Pre-Textos, Valencia, 2012, 65 págs.
El viento se llevará las palabras, pero no las destruye.
Siempre se regresa a otro lugar. Nunca se vuelve del mismo sitio.
Una piedra respira por tu tacto.
El deseo es más fuerte aún cuando pende de un hilo.
Es preferible el brote verde de las ideas que el tronco seco de la convicción.
La fe une.
El conocimiento desata.
Hay verdades que son inhumanas. Te ayudan a saber, pero no a vivir.
La velocidad nos demuestra que no hay destino.
La indiferencia atenta, ¡qué mayor crueldad!
Más peligroso que falsear la realidad resulta falsear la imaginación.
La Naturaleza nunca fracasa.
La inercia es la elección de los idiotas.
La verdad, como poco, lleva una doble vida.
Cuando perdemos, perdemos más de lo que tenemos.
Cuando se mira demasiado, no se ve demasiado.
La eternidad tiene los días contados.
Lo que posees te hace desaparecer.
La inteligencia tiende a ocultarse, la necedad a la alegre expansión.
Un recuerdo, árbol entre la niebla.
La oscuridad es un cadáver, y no sabes de quién.
Me gusta no ser quien no soy.
En ocasiones ser honesto es un acto de silenciosa vanidad.
Pensar: reconocer la incertidumbre.