Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.

Ramón EDER, Ironías

Renacimiento, Sevilla, 2018, 224 págs.

La vida, bien entendida, consiste en olvidar los días inolvidables.


El carácter se forma los domingos por la tarde.


Cuando oigo decir que un libro es muy profundo, siempre pienso que el que lo dice no ha conseguido llegar hasta el final.


Los libros cuando son malos son muy caros, y cuando son buenos son una ganga.


Se ahogaba en un vaso de agua y hablaba de maremotos.


No sé si Dios existe, pero lo cierto es que insiste.


No hacer un regalo a tiempo puede costar muy caro.


Contra el patético quiero y no puedo, nada mejor que practicar el elegante puedo y no quiero.


Cuanto más se conoce a una persona más misteriosa parece.


Blasfemar es rezar al revés.


Hay personas que tienen un mal gusto infalible.


La alegría nos hace invulnerables.


Es conveniente tener nociones de náutica, aunque se viva tierra adentro. La mala salud nos hace ver cosas que la buena salud nos tapaba.


A las personas que tienen dos caras hay que mirarlas de perfil.


No hay que ser envidioso, pero que nadie te envidie resulta sospechoso.


Solo los muy positivos pueden frecuentar a los muy negativos sin contaminarse.


La vida es rarísima porque no hay dos días iguales.