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El sepulcro de D. Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona

José Morgades y Gili





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El Obispo de Vich, correspondiente de la Real Academia de la Historia, tiene la honra de acudir á tan sabia Corporación, pidiendo dictamen acerca de la inscripción del Monumento dedicado al conde de Barcelona D. Ramón Berenguer IV, llamado el santo, en la Iglesia de Santa María de Ripoll, perteneciente á esta diócesis.

Tan antigua y egregia Basílica fué un día monasterio de monjes benedictinos, cuna de la restauración cristiana de Cataluña y sepultura de los primeros Condes soberanos de Barcelona desde Wifredo el Velloso hasta Ramón Berenguer IV. Restaurada venturosamente medio siglo después del lamentable incendio que padeciera en 1835, nuestro primer cuidado fué, no bien tuvimos la incomparable dicha de proceder á la consagración de la referida Iglesia en 1.º de Julio de 1893, el de proceder en la tarde del mismo día procesionalmente á la translación de los restos de los Condes de Barcelona y Abades del monasterio que habían podido salvarse, levantándose por el Notario mayor del Reino, representado por el Exmo. Sr. Decano del Colegio notarial de Barcelona, el acta oportuna1 de tan solemne ceremonia.

No pudo, sin embargo, llevarse á efecto dicha translación respecto del Conde D. Ramón Berenguer IV, porque habían desaparecido sus restos en el deplorable incendio de 1835. Por lo cual, los Caballeros de la Sagrada Orden militar del Santo Sepulcro, del Capítulo de Barcelona, deseosos de honrar la memoria de tan excelso Príncipe, que había pertenecido á la misma Orden, acordaron á propuesta del Comendador D. Carlos de Odriozola costear un monumento en la expresada Basílica, que recordase á las   —478→   generaciones venideras las virtudes que al Conde habían merecido el nombre de Santo, así como también que se consignase en la lápida, el hecho histórico, glorioso para dicho Príncipe, de haberle hecho en 1140 las Órdenes militares del Santo Sepulcro, del Hospital y del Temple en Jerusalén cesión del derecho que les perteneciera de poseer el reino de Aragón en virtud del testamento de D. Alfonso I el Batallador.

El monumento ya está hecho bajo la dirección artística del arquitecto D. Francisco Rogent y esmerada ejecución del escultor Sr. Vives, inspirándose en el estilo de la época á que se refiere. La inscripción ha de abrirse en una piedra calcárea de las canteras de Rimat (Lérida), en forma semicircular de 12 palmos de diámetro, y correr bajo el escudo condal de la casa de Barcelona. Redactada con el concurso de personas doctas y versadas en lengua latina y á la vista de los documentos históricos que se acompañan, es del tenor siguiente:

Símbolo


In hoc almo Coenobio Sanctae Mariae Rivipollensis
septem abhinc saeculis in pace
quievit corpus incorruptum Raimundi
Berengarii IV Comitis Barchinonensis et
Principis Arragonensis, cognomento Sancti  5
cui omnis conventus Ordinis Sacrosancti
Sepulcri Hierosolymitani necnon sanctissimi
Hospitalis, venerandaeque militiae Templi
regnum Arragoniae ipsis ab Alphonso I in
suo testamento dimissum concessere XVI kalendas  10
Octobr. ann. MCXL.
Quod quidem corpus a Gallis invasoribus
ann. MDCCXCIV profanatum, postea ann. MDCCCXXXV
fuit infando incendio sacrilege consumptum.
Anno vero MDCCCXCIII Basilica féliciter instaurata  15
—479→
munificentia ac sedulitate Illustrissimi
viri D. D. Josephi Morgades et Gili Episcopi Vicensis
Equites Sancti Sepulcri ex Coetu Barchinonensi
tanti Principis suique confratris memores
hoc monumentum posuere.  20




Documentos históricos que justifican la inscripción

1

Testamento del rey de Aragón, Alfonso I el Batallador, que otorgó en el mes de Octubre de la Era 1169 (año 1131) estando en el cerco de Bayona, y en el que dejó por herederos de su Reino á las Órdenes religioso-militares del Santo Sepulcro, del Hospital y del Temple en Jerusalén por iguales partes2.

«Itaque post obitum meum heredem et successorem relinquo mihi Sepulchrum Domini, quod est in Iherosolymis, et eos qui observant et custodiunt illud, et ibidem serviunt Deo, et Hospitale pauperum quod Iherosolymis est, et Templum Domini cum militibus qui ad defendendum Christianitatis nomen ibi vigilant».

2

Testamento del mismo Rey, Alfonso I de Aragón, otorgado en la Era 1172 (año 1134) en el mes de Septiembre antes de la fiesta de la Natividad de Nuestra Señora, en el castillo y población de Sariñena, por el que revalidó y confirmó el anterior testamento, dejando igualmente por herederos de sus Reinos á las expresadas Órdenes militares del Santo Sepulcro, del Hospital y del Temple3.

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«His tribus totum meum regnum concedo; dominicatum quoque quod habeo in tota terra regni mei..... cum tali lege ac consuetudine qualem pater meus et ego actenus habuimus et habere debemus.»

