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  —43→  

ArribaAbajoLa divina podre

(Polirritmo sin rima)




    ¿Qué fueron las carnes gloriosas de Frine?
¿Qué la rosadas, las frescas,
las tentadoras carnes de Rubens?
¿Qué son, oh mujeres, las mórbidas carnes
que locos mordemos y locos besamos?  5
Envolturas de podre forrando un esqueleto.

       Mas ¡que todas las lenguas,
       En todos los idiomas,
te glorifiquen y veneren,
       ¡Oh carne femenina!  10
    ¡Qué todas las flores te cubran!
    ¡Qué todas las liras te canten!
    ¡Qué todos los perfumes te perfumen!
¡Qué todos las coronas te coronen!
¡Qué la Tierra y las lunas y los soles te bendigan!  15
    ¡Qué por los siglos de los siglos, eternamente,
    amada seas, oh divina podre!




ArribaAbajoLos pájaros azules


óooo|óooo|óo





    Pájaros vinieron a cantarme
cántigas de huríes y de almeas,
pájaros azules me dijeron:

    -«Rastro de los cisnes en el agua,
sombra de las nubes en el césped,  5
son las ilusiones de la vida.

    «Soles que magníficos surgieron,
soles de alegría y entusiasmo,
    lívidos cayeron y brumosos.
—44→

    «Goza la mañana de tu día:  10
rosas de placeres y de amores
nunca florecieron en la tarde»...

    Oye los consejos, oh mi amada.
Fíate en los pájaros azules,
grandes salomones de la vida.  15

    Ven, y en los jardines de los goces
tiéndeme los lirios de tus brazos,
abreme las pomas de tus pechos.

    Báñame con rayos de tus ojos,
rózame con sedas de tus carnes,  20
hártame con mieles de tus labios.




ArribaAbajoBíblica

(Polirritmo sin rima)




    Como llano sin montes,
    el pecho de la virgen.
Mas ¿qué será la virgen, qué será mañana,
    cuando florezcan y se inflamen
    las dos montañas de su pecho?  5

       Si es un muro la virgen,
    en el muro alzaremos
inexpugnable fuerte de maciza plata;
       si es una puerta,
    la puerta incrustaremos  10
Con cedro del Líbano y sándalo de Oriente.
—45→

    Hecha mujer y sazonado el fruto,
       murmurará la virgen:
-Si soy el fuerte de maciza Plata,
serán mis pechos dos soberbias torres,  15
       sólo rendidas,
       sólo entregadas
A los ardientes besos del Amado.




ArribaAbajoErótica



    ¡El amor bendigamos! ¡Bendigamos la hermosura!
Es el amor el ritmo eterno de la muerte y de la vida;
    la hermosura, el hossana victorioso de la forma.

    Luz anhelan mis ojos, aire quieren mis pulmones.
En el caótico hervidero de infección y podredumbre  5
    ¿Quién me impele a los astros, quién me salva del abismo?

    ¡Salve a ti, la Escogida! ¡Salve a ti, la Redentora!
Tú me perfumas con perfumes de jardines siderales,
    tú me bañas con luces de miríficos planetas.

    Copiosa y fresca lluvia, descendida en mi desierto;  10
sol de Verano tras mis días de crepúsculos polares,
    tú me infundes la savia del eugénico y el fuerte.

    Sin ti, mi luz fragante ¿qué persigo yo en la Tierra?
Sin ti, mi flor esplendorosa ¿qué sepulto yo en el alma?
    las nieves del Invierno, los horrores de la tumba.  15



  —46→  

ArribaAbajoOssianica

The Songs of Selma


(Polirritmo sin rima)




       Lucero de la tarde
¡Magnífico destellas en las llamas del Ocaso!
Entre nubes asomas la crinada frente
Y en el collado posas la fúlgida planta
      ¿Qué ves en la llanura?  5

    Apaciguaron ya su cólera los vientos
    retumban a distancia los fragores del torrente,
mugen las olas en las crestas de apartados arrecifes,
    y sostenidos por sus tenues alas,
susurran en el campo los insectos de la noche.  10

       Lucero de la tarde
       ¿Qué ves en la llanura?
       Mas ya sonríes y desciendes
a tiempo que las olas van alegres a besarte
y bañar con su espuma tu nevada cabellera.  15

       Adiós, oh rayo silencioso.
Que al reinar en el mundo las tinieblas de la noche,
surja en lo íntimo del alma la suave luz de los recuerdos.



  —47→  

ArribaAbajoEn las alturas


oó|oó|oooó|o
oó|oó|oooó|o
oó|oooó|o-ooó|oooó|o
oó|oooó|o-ooó|oooó





    Camina el Sol a sepultarse
    en mar de púrpura y de fuego:
Huyó: mas invisible, desde incógnitas regiones,
incendia las alturas en un ósculo de luz.

    Avanzan nubes y tinieblas  5
    al rojo túmulo de ocaso:
desciende por los valles el silencio de un sepulcro,
se extiende por los cielos la tristeza de un adiós.

    La noche surge y escalando
    la inmensa cúpula del éter,  10
desata sus collares de zafiros y rubíes,
desplega los tesoros de su clámide imperial.

    En blancos ritmos luminosos,
    la Luna entona su romanza;
los mundos se estremecen; y al oído de la Tierra,  15
modulan los luceros un piannísmo de amor.




ArribaAbajoEntre el futuro y el pasado

(Poliritmo sin rima)




    ¿Qué misteriosas voces me despiertan y me arrullan?
¿Qué melíficas luces me suspenden y me arroban?
      Aquellas voces,
      aquellas luces,
      vienen de lejos, no vienen del mundo:  5
      llegan de ignotos reinos siderales,
adivinados siempre, mas no vistos nunca.
—48→
    ¿Qué fantasmas asoman, van y vienen?
Se acercan, y de cerca me fascinan con su aliento;
se apartan, y apartados me acarician con los ojos.  10
    ¿Son acaso las almas de exóticos seres
adorados en vidas anteriores a la vida;
o son las férvidas amantes de mañana,
venidas hoy de mundos invisibles y remotos
a presagiar amores sin olvido ni vaivenes,  15
    rosas sin Otoño, bellezas sin ocaso?
    Presentimientos vagos, remembranzas indistintas,
Pues nadie sabe si recuerda y nadie sabe si presiente,
    Es nuestra vida el flujo eterno y el reflujo
       Entre la incierta sombra del mañana  20
       Y la indecisa bruma del ayer.




