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11

Manuel Flores Mora, «Cultura uruguaya de los 40», en Manuel Flores Mora, Homenaje a cargo de la ‘Cámara de Representantes’, Montevideo, 1986, p. 284.

 

12

Carlos Real de Azúa, «Introducción» a AA. VV., Antología del ensayo uruguayo (coord. C. R. d. A.), Universidad de la República, Montevideo, 1964, p. 43.

 

13

Ángel Rama, La generación crítica, Arca, Montevideo, 1972, p. 48. A partir de 1954 desaparecieron las principales revistas culturales, o bien se transformaron en revistas prevalentemente de tipo sociopolítico (cfr. ivi, páginas 181-182). Cfr. también Álex de Álava, «Revisión de Revistas», Revista Iberoamericana, n. 160-161, 1992, pp. 877-89.

 

14

Uruguay, gracias sobre todo a la exportación de géneros de primera necesidad (lana y carne) durarte las dos guerras mundiales, había alcanzado un notable bienestar económico. La prolongada y casi ininterrumpida dirección política del colorado José Batlle y Ordóñez (1903-1915) y su rol carismático hasta su muerte (1929), así como la tradicional neutralidad política de las Fuerzas Armadas, habían asegurado una avanzada legislación social, la modernización y secularización del Estado y la estabilidad política. Antonio Pérez García individualiza en el trienio 1954-57 el momento de máximo bienestar, tras el que inicia la inevitable decadencia de un país que no había sabido aprovecharse de las favorables condiciones internacionales para crear una industria moderna y competitiva (A. P. G., Política y sociedad, Nuestra Tierra, Montevideo, 1969, pp. 14 y sig.).

 

15

Fernando Aínsa, «El exilio español en Uruguay», Cuadernos Hispanoamericanos, n. 473-4, 1988, p. 159. Cfr. también, del mismo autor, «Testimonianza sull’esilio spagnolo in Uruguay», en AA. VV., Fascismo ed exilio, II, Giardini, Pisa, 1990, pp. 11-24.

 

16

José Bergamín, «Aquella luz del Bosque de Carrasco» (entrevista de Hortensia Campanella), El Día, Montevideo, 15-3-1981, p. 3.

 

17

Cfr. Marcha, n. 401, 17-10-1947.

 

18

Eduardo Dieste nació en Rocha (Uruguay), pero cursó sus estudios en Santiago de Compostela, volviendo a Uruguay en 1911. Nombrado cónsul en Londres y luego en España (1931-1936), desarrolló una intensa actividad en Madrid, fundando la revista PAN (Poetas Andantes y Navegantes). Regresó a Montevideo en 1936, permaneciendo largos años en Uruguay antes de trasladarse a Santiago de Chile, donde falleció en 1954. Su hermano Rafael, en cambio, vivió en España, participó en la guerra civil y fundó la revista Hora de España.

 

19

Ángel Rama, ob. cit., p. 23.

 

20

Cfr. José Bergamín, La decadencia del analfabetismo, Renuevos de Cruz y Raya, Santiago de Chile-Madrid, 1961; y Giuseppe Gentile, Rosa María Grillo, «Lorca e Bergamín: il duende analfabeta», en AA. VV., L’imposible / posible di Federico García Lorca (coord. L. Dolfi), ESI, Napoli, 1989, pp. 201-17.