3

Carta (alphabeto divisa) otorgada á 16 de las kalendas de Octubre (16 de Septiembre del año 1140, en la que Guillermo, patriarca de Jerusalén y todo el Convento y Capítulo del Santo Sepulcro, representados por Raimundo Maestre del Hospital, conceden al Conde de Barcelona Ramón Berenguer la parte que les pertenecía en el reino de Aragón4.

«Guillelmus Iherosolimitanus Dei gratia Patriarcha, una cum omni conventu totius ecclesiae Dominici Sepulcri..... concedimus tibi suprascripto Comiti Barchinonensi Raimundo tuaeque cunctae progeniei... partem, quae pertinet Dominico Sepulcro, suprascripti regni.»

4

Diploma, ó carta (alphabeto divisa), otorgada igualmente á 16 de las kalendas de Octubre de 1140, en que Raimundo Maestre del Hospital de Jerusalén y Custodio del mismo concede al expresado Ramón Berenguer Conde de Barcelona la parte, que pertenecía al Hospital, del reino de Aragón5.

«Raimundus, Hospitalis Iherusalem Custos, una cum fratribus Hispaniarum atque consilio et assensu nobilium militum Aragonensis regni, qui hoc juraverunt, damus et concedimus Comitis Raimundo Barchinonensi tuaeque cunctae progeniei ad servitium Dei et fidelitatem Hospitalis, partem, quae pertinet Hospitali, supradicti regni.»

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5

Carta ó diploma de Guillermo patriarca de Jerusalén y de todo el convento del Santo Sepulcro, expedida en Jerusalén á IV de las kalendas de Septiembre (29 de Agosto) de 1141, confirmando la cesión hecha á nombre de la Orden del Santo Sepulcro en favor del Conde de Barcelona Ramón Berenguer, de la parte que les correspondía en el Reino de Aragón6.

«Tibi Raimunde, venerande Barchinonensium comes, quem utilem et necessarium ad terram regendam et defendendam et sanctarum Iherusalem virtutum amatorem cognovimus, tuaeque cunctae progeniei ad servitium Dei et fidelitatem praedicti Sepulcri partem, quae pertinet jam dicto Dominico Sepulcro supra scripto, regni damus et concedimus.»

6

Carta de Guillermo patriarca de Jerusalén y del prior del Santo Sepulcro, dirigida al expresado Conde Ramón Berenguer en la fecha del documento anterior, anunciándole la cesión, que habían otorgado á su favor en consideración á las virtudes que en él resplandecían, de la tercera parte del reino de Aragón y admitiéndole por esta razón en la confraternidad del Santo Sepulcro7.

«Quoniam vestrae admirabilis et eximiae probitatis virtus in tantum divina gratia cooperante effloruit, fraternitatem nostram et participationem omnium bonorum quae agimus ante Deum concedimus».

7

Bula del papa Adriano IV, expedida en Sutri á VIII de las kalendas de Julio (24 de Junio) de 1158 aprobando con autoridad   —482→   Apostólica la cesión que las Órdenes del Santo Sepulcro, del Hospital y del Temple habían hecho, en favor del Conde Ramón Berenguer, del reino de Aragón que les había dejado el rey Alonso I en su testamento8.

«Totam terram, quam Adefonsus quondam Aragonensium rex, sine herede decedens, Sepulcro Domini, Hospitali et Templo pro animae suae salute reliquit, et fratres Sepulcri cum assensu Patriarchae, Hospitalarii et Templarii eamdem terram tibi postea concessisse... auctoritate Apostolica confirmamus».

8

Testamento sacramental de Ramón Berenguer, Conde de Barcelona y Príncipe de Aragón, otorgado de palabra y ante testigos, estando gravemente enfermo en Burgo de San Dalmacio en Italia, á 4 de Agosto de 1162, y averado en Huesca á 11 de Octubre del mismo año ante la reina viuda doña Petronila y los obispos y magnates del reino; y en el que, después de nombrar sus herederos, ordenó que fuese sepultado su cuerpo en la iglesia de Santa María de Ripoll9.

«Dimisit corpus suum ad sepeliendum Sanctae Mariae Rivipollensi».

9

Bula del papa Alejandro III, dirigida á Guillermo de Torroja, obispo de Barcelona, dada en Sens á 6 de Julio de 1164, alabando la devoción á la Sede Apostólica y á la Santa Iglesia Romana del difunto Ramón Conde de Barcelona, de veneranda memoria10.

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«Reducentes etiam ad memoriam quanta cura et diligentia illum virum recolendae memoriae Raimundum quondam Barchinonensem Comitem et terram eius in nostram et Ecclesiae studueris devotionem inducere et charissimum tandem filium nostrum Ildefonsum illustrem Aragonum regem, filium eius, in eadem animare satageris et fovere».

10

Martirologio del monasterio de Santa María de Ripoll, escrito á fines del siglo XII, ó principios del XIII, en que se consigna y conmemora el óbito (6 Agosto, 1162) del ínclito marqués Raimundo, conde de Barcelona en el Burgo de San Dalmacio, translación de su cuerpo al monasterio, sepultura y manifiestos milagros11.

