
lo que le debes: | 320 | no
salgas de su prado, | | pues
tales aguas bebes, | | y
en pasto regalado, | | no yerbas comes, sino Pan sagrado. | |
|
|
|
(Vase LA VOLUNTAD. Entra EL PASTOR CORDERO y CUSTODIO, de
pastores.)
|
CUSTODIO | Adora, Pastor Cordero,
| 325 | tu hermosura, gracia y talle. | |
|
|
PASTOR | Y
yo por ella me muero. | | Deciende, Custodio, al valle, | | y
dila que aquí la espero: | | búsqueme una vez
a mí, | 330 | de cuantas yo la he buscado. | |
|
|
|
CORDERA | Flores
y fuentes del prado | | me daban nuevas de ti, | | unas con süave
olor | 335 | y otras con risa. Pastor, | | dame mil veces tus pies.
| |
|
|
PASTOR | Alma, norabuena estés: | | si sabes lo que es amor, | | ven a mis brazos, y advierte
| 340 | lo que eres de mí querida, | | pues que, por verte
y quererte, | | desde el monte de la vida | | bajo el valle de
la muerte. | | ¿Cómo estás? ¿Cómo te ha
ido | 345 | en mi ausencia? |
|
|
CORDERA | No
ha salido | | sin ti mi sol, que sin ti | | no puede haber vida
en mí; | | que de mí, sin ti, me olvido. | | Tú
me animas, que eres alma | 350 | de todos mis movimientos: | | faltarme
tú me desalma, | | que todos mis pensamientos | | sin
tu luz padecen calma. | | Eres autor de la vida: | 355 | no puede
haberla sin ti. | |
|
|
PASTOR | ¡Ay, mi Cordera
querida, | | que tanta verdad en mí | | no merece fe rompida!
| | Cuando pasares a extremo | 360 | de tanto amor como el mío,
| | que es el grado más supremo, | | por las huellas de
tu brío | | que lobos te sigan, temo; | | mayormente de
aquel fiero | 365 | que de la infernal cabaña | | baja, hambriento
y lisonjero, | | tras el ganado que baña | | sangre del
Pastor Cordero. | | Toda la noche camina, | 370 | sin que los perros
lo sientan, | | y al aprisco se avecina. | |
|
|
CORDERA | En
vano hacer presa intentan | | en tu cabaña divina: | | no temo esos lobos yo; | 375 | que, con tu favor, jamás
| | su fuerza el alma venció. | |
|
|
PASTOR | Ya
que en mi ganado estás, | | ya que mi marca te herró,
| | Alma, la cifra y señal | 380 | de mis cándidas
corderas, | | quiero de mi blanca sal | | darte la gracia que
esperas. | |
|
|
|
PASTOR | Acércate, que bien puedes:
| 385 | llega a la boca la mano, | | para que en mi gracia quedes.
| |
|
|
CORDERA | No soy, Pastor soberano, | | digna
de tantas mercedes. | |
|
|
PASTOR | Llega, pues
eres mi Esposa. | 390 |
|
|
CORDERA | (Llégase a su mano.) | ¡Ay,
mi Dios! ¡Ay, mano hermosa, | | que se me ha turbado el alma!
| | Pasada tenéis la palma: | | ¿es llaga, es rubí
o es rosa? | | Todo lo debe de ser, | 395 | dando a nieve celestial
| | esmaltes de rosicler: | | mirad, Señor, que la sal
| | della se os puede caer; | | pasadla desde la diestra | 400 | a
esotra mano, Señor. | |
|
|
PASTOR | Ya la
paso, para muestra | | de mi dolor y mi amor. | |
|
|
CORDERA | Dadme
agora la sal vuestra. | | ¡Ay de mí! También
aquí | 405 | hay otra herida, Señor. | |
|
|
|
CORDERA | Mucho me pesa,
Pastor, | | de que os hiriesen por mí. | | No me atreveré
a besar | 410 | las heridas que causé. | |
|
|
PASTOR | Pues
bien, las puedes tomar | | del pecho, aunque en tanta fe | |
no tiene amor que dudar. | |
|
|
CORDERA | Estoy
tan favorecida | 415 | que me atrevo a vuestro pecho. | | (Llégase.) | ¡Ay, mi Dios, qué grande herida! | |
|
|
PASTOR | En
mi corazón la has hecho, | | dulce Cordera querida,
| | con uno de tus cabellos. | 420 |
|
|
CORDERA | Yo
me desmayo, Pastor. | | Tened, querubines bellos, | | un alma
muerta de amor. | | (Queda desmayada.) |
|
|
PASTOR | Alma,
descansa con ellos. | | Cubre, Custodio, de flores | 425 | mi esposa,
muerta de amores | | después que el pecho me vio, | |
mientras que me ausento yo | | para secretos mayores. | | Esparce
azucenas bellas | 430 | a su castidad, y entre ellas, | | rosas de
su limpio celo, | | porque ya mi esposa es cielo | | y parecerán
estrellas. | |
|
|
|
(Caen flores desde una nube sobre LA CORDERA.