ArribaAbajoLa brisa

(Imitación rítmica del metro sotadico)


óooo|óo-oo|óooo|óo


    Soplo de los mares, mensajero del Verano,
tienes la dulzura de la miel y de los besos.
    Tú, con la invencible seducción de lo escondido,
vienes de parajes ignorados por el hombre.
    Traes el murmullo de las aguas y las hojas,  5
traes la fragancia de las olas y los nardos.
    Giras por mi frente repitiendo a mis oídos
notas de inefable, melancólica armonía.
    Brisa de la tarde, mensajera del Verano,
sé la mensajera del amor a la hermosura.  10
    Deja la fragancia, los murmullos y las notas;
llévate suspiros de amorosos corazones.



  —49→  

ArribaAbajoEl invierno

(Polirritmo sin rima)




    Es el Invierno un caduco, reumático vejete
de avinagrado rostro y afrentosa calva,
con bigotes harina y antiparras humo.
Como lleva por sangre los hielos del Polo,
como teme resfríos, toses y catarros,  5
como vive escamado de vientos y lluvias,
tapona las rendijas de ventanas y de puertas,
    no respirando más ambiente
Que el aire deletéreo de su hermética morada.

    Acorazado por redobles colchaduras de franela,  10
puestos guantes y bata, cachenez y gorro,
      se repantiga en un sillón Voltaire,
y al amor de la roja, crepitante chimenea,
pasa los minutos, las horas y los días,
tranquilamente modulando su ronquido interminable  15

    Mientras, con golpes soñolientos y monótonos
mide las horas un péndulo de otro siglo, (compases,
sueña el vejete con sueños muy dulces:
se mira joven y ágil, hermoso y potente,
apto a medírselas con bíblicos patriarcas;  20
segundo Romeo, persigue a segunda Julieta;
    mas cuando tiene segura la caza
y mira a su alcance los goces de un beso non sancto,
       surge el sueño.
 25
    Que se abren puertas y ventanas,
       y entran de golpe
       rayos de cielo,
       soplos de brisa,
       trinos de alondra  30
—50→

Y lejanos rumores de cascadas torrentes.
    Con luces, aromas y cantos,
viene esparciendo flores, llega exhalando frescura,
la encarnación fragante del placer y de la vida,
       la Primavera.  35

La Primavera, la muchacha retozona y libre,
empuña al caduco reumático vejete,
y arrancándole gorro, bata, cachenez y guantes,
le lleva en circular, vertiginosa danza,
por llanos y fraguras, por desiertos y jardines,  40
    desde las hondas cuencas de los valles
    hasta las frías y ventosas cumbres.

Entre sonoras carcajadas de gorriones y de mirlos,
       el pobre Invierno
       tirita y estornuda,  45
       el pobre Invierno muere
de pulmonía fulminante.




ArribaAbajoBuscando lo inhallable



    Yo he perdido un bien, un bien que nunca tuve,
y camino tras un algo que no existe ni existió.

    -¿«Hacia dónde vas?» preguntan vanas gentes.
¡Hacia dónde voy! ¿Acaso lo podría yo saber?

    Siempre andando fui, vagando fui sin rumbo,  5
por lo incierto y vaporoso de fantástico país.

    Que hoy me digan: Ten un reino, ten la Luna;
Yo diré: -Dejadme sólo mi quimérico soñar.
—51→

    Quiero yo vivir con ojos siempre fijos
en la estrella que ha milenios apagó su tenue luz.  10

    Nunca diera yo, por bien tangible y fácil,
el anhelo de ir buscando lo que nunca se ha de hallar.




ArribaAbajoFilosofía y amor

(Polirritmo sin rima)




    Leyendo estoy a Kant, injurjitándome su verba
(Nunca diré su jerigonza ni su pathos)
mas cuando a viva fuerza lucho con legiones de noumenos,
como luchaba don Quijote con rebaños y molinos,
       asomas tú, la fiel amada,  5
llegas tú, la felina, la invencible tentadora.

       Me abrazas y me besas,
    me besas con el beso de tus labios
(Como el Cantar de los Cantares dice)
mientras el pobre Kant rebota por el suelo  10
    y en la penumbra de un rincón dormita.

    Dejar las arduas, laberínticas regiones
del estupendo imperativo categórico,
por disfrutar caricias de inflamada boca
    ¿Será demencia de cerebro inculto?  15
Dice más que la charla de Platón y Sócrates
la mudez de los labios, si amorosos besan.
    Tus rojos labios, oh mi amada,
más doctrina encierran, más saber atesoran,
    que mil incuartos y dos mil infolios.  20

    Sublime Kant, dormita en la penumbra,
con tu famoso imperativo y tus noumenos.
      No son mentira
      besos ni abrazos;
y ¡puede bien que en tus hojas nada sea verdad!  25



  —52→  

ArribaAbajoEl otoño


óoo|óo-|óooo|óo
óoo|óo-|óooo|o
óoo|óooo|óo|óo
ooó|ooó





    Es el Otoño. Pálido, sin fuego,
raya en plomizas cúspides el Sol;
brilla un instante, y con cendal de brumas
      se amortaja la sien.

    Cruzan el bosque ráfagas de hielo  5
¡Ay del rebelde y último verdor!
¡Ay de las aves que en la escasa fronda
      se abrigaron ayer!

    No hay en los campos céfiros ni arrullos,
no hay en los nidos cánticos ni amor;  10
sólo retumba el embestir del viento
      a las rocas del mar.

    ¿Dónde celajes, músicas y aromas?
Mustia y en brazos de hórrida viudez,
llora la Tierra el esplendor marchito,  15
      la fugaz juventud.




ArribaAbajoContra el dolor

(Polirritmo sin rima)




    Lejos el culto al dolor, el morboso culto
    en los vesánicos cerebros medioevales.
      Al hombre sano y fuerte,
      los mirtos y las rosas;
      al anómalo ser degenerado,  5
      la emponzoñada flor del ascetismo.
—53→

Oh dolor, oh carcoma y lepra de la vida,
    siempre maldito y execrado seas.
Tú las viriles almas afeminas y envileces,
    los más soberbios corazones domas,  10
la eurítmica belleza desfiguras y profanas,
    cambias en viejo prematuro al mozo,
y tornas en deforme crispatura horripilante
    la majestad serena de la línea.

