31
II Noche, 9, 1.
32
II Noche. 19,5.
33
II Noche, 13, 11.
34
II Noche, 23, 10.
35
Oposición
que se encuentra también en II Noche, 18, 3:
«Cómo tras la prosperidad que
goza, luego se sigue alguna tempestad y trabajo -tanto que parece
que le dieron aquélla bonanza para prevenirla y esforzarla
para la siguiente penuria-, y cómo también,
después de la miseria y tormenta, se sigue abundancia y
bonanza, de manera que le parece al alma que, para hacerle aquella
fiesta, la pusieron primero en aquella
vigilia»
.
36
II Noche, 7, 4.
37
II Noche, 5, 2.
38
II Noche,
10, 3. La misma idea se repite en otros contextos con igual
contraposición: «Y para probar
más cumplidamente la eficacia que tiene esta noche
sensitiva, en su sequedad y desabrigo, para ocasionar la
luz que de Dios decimos recibir aquí el
alma»
, I Noche, 12,6.
39
II Noche, 9, 1.
40
II Noche, 16, 1.