Vase el PASTOR.)
|
CUSTODIO | Alma, aunque
el Pastor se va, | 435 | contigo se queda; duerme. | | ¡Ah, Cuidado!
¡Hola, Cuidado! | |
|
|
|
(Sale EL CUIDADO, PASTOR, con ojos.)
|
|
CUSTODIO | Descuido
es éste: | | Custodio soy. |
|
|
CUIDADO | Pastor
mío, | | ¿qué es lo que al Cuidado quieres? | 440 |
|
|
CUSTODIO | El Alma duerme, Cuidado, | | en
un desmayo que tiene. | |
|
|
CUIDADO | ¡Oh, qué
llena está de flores! | |
|
|
|
CUIDADO | Paloma y con
tantas rosas, | 445 | mazapán blanco parece. | | ¿De qué
le ha dado este sueño? | |
|
|
CUSTODIO | De
regalos, con que quiere | | entretenerla el Pastor. | | Mira,
Cuidado, que veles | 450 | con los cien ojos que traes, | | que ya
que en ojos te vuelves, | | no es justo que venga el Lobo | | y la Cordera te lleve. | |
|
|
CUIDADO | ¡Malos
años para él! | 455 | Déjame, Custodio, vete;
| | que no la podrá llevar | | si todo el infierno viene.
| |
|
|
CUSTODIO | Ansí lo creo de ti: | |
lo que importa a Dios advierte | 460 | (pues te dejo, mi Cuidado),
| | que un instante no la dejes. | | (Vase.) |
|
|
CUIDADO | Alma,
Custodio se ha ido, | | aunque siempre te defiende. | | Argos
tuyo soy agora: | 465 | despierta y vela. |
|
|
CORDERA | (Volviendo en
sí.) | ¿Qué
quieres? | |
|
|
CUIDADO | Que a Pedro Pastor escuches,
| | el que las dos llaves tiene | | de la cabaña divina,
| | con que abrir y cerrar puede. | 470 |
|
|
CORDERA | ¿Pues
qué dice el Pastor Pedro? | |
|
|
CUIDADO | Que
velando te desveles, | | que anda el Lobo por aquí,
| | con las presas de sus dientes, | | rugiendo como león,
| 475 | para devorar quien duerme. | | Entra en la cabaña,
y mira | | que estés advertida siempre | | y prevenida
con luz, | | como pastora prudente, | 480 | que yo quedaré
a la puerta: | | y yo te juro que lleve | | linda pedrada, si
llega; | | que también tiene Migueles, | | como en el
cielo, en la tierra, | 485 | el Señor omnipotente. | |
|
|
CORDERA |
Pues estás tan advertido, | | voy,
Cuidado, a entretenerme | | en pensar de mi Pastor | | las gracias
y las mercedes. | 490 | (Vase. Entra en la cabaña.) |
|
|
CUIDADO |
Yo me desciño la honda, | | y aunque
en el cuerpo y la frente | | excedo en ojos las luces | | que
en el cielo resplandecen, | | quiero llamar los mastines. | 495 | ¡Hola, Cuidado! ¿En qué entiendes? | | ¡To, to, Razón!
¿Dónde estás? | | ¿De esa manera previenes | |
cuidadosa la cabaña? | | Gente suena... ¿Quién
es este | 500 | que con celestial deidad | | del mismo cielo desciende?
| |
|
|
|
(Sale EL APETITO, en la forma de Mercurio, con alas y el
caduceo con dos sierpes.)
|
|
CUIDADO | (Mi
nombre sabe: | | Todo el temor me ha quitado.) | |
|
|
APETITO | ¿No
me conoces, Cuidado? | 505 |
|
|
CUIDADO | O sois hombre
injerto en ave, | | o sois alguna deidad. | |
|
|
APETITO | Eres
villano, grosero, | | pues no te informa primero | | de quien
soy mi claridad. | 510 |
|
|
CUIDADO | Señor,
hay tantos bellacos | | en el mundo entretenidos, | | unos de
seda embutidos | | y otros metidos en sacos, | | que no puede
conocer | 515 | el hombre cuál es virtud; | | y así
estoy con inquietud. | |
|
|
|
CUIDADO | Han hecho ya
granjería, | | según aquí nos refieren,
| 520 | para alcanzar lo que quieren, | | los hombres, la hipocresía.
| | Gánase lindo dinero | | con andar mortificados: | |
son honrados, regalados, | 525 | y siempre en lugar primero. | |
En cualquiera pretensión | | siempre se llevan la palma,
| | que, como es oculta el alma, | | no se les ve la intención.