No quiero yo, a modo de bíblico profeta,  15
      rasgar mis vestiduras,
    desparramar cenizas en mi frente
y sólo ruinas, sólo duelo, predecir al mundo.
Ni quiero, como agreste morador de la Tebaida,
    conjurar el amor y la hermosura,  20
exorcizar el néctar, maldecir de la ambrosía.

      Fruta del goce
fruta vedada por hipócritas y ascetas
yo con mis dientes, yo en mi boca,
exprimiré tu almibarado jugo.  25
    Hermosa mujer adorada,
      Lira de nervios,
    yo haré cundir a tus ocultas fibras
las inflamadas vibraciones del erótico deleite.
    Nada repite al hombre:  30
      -«Atrofia tu cerebro,
apaga el fuego de tu sangre,
    anquilosado existe,
    semimuerto vegeta
en la imbécil modorra del ascético egoísmo».  35
    Todo me dice: -«Goza y ama;
sé de tu noble, generoso tiempo,
lucha en las magnas luchas de tu siglo:
hombre, ten la grandez y pequeñez del hombre».
—54→

Hay en mi ser anhelos de combates y victorias,  40
    sed de caricias, hambre de ternuras.
¡A mí las alegrías, el placer y los amores!
    Cual ánfora repleta de mirífico perfume,
lleno estoy de tu savia, lleno de tu vida,
      oh gran Naturaleza.  45




ArribaAbajoEl rincón florido

Ensayo de un nuevo endecasílabo con hemistiquio esdrújulo y sin acentos en 4a., 6a., ni 8a.



óo|óoo-o|óoo|óo





    Sol del trópico, mi Sol adorado
¿Qué del vívido raudal de tu fuego?
Nubes lóbregas te ciñen y ocultan:
eres lámpara de un velo cubierta.

Ya los árboles, sin hojas ni flores,  5
vierten lágrimas, ahogan suspiros.
Es el lánguido latir de la vida,
es el fúnebre sopor de la muerte.

Mas ¿el ámbito del mundo no encierra
campos fértiles, rincones floridos?  10
Ve mis cármenes secretos, oh Amada;

Dí si en páramos de nieve se tornan.
Guardo en lo íntimo del alma tu imagen,
llevo un cálido, florido rincón.



  —55→  

ArribaAbajoPaseo campestre


(Polirritmo sin rima)



    Quiero a solas errar por las quiebras y los llanos,
recorrer las salvajes orillas de los ríos,
sentir el mordiente Sol del trópico en mis venas,
aspirar el aire matutino de los campos
y bañarme en la agreste fragancia de los bosques.  5
    Quiero ver los rebaños tendidos en las cumbres,
sorprender las nupcias de la flor con el rocío,
mirar las brumas dormidas en la espalda de los lagos,
    Y seguir la nube en el azul del cielo,
sin pensar en el cielo, en el azul ni en la nube.  10

Quiero sentir los fragores del torrente en los peñascos,
    el áspero chirrido del ave pasajera,
el lúbrico desmayo del viento en el follaje
      y los íntimos coloquios
      de la rosa con la abeja,  15
      del insecto con el musgo,
      de la selva con el monte,
      de la luz con el aroma.

Naturaleza, acógeme, abrígame en tu seno,
      tú que siempre fuiste  20
      femenilmente amorosa,
      divinamente fecundo.
Revélame los hondos arcanos de la vida,
abre a mis ojos el libro de tus mágicos secretos.

    Tú me dices algo con la roca,  25
    tú me dices algo con la estrella,
tú quizá me dices todo con la flor y con la hormiga;
    mas no escucho tus palabras
    o no comprendo tu idioma.



  —56→  

ArribaAbajoLa nevada

(Ritmo sin rima)




    ¿Llueve en pétalos de lirios deshojados en las nubes
o cadáveres de blancas, diminutas mariposas?

    Se diría que al empuje de tormentosas siderales
las lejanas nebulosas se desprenden a la Tierra.

    ¡Es la nieve! Se destacan las llanuras y los montes,  5
como muertos escondidos en los pliegues del sudario.

    En un piélago sin islas vuela un ave fatigada;
yo, en un páramo de nieve, solo voy y taciturno.

    Taciturno voy y solo, mientras sigue y me persigue
la tenaz y la implacable sinfonía de lo blanco.  10

    No es el día ni la noche, no la tarde ni la aurora:
es la triste blanquecencia de selénico paisaje.

    Mas, de pronto, desgarrando la espesísima nevada,
en azul girón de cielo brilla el disco de la Luna.

    Dime, oh reina de la noche, si en tu lánguido semblante  15
palideces hay de vicios o blancuras de inocencia.

    Con mis plantas en la nieve, con la nieve en cuerpo y alma,
soy cadáver pisoteando la mortaja de un cadáver.

    En los seres y las cosas reina el frío de la muerte,
y es la luna el epitafio de mi pecho y de la Tierra.  20



  —57→  

ArribaAbajoLa cita

(Polirritmo sin rima)




    Rechinan pasos, crujen sedas,
y en la penumbra somnolente de mi alcoba
palpita un cálido perfume de verbena y heliotropo.

    ¡Oh tú, la siempre idolatrada,
    siempre serás la bienvenida!  5
Tiene dulzura y claridad tu sombra,
vuelen en ritmo arrullador tus plantas,
trasciende a rosas de Chiraz tu aliento,
saben a mieles de Ática tus labios.

Llega y sumérgeme en las ondas inefables de los goces.  10
    Echa pábulo a las llamas, aviva el fuego
    en tus candentes venas juveniles;
sé provocante y descocada, lúbrica y furiosa;
deja el pudor a la fláccida carne envejecida,
    deja la estéril castidad al muerto.  15

    Descarga en mí las tempestades,
las voluptuosas tempestades
de mordeduras y de besos;
destrózame las carnes con la garra del milano,
tritúrame los huesos con el diente del felino;  20
mátame en loco y sádico tormentos de caricias.



  —58→  

ArribaAbajoEn un museo

(Imitación rítmica de una estrofa arquiloquea)



óoo|óoo|óoo|óoo|óoo|óo
óoo|óoo|o




Quiero a los pies de las blancas, helénicas Diosas de mármol,
      culto a lo bello rendir.
Siempre a mis ojos, vestida de gracia, desnuda del peplum,
      reine la griega beldad.
Más que la rica paleta de iris, oh bloque pentelio,
      amo tu nítido albor.
Hay en el mármol la suave pureza de un alma inocente,
      hay el candor de la luz.
Casta blancura lilial, desnudez impecable y divina,
      siempre a mis ojos lucid.
Rásguense hipócritas velos monjiles, pudores gazmoños
      huyan del arte inmortal.




