Hora menguada, hora desgraciada, mal sino.
Con quien yo digo, el competidor amoroso, que ni siquiera se osa mencionar en este tipo de composiciones si no es mediante un rodeo o perífrasis. Igual recurso aparece en Garcilaso: «no trocara mi figura / con ese que de mí se está reyendo; / ¡trocara mi ventura!», Garcilaso de la Vega, Poesías castellanas completas, ed. Elías L. Rivers, op. cit., p. 125.
Divisa, aquí no parece tener el significado habitual de «blasón, lema», o similar, sino más bien «aspecto externo».
La suya, elipsis, «su muda, cambio o transformación».
Le eran aficionadas, expresión muy frecuente en el trato cortesano, «se sentían atraídas por él».
Tamaño, con su significado etimológico de «tan grande».
La que..., las tres anáforas consecutivas que concluyen en ésta se refieren todas al agua, citada en los versos previos.
Vido, forma gramatical arcaizante por «vio».
Rabia y gota coral, enfermedades muy peligrosas en ese momento; la rabia o hidrofobia se adquiere por la mordedura de un perro rabioso (hay una referencia a la enfermedad en la estrofa 61 de esta misma composición), la gota coral es la epilepsia.
Aborrecello, etc., y otras palabras que presentan el mismo fenómeno fonético, ya tratado en notas anteriores.