| 530 | Quien sirve a Dios despejado | | y alegre, ése sirve
a Dios. | | ¿Quién sois, en efecto, vos, | | que os acercáis
al ganado? | | Sabed que se andan tras él | 535 | muchos de
quien Dios se cansa, | | que solamente descansa | | en el corazón
fiel. | | Si sois destos bellacones, | | ¡voto al sol!... | (Hace
que le quiere tirar con la honda.) |
|
|
APETITO | Tente,
ignorante, | 540 | que a un ángel tienes delante | | con todas
sus perfeciones. | |
|
|
CUIDADO | Holgaré
que me deis muestra | | de lo que voláis: volad | | de
ese monte a la ciudad; | 545 | levantaos, por vida vuestra, | | que
con esto lo sabré. | |
|
|
APETITO | Lo que
a Cristo le pedía | | el demonio, tu osadía | | me pide, traidor sin fe. | 550 | Esto de pedir señales
| | es muy de la gente hebrea: | | la fe quiere Dios que sea
| | libre de personas tales. | | (Tócale con la vara y
se va durmiendo.) | Tocaréte con
la vara | 555 | y poco a poco veras | | quién soy. |
|
|
CUIDADO |
Pues
¿sueño me das? | | Desvela la lumbre clara | | y aduerme
la noche escura; | | ¿cómo, si eres claridad, | 560 | me das
sueño? La verdad | | nunca tinieblas procura. | |
|
|
APETITO |
Allá, en las tierras del mundo,
| | hay entre montes soberbios | | una famosa ciudad... | 565 |
|
|
CUIDADO |
Si es en el mundo, a lo menos | | no será
la de San Juan, | | labrada en pórfidos tersos, | | con
tantas hermosas puertas | | y tantos ángeles bellos.
| 570 |
|
|
APETITO | Hay en aquesta un palacio, | | adonde
su trono ha puesto | | la Lascivia, reina hermosa | | de los
humanos deseos. | | Tiene vestidas las salas, | 575 | para mayor
ornamento, | | de pinturas, con historias | | de sucesos poco
honestos. | | Amón mirando a Thamar... | | ¿No me entiendes?
|
|
|
CUIDADO | (Medio dormido.) | Ya
os entiendo, | 580 | que por tomar un jamón | | hubo notable
suceso. | |
|
|
APETITO | Thamar digo. | ¡Ansí,
Tomás! | |
|
|
APETITO | (Aparte.) | (Ya tiene
mi engaño efecto.) | | Y David a Bersabé, | 585 | en
dos lienzos de gran precio... | | ¿Qué dije? |
|
|
CUIDADO |
Que
Bernabé | | trajo a París muchos lienzos. | |
|
|
APETITO | (Aparte.) | ¡Aquí, infierno, aquí,
favor! | |
|
|
CUIDADO | Ángel, bien: todo
lo entiendo. | 590 |
|
|
APETITO | Salomón a
las mujeres | | de Idumea... ¿Estás en esto? | |
|
|
CUIDADO |
Ángel, bien lo entiendo todo. | |
¿Pensáis que me estoy durmiendo? | |
|
|
APETITO | Los
convites de más gusto | 595 | en esta sala se hicieron:
| | aquí el del rey Baltasar, | | cuando los vasos del
Templo; | | aquí Holofernes cenó | | y durmió
el sueño postrero. | 600 | ¿Mas qué, no me has entendido?
| |
|
|
CUIDADO | Decís que el viernes postrero
| | habemos de cenar juntos. | | (Duérmese.) |
|
|
APETITO | Él
va dormido; ¿qué espero? | | ¡Entra, fiero dueño
mío! | 605 | ¡Entra, Lobo del infierno! | | (Sale EL LOBO.) |
|
|
|
|
LOBO | Mira que el Cuidado
es diestro, | | ¡cosa que finja que duerme | | y que esté
acaso despierto, | 610 | y nos cojan en la trampa | | los pastores
del Cordero! | | Porque si es Argos del Alma, | | tendrá,
para daño nuestro, | | los cincuenta ojos dormidos | 615 | y los cincuenta despiertos. | |
|
|
APETITO | Mal
conoces esta vara | | y los deleites propuestos | | entra, que
ya están dormidos | | la Razón y Entendimiento.
| 620 |
|
|
|
|
(Vase y
entra en la cabaña de LA CORDERA.)
|
APETITO | ¡Vitoria,
que ya tenemos | | puerta en el Alma! Que Dios | | en manos del
hombre ha puesto | | su libertad. |
|
|
|
(LA CORDERA, dentro.)
|
CORDERA |
¡Ay
de mí! | 625 | ¿Quién, con tanto atrevimiento, | |
ha escalado mi cabaña | | y rompido mi silencio? | |
|
|
|
(Saca
EL LOBO en brazos a LA CORDERA.)
|
LOBO | Cordera,
¿no me conoces? | | El Lobo soy, que te llevo | 630 | al pasto de
mis deleites, | | al río de mis contentos. | | ¡No des
voces! |
|
|
CORDERA | ¿Cómo
no? | | ¡Custodio! ¡Cuidado! ¡Ay, cielos! | |
|
|
LOBO | Una
vez hecha la presa, | 635 | ni los cielos ni su dueño | |
te sacarían de mis manos. | |
|
|
|
(Llévasela en brazos
por un monte arriba y despierta EL CUIDADO.)