ArribaAbajoLe tour du proprietaire

(Polirritmo sin rima)




      Con sus enormes botas impermeables
Y su vestido kaki de una tela fina,
      con su paraguas en la mano
      Y su panamá-hat en la cabeza,
inspecciona el señor burgués sus propiedades,  5
      sus propiedades rústicas y urbanos.

      Alegre y satisfecho,
    en plena digestión del chocolate,
del butiroso y vigorante soconuzco,
      deja el confort del nido  10
      y al aire libre se aventura,
A tiempo que el demonio tentador del mediodía
      Pecaminosos rayos
      dispara contra el mundo.
—59→

Nunca más alegría derramó la Primavera,  15
nunca más aromas, nunca más resplandores;
      al firmamento en llamas,
      la Tierra en flor sonríe.

      Nada escucha el burgués: en vano
la canción de la tórtola desmaya en la espesura,  20
lamentando las vidas sin amor ni Primavera;
o el rumor de las olas repercute a la distancia,
como el diálogo nupcial de la Tierra con el cielo.

      Nada huele el burgués: en vano
trasciende como un bálsamo salubre y confortante  25
      la resinosa emanación del pino,
o pasa como suave llamamiento al goce
      el lujurioso vaho de la selva.

    Nada mira el burgués, en vano
    el sauce babilonio se estremece  30
    a la sonora caricia del río;
o blanca nube se desliza por el viento,
como la eterna desposada de un esposo que no viene;
o vuelan a su lado mariposas,
      mariposas teñidas  35
con el dorado polen de la cándida azucena.

      Naturaleza en vano
Almibaras tu almíbar, hermoseas tu hermosura,
y como regio don, ofreces a los hombres
      tu desnudez olímpica y gloriosa.  40
El burgués, el binario de Harpagón y de Tartufo,
No te comprende a ti, la madre sin hipócritas remilgos
      a ti, la pródiga divina;
      a ti, la gran pagana.
—60→
      Meditabundo, calculando  45
      el alza y baja de los fondos,
el gran señor no mira, no huele ni escucha,
    que luz, amor, belleza y poesía
nunca fueron productos cotizables en la bolsa.

Despide chispas y regaña al hortelano,  50
    si en los surcos de berzas y lechugas
    distingue rosas;
    mas congratula al jardinero, suelta un ¡oh! de regocijo,
    si en las antiguas platabandas de amapolas y claveles
    divisa coles.  55




ArribaAbajoCosas que no entiendo



    No sé la lengua de los árboles
ni entiendo el habla de los pájaros.
Alondra y sauce cuchichean;
mas ¿qué se dicen al oído?
¡Oh tiernos diálogos de amor  5
que nunca supe ni sabré!

       Y ¿qué de extraño si a las tórtolas
    no entiendo yo ni a las orquídeas?
    Estoy conmigo muchos años,
    y estoy aún por entenderme.  10
    Su griego me habla el corazón,
    la frente me habla su latín.



  —61→  

ArribaAbajoLos caballos blancos

(Polirritmo sin rima)




      ¿Por qué trepida la tierra
      y asorda las nubes fragor estupendo?
      ¿Segundos titanes descuajan los montes?
¿Nuevos Hunos se desgalgan abortados por las nieves
      o corre inmensa tropa de búfalos salvajes?  5
No son los bárbaros, no son los titanes ni los búfalos:
      son los hermosos Caballos blancos.

      Esparcidas al viento las crines,
Inflamados los ojos, batientes los hijares,
      pasan y pasan en rítmico galope:  10
avalancha de nieve, rodando por la estepa,
      cortan el azul monótono del cielo
con ondulante faja de nítida blancura.

Pasaron. Lejos, muy lejos, en la paz del horizonte,
      expira vago rumor, se extingue leve polvo.  15
      Queda en la llanura, queda por vestigio,
      ancha cinta roja.
      ¡Ay de los pobres Caballos blancos!
      Todos van heridos,
      heridos de muerte.  20




ArribaAbajoAnte el cosmos


oó|oooó|o-oó|oooó|o





    Velando en el silencio de la noche constelada,
volvía yo mis ojos a los piélagos del Éter;
Orión resplandecía sin rivales ni señores,
monarca de monarcas en el mundo sideral.
—62→

    Los soles rutilantes, los espacios infinitos,  5
al peso me abrumaron de su pompa y su misterio.
Oh Tierra ¿qué valías en la escala de los orbes?
¡Oh burla de los astros! ¡Oh luciérnaga sin luz!

    Y ¿el hijo de tu lodo, tu parásito soberbio?
Palpé tan desvalida la existencia de los hombres  10
que, henchido de insondable, fraternal misericordia,
maldije la desgracia de nacer y vivir.

    Sentí que en lo profundo germinó de mis entrañas
piedad a las estrellas, compasión al Universo;
oír me parecía retumbar en las alturas  15
el grito inconsolable de la inmensa creación.

    Acaso en los planetas y las lunas de otros soles
entrañas hay heridas, carnes hay despedazadas.
Patíbulos del hombre ¿no serías por acaso
la joya de los cielos, el planeta más feliz?  20




ArribaAbajoMi verdad

(Polirritmo sin rima)




¿Qué sabemos de la muerte? ¿Qué de la vida?
      Tinieblas en la fosa,
      tinieblas en la cuna,
      y manos invisibles
Que en medio de tinieblas nos empujan adelante.  5
      Despierto sueña o descarado miente
      quien a los hombres revelar presume
la hermética palabra del supremo enigma,
      el cosmogónico secreto de la esfinge.
Para alumbrar las noches hiperbóreas de la mente,  10
No hay un faro en la Tierra ni un lucero en las alturas.
      Callad, filosofías; callad, religiones;
Que sois la sombra de un fantasma, si el fantasma tiene sombra
—63→
¿Quién nos dice lo cierto? ¿Quién nos engaña? ¿Quién no miente?
¡Cuántos sonidos, cuántas voces, ni sonidos son ni voces!  15
Como el hierro candente, nos abrasa el hierro helado,
pájaro azul de lejos, no parece azul de cerca.
      Ilusos incurables,
      palabras combatimos con palabras,
      mentiras viejas con errores nuevos.  20

      Duda viril y austera,
      manjar de fuertes y de libres,
      en ti sacié mis hambres insaciadas.
Al asomar de mi razón, a su primer destello,
      Pensé dudando.  25
Fui navegante en barca sin timón ni velas,
      Jamás anclado, recorriendo siempre
Los indecisos mares de la eterna incertidumbre,
sin remota esperanza de arribar al puerto:
      nunca pude vencer un imposible,  30
      el imposible de creer en algo.

