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71

José Bergamín, Poesía, I, Turner, Madrid, 1983, 2.ª ed., p. 26.

 

72

Cfr. Diego Martínez Torrón, ob. cit., pp. 69-70.

 

73

Durante los años de exilio sin duda privilegió la forma del soneto, aunque sin dejar de cultivar los versos cortos de la tradición popular; en 1941 escribe a Rafael Alberti que «ya pasan de treinta los [sonetos] que llevo escritos y acaso pudiera recogerlos en un librito con el título general y alusivo de Burladera: Burladera de sonetos líricos» (cfr. Gonzalo Santonja, Al otro lado del mar. Bergamín y la Editorial Séneca, Galaxia Gutemberg-Círculo de Lectores, Barcelona, 1997, p. 210).

 

74

Carta en que Rafael Conte, en 1978, explicaba las causas de su elección de Bergamín como «la personalidad literaria más completa por la amplitud de su expresión y con mayor proyección sobre nuestra cultura dentro y fuera de España». Litoral, en 1978, realizó una convocatoria entre intelectuales y críticos para aclarar cuál de los miembros aún vivos de la generación del 27 era más representativo; el más votado resultó Bergamín, quien preparó la antología poética Por debajo del sueño, publicada por Litoral en 1979. Litoral y Ediciones UNESCO han publicado, en el centenario bergaminiano, una reedición de la antología (Málaga, 1995), ampliada con las respuestas de los 44 intelectuales convocados (Bergamín obtuvo 30 votos).

 

75

Pedro Salinas, Homenaje a José Bergamín, Litoral, n. 37-40, 1973, p. 21.

 

76

La relación de vieja data entre Bergamín y Alberti se había consolidado durante la guerra cuando, a pesar de las grandes diferencias ideológicas, habían dirigido juntos la sección española de la Alianza de los Intelectuales Antifascistas. Más tarde, durante el exilio americano, habían mantenido estrechos contactos, en cuanto Alberti y María Teresa León, de la cercana Buenos Aires, se trasladaban en verano a Punta del Este (Bergamín jamás obtuvo el permiso del Gobierno Perón para entrar en Argentina).

 

77

Rafael Alberti, La arboleda perdida, II, Seix Barral, Barcelona, 1987, pp. 149-57.

 

78

Después de largas giras en el Río de la Plata en años anteriores (1937, 1939), el SODRE invita a Margarita Xirgu a actuar en Montevideo con su compañía de la escuela dramática de Santiago de Chile por dos temporadas (1942 y 43). En setiembre de 1949 viene nombrada directora de la ‘Escuela Municipal de Arte Dramático’ y de la ‘Comedia Nacional Uruguaya’ y se traslada definitivamente a Montevideo. Hacia finales del mismo año se perfila la posibilidad de alcanzar al marido, que había vuelto a España, pero ni entonces ni sucesivamente le fue permitido el regreso.

 

79

En «El escritor Bergamín plantea nuevos aspectos de su polémica sobre la Xirgu», carta fechada 25-10-1949, publicada en El País, Bergamín habla de «tan desdichadamente expresivo callar». Esta polémica no se menciona ni en la biografía de Bergamín (Penalva, Tras las huellas de un fantasma, cit.), ni en las de la Xirgu (Antonina Rodrigo, «Margarita Xirgu en el exilio», Cuadernos Hispanoamericanos, n. 473-4, 1989, pp. 143-158; Mujeres para la historia, Compañía Literaria, Madrid, 1996, pp. 65-86; Margarita Xirgu, Salvat, Barcelona, 1980), ni en textos sobre el teatro español (César Oliva, El teatro desde 1936, Alhambra, Madrid, 1989; Ricardo Domenech, «El teatro en el exilio», en AA. VV., El exilio español de 1939, cit., vol. IV), ni sobre el teatro uruguayo (Juan María Vanrell Delgado, La historia de la Comedia Nacional, Intendencia Municipal, Montevideo, 1987).

 

80

Se trata de «Una carta de José Bergamín», datada 13-10-1949; «Zavala Muniz expone su posición en la cuestión Bergamín-Xirgu», datada 16-10-1949. «El escritor Bergamín...», cit.