|
CUIDADO | Voces
da el Alma y yo duermo! | | ¿Qué es esto? |
|
|
APETITO | Si
te pregunta | | Dios, como a Caín: ¿Qué has hecho
| 640 | de tu hermano?, dile a Dios, | | aunque le mientas, soberbio:
| | ¿Soy yo guarda de mi hermano? | |
|
|
CUIDADO | ¡Oh
ladrón, infame, perro! | | ¿Eres tú el ángel
de luz? | 645 | ¡Aquí, pastores, que creo | | que nos han
llevado al Alma! | | ¡Ah Razón, ah Entendimiento! | | (Descíñese
la honda y busca piedras para cargarla.) |
|
|
APETITO | ¿Piedras
me tiras, villano? | | (Vase.) |
|
|
CUIDADO | ¿Huyes,
ladrón? ¡Si hoy no pierdo | 650 | la vida, no tengo honor!
| | Ellos van por aquel cerro. | | ¡Pobre Cordera, manchada | | de aquel animal sangriento! | | A la cabaña han llegado:
| 655 | por mi descuido los veo | | en los prados de los gustos,
| | de flores fingidas llenos. | | ¡Llorad, pastores, llorad,
| | cubrid de cilicio el pecho, | 660 | como Jeremías dijo!
| | ¡Llorad, que, llena de miedos, | | yace la cabaña
sola, | | como en el nevado invierno | | la desamparada choza,
| 665 | rotos los árboles secos! | |
|
|
|
En lo alto, una cabaña
de flores, en que está EL LOBO, LA CORDERA, EL APETITO.
|
LOBO | Suspende, Cordera, el llanto. | | Entra.
¿De qué tienes miedo? | | ¿Tiene Dios esta cabaña
| | y este prado tan ameno? | 670 | Yo sé que el monte de
Cristo | | (y que lo sabes sospecho) | | es todo espinas y abrojos,
| | todo penas y tormentos. | | Mira desde aquella altura | 675 | la
tierra que te prometo, | | y de que has de ser señora:
| | no mires, Cordera, el cielo. | | Mira estos fértiles
pastos, | | de tan varios gustos llenos: | 680 | ¡qué sombras
para el verano! | | ¡Qué soles para el invierno! | | ¿Qué
puede faltarte aquí? | |
|
|
CORDERA | ¿Parécete,
Lobo fiero, | | que por pastos temporales | 685 | podré trocar
los eternos? | | ¡Ay, dulce Cordero mío! | |
|
|
LOBO | Entra,
que ya no hay Cordero. | | Ya estás en poder del Lobo:
| | no tienes, Alma, remedio. | 690 |
|
|
CORDERA | Tus
engaños me robaron, | | que no por mi gusto vengo: | | Mercurio fue tu Apetito, | | que dio a mi Cuidado sueño.
| | Mi Esposo vendrá a librarme. | 695 |
|
|
LOBO | Yo
te gozaré primero. | | Entra, que ya sabe Dios | | que
dientes y presas tengo. | | (Éntranse en la cabaña.)
|
|
|
CUIDADO | ¿Quién
dará a mi torpeza | | agua para llorar tantos enojos,
| 700 | que
con igual tristeza | | descienda de las fuentes de mis ojos,
| | a
bañarme en su llanto? | | ¿Qué disculpa os daré,
Cordero santo? | | En
ángel transformado, | 705 | el Apetito dio a mis ojos sueño.
| | (Sale CUSTODIO.) |
|
|
|
CUIDADO | Tú lo
sabes tan bien como su dueño. | | ¡Oh,
nunca yo naciera! | | Lleváronse, Custodio, la Cordera.
| 710 |
|
|
CUSTODIO | ¡Qué buena cuenta diste
| | de lo que te encargué! Ya, en fin, Cuidado, | | descuido
te volviste. | |
|
|
CUIDADO | Vino el traidor en
ángel transformado, | | con
una vara de oro, | 715 | fingiendo plumas y real decoro. | | De
dos en dos traía, | | en los brazos, los pies y la cabeza,
| | seis
alas, que tendía | | para mostrar seráfica belleza,
| 720 | como
si el fementido | | del arca del maná lo hubiera sido.
| | Pensé
yo que medía, | | como el de Ezequiel, el templo santo;
| | y
el infame venía | 725 | a echarme con la vara sueño
tanto, | | que
vino el Lobo fiero | | y llevóse la Esposa del Cordero.
| |
|
|
CUSTODIO | No
imitas los pastores | | (Cuidado, pues no fuiste el que solías),
| 730 | sabios
y celadores, | | que al Alma prometió, por Jeremías,
| | y
en la alta Sión dio pastos | | de ciencia santa y pensamientos
castos. | | ¿Qué
haremos si, robada | 735 | por tu descuido, el Alma a Cristo pierde?
| |
|
|
CUIDADO | Ni
honda, ni cayada, | | ni piedra hallé por este campo
verde | | en
mi favor. ¡Yo muero, | | y llevóse la Esposa del Cordero!
| 740 |
|
|
|
(Sale EL PASTOR CORDERO.)
|
PASTOR | ¿En
mi cabaña voces? | | ¿Qué es esto, guardas y
pastores míos? | |
|
|
CUSTODIO | Que
los lobos feroces, | | a infames pastos, a viciosos ríos
| | llevaron
la Cordera, | 745 | que del Jordán moraba en la ribera.