      Mas yo de ti no dudo,
      En ti confiado y entusiasta creo,
      Forma tangible:
te acaricio con mis manos, te veo con mis ojos.  35
De ti no dudo, cándida belleza femenina,
dispensadora inagotable del amor y los deleites:
aspiro el ámbar en tu aliento, sorbo el néctar en tus labios,
      gozo el placer en tus ardientes, vibradoras carnes.
      bocas soldadas a mi boca,  40
      brazos tejidos con mis brazos,
      pechos unidos a mi pecho,
      Vosotros sois mi fe, vosotros mi verdad.



  —64→  

ArribaAbajoPaz y concordia

(Imitación rítmica de uno de los metros alkmanicos)



óoo|óoo|óoo|óoo|óoo|óo
óoo|óoo|óoo|óo





Tiemblen al beso del Sol y del aura los lirios del campo,
    y olas envíen de suave fragancia.

Vibren al soplo de amor y justicia los pueblos del mundo,
    y alcen canciones de eterna concordia.

¡Paz a los hombres! A siglos de guerra, de sangre y horrores,  5
    siga la aurora de un sol sin ocaso.

Domen las almas el pérfido instinto de lobos y hienas,
    corten las manos sus garras de tigre.

No hay fronteras, y en pueblos sin leyes, altares ni tronos
    sean los hombres amigos y hermanos.  10

Pueblos del mundo, romped las espadas, rasgad las banderas;
    cesen rencores de tribus y razas.

¡Lancen los pechos el himno glorioso de paz y concordia!
    ¡Caiga la lluvia de flores y abrazos!




ArribaAbajoLo viejo y lo nuevo

(Polirritmo sin rima)




    Lejos la fósil, enervante poesía de lo viejo.
Florezcan en los himnos el amor y la hermosura,
      la juventud y la alegría,
      la salud y la fuerza.
Al Dies irae de neuróticas, postradas muchedumbres,  5
suceda el ¡evohé! de sanos, vigorosos pechos.
Imperen luces y armonías, goces y esperanzas;
Huyan lo lúgubre, lo triste y lo macabro.
      ¡Que los vivos palpiten con los vivos!
      ¡Qué los muertos reposen con los muertos!  10
—65→
    Poetas en cuclillas,
    arrodillados trovadores,
    almas corvas, espíritus jibosos,
Erguíos en viriles actitudes verticales.
    No deis a los cerebros  15
La deprimente sombra de basílica y palacio,
    No des a los oídos
las tartajosas paparruchas de nodrizas y de abuelas.
    ¿Por qué la vida convertir y el arte  20
Ya en tragicómico desfile de trasgos y momias,
Ya en grotesca procesión de roñosas antiguallas,
Ya en un Versailles de clinquant y pacotillas?
      No más Versailles,
    No más faustuosa, gangrenada corte,  25
Con su Rey Sol (un sol de fístulas y muermo)
Su Maintenon (experta bruja de la cofia blanca,
      Gratísima a Verlaine)
Sus solemnísimos, grandílocuos prelados lacayunos,
    sus Píndaros de alcoba y antesala,  30
y sus marqueses, sus inútiles marqueses
con crines de leones en cabezas de chorlito.

    Dejemos al pasado,
dejémosle dormir en ruinas o en sepulcros;
y vueltas las pupilas a la aurora renaciente,  35
bendigamos el hoy, glorifiquemos el mañana.
Abandonemos el fangoso, el ancestral camino,
el fuerte derribemos de caducas tradiciones,
y prefiramos el ambiente saludable de las cumbres
al mefítico vaho de las criptas milenarias,  40
la florescencia de lo joven y lo nuevo
    al moho de los siglos.

    Queden allá las ruinas y las tumbas:
Se vive con los vivos, no se vive con los muertos.



  —66→  

ArribaAbajoLa esperanza


oó|oó|o-oó|oó|o
oó|oó|o-oó|oó|o
oó|oó|oooó|o
oó|oó|oooó|o





    La Ciencia triunfa, la Razón domina
y el reino estéril de la Fe sucumbe;
      mas ¿dónde vibra la respuesta
      al grito heroico de la duda?

    En vano al polvo de violada fosa  5
la voz pedirnos del fatal enigma:
      la fosa guarda sus misterios,
      el polvo duerme y no responde.

    ¿A qué la muda inmensidad nos tienta?
¿A qué sus faros ilumina el cielo?  10
      La venda cubre nuestros ojos,
      la noche invade nuestras almas.

    No más delirios de escalar las nubes,
No más ensueños de futura vida:
      Al borde oscuro de la fosa  15
      detenga el vuelo la esperanza.




ArribaAbajoLa gran familia

(Polirritmo sin rima)




    Indiferente al vuelo de las horas,
    bajo la rústica techumbre
      de umbelas y corimbos,
Entre el susurro de las frondas y las aguas,
quiero en los dulces brazos de la madre Tierra,  5
    soñar el sueño de la vida.
—67→

    Dejadme, oh necios importunos,
      la dicha de pensar a solas,
El inefable gozo de vivir conmigo
en la fecunda soledad de mi alma.  10

      ¿Vivir a solas?
    Hay en el árbol ojos que nos miran,
    hay en la piedra labios que nos hablan;
Mas nosotros los hombres -siempre sordos, siempre ciegos
    no vemos las miradas cariñosas de esos ojos,  15
    no oímos los acentos fraternales de esos labios,
      Y ¡cuánto ser de sublimada esencia
      y de intangible forma
      nos busca, nos sigue y nos llama!
En el estático silencio de la noche  20
    creo sentir el animado soplo
      de seres invisibles.

      En nuestra fútil ignorancia,
    a maldecir quizá nos atrevemos
    el criminal silencio de los astros.  25
    ¡Mudos los astros! Sus cambiantes luces
    palabras son del sideral idioma.
      ¡Cuánto no dice al hombre
la luminosa pulsación de las estrellas!
      Todos comprenden, todos hablan,  30
    cósmico lenguaje de amor y simpatía.
Quién sabe si al vibrar un átomo de Sirio
    Palpita el corazón enorme de la Tierra
      ¿Qué las distancias?
      Las cosas se unen a las cosas,  35
    los seres se confunden con los seres,
por misteriosa, universal telepatía
    cuando de súbito me asalta
      Inmotivada pena,
—68→

      inexprimible angustia,  40
    ¡Quizá si en un oscuro planeta ignorado
Un pobre ser agonizante lanza fúnebre gemido,
    y ese gemido repercute en mi alma!

