| Pero, sabes qué, | | |
| yo no sé si paraíso, infierno o qué | | |
| pero el lugar al que fui no es como lo describen los
curas, | | |
| cristianos y paganos, | | |
| vaya que hay putas y vaya que no hay angelitos, | | |
| es un paraíso en blanco y negro, | | |
| o colores si tienes con qué pagar tu
subscripción | | |
| al servidor de cable más cercano. | | |
| Por eso yo no creo en paraísos, | | |
| y mucho menos en santos, querubines y calles sin putas. | | |
| El gris es gris aquí y en Cafarnaum | | |
| y ni los que pintaron
Lo que el viento se llevó | | |
| le pueden pintar la cara a la miseria. | | |
| Sabes, cuando alguien me regaló un reloj | | |
| recortado de
Cosmopolitan | | |
| creí que era una broma, y reí. | | |
| Pero cuando le vi la cara a Dios no me reí en
absoluto, | | |
| tal vez él sí, no sé. | | |
| Lo curioso en esta «Divina Comedia» no son las
respuestas, | | |
| ¿Quién hace la broma? | | |
| ¿Quién ríe al final del show? | | |
| Cuando uno mira el show | | |
| desde alguna sucia butaca | | |
| no sabe a ciencia cierta cuál es su papel | | |
| porque es una comedia en la que todos, tarde o temprano, | | |
| tenemos algún rol. | | |
| Y para reír sabemos lo que la vida nos ha
enseñado. | | |
| En mi tierra, tierra de masacres y fosas comunes, | | |
| sabemos que el último será el primero. | | |
| Y de eso sí que sé yo. | | |