| | Tú,
que todo lo sabes, | | y eres todo, Pastor, ojos y manos, | | aunque
con pasos graves | | midiendo vienes estos verdes llanos, | 750 | castiga
el Lobo fiero. | |
|
|
CUIDADO | La culpa tuve yo,
Pastor Cordero; | | descuidéme
escuchando | | la retórica vil del Apetito: | | echóme
sueño, y dando | 755 | lugar al Lobo, que entre le permito:
| | yo
merezco la pena. | |
|
|
PASTOR | ¡Alma, no vivas
en cabafia ajena! | | Dulce
Cordera mía, | | no te olvides de mí, si te han
robado, | 760 | que
de noche y de día | | te buscaré por monte, selva
o prado, | | dando
suspiros tales, | | que enternezca los fieros animales; | | aunque
los pies me pasen | 765 | duros abrojos, y otra vez espinas | | la
frente me traspasen, | | y vuelvan a llevar manos indinas | | a
las aras sangrientas, | | corderos siempre mudo a las afrentas.
| 770 | Noventa
y nueve coros, | | para buscar naturaleza humana, | | tras
perdidos decoros, | | dejé en mi patria eterna y soberana.
| | Nací
por ti en el suelo, | 775 | como humilde pastor, temblando al hielo.
| | Desde
entonces su nombre | | me dan de Ezequiel las profecías;
| | y
porque al Lobo asombre | | (como en esta ocasión), dijo
Isaías | 780 | que
contra tantos fieros | | llevaría en mis hombros los
corderos. | | ¡Ay,
Alma, no me olvides, | | que yo te iré a buscar! |
|
|
|
PASTOR | Si
remedio me pides, | 785 | no hay estado, en tu ser tan miserable,
| | de
que mi amor se admire, | | dile, Alma, al tuvo que por mí
suspire. | | Acuérdome
que un día | | retrataste mi rostro en tu cayado | 790 | no
borres, Alma mía, | | aunque se haya dormido tu Cuidado,
| | jamás
prenda tan alta: | | ¡no te falte la fe, si amor te falta!
| | Que
mientras la Fe vive, | 795 | vivir puede, Cordera, la Esperanza,
| | pues
hay adonde estribe. | |
|
|
CUIDADO | ¡Con qué
blandura habló de su mudanza! | |
|
|
|
PASTOR | Vamos, Cuidado,
que cobrarla espero. | 800 |
|
|
|
(Vanse. Sobre el monte infernal sale
EL LOBO, EL DESCUIDO, EL APETITO, LA CORDERA, LA VOLUNTAD
y músicos.)
|
LOBO | Alma, mira que
eres mía: | | alégrate, que es razón.
| |
|
|
CORDERA | (Con un cayado en la mano.) | No
puede mi corazón | | tener, ausente, alegría:
| | tales mis desdichas son, | 805 | que de mi vida llegado | | hubiera
el punto postrero | | a no tener retratado | | a mi querido Cordero,
| | ¡oh Lobo!, en este cayado. | 810 | Este consuelo he traído.
| |
|
|
VOLUNTAD | Deja, señora, el llorar:
| | mira que es tiempo perdido. | |
|
|
CORDERA | ¿Quién
te ha podido mudar, | | Voluntad? |
|
|
VOLUNTAD | Yo,
que lo he sido. | 815 | Acaba, que en estos prados | | todo es deleites
y gustos. | |
|
|
CORDERA | ¡Qué gustos tan
estragados, | | pues sus penas y disgustos | | nunca se ven acabados!
| 820 | Cayado en que mi Cordero | | retratado al vivo está,
| | dadme el consuelo que espero. | |
|
|
LOBO | ¿Qué
consuelo te dará | | un retrato en un madero? | 825 | Si estimaras
mi cuidado, | | si me quisieras a mí, | | ¡cuánto
mejor, olvidado, | | tu Esposo estuviera en ti, | | Pastora,
que en el cayado! | 830 | Que aunque dél ya te divido | |
y estamos juntos los dos, | | ese cayado he temido, | | en que
Dios te ha redimido, | | más, Alma, que al mismo Dios;
| 835 | porque, si él te hace acordar | | del Pastor y de
su amor, | | mal puede otro amor amar | | quien, para no le olvidar,
| | trae retratado el Pastor. | 840 | Si estás siempre contemplando
| | la sangre que por ti vierte, | | ¿cómo podré
porfiando, | | aunque me deshaga amando, | | Pastora ingrata,
vencerte? | 845 | Será invencible el rigor | | de un Alma
que, en mi desgracia, | | desde que vio su Pastor, | | desde
que estuvo en su gracia, | | viene vencida de amor. | 850 | Querráste
tratar muy mal, | | viéndote de Cristo ausente; | | pues,
Alma, no intentes tal: | | breve es la vida mortal: | | no la
pases tristemente. | 855 | Ya tu ganado, olvidado, | | sin dueño
va por el prado: | | ¡tú no la tienes de mí,
| | y yo, muriendo por ti, | | lástima tengo al ganado!