      Espíritu y materia,
    inútiles vocablos,  45
    humanas y mezquinas distinciones:
    una la esencia y uno el Universo.
    Sólo hay un ser de innumerables formas,
    de solidarios órganos difusos;
    hay una sola, universal familia.  50
       ¡Fraternidad grandiosa!
    Hermanos son los brutos y los hombres,
       las rocas y las plantas,
    las nubes y los ríos, los collados y las selvas,
    el sol del firmamento y el gusano del sepulcro.  55




ArribaAbajoLluvia en el norte

(Ritmo sin rima)




    A través de mis persianas, busco azul y atisbo día.
¡Ni un girón de firmamento! ¡Sólo lluvia, sólo nubes!

    ¿Es que océanos y mares, suspendidos a la Luna,
de la Luna se despeñan en furiosas cataratas?

    Se diría que celestes muchedumbres de gigantes  5
lloran hoy el desamparo de la Tierra y de los hombres.

    Fuera, nubes grises, nubes gestadoras de la lluvia.
Dentro, exangüe luz filtrada por los glaucos transparentes,
—69→

    en mi estancia repercuten, como adioses a la vida,
los monótonos vaivenes de un reloj infatigable;  10

    y en un búcaro de China dos ardientes flores sangran,
como rojos corazones arrancados de los pechos.

    Dadme un Éter sin nublados, dadme un Sol de luz sanguínea;
No me deis un Sol enfermo de clorosis y de anemia.

    Yo los párpados entorno y en visión despierta, sueño  15
con la púrpura y la gualda de los días tropicales.

    Siempre amé los cielos rojos, la mordiente luz de Estío;
no las brumas cimerianas, los crepúsculos polares.

    Oh Mignón entristecida, yo comprendo tu nostalgia,
tu nostalgia por la tierra donde crece el limonero.  20

    Como en lluvia se deshacen los espesos nubarrones
¡Quién pudiera en mar de llanto deshacerse y disiparse!

    Sin el lloro en las pupilas, sin las quejas en los labios,
en silencio te devoras, corazón entumecido.

    El peor de los dolores, el dolor sin el lamento;  25
la peor de las congojas, la congoja sin el llanto.

    Mas la lluvia que en las tejas va cayendo tristemente
tristemente va llorando mi tristeza de vivir.



  —70→  

ArribaAbajoLos átomos


(Polirritmo sin rima)



      ¡Gloria al astro de los cielos
      y a la arena de los mares!
      ¡Gloria al cóndor de las cimas
      y a la oruga de la tierra!
      Nada innoble ni pequeño  5
      todo grande y todo noble.

    En los eternos crisoles de la muerte y de la vida
no existe la broza ni el metal precioso:
podre y aroma, diamante y barro,
      Iguales son y divinos.  10
      Todos iguales, todos hermanos,
Que nuestra madre común guardamos todos
en las prolíficas entrañas de los prístinos mares.
      No diga el hombre al peñasco:
      -Yo soy un alma, tú eres materia;  15
      no repita al infusorio:
      -Tú vas a la nada, yo voy a lo eterno.
      ¡Qué sabemos si en la entraña de la roca
    repercuten los amores de la estrella!  20
¡Si en el alma de un gusano hierve el fuego de un Vesubio!
¡Si en los ojos de una hormiga se refleja lo infinito!
      Lo pequeño, lo invisible,
    tiene acaso la palabra del supremo enigma:
      quizá los átomos saben  25
      lo que los hombres ignoran.



  —71→  

ArribaAbajoHora negra

(Polirritmo sin rima)



Dans le gouffre infini du temps et de l'espace,
que compte la douleur de Vatome qui passe?


JEAN LAHOR. - Les Quatrains de Al-Ghazali.                




    ¡Cuán horrible y cuán inútil
ese inmenso torbellino de los seres y las cosas!
    ¡Ese nacer a la vida
    para volver a la nada!
    ¿Es acaso el Universo  5
la inicua tragedia de un loco sublime?
A la fauna preguntemos y a la flora:
soy dolor, dirá la oruga; soy dolor, dirá la ortiga.
    Lo dirá la dura piedra,
que también las cosas sienten, que también las cosas sufren.  10
    Universo, flor maldita,
    es el dolor tu gusano.

Todo pasa como nube, como viento, como sombra.
Nos dormimos con las llamas en las venas,
despertamos con los hielos en la frente.  15
    Vanidad de Vanidades,
    como el sabio repetía.
    En la fiebre de la marcha,
no paramos un minuto ni cejamos.
    ¡Adelante y adelante siempre!  20
    Empujamos a los viejos,
    y nos empujan los niños.

¡Oh macabra sinfonía de lamentos y de quejas!
¿Brotan lágrimas? un hombre nace.
¿Suenan gemidos? un hombre muere.  25
    Vida y muerte de los hombres,
—72→
desdeñables episodios en el drama de los mundos.
¿Qué le falta al Universo cuando falta un César?
Vale un César lo que valen el mendigo y el gusano.
En el mar infinito del espacio y del tiempo  30
¿Qué importan los dolores del átomo que pasa?
Indiferentes los cielos alumbraron nuestra cuna
indiferentes los cielos brillarán en nuestra fosa.

Mas el Sol de Primavera vierte efluvios amorosos,
    savias y sangres ocultan fuego,  35
melífico aroma despide la brisa
    y se estremece la Tierra
    en prolíficos espasmos.
El idilio en los aires, el idilio en las aguas:
para todos el placer y la dulzura  40
en la copa inagotable de la vida.

¿Porqué de las manos alejar el néctar?
¿Porqué de luto vestir el alma
en lúgubres festines de eléboro y acíbar?
Antes de ser un glacial, emblanquecido polvo,  45
seamos fuego de amor, seamos llama:
Vivamos la vida, gocemos el goce.
Condensemos -pobres seres de un instante-
    lo Infinito en un abrazo,
    la Eternidad en un beso.  50
Si la muerte nos acecha, si el abismo nos reclama,
llevemos alegre sonrisa en la boca
    y rodemos al abismo
    con una flor en la mano.



