1
GÓNGORA, Obras completas, Ed. MILLÉ, Madrid, 1956, pp. 382 y 509, respectivamente.
2
En este mismo año, elogian también el Faetón SUÁREZ DE FIGUEROA en El pasajero, Madrid, 1617, fol. 282, y VILLEGAS, en Las Eróticas, segunda parte, Nájera, 1617, Elegía VI: Al conde de Villamedina, en alabanza de su Faetón. LOPE hace poco después en Justa poética y alabanzas justas que hizo la insigne villa de Madrid al bienaventurado San Isidro... Madrid, 1620, fol. 127r.
3
V. A. GALLEGO MORELL, El mito de Faetón en la literatura Española, Madrid, C. S. I. C., 1961.
4
Con esta frase termina la epístola (en este caso el subrayado es nuestro). La generosidad de Villamediana era proverbial en aquella época. Bajo este aspecto lo elogiaron, entre otros, CERVANTES, Viaje del Parnaso, Madrid, 1614, folio 67 v.); GÓNGORA (ed. cit., p. 519); LÓPEZ DE HARO (Nobiliario. Segunda parte, Madrid, 1622, p. 18 y sigs.), etc.
5
VILLAMEDIANA, Obras, Zaragoza, 1629, p. 166.
6
Quien ha reunido más datos sobre Ponce, a pesar de haber tratado de él de una manera incidental, ha sido ENTRAMBASAGUAS en su magnifico libro Una guerra literaria del Siglo de Oro. Lope de Vega y los preceptistas aristotélicos. (Recogido en sus Estudios sobre Lope de Vega, Madrid, C. S. I. C., 1946-7. T. I y II). En él se nos da, en una extensa nota, un esbozo biobibliográfico de Ponce (T. I, páginas 335-7) y se estudia, en distintos pasajes, su intervención en dicha guerra literaria.
7
Su filiación gongorina era bien conocida: el abad de Rute y Angulo y Pulgar lo citan entre los eruditos partidarios de Góngora. Por cierto que el último lo incluye junto a los defensores del circulo cordobés, dato que nos hace suponer una estancia de Ponce en la ciudad andaluza. (V. ARTIGAS, Luis de Góngora. Biografía y estudio critico, Madrid, 1925, pp. 419 y 237).
8
Cit. por PÉREZ PASTOR en su Bibliografía madrileña, Madrid, 1907, t. III, página 37, y por ENTRAMBASAGUAS, ob. cit., t. I, p. 335.
9
V. Inventario general de manuscritos de la Biblioteca Nacional, Madrid, 1953. t. I, núm. 290. En este manuscrito, después del trabajo de Ponce, se copian, sin dar nombre de autor, tres epitafios de Villamediana a don Rodrigo Calderón. La primera edición, aquí reseñada, no los incluye. Sí Valladares, v. más abajo, que publicó dos de ellos, creyendo, tal vez con razón, que constituían como un apéndice colocado allí por el mismo Ponce. De ser así, tendríamos de nuevo reunidos literariamente al autor y al destinatario de esta carta. Uno de los epitafios, el soneto Este que en la fortuna mis subida (Villamediana, Obras, 1629, página 149) es, seguro, del conde. Los otros dos han sido publicados como suyos, sin que se pueda asegurar de una manera completa esta atribución: Yace en esta piedra dura (GARCÍA PERES, Catálogo... de autores portugueses que escribieron en castellano, Madrid, 1890, p. 574) y Aquí yace Calderón (CASTRO, El conde-duque de Olivares y el rey Felipe IV, Madrid, 1846, p. 45).
10
Cit. por ALENDA en sus Relaciones de solemnidades y fiestas públicas de España, Madrid, 1903, p. 211; por PÉREZ PASTOR, ob. cit., t. III, p. 121, y por ENTRAMBASAGUAS, ob. cit., t. II, p. 72.