| 860 |
|
|
CORDERA | ¿Que te cansas en cansarme? | |
Déjame, Lobo. |
|
|
VOLUNTAD | Cordera, | | no te maltrates, que es darme | | disgusto. |
|
|
CORDERA | Y
aun apartarme | | de ti, Voluntad, quisiera. | 865 |
|
|
LOBO | Está
agora con pasión; | | cantadle alguna canción,
| | deleite y pastores míos, | | que en estos mármoles
fríos | | pueda hacer tierna impresión. | 870 |
|
|
|
(Siéntanse
EL LOBO y LA CORDERA, y cantan.)
|
MÚSICOS | (Cantan.) | Corderita nueva, | | de color de aurora,
| | no sois vos, vida mía, | | para labradora. | | Por montes
viciosos | 875 | pisad clavellinas; | | no son para espinas | | vuestros
pies hermosos, | | pues tenéis celosos | | dos reyes ahora,
| 880 | no sois vos, vida mía, | | para labradora. | |
|
|
|
(Duérmese
LA CORDERA.)
|
LOBO | No cantéis más,
que se duerme. | |
|
|
|
LOBO | Si en mis brazos se ha dormido,
| 885 | algún favor quiere hacerme. | | Dejadla así,
que yo haré | | que de mi memoria esté | | llena
su imaginación. | |
|
|
APETITO | Basta tener
posesión, | 890 | aunque cantan mal, a fe. | | (Vanse.) |
|
|
CUIDADO |
Del fiero Lobo ofendido, | | en su misma
cueva estoy; | | que (como el Cuidado soy) | | estoy tan arrepentido,
| 895 | Alma, de haberme dormido, | | que me atrevo a los rigores
| | de sus deleites pastores, | | y más mirando al Cordero,
| | celoso del Lobo fiero, | 900 | decirte en ausencia amores. | |
¡Qué rudo villano fui! | | ¡Oh, qué mal serví
a mi dueño! | | Argos fui, diéronme sueño,
| | con cien ojos me dormí. | 905 | El Cordero viene allí,
| | que, aunque viene disfrazado, | | él ha visto mi cuidado;
| | y así viene el dulce Esposo | | a seguir, como celoso,
| 910 | y a ver, como enamorado. | |
|
|
|
(Sale EL PASTOR CORDERO con rebozo.)
|
PASTOR | Que duermas y que no veles | | entre
tantos enemigos, | | Alma, ¡qué claros testigos | | son
que de mí no te dueles! | 915 | Cuando está por los
canceles | | Cristo tu Esposo mirando, | | y cuando te está
buscando, | | ¿estás, Pastora, durmiendo; | | y cuando
me estoy muriendo | 920 | me estás, ingrata, olvidando?
| | Alma, ¿qué es esto? |
|
|
CORDERA | (Entre sueños.) | Señor,
| | yo no os dejo, ni podría. | |
|
|
|
PASTOR | Alma
mía, | | ¿duerme tu olvido o tu amor? | 925 | Aquí tienes
tu Pastor. | |
|
|
CORDERA | (Entre sueños.) | Conozco
que mi Cuidado | | fue, por escuchar, culpado, | | a unos traidores
fingidos; | | que, si no les diera oídos, | 930 | no hubieran
al Alma entrado. | |
|
|
|
CORDERA | (Entre sueños.) | Sí,
señor: | | tanto como a Dios os quiero. | |
|
|
|
CORDERA | (Lo mismo.) | Remedio
espero. | |
|
|
|
CORDERA | (Lo mismo.) | Mi
grande error. | 935 |
|
|
PASTOR | Como tengo mucho
amor, | | mucho sé yo perdonar. | |
|
|
CORDERA | (Despierta.) | Parece que os oigo hablar. | |
|
|
PASTOR | Despierta:
hablemos los dos. | |
|
|
CORDERA | ¡Ay, Dios! Pensaba
que Dios... | 940 |
|
|
|
CORDERA | Pero
fue soñar. | | ¡Ay cielos! ¿Quién está
aquí? | |
|
|
PASTOR | Un Mercader de ganado,
| | que lo perdido y hurtado | | vengo a recobrar aquí.
| 945 |
|
|
CORDERA | A quien me ha comprado a mí
| | costó mi rescate un día | | tanta sangre, que
vertía | | agua en su lugar. Fue sueño, | | pues
este dichoso dueño | 950 | soñaba yo que tenía.
| |
|
|
|
CORDERA | Un
fiero, | | un Lobo que me ha engañado: | | por culpa de
mi Cuidado, | | perdí mi Pastor Cordero. | 955 | Y aunque
loco y lisonjero | | me promete un galardón, | | si llega
a mi posesión, | | todos los bienes del suelo. | | ¿Cómo
tendré, sin el cielo, | 960 | alegre mi corazón?