  —73→  

ArribaAbajoEl cuervo

(Omar Khayyam)



En visible y alto muro, pende
    la ensangrentada cabeza
    del ambicioso Key-Kavus.
En el cráneo posa un cuervo y grazna:
    -¿Qué se hicieron los clarines
    que anunciaban tu victoria?




ArribaAbajoLa idea

(Imitación rítmica de otro metro alkmanico)



oo|óoo|óoo|óoo|óo
óoo|óoo|óoo|óo





Cuando en los aires agita la Idea sus alas de fuego,
    huyen temblando las almas de bonzo y mosquito.

-¡Muera la infame que al mundo disocia! murmuran los reyes.
    ¡Muera! repiten bramanes, santones y papas.

Aras y tronos embiste la Idea con vientos de Fronda:  5
    Aras y tronos retiemblan, vacilan y caen.

¡Salve a la Diosa que el mundo redime! prorrumpe el esclavo.
¡Salve! responde altanera la grey de vencidos.

¿Qué si en la lucha de luz con tinieblas, de vida con muerte,
    bombas estallan, rojean agudos puñales?  10

Sangre que moja las manos viriles de heroicos rebeldes
    nunca salpica ni mancha la faz de la Idea.



  —74→  

ArribaAbajoLa casa misteriosa

(Polirritmo sin rima)




Con sus muros blancos y sus tejas rojas,
Al pie de abrupta sierra, la antigua casa duerme.
    Mansión del misterio,
    sin moradores ni amigos:
nadie sube ni desciende los perrones,  5
    cierra ni abre las ventanas;
en los altos miradores no reposa la cigüeña
ni a la sombra del alero se cobija el caminante.
      todo calla en el recinto:
      ni a la voz responde el eco.  10
Mas si al morir de la tarde vago al pie de los muros
      oigo surgir de la casa
      una exótica armonía
de voces y flautas que lloran y ríen.

    Enfurecidas lluvias torrenciales  15
    el flanco azotan de la abrupta sierra,
y con titánicos golpes de líquidos martillos
    la basáltica roca hienden,
    el granítico muro pulverizan.
Hoy a los pálidos reflejos de la tarde,  20
    los restos busco de la antigua casa:
    aguzo las pupilas -nada veo;
    paro el oído -nada escucho:
    sólo el silencio de la muerte
en las lóbregas fauces del abismo sin fondo.  25
    Mas si los ojos cierro,
miro la casa y oigo la armonía:
miro las tejas rojas y los muros blancos,
    oigo las voces que lloran y ríen,
unidas a las flautas que ríen y lloran.  30



  —75→  

ArribaAbajoEl himno futuro



    Retumba en los aires el clangor de trompeta,
clangor de lejana trompeta invisible,
y fiebre de lucha, neurosis de muerte,
caldea las sangres, irrita las savias.

    -Yo doy mis garras, murmura el tigre;  5
-Yo mi ponzoña, contesta el áspid;
-Yo mis espinas, dice el espino;
-Yo mi veneno, piensa el euforbio.

      Mas el hombre, ufano grita:
      -«Por mi saña y mi fiereza,  10
      venzo al tigre y al espino,
      venzo al áspid y al euforbio».
    Dando salvajes aullidos de muerte y venganza,
surgen legiones de lobos, manadas de hienas;
brutos con faces humanas y pechos felinos  15
tienden al cielo las manos teñidas de sangre,
faros del mundo proclaman a César y Atila.

      Mas la tórtola del bosque
      dice al lirio de los valles:
      -¡Basta ya de injustos odios!  20
      En amor y paz vivamos.
¡Que en todos los campos florezcan los mirtos!
¡Que en todas las almas germine la dicha!

    Y en tanto qué a luchas convoca los seres
la voz de lejana trompeta invisible,  25
resuena en la fronda tranquila del bosque
el himno futuro de amor y de paz.



  —76→  

ArribaAbajoCrepuscular

(Polirritmo sin rima)




      En gris de plomo se difuma
    el oro lívido y enfermo
    de los ocasos otoñales;
Y lentamente baja, lentamente se difunde,
    una tristeza desolada y aterida,  5
    una tristeza de orfandad y tumba.

    La tarde muere ya, la noche asoma.
Bajo la ala oscura de pájaro siniestro,
      duerme la Tierra;
duerme la Tierra, mas vigila el hombre,  10
que en su febril cerebro desvelado
agitadores pensamientos bullen.
    ¿A qué los seres en el mundo?
    ¿A qué los astros en el cielo?
    ¿Por qué la vida? ¿Para qué la muerte?  15
Desesperado el hombre desfallece y se anonada
ante el enigma colosal del Universo.
    ¿A quién tornar los ojos
en este abismo sin estrellas y sin faro?
    No a ti, falaz Naturaleza:  20
    amiga y enemiga,
clemente y dura, bienhechora y mala,
hoy con amor de madre nos arrullas,
mañana con furor de tigre nos devoras.

    Mas en la noche del abismo,  25
en el horrible desamparo de la Tierra,
vislumbro la remota claridad de la esperanza;
    y sueño -soñador empedernido-
de todos los dolores redimir al Universo,
eternizar la vida, matar a la muerte.  30



  —77→  

ArribaAbajoOsiánica

(Berrathon)



oó|oooó|o-ooó|oooó|o





    En dónde los valientes que lucharon y vencieron?
No blanden las espadas, no aperciben los escudos:
inmóviles reposan en el lecho de la muerte.

    Pasaron con sus glorias, perecieron con sus nombres;
mas héroes sucedieron a los héroes de otros días.  5
Oh Morven, tus guerreros dormirán en el sepulcro;
mas nuevos combatientes surgirán a nuevas luchas.


óo|óoo|óooo|óo-oo|óo




Pasa el hombre cual pasan las corrientes de los ríos,
dura el hombre cual duran los follajes de las selvas:
nuevas aguas suceden a las aguas que pasaron,  10
nuevas hojas suceden a las hojas que murieron.




ArribaAbajoEpisodio

(Polirritmo sin rima)




    Feroces picotazos, estridentes aleteos,
    con salvajes graznidos de victoria y muerte.

      Revolotean blancas plumas
    y el verde campo alfombran con tapiz de armiño;
    en un azul de amor, de paz y gloria,  5
    bullen alas negras y picos rojos.