«VIII Idus Augusti. Eodem die obiit inclitus Marchio Raimundus Berengarii, Comes Barchinonensis, Princeps Aragonensis. Hic post captas Almeriam, Tortosam, Ilerdam et Fragam civitates multaque oppida, quae Dei virtute protectus pugnando ab Agarenis extersit, in Italia apud vicum sancti Dalmacii diem clausit extremum; corpusque suum ad Rivipollense monasterium transportatum est et in ecclesia honorifice tumulatum; ibique satis evidentibus claruit miraculis.»

11

Pergamino de letra antigua, que se leía junto al sepulcro del Conde12.

«In obitu etiam suo claruit miraculis, tam in Italia quam per totam Provinciam; necnon por totum iter, dum corpus eius ad monasterium Rivipollense afferretur, ubi, et iussu ipsius adhuc viventis in ecclesia, in hoc sepulchro honorifice tumulatum requiescit, saepe et saepissime evidentibus crebris claruit miraculis.»

  —484→  

12

Letrero en la caja exterior del antiguo sepulcro de D. Ramón Berenguer IV, donde estaba representada con el escudo de armas del Principado de Cataluña (siglo XIV ó XV) la efigie del mismo Conde, sentado con espada y cetro13:


«Dux ego de matre, rex coniuge, Marchio patre,
Marte, fame, fregi Mauros, dum tempora degi;
Et sine iactura tenui Domino sua iura.»



13

Urna de plata en que fué encerrado el cuerpo del Conde14.

«Corpus nobilissimi Principis ad suam est patriam reportatum; et in Rivipullensi monasterio, quod ipse plurimum dilexerat, honorifice est sepultum; et in sepulchro argenteo tumulatur.»

14

Relación fidedigna de la entrada del ejército de la República francesa en Cataluña, año de 179415.

El día 11 de Junio de 1794 entraron en la villa de Ripoll unos nueve mil franceses y se partieron seis días después. Notando el Prior del monasterio las intenciones del Jefe de aquellas tropas, cuyas miradas se fijaban en el Sepulcro del Conde D. Ramón Berenguer IV: «Señor, le dijo, la presente Comunidad espera que haréis respetar este precioso sarcófago que pertenece á uno de los más ilustres Príncipes de España; constando que esta Iglesia y monasterio estuvieron bajo la protección de vuestros antiguos   —485→   soberanos Luís el Transmarino y Lotario, cuyos diplomas conservamos». El jefe de aquellas tropas, escudándose en el decreto de la Convención nacional de 31 de Julio de 1793, que disponía que las tumbas y mausoleos de los reyes, erigidos en toda la extensión de la República se destruyesen, y en el hecho de haber sido profanadas, ocho meses antes, las sepulturas reales en el templo de San Dionisio, no accedió á la súplica. Mandó escudriñar lo interior al sarcófago, del que se llevó toda la plata y la espada, en tantas lides victoriosa, que desprendió del cadáver incorrupto del Conde.

15

Quema sacrílega de los restos mortales del Conde D. Ramón Berenguer IV en 1835. Relación tomada de testigos oculares16.

El indisciplinado batallón de tiradores de Isabel II, llamados miqueletes, que á 9 de Agosto de 1835 incendiaron el monasterio de Ripoll, se propasó á sacar de su sepulcro el cadáver incorrupto del Conde D. Ramón Berenguer IV, llamarle á juicio, apostrofarlo, escarnecerlo y condenarlo á la hoguera.

16

El obispo que suscribe, obrando como legítimo sucesor de los abades de Ripoll en la plena jurisdicción del monasterio de Ripoll, fábrica de su templo, claustro y demás pertenencias que á su tiempo se habían exceptuado de la desamortización, hizo en 13 de Octubre de 1883 la oportuna exposición al efecto de restaurarlo para el culto y servicio parroquial con arreglo á los planos aprobados por la Real Academia de San Fernando y bajo la protección del Estado; á lo que se defirió en virtud de Real orden del 3 de Noviembre del mismo año. Hecha la restauración en la forma y á expensas de las personas y Corporaciones indicadas por el acta   —486→   solemne del 1.º de Julio de 189317, fué devuelta y consagrada al culto la basílica en el día siguiente con asistencia de todos los obispos de la metrópoli de Tarragona.

17

Letras patentes del Reverendísimo Patriarca de Jerusalén, Ludovico Piavi, Gran Maestre de la Orden del Santo Sepulcro, expedidas en Jerusalén á 10 de Febrero de 1891, y provistas del Regium exequatur. Aprueban que en Barcelona se constituya un Capítulo de Caballeros de la Orden18.

«Assentimur et approbamus constitui Barcinone Coetum nostri Ordinis Sancti Sepulchri.»


Tales son los documentos históricos que se han tenido presentes para trazar la expresada inscripción, dedicada á la memoria de D. Ramón Berenguer IV, que someto al examen y deliberación de V. E.

Palacio episcopal de Vich, 1.º de Abril de 1895.

José, obispo de Vich,
y administrador apostólico de Solsona.







 
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