| |
|
|
PASTOR | De ese villano he comprado | | ganado
perdido yo. | | Y no porque él lo crió, | | mas
porque lo tiene hurtado. | 965 | Pues engañó tu Cuidado,
| | no le creas. |
|
|
CORDERA | Yo
vivía | | donde por madre tenía | | la Fe, que no
he de perder, | | pues no le pienso creer, | 970 | mas a la Fe, madre
mía. | |
|
|
PASTOR | ¿Quisiérasme
más a mí, | | si yo de aquí te sacara
| | y a unos pastos te llevara | | llenos de luz? |
|
|
|
PASTOR | Hay unas aguas allí
| | que dan gracia y perfección. | |
|
|
CORDERA | Eso
en tanta confusión | | soñaba mi voluntad; | |
mas no diré si es verdad, | 980 | que los sueños
sueños son. | |
|
|
PASTOR | Pues verdad
es, Alma mía: | | yo soy tu amado Pastor. | | (Descúbrese.)
|
|
|
CORDERA | Dadme vuestros pies, Señor,
| | (Póstrase.) | por que en ellos de alegría
| 985 | muera este dichoso día. | |
|
|
PASTOR | (La levanta del
suelo.) | Ven conmigo. |
|
|
CORDERA | Iré
con Vos | | como con Dios, pues sois Dios. | | Mi voluntad está
aquí. | |
|
|
PASTOR | No está, que
vendrá tras ti, | 990 | si vamos juntos los dos. | |
|
|
|
(Vanse.
Y sale EL LOBO.)
|
CUIDADO | ¡Ay, ventura
tan grande! ¡Ay, tan extraña | | fuerza de amor! |
|
|
LOBO |
¿Qué
es esto? ¿Forasteros | | osan entrar en mi infernal cabaña?
| |
|
|
CUIDADO | (Aparte.) | No espero yo tus desatinos
fieros. | 995 |
|
|
LOBO | Detente: ¿Eres pastor de
esta montaña? | |
|
|
CUIDADO | (Aparte.) | Pies
del Cuidado suelen ser ligeros. | | ¡No más llegarme
a lobos disfrazados, | | ni más fiarme de ángeles
barbados! | |
|
|
LOBO | Sospecha me ha dejado justamente
| 1000 | este villano. ¡Cosa que ya quiera | | piadoso Dios y enamorado
ausente, | | sacarme de las uñas la Cordera! | | Escribirále
a algún pastor que intente | | vencerla con amores.
Pero espera, | 1005 | que te quiero mirar... |
|
|
|
(Acércase a
la cabaña. Sale EL APETITO.)
|
APETITO | Ya
por tus voces | | echo de ver que la traición conoces.
| |
|
|
|
APETITO | Que
ha robado | | Cristo de tu cabaña la Cordera. | |
|
|
LOBO |
¿Cómo robado, ausente su Cuidado,
| 1010 | y ella durmiendo, cual si piedra fuera? | |
|
|
APETITO | Yo
los vi juntos por el verde prado, | | y del Jordán pasada
la ribera, | | a donde la lavó de sus errores, | | subir
al monte de Sión por flores. | 1015 |
|
|
LOBO | ¿Por
qué no la tiraron mis villanos | | mil piedras? |
|
|
APETITO |
Ya
otras veces los hebreos | | pastores, con las piedras en las
manos, | | ejecutar quisieron sus deseos; | | mas temen los azotes
inhumanos | 1020 | que, mirando en el templo sus empleos, | | les
dio una vez con hondas de cordeles. | |
|
|
LOBO | ¿Cuándo
manos de Dios fueron crüeles? | | Si Él a mí
me azotara por su mano, | | no me doliera tanto su castigo,
| 1025 | y más siendo ya Dios Pastor humano. | | No parte en
sus flaquezas, mas testigo. | | Azotóme Miguel tan inhumano,
| | que del fiero rigor blasfemias digo; | | que si de Dios por
propia mano fuera, | 1030 | algo de bien, en ser de Dios, tuviera.
| |
|
|
APETITO | De que Job se quejó te
has olvidado, | | cuando decía, de miserias lleno, | | que la mano de Dios le había tocado. | |
|
|
LOBO | No
hay castigo de Dios sin algo bueno. | 1035 | Pero Dios, en efecto,
¿me ha robado | | mi Cordera, o la suya en pasto ajeno. | | ¡Pesar
en cuanto no es Él mismo digo | | cuando por Él
de tanto bien me privo! | | Pues yo revolveré cielos
y tierra, | 1040 | mares, ríos, con estos brazos solos; | | el Nilo, y el Jordán, y cuanto encierra | | con llave
de oro el sol en sus dos polos. | | Hoy le publico a Dios segunda
guerra, | | y cuerpo a cuerpo nos matamos solos. | 1045 |
|
|
|
LOBO | Estoy
airado | | de ver que de mi robo se ha vengado. | | Hablaba Dios
con su Cordera un día, | | y le decía: -¡Oh Alma!