    Sucumbe la paloma, triunfa el ave de rapiña;
mas luminoso, imperturbable, se destaca el firmamento,
    y sigue en las entrañas de la eterna Madre
      la gestación perenne de la vida.  10



  —78→  

ArribaAbajoDísticos

(Imitación rítmica del dístico elegíaco)



óoo|óoo|óoo|óoo|óo
óoo|óoo|óo|óo





Dice filólogo adusto:- Las rosas esconden espinas;
      Leibniz contesta:- La espina produce rosas.

¿Triste la vida? Ninguno lo ignora, los niños lo saben.
      Yo me demando ¿peor no será la muerte?

Loca esperanza, de cerca nos huyes, de lejos nos sigues.
      ¿Eres mentira? No importa: belleza tienes.




ArribaAbajoMúsica macabra

(Polirritmo sin rima)




    Noche velada.
    Los cielos entristece
una verdosa claridad de Luna.

Bajo el cimborio de vetusta iglesia,
    en el duro solado,  5
la forma rígida de un muerto.

Soledad y vacío: ni fieles ni monjas.
    En el órgano estalla
    solemne de profundis.

A los rojos temblores de los cirios,  10
    dos manos mutiladas
recorren el teclado, van y vienen,
    cual dos arañas gigantescas.



  —79→  

ArribaAbajoEl inmortal


ooó|ooó|o-oó|ooó|o
ooó|ooó|o-oó|ooó|o
oó|oó|oooó|o
oó|oó|oooó|o





Debelado guerrero, teñido con sangre,
en su lecho de llamas el Sol desfallece;
      doncella púdica - la noche
      en hosco velo se recata.

Se disipan las brumas, las nórdicas brumas;  5
remolinos de blancos, pentélicos bloques,
      huyendo pasan al empuje
      de mil telúricos gigantes.

Un lucero se inflama, responden mil astros;
con estrellas y lunas platican las olas;  10
      fecundo, erótico suspiro
      confunden el Cielo con la Tierra.

En el Éter resuena la astral armonía,
la que en órficos raptos Pitágoras oye;
      y vibra el Cosmos, sacudido  15
      por red eléctrica de nervios.

Agitando la brisa melódicas alas,
nos arrulla con suaves arrullos de nido;
      las frentes roza con el roce
      de blanda mano femenina.  20

Se sumergen los pechos, se abisman las almas,
en un algo de ignota, suprema dulzura;
      el tibio aliento de los bosques
      trasciende a néctar y ambrosía.

Un lejano concierto de liras eolias  25
embelesa los aires, suspende los ríos
      ¿En dónde suenan esas liras?
      ¿Presagian bienes a los hombres?
—80→

En el mar legendario de Ulises y Homero
a los hombres anuncian las liras eolias:  30
      en Pan arcádico respira,
      el Pan arcádico no muere.




ArribaAbajoNoche de invierno

(Polirritmo sin rima)




      Es una gran tristeza,
la gran tristeza de la noche y del Invierno.

Los ojos de los astros parpadean en las sombras;
      entumidas las alas,
      reposa el viento y enmudece:  5
se diría que ya no late, que no vive,
el infinito corazón del Universo.

      lápida inmensa de una tumba inmensa,
en desiertos y poblados, inmóvil nieve se destaca,
      fúnebres tocas de doliente viuda,  10
negras nubes se apiñan en la sien del monte.

De lo blanco de la nieve a lo negro de la nube,
      corre oblicuo rayo de luna ensangrentada;
y más allá de las cumbres, más allá de la Tierra,
vibra el eco de un gemido largo, muy largo, interminable;  15
gemido eterno
      por todos los dolores del pasado,
      por todos los dolores del presente,
      por todos los dolores del mañana.

      Es una gran tristeza,  20
la gran tristeza de la muerte y del olvido.



  —81→  

ArribaAbajoEl himno alegre


óoo|óo-o|óoo|óo
óoo|óo-o|óoo|óo
oó|ooó|ooó|o
oó|ooó|ooó|o





Cantan las aves amor y deleites,
hablan las rosas de besos y abrazos,
      y vibra en la Tierra el susurro.
      De abrazos, suspiros y besos.

Nunca seamos endechas vivientes,  5
bocas preñadas de infaustos augurios;
      en medio a la fiesta del Orbe,
      en fiesta llevemos el alma.

Si hondos pesares un ay nos arrancan
muera en sonrisas el ay importuno;  10
      si herido llevamos el pecho,
      cubramos de flores la herida.

Nunca digamos al crédulo joven
que ávido y ágil emprende la ruta:
      -Los goces encierran acíbar,  15
      la senda conduce al sepulcro.

¡Odio al estéril, senil desaliento!
Mustios y heridos digamos al mozo:
      -De espinas carecen las plantas,
      de bienes rebosa la Tierra.  20

¡Lejos el culto macabro a la muerte!
Viejos y tristes rodando a la tumba,
      alcemos el himno glorioso,
      el himno al amor y a la vida.



  —82→  

ArribaAbajoLa quimera

(Polirritmo sin rima)




    -Soy el potro infatigable:
    mis alados pies devoran
    las estepas de la Rusia,
    los desiertos del Sahara,
¿Quieres tú mis lomos? ¿Galopar en ellos quieres?  5
    -No, si al correr en tus lomos,
    he de ver los mismos astros,
    la misma Tierra, los mismos hombres.

    -Soy la nave sin remos ni velas:
    con los músculos de hierro  10
    y el rojo vientre de llamas,
    venzo yo la doble furia del terral y de los mares.
¿Quieres tú mi popa? ¿Navegar en ella quieres?
    -No, si al viajar en tu popa,
    he de ver los mismos astros,  15
    la misma Tierra, los mismos hombres

    -Soy el cóndor de los Andes:
    más allá de las nieves eternas,
    miro a mis plantas bullir naciones,
    rugir tormentas, arder volcanes  20
¿Quieres mis plumas? ¿Volar con ellas quieres?
    -No, si al volar con tus plumas,
    he de ver los mismos astros,
    la misma Tierra, los mismos hombres.

    -Soy la imposible Quimera:  25
    te llevarán mis alas a lo nuevo y lo ignoto;
    mas mis uñas y mis dientes,
    se clavarán en tu pecho, se hundirán en tus entrañas.
—83→
    -Ven, oh divina Quimera:
    nada importan los dolores, nada las torturas,  30
    Si me llevas a lo Ignoto y a lo nuevo,
    si me arrancas a la prosa de la Tierra y de los hombres.