¿Qué te he hecho | | (haciendo de una viña alegoría)
| 1050 | que me has abierto en una cruz el pecho? | | Lo mismo digo
yo: -Cordera mía, | | ¿qué te hizo mi amor? |
|
|
APETITO | ¡Qué
sin provecho | | te quejas del Pastor! |
|
|
LOBO | Quiero
cansarme, | | por parecerme a Dios hasta en quejarme. | 1055 |
|
|
|
(Por
el monte opuesto, EL PASTOR CORDERO y LA CORDERA. Suben al
monte. Hay una cruz en una granada. LA CORDERA sobre el hombro
del PASTOR; él, coronado, de espinas; ella, de rosas.)
|
PASTOR | Alma, al eterno descanso | | se va
por esta aspereza. | |
|
|
CORDERA | Si voy sobre
vuestros hombros, | | Pastor, ¿qué queréis que
sienta? | | Pero ¿quién podrá subir, | 1060 | oh misericordia
inmensa, | | al Tabor de vuestra gloria? | |
|
|
|
CORDERA | Un día,
Cordero mío, | | me dijo un pastor profeta | 1065 | que a vuestro
monte podía | | subir el que limpio lleva | | el corazón
y las manos | | lavadas en su inocencia. | |
|
|
PASTOR | Dulce
y agrio es el camino | 1070 | de aquesta granada bella. | |
|
|
CORDERA |
¿Cómo lleváis vos espinas,
| | y yo flores? |
|
|
PASTOR | Por
que tengas | | tú el descanso, y yo el dolor; | | tú
la gloria, y yo la pena. | 1075 |
|
|
LOBO | ¿Son aquéllos,
Apetito, | | que van por aquella senda, | | la Cordera y el Pastor?
| |
|
|
|
LOBO |
Pastor, que al monte de Sión caminas,
| 1080 | con mi Cordera al hombro fatigado, | | vuélveme el
robo; detenedle, espinas. | | ¡Basta que vaya de ellas coronado!
| | ¿Debajo de qué sombra el pecho inclinas, | | Alma,
que por quererle me has burlado? | 1085 | ¡Mira que es cruz y mira
que yo vengo | | por ti, para llevarte al bien que tengo! | |
|
|
APETITO | Ella se sienta, y Él se
va subiendo | | por la cruz, a ponerse en los tres clavos.
| |
|
|
LOBO | ¿Qué haré, Apetito,
que me estoy muriendo? | 1090 |
|
|
APETITO | Llama a
tus lobos; vengan los más bravos. | |
|
|
PASTOR | En
aquesta cabaña, en que, perdiendo | | la vida, redimí
tantos esclavos, | | has de vivir sirviéndome, Alma
mía, | | hasta que llegue de mi gloria el día.
| 1095 |
|
|
CORDERA | Desde aquí miro, Señor,
| | la cabaña verde y fresca | | donde el Lobo me tenía.
| |
|
|
PASTOR | Pintó flores, fingió
yerbas: | | ¿Quieres ver cómo eran falsas? | 1100 | Pues quitada
la cubierta, | | mira el fuego que descubre. | |
|
|
|
(Deshácese
la cabaña del LOBO con fuego.)
|
APETITO | Ya
sus engaños la muestra. | |
|
|
PASTOR | En
esta cabaña mía, | | puesto que es penosa y seca,
| 1105 | hay esperanza segura | | de la gloria que deseas. | | Pero
ya es tiempo que comas | | el pasto, amada Cordera, | | que en
prendas de tanta gloria | 1110 | dejé a mi Esposa, la Iglesia.
| |
|
|
|
(Música. Descúbrase una cortina, y estará
el Santísimo Sacramento cubierto de una cruz.)
|
CORDERA |
¡Oh Pan del cielo! ¡Pan vivo! | | ¿Es posible
que en la tierra | | Pan de ángeles come el hombre?
| |
|
|
LOBO | Desata, lengua blasfema, | 1115 | el silencio
de los labios, | | contra aquella blanca prenda | | de cuanto
Dios le ha de dar | | al Alma que le confiesa | | por su Dios,
por su Señor. | 1120 | ¡Que en la mesa de la Iglesia | | quiera
darse en Pan de vida | | el Pastor a la Cordera! | | Rabio, enfurézcome,
muero; | | y ¡ojalá morir pudiera! | 1125 | Pero no puedo morir,
| | que a vivir Dios me condena | | eternamente como Él.
| | ¡Oh Pan, que más me atormentas | | que la Cruz! Que
al fin la Cruz | 1130 | a Dios la vida le cuesta, | | que me venga
en algún modo | | por sus dolores y afrentas. | | Apenas
puedo mirarle, | | que, con ser mi pena eterna, | 1135 | para tantas
penas mías | | parece que faltan penas. | | Infierno soy
de mí mismo: | | ¡no me diera Dios licencia | | para que
con estos dientes, | 1140 | como lobo y como fiera, | | deshiciera
aquel Cordero! | | ¡Guárdate, Alma, que si pecas | | y
otra vez te vuelvo acá, | | no hayas miedo que allá
vuelvas! | 1145 |
|
|
CORDERA | No haré, Lobo,
que ya soy | | Esposa de Dios. |
|
|
LOBO | Pues
prueba | | a salir de su cabaña. | |
|
|
CORDERA | No
saldré (por más que sepas), | | dándome
aquí Dios su gracia | 1150 | y después su gloria eterna